Las profecías son uno de esos elementos en la fantasía que, por más que se repitan, si son utilizados de manera correcta los resultados pueden ser increíbles. Así como cualquier otro recurso recurrente, lo más importante al utilizarlo es hacerlo propio.

LAS PROFECÍAS SON VAGAS Y SE VALEN DEL CONTEXTO

El lenguaje que se utiliza en ellas es simbólico y poético. Suelen ser más místicas y abiertas a distintas interpretaciones, incluso llegando a veces a ser contradictorias. Lo que puede significar una cosa para la población humilde, podría ser algo distinto para los más pudientes. Quizás dentro de un contexto pueda parecer tener un significado, pero en uno distinto cambie de manera radical. Esa ambigüedad sirve para utilizarlas como ventaja.

Cuando el rojo inunde el firmamento,

el mensajero oscuro se alzará.

Ríos negros bañarán la tierra,

las aves caerán.

Si en tu mundo el símbolo de paz es un ave, la profecía de arriba se interpretará de manera distinta a otro en el que las aves se utilicen como armas. "Mensajero oscuro" puede referirse a un villano, pero también al color de piel o vestimenta de un personaje. Es importante utilizar la simbología a tu beneficio personal, para darle un toque único a tu profecía y hacer que encaje en tu historia.

PARA EXISTIR NECESITAN UN PROFETA

¿Quién se encargará de dejarle saber a la población tu mensaje? ¿Por qué tus personajes creen o no en ella? La manera en la que se transmiten es casi tan importante como las profecías en sí. Existen profetas en los que el pueblo confía ciegamente, otros que han demostrado no ser confiables. Siempre es muy importante preguntarse el porqué, así ayudarás a formar un contexto mucho más creíble.

DEBE TENER SENTIDO CON LA HISTORIA

No utilices una profecía solo porque es algo popular en la fantasía. Cada decisión que tomar respecto a tu historia debe tener una razón de ser, debe caber en su propio mundo e impulsar la trama hacia adelante. No tiene caso añadirla a tu historia se pasará desapercibida o no será lo suficientemente importante.

Pero todo con medida, te recomendamos que no crees una profecía tan compleja como para necesitar diez páginas de historia solo para poder comprenderla. Si tu profecía desvía demasiado la atención de tu trama principal, el lector se aburrirá.

NECESITAN UN PROPÓSITO CLARO

¿Tu profecía servirá para anunciar un salvador? ¿Menciona las consecuencias de las acciones de un pueblo? Sea cual sea, debe estar establecido y es necesario que lo tengas claro. Las profecías no son herramientas para anticipar hechos de la trama, van más allá de eso. Viven dentro de la realidad de tu historia y necesitan encajar con ella.

Como ejercicio, abajo te dejamos algunas preguntas para responder a la hora de crear la profecía perfecta para tu historia.

¿Tus personajes conocen la profecía? ¿Cómo afecta su conocimiento o desconocimiento de ella a la historia?

¿Cuál será el desenlace una vez que sea cumplida?

¿Tu profeta la anunció por su propia voluntad o algún poder sobrenatural lo obligó a hacerlo?

¿Qué tan antigua es tu profecía? ¿Cómo se ha pasado de generación en generación?

¿Qué tan comunes son las profecías en tu mundo?

¿Cómo afectaría a tu historia si se descubriera que tu profecía es falsa?

¿Cuáles han sido tus profecías favoritas en la ficción?