Te entrego mis palabras, querida libreta,
Te entrego mis sentimientos,
Te entrego la tinta que te alimenta,
Y todos mis versos en diversos momentos.

Hazte dueña de mi ira o tristeza,
Con la felicidad o mis ideas tercas,
Comprime lo que mi alma reprime,
O lo que oprime lo que me deprime.

Sé tú la sentimental que yo no quiero sentir,
Que yo estoy harto de tanto vivir.
Por inconforme o no conforme,
O por la pena que me apena y no frena,
Cuando camino por cualquier acera.

Por la inmadurez de muchos,
En este mundo moribundo,
Cuan cáncer de pulmón
Y el paciente típico fumón.

Eres tú a quien más amo y amaría,
Pues eres cómplice que cualquiera querría,
Cualquier día reiría o rabiaría si eres mía,
Almacenas cada melodía de mi día a día.

-Arcaico.