LA FICCIÓN ESPECULATIVA.
Mientras escribía una entrada sobre las diferencias del romance paranormal vs fantasía me encontré con un concepto que hasta el momento desconocía: la ficción especulativa. Así que decidí que era hora de teclear y aclarar de qué se trataba antes de continuar con el futuro artículo.
Se trata de la denominación general de aquellos géneros de ficción que no pueden incluirse dentro de la literatura realista, ya que no suceden en un espacio ni en un entorno —valga la redundancia— realista. Por lo que se sobreentiende que sucede en un escenario fantástico e irreal.
Hasta aquí la cosa parecía de lo más coherente, pero empecé a preguntarme por qué jamás había oído hablar de ello o que diferencias tenía con la fantasía convencional. Así que decidí investigar más, me recoloqué las gafas y saqué a relucir el agente propio de CSI que tenía en mi interior.
Visto lo visto, el problema es que los límites o los requisitos para que una historia sea denominada ficción especulativa no están muy claros. Y por lo que leí, este concepto es más que nada usado en el mundo editorial y tiene que ver también con el tipo de lector, más que con la historia. Por ejemplo, en Bambi se relata la vida de un ciervo, pero en este cuento los animales hablan entre sí. Si nos centramos en eso nos haría pensar estrictamente que se trata de una historia de fantasía, pero ¿has escuchado jamás a un lector de fantasía decir que su historia favorita fantástica es Bambi? ¿Que Bambi se encuentra en el top cien de los libros fantásticos más leídos? La respuesta es rotundamente no. Así que, en este caso, el lector manda y a pesar de que los animales hayan adquirido la habilidad de hablar no se clasifica bajo el género de fantasía.
O en el caso de La Ilíada y de La Odisea aparecen dioses y mucha magia. Pero como pasa con el anterior ejemplo, los lectores contemporáneos lo clasificaron como poemas sobre hechos históricos y no de fantasía. Porque eran fieles creyentes y el mundo que se les presentaba no era un mundo extraño, sino que para ellos constituía su día a día.
Aparte de lo que considera el lector o la editorial y gracias al autor Scott Card, que se tomó la molestia de escribir una especie de guía, podemos clasificar los requisitos de una forma mucho más clara:
• Las historias escritas en un escenario futurístico: Básicamente si escribimos sobre el futuro nos lo estamos imaginando.
• Las historias en las que se especula sobre tecnologías futuras.
• Las historias que se escriben en el pasado, pero que contradicen los hechos históricos: este sería, por ejemplo, el caso de los mundos alternativos.
• Las historias que no suceden en nuestro planeta, la Tierra: aunque sean en Marte o en un planeta inventado. Jamás hemos estado ahí, por lo que estamos usando nuestra imaginación.
• Las historias que suceden en la Tierra, pero cronológicamente los situamos en un tiempo anterior al conocido por los registros humanos: como por ejemplo escribir sobre un reino o una civilización perdida.
• Las historias que contradicen alguna ley de la naturaleza: viajes en el tiempo, inmortalidad, magia, habilidades sobrenaturales o poderes como la invisibilidad.
En resumen, si la historia no lleva al lector a un entorno hasta entonces desconocido no podemos decir que estamos leyendo o escribiendo ficción especulativa.
¿Conocías este concepto?
¡Os leo!
Escrito por Annie_CN
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