Damos inicio a este apartado con una breve introducción a los sub-géneros de la fantasía.

Si bien no existe una clasificación oficial, tanto las editoriales como las librerías y comunidades literarias suelen acomodar las historias fantásticas dentro de distintos sub-géneros. Algunos cuentan tres, cinco o siete. Aquí les hablaremos del desglosamiento más amplio.

¡Y recuerden que muchas historias pueden acomodarse en más de una categoría al mismo tiempo!

Alta fantasía

Este subgénero reúne historias que suelen ocurrir en mundos irreales.

-Fantasía épica: La épica, por definición, indica la presencia de elementos heróicos, pero además suele hacer referencia a mundos en conflicto o guerra. La historia no necesita seguir a un solo protagonista sino que suele focalizarse en el conflicto en sí. Un ejemplo es la saga "Canción de hielo y fuego" de George R. R. Martin.

-Shenmo: Es una palabra que proviene del chino. Estas historias se diferencian de la fantasía épica porque el centro de atención está puesto en las divinidades y religiones. Existen muy pocas obras de este estilo en occidente.

Baja fantasía

-Fantasía heróica: Para pensar este sub-género suele tomarse la idea de "espada y hechicería". El foco está puesto en el protagonista. Este tipo de historias suelen poseer una aventura (mágica en mayor o menor medida) en la que se refleja la evolución del protagonista más allá de si realiza acciones heróicas o no. Un ejemplo son las "Crónicas del asesino de reyes" de Patrick Rothfuss.

Fantasía y costumbres

Estas historias no se centran en las acciones heróicas del protagonista o los conflictos del mundo, sino en la cotidianeidad de los elementos fantásticos.

-Costumbrista: Son historias casi sin acción en las que la trama se centra en los aspectos cotidianos de un mundo con elementos mágicos y cómo estos poderes intervienen en la vida diaria de los personajes. La trama en sí puede estar centrada en elementos de cualquier otro género. Un ejemplo es "Anales de la costa occidental" de Ursula K. Le Guin.

-Histórica: Como su nombre lo indica, este sub-género aúna a los textos que insertan elementos fantásticos en un pasado real de la historia de la humanidad. Un ejemplo de este estilo es "Ciclo de Pendragón" de Stephen R. Lawhead.

-Fantasía insertada o de transporte: Estas historias suelen tener inicio en el mundo real, pero con la posibilidad de viajar a otras realidades. Un ejemplo famoso sería "Las Crónicas de Narnia" de C. S. Lewis.

-Fantasía urbana: Son historias que transcurren enteramente en el mundo real y contemporáneo en los que se insertan elementos fantásticos. Un ejemplo de esto es la saga "The Mortal Instruments" de Cassandra Clare.

-Realismo mágico: Son historias que a simple vista parecen ser totalmente realistas, pero que poseen elementos fantásticos mínimos que se acoplan a la cotidianeidad hasta hacerle creer al lector que incluso lo más disparatado podría ser normal. Un ejemplo de esto es "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.

-Fantasía romántica: Este término ha aparecido en los últimos años en referencia a novelas juveniles con elementos fantásticos pero cuyo foco se centra en el romance de los protagonistas, dejando la fantasía en un segundo plano. Un ejemplo es "Predestinados" de Josephine Angelini.

Otros sub-géneros

-Fantasía oscura: Estas historias combinan elementos de la fantasía y del terror. Un ejemplo es "El océano al final del camino" de Neil Gaiman.

-Fantasía científica: Es el sub-género menos visto dentro de la fantasía. Combina elementos de la Ciencia Ficción y la fantasía en una misma historia sin intenciones de presentar un futuro posible, sino fantástico. Un ejemplo de esto es "El mundo de Rocannon" de Ursula K. Le Guin.

-Leyendas y mitología: Estas historias pueden retomar viejos mitos o crear un nuevo panteón de divinidades. Un ejemplo de esto sería la saga "Percy Jackson" de Rick Riordan.

-Cuentos de hadas: Similar al sub-género anterior, los cuentos de hadas pueden tomar elementos de la cultura popular o crear sus propias bases. Suelen caracterizarse por la falta de violencia y la idea de una moraleja final. Un ejemplo es "Peter Pan" de J. M. Barrie.

-Retellings: ¡Cuidado con este sub-género! Si bien no es un estilo específico de la fantasía, en los últimos años se han puesto de moda las nuevas versiones de viejas historias. En varios casos se toman novelas fantásticas como es el caso de la saga "Susurros" de A. G. Howard que toma a "Alicia en el País de las Maravillas". Muchas personas han comenzado a separar los retellings fantásticos del resto porque su número es mayor.