Capítulo uno: Black and White.

Me encontraba sentada en la última silla en el aula de Literatura, mordiendo el bolígrafo que sostenía con una mano y mi brazo estaba apoyado sobre la mesa sosteniendo mi cara con la otra mano; estaba totalmente aburrida mientras que mis compañeros de clase participaban y prestaban atención al tema en el pizarrón, yo sólo me distraía con cada cosa insignificante que sucedía.

Mi compañera de asiento no había venido hoy al instituto así que tenía  mucho espacio que aproveche con gusto. Cuando de pronto se abre la puerta dejando ver a un chico altísimo que me sacaba como dos cabezas, con el cabello color chocolate, de tez blanca, ojos hipnotizantes color negro, nariz definida, labios carnosos rosados tamaño medio y créanme que deseables, estaba vestido con un jean negro, con una camisa negra simple, una chaqueta de cuero negra y converse. Aún con todo esa ropa podría apostar que tenia un abdomen marcado y unos bíceps grandísimos.

—clase, él es Dylan White— dijo el profesor de Literatura él Sr. Sandín.

Miré a todas las chicas y literalmente estaban babeando, por el tal Dylan, mientras él sólo estuvo serio.

—mmm ¿quieres presentarte?— volvió a preguntar Sr. Sandin a lo que Dylan solo negó— entonces siéntante al lado de...

Empezó a hablar el maestro y yo era la única sin compañero de asiento, mierda, alabada sea mi compañera que no vino.

—la señorita Black— terminó yo sólo fingí una sonrisa, todas me miraban con odio y envidia. Él camino hasta dónde yo me encontraba, nunca le quité la vista de encima, sentía que sus ojos me traspasaban hasta que se sento.

—bueno señor White, hace unos momentos estábamos hablando sobre la poesía, y estábamos compartiendo uno de los poemas que personalmente nos ha gustado— dijo el Sr. Sandin hacia Dylan yo sólo me quedé mirándolo mientras el asentía a cada cosa que le decía el profesor— ahora pase la señorita Black.

Todos me volvieron a mirar y Dylan se medio volteo para mirarme, ahora que me doy cuenta sus ojos no son negros, son grises oscurísimos que mirándolos de lejos parecen negros... me quedé inspeccionándolo, todo su rostro era tan bello.

—Kassie Black— dijo el Sr. Sandin pero ni siquiera me moví— Kassie...

Así que Dylan movió su mano repetidamente cerca a mi rostro, para que despertara de mi trance ahí reaccioné y todos se rieron a lo que yo me sonrojé.

—¿qué?— fue lo único que logre decir con dificultad.

recordatorio: golpearme hasta sangrar.

—¡tú poema! Léelo— exclamó furioso el Sr. Sandin yo solo asentí y empecé a buscarlo en mi bolso pero no lo encontraba, así que mire a la mesa y allí estaba, ¿no podría ser más idiota?.

—eh... claro— me paré de mi asiento y me dirigí al frente.

—adelante— dijo el Sr. Sandin un poco fastidiado por mi actitud.

—mi poema se llama "Amor y Sueño" de Algernon Swinburne— murmuré con todos atentos en mi— dice...

"Tendida y dormida entre caricias nocturnas
vi a mi amor inclinarse sobre mi triste lecho,
pálida como el fruto y la hoja del lirio más oscuro,
rasa, despojada y sombría, con el cuello desnudo, listo para ser mordido,
demasiado blanca para el rubor y demasiado ardiente para estar inmaculada,
pero del color perfecto, ausente de blanco y rojo.
Y sus labios se entreabrieron tiernamente, y dijo
-en una sola palabra- placer.

Y toda su cara era miel para mi boca,
y todo su cuerpo era alimento para mis ojos;
Sus largos y aéreos brazos y sus manos más ardientes que el fuego
sus extremidades palpitando, el olor de su cabello austral,
sus pies ligeros y brillantes, sus muslos elásticos y generosos
y los brillantes párpados daban deseo a mi alma"

—muy buena elección señorita Black, ahora siéntese— acotó el profesor y simplemente eso fue lo que hice.

Mire a Dylan que ahora me estaba mirando sorprendido apenas notó que yo lo miraba volvió su mirada al frente.

—hola— le susurré a Dylan sentándome él parecía no haber escuchado nada y me moleste.

—me gusto tú poema— siseó después de un rato sin mirarme, yo sonreí, no se si fue porque me habia halagado o porque hasta ahora no habia escuchado su voz y es hermosa como el, tan varonil.

—gracias— comenté sin borrar la sonrisa, y se me ocurrió algo— ¿sabes algo?

Ahora sí parecía interesado en mi.

—¿qué?— preguntó mirándome.

—tú eres White y yo soy Black— bromeé riendome, noté que se empezó a reír conmigo, Dios su risa es hermosa.

—cierto— afirmó sin parar de reír pero algo nos interrumpió.

—¡Black, White cállense!— gritó el Sr. Sandin a lo que toda la clase río.

Pero la campana sonó y todos menos Dylan y yo empezaron a salir de clases.

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Hola babes espero que les guste esta nueva historia.

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XOXO THE_BIG_K