Dieciséis

El gran día había llegado y todo era un caos. YoonGi iba de un lado a otro organizando y reorganizando las cosas, aunque lo hubiera hecho previamente y más de una vez. SeokJin iba a un lado de él para tranquilizarlo, sabía que el menor solía perder la cabeza con facilidad.

No entendía por qué YoonGi había contratado una organizadora de eventos si él terminaría cambiando todo a último minuto después de pasar los últimos días cambiando y cambiando las cosas, incluso ya había perdido la cuenta de las veces que había hecho modificación tras modificación para, al final, terminar con la idea inicial.

Y aun con todo eso, había cosas que se le habían escapado de su radar.

JungKook y TaeHyung habían sido los primeros en llegar. YoonGi los había obligado a dormir en su casa y los había arrastrado con él hasta el lugar del evento, siendo espectadores de cada una de las hazañas del menor.

Cuando por fin llegaron los invitados, la pareja sintió un poco de tranquilidad, el YoonGi histérico había desaparecido dando paso a uno risueño y sonriente.

Todo parecía ir de buena manera.

Hasta que el YoonGi histérico reapareció sentándose con ellos en la mesa que había sido elegida para la pareja.

JungKook y Tae observaban en silencio como el menor abría y cerraba los puños con un par de pelotas antiestrés entre ellos.

Era su día especial y no parecía estar disfrutándolo en lo absoluto.

— Tae, Kook, ha pasado algo horrible — habló YoonGi con un rostro de pesar que parecía grabado en piedra.

— ¿Qué sucede? — pregunto la pareja al mismo tiempo, sonriendo por aquella tierna casualidad.

— Joss, la organizadora ha colocado a Nam con ustedes en esta mesa. Al parecer se olvidó que ustedes se habían divorciado — explicó YoonGi sintiéndose mal por aquello — o puede que no se lo haya mencionado — medito el joven en voz baja.

— No veo el problema en ello — respondió Tae confundido.

— ¿Cómo que no? ¡Tae, Joss los ha colocado como esposos en esta mesa! ¡Imagino que va a ser incómodo para ustedes compartir mesa con Nam! ¡Es tu exesposo!

— No tienes por qué preocuparte, para mí no significa un problema. Si a JungKook le incomoda bien podemos cambiarnos de lugar...

— No me incomoda — JungKook interrumpió a su pareja antes de tomar su mano y dejar un beso en ella —, no es como si él me hubiera hecho algo o yo a él. Las cosas simplemente sucedieron. Si a él no le molesta compartir mesa con nosotros, yo tampoco le veo el problema.

YoonGi miro a su hermano y a su cuñado, ambos se veían de lo más tranquilos. Era él quien se imaginaba momentos incómodos o miradas asesinas entre los tres.

Tal vez todo estaba en su imaginación.

— Bien, bien, ¡Genial! Ahora sigamos con el evento — YoonGi se retiró de ahí un poco más animado.

La pareja miraba llegar a cada invitado, saludaban a todos aun cuando a algunos no los conocían y, aunque ninguno lo dijera, esperaba ver a NamJoon cruzar la puerta y mirar su reacción al verlos juntos. No por incomodar o hacerlo sentir mal, sino para poder actuar por el bien del moreno.

『 ♡ 』

NamJoon conducía hasta el lugar del evento. Usualmente, disfruta de caminar o andar en bicicleta, por lo que ir en auto le resultaba un poco extraño.

Sin embargo, era esa la forma. Cuando supo el lugar del evento, había considerado ir en bicicleta con sus trajes en un porta traje, sabía que a Tae le agradaría la idea. Pero todo paso y ahora Tae tenía su bicicleta y él solo tenía una. Además, no sabía si Hoseok le gustaba montar en ellas.

Por lo que decidió llevar su auto y aprovechar el tiempo con su destinado.

Hoseok no paraba de mirar su reflejo, aún no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo, pero ya había aceptado y no se retractaría.

— Cuéntame de ti — pidió Nam.

El último par de días habían hablado solo un poco, Hobi le presentó a RM mientras que J-Hope soltaba cosas al azar al saber sobre el evento al que estaban invitados. No les pareció extraño que el pequeño rayo de sol tomara posesión de las piernas y brazos de RM, este se había dejado hacer por el de mayor energía y eso era muy tierno.

Ambos decían algo acerca de los Mochis, cosas que no entendían y de las cuales tampoco querían investigar.

— Pregunta lo que quieras saber.

— ¿Estudiaste alguna carrera? — pregunto Nam de pronto.

Sabía que no era la mejor de las preguntas, pero quería saber si compartían algún tipo de interés fuera de casa.

Hobi sonrió de lado con tristeza. No se esperaba tener que entrar en esos temas, por él mejor si ignoraban su vida por completo, pero tampoco era algo posible, así que era mejor enfrentar los temas.

— No, solo tengo mis estudios básicos.

— Yo... no lo sabía. Lo siento.

— No te preocupes, no tenías forma de saberlo.

— ¿Nunca quisiste estudiar?

— Claro que quise hacerlo, pero no tuve oportunidad, no había forma de pagarme una carrera y comer al mismo tiempo. Pienso hacerlo en algún momento, no te preocupes, no tendrás a un idiota por pareja toda la vida.

Entonces el auto freno de golpe logrando que los cuatro pasajeros sintieran la intensidad del movimiento.

— No vuelvas a decir algo como eso.

— ¿Algo como qué?

— Sobre ser idiota o algo así. No te menosprecies.

Hobi quiso refutar, quiso decirle que él era consiente de que su falta de estudios lo colocaba en un lugar no muy agradable, donde el resto podía mirarlo por encima del hombro y tratarlo menos que a los demás. Había visto fotos de NamJoon y su exesposo cuando estaba en aquella casa que ahora compartían. Pregunto y supo que su ex era veterinario, mientras que él trabajaba en un despacho de abogados y como mano derecha del dueño de una compañía.

Y él solo era barman y bailarín callejero.

— Ok...

— Podrás estudiar y yo te ayudaré.

— No quiero tu lástima...

— No es lástima, es solo que mereces estudiar lo que tú quieras y quiero apoyarte. Eso es todo. No siento lástima por ti, solo quiero que hagas lo que quieres hacer.

— Prometo no hacerte pasar ninguna vergüenza.

— ¿Por qué pasaría vergüenzas? — pregunto Nam volviendo a arrancar el auto. Hobi no parecía a la defensiva ahora y podían continuar.

— Supongo que todo el mundo es alguien con trabajos increíbles y un buen de dinero, sé que no encajaré ahí, pero prometo no hacer nada que te avergüence.

— No me importa lo que la gente diga ni piense, tú eres tú y no quiero que lo ocultes. No es como si tuvieras que cumplir con algún requisito. Solo sé tu mismo.

Hobi ya no dijo nada, aunque pensaba que debía mantener un perfil bajo. NamJoon se presentaría con su nueva pareja, aunque aún no lo fueran, frente a su exesposo. Aquel hombre estaba muy por encimada de él, o eso pensaba, por lo que debía dar el ancho a la situación.

Había llegado al lugar, Hoseok acepto la mano de NamJoon cuando este se la ofreció. Caminaron juntos, el menor mirándose en los espejos que había cerca, queriendo confirmar que se veía bien aun con un traje prestado de su destinado y su extrema delgadez.

Fue sorprendente entrar a aquel lugar, era elegante y mucho, pero lo que le sorprendió realmente fue el montón de Tiny's que corrían de un lado a otro, había varios sobre pequeños autitos de juguete y con trajes elegantes.

Él miró a RM y a J-Hope, ambos vestían ropas sencillas que él mismo confeccionó el día anterior. No eran de grandes marcas, pero se veían bien.

Mientras eran guiados a su lugar, miro como un hombre rubio se ponía de pie y se acercaba a ellos, poco después envolvió el cuerpo de su destinado entre sus brazos. Miro un instante a la mesa que ocuparían y vio a un hombre pálido mirando la escena con algo parecido a la nostalgia. Cuando los otros dos se separaron pudo ver que se trataba del exesposo de su destinado.

— Tae, él es Jung Hoseok, mi destinado — hablo tomando la mano de Hobi para acercarlo para las presentaciones — Hobi, él es Kim TaeHyung, mi exesposo.

Hobi quería que aquel momento fuera incómodo para ambos, sin embargo, nada lo preparo para la comodidad que sintió cuando TaeHyung, en lugar de estrechar su mano, repitió la acción anterior y envolvió su cuerpo entre sus brazos.

— Es un placer conocerte.

Esa comodidad nunca la había sentido antes. 

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