Doce
Había pasado cerca de una semana desde que todo aquello comenzó. La aparición de JK había llegado junto a tantos cambios y NamJoon solo quería que parará.
Había ventajas que solo se daban si eras una persona con poder o con los contactos adecuados.
Él conocía a SeokJin y a YoonGi, un par de abogados reconocidos con el poder y los contactos suficientes para lograr que un proceso que dura meses se realice en unos cuantos días.
Por eso no le sorprendió cuando el mayor lo invito a almorzar, sabía lo que significaba y le aliviaba. Él no es que quisiera liberarse de su matrimonio tan pronto fuera posible, solo que recordaba a TaeHyung diciendo que respetaría lo prometido cuando se casaron.
Y sentía que no era tan justo que su destinado esperará por él hasta concluir su divorcio.
— Así que, a partir de este momento, Tae y tú han dejado de figurar como pareja ante la ley — declaró SeokJin entregando el acta firmada por ambos y guardando dos más que correspondían al menor y al archivo.
Lo habían decidido así, firmar por separado.
No fue un acto egoísta ni cruel por parte del menor el haber firmado primero. Fue petición de NamJoon hacerlo de esa manera, le habría resultado muy difícil firmar si veía a su compañero de matrimonio firmar frente a él. De esa manera fue menos doloroso para su corazón.
— Me siento extraño, aunque dudo verme de esa manera — dijo NamJoon tomando la carpeta donde iba aquel documento.
— Lo siento — dijo su amigo con incomodidad.
— No hay por qué, no es culpa de ninguno.
SeokJin se sentía extraño con la situación, Nam se había vuelto su mejor amigo gracias a TaeHyung, se llevaban algunos años y eso no era relevante. Solo sabía que era importante para ambos mantener su amistad.
— Dime Nam, ¿asistirás a nuestra fiesta de aniversario? — pregunto el mayor. Realmente tenía curiosidad por su respuesta.
— Sabes que lo haré. No te dejaría solo en un día tan importante.
— Irá Tae, lo sabes, ¿verdad?
El moreno sonrió con desgano, no es como si no supiera que TaeHyung acompañaría a su mejor amigo en cualquier cosa, eso le inquietaba un poco, pues era consciente de que Tae apoyaría a YoonGi hasta en un asesinato. A veces su amistad incondicional le aterraba.
— Lo sé.
— No quiero que te sea incómodo.
— No lo será. Supongo que Tae irá con su destinado y lo entiendo, no es que me agrade mucho la idea de ver ahí por primera vez al hombre que se ha llevado a mi exesposo, pero puedo con ello.
SeokJin se dio cuenta de que Nam ignoraba lo importante. Entendía un poco a Tae por no decirle quien era su destinado, pero él no podía callar.
Sabía que no era él quien debía decir de quien se trataba, pero NamJoon era su mejor amigo y debía saberlo.
— Tae no te ha dicho de quien se trata, ¿verdad?
— No, se lo pregunté aquel día que lo conoció, pero después le dije que no me lo dijera. No estaba seguro de poder soportarlo, solo sé que es buena persona o eso es lo que Tae dijo, yo no estoy muy seguro.
— Él es buena persona Nam, estoy seguro de eso.
NamJoon miro a su mejor amigo con los ojos extremadamente abiertos. No esperaba que SeokJin lo conociera.
— ¿Tú sabes quien es?
— Sí, lo sé. Y veo necesario que tú también lo sepas.
— Realmente no sé si quiero saberlo ahora.
— Debes de saberlo. Lo verás en la fiesta.
— No sé si estoy preparado para conocer el rostro de quien significó el cambio drástico en mi vida.
— Lo conoces, solo debes recordarlo.
— ¿Lo conozco? ¿Estás seguro?
— Si — SeokJin sentía difícil el hablar de ello, pero su amigo merecía saber y no llegar a aquel día manteniéndose en la ignorancia.
— ¿Es buena persona?
— Tu mismo puedes responder a ello.
— ¿De quién se trata? ¿Quién es él? — NamJoon sentía como su corazón latía con fuerza, le era difícil pasar aire a sus pulmones, sentía como su cuerpo comenzaba a sudar y solo quería escuchar el nombre del otro hombre para poder dejar este estado de pánico.
— ¿Recuerdas a JungKook?
Nam sintió su cuerpo helarse.
Conocía a JungKook, fueron amigos hacía años, pero perdió contacto con él después de que este se marchara a los Estados unidos cuando su madre murió. Jamás lo volvió a ver.
— JungKook.
— Sí, mi cuñado es la pareja destinada de Tae.
— ¿Cómo es esto posible?
— No sé cómo, solo sé que así es.
— Pero JungKook se fue, él abandonó a su padre y a YoonGi. No puedes decir que es buena persona cuando abandonó a su familia en un momento tan difícil.
— No puedes juzgar a alguien sin conocer sus razones. JungKook no lo ha tenido fácil desde entonces. Su vida ha sido difícil desde que su madre murió.
— ¿Difícil? ¿Sabes que es difícil? ¡Yo te lo diré! ¡Difícil el despertar un día sintiéndote el puto amo del mundo, mirar hacia un lado y ver que tu vida ha sido mejor de lo que esperabas, donde tienes un buen trabajo, una buena vida y el mejor de los esposos a tu lado, pero a la noche llegas a la casa de tú sueños y te encuentras con la maldita noticia de que el jodido destino ha querido reventarte una puta bomba en la cara diciéndote que debes dejar ir a tu esposo por una persona que ha estado ausente por años y ahora tiene todos los malditos derechos solo porque un maldito ser místico mágico jugador y egoísta especial ha decidido que se pertenecen! ¡Eso es difícil, SeokJin!
— Difícil, Nam, es aceptar un destino por el bien de ambos — Seokjin quería a Nam, lo adoraba. Él era lo que alguna vez declaró como su persona ideal, mucho antes de conocer a YoonGi, NamJoon podría haber sido su pareja si un pequeño Tiny no llegaba a su vida, por eso veía necesario explicarse en nombre de su cuñado. JungKook realmente no era mala persona — ¿Sabes lo que pasa si una pareja destinada no se une? ¿Lo sabes?
— No, nunca he sabido que algo así suceda.
— Pues lo hace, sucede en algunas ocasiones y créeme, no es algo bonito.
— El pequeño de Tae, JK, dice que es algo muy feo, tan feo que no es bonito.
— Porque así es. Eso pasó con los padres de YoonGi.
— No entiendo.
Seokjin suspiro abatido, él no pensó que debía tocar el tema, pero debía hacerlo para que su amigo comprendiera. Así que se dedicó a hablar de ello, le contó la historia de cada uno de los señores y explicó cuál había sido su destino y consecuencia. NamJoon escuchaba sin podérselo creer.
Tae podía haber muerto si no decidía estar con JungKook.
— JungKook había decidido mantenerse encerrado esperando su final. Él me lo dijo antes de ver a Tae. No sabía quién era su destinado, desconocía si este tenía una familia o si se encontraba libre, por lo que prefirió arriesgar la vida de ambos antes que destruir un matrimonio y una familia. No digo que fuera la decisión más inteligente, pero él conocía las consecuencias de ello y decidió asumirlas antes que dañar a los demás. Así que no puedes decir que no es buena persona cuando ignoro su propia vida, por no dañar los sentimientos de terceros, por no hacerte daño aun sin conocerte.
NamJoon realmente no podía creer lo escuchado.
JungKook había dispuesto que él y Tae murieran antes de lastimarlo.
Era consiente de que ver morir a Tae lo habría destrozado, ahora se sentía herido, pero tenía el consuelo de que Tae estaba vivo. Eso debía valer más que cualquier otra cosa.
— Yo... necesito pensar... — Habló el moreno sin mirar a su amigo.
Seokjin se puso de pie y se despidió, dejando a su amigo asimilarlo todo. Sabía que era mucho por procesar, así que no lo presionaría.
NamJoon se dirigió a su auto, aún sumido en sus pensamientos. Estaba tan absorto en ellos que pasó por alto el resplandor que inundó su vehículo. Sintió una brisa caliente, pero no le tomo importancia, no fue hasta que pudo vislumbrar un pequeño ser corriendo por el tablero de su auto que cayó en la cuenta de que tenía compañía.
Una pequeña y brillante criatura corría de un lado a otro por el tablero, lo había visto chocar contra el vidrio y levantarse desorientado debido al golpe.
— Hey, tranquilo. No hagas eso o te harás daño.
— ¡Al fin volviste en ti! — la voz chillona y alegre de la criatura lo hizo sonreír.
— ¿Tú quien eres? — pregunto el moreno contagiado por la hermosa y gran sonrisa del pequeñín.
— I'm your hope, your my hope, ¡I'm J-Hope!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top