Típico de mí

Dudar de las respuestas de mi examen.

Me desvele todo la noche estudiando para el examen de matemáticas, siempre estudio con música, pues si me acuerdo de la canción se me viene a la mente todo lo que estudie con ella. Decía, me pase toda la noche estudiando, aprendiendo formulas, conceptos y ejemplos hasta no poder más, hasta donde mis párpados me lo permitieran.

El examen lo presentábamos a la primera hora, y este abarcaría dos horas pues matemáticas es lo que nos tocaba presentar, antes de rendir el examen le di una última repasada a las formulas para asegurarme.

El momento llegó, ya nos estaban entregando las pruebas, todo bien hasta allí. Hasta que me percaté de que se trataba de cinco hojas de ejercicios. Temía lo peor, al verlo me bloquee por completo hasta que de a poco estuve recordando los procedimientos.

Ya estaba por acabar, pero me pasó lo peor, dude de mí... Dude de los procedimientos que había hecho en la mitad del examen. Tanto que tuve una batalla interna conmigo misma

–Esta bien como lo tienes, no lo cambies.

–Ese no es resultado, cambia los signos.

–Deja lo así, está correcto.

–La ley de los signos dice tal cosa, así que los tienes mal puesto.

–Deja el -12

–Cambialo por +12

Así me pase todo lo que quedaba del examen. Tuve una intensa confrontación conmigo misma. Tanto que no pude más, le hice caso a la parte de mí que me decía «cambialo». Grave error.

El profesor de matemáticas entró a dar clase una vez finalizada la prueba, y con él traía los exámenes.

El resultado era -12...