«No utilices muchos verbos con la misma terminación»

Que unas oraciones, o incluso un par de diálogos, utilicen la misma terminación en algunas palabras hace que la lectura se vuelva más pesada y monótona. Sustituir estos verbos por adverbios o descripciones facilitará la cohesión del texto y ayudará al lector a imaginar la escena con mayor precisión.

El siguiente ejemplo es útil para comprenderlo mejor.

No tan adecuado:
—¿Qué haces aquí? —preguntó.
—Lo mismo que tú —susurró.
—¿Así que ya lo sabías? —musitó con sorpresa.

*Nota que la narración parece algo repetitiva debido a que todos los verbos dicendi (preguntó, susurró y musitó) terminan exactamente igual.

Lo más adecuado:
No tan adecuado:
—¿Qué haces aquí? —preguntó.
—Lo mismo que tú —dijo en voz baja.
—¿Así que ya lo sabías? —Su rostro reflejaba la sorpresa que su voz no transmitía.

*Nota cómo los diálogos han adquirido mayor fluidez y, al mismo tiempo, se han vuelto más descriptivos.