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"Empalador"

Vlad

                    Mi vida...cómo la describo todas las mañana? Cómo un juego total. Algunas veces no puedo imaginar un día totalmente diferente para mis ojos. No estoy adaptado a ver todo diferente. Hasta que lo vi a él. Desde que vi la librería, no tenía intenciones de ir a una librería las odiaba. No me gustaba el olor a libros amontonados, de polvo o la señora que te manda a callar, lo odiaba. Por eso tenía problemas en la universidad.

Hasta que lo vi a el, esté era un chico de complexiónes delgadas abriendo la tienda. Jamás pensé de ver a un joven hasta que escuchó su nombre "Timothée". Desde ese momento supe que tenía que ir a esté lugar. Estába decidido pero no tenia nada en mi mente pero decidí esperar. Estaba esperando el momento hasta que en la tarde decidí entrar. Cuando entró lo único que mi olfato podía alcanzar era ese olor peculiar a café recién hecho. Miraba a mi alrededor hasta ver de nuevo a ése chico, notaba lo nervioso que esté estába. No sabia que hacer...

- Disculpa señorito - Digo de una manera tierna -

Éste rápido empieza a temblar. Acaso su madre esta acá? O qué? Éste estaba temblando y algo nervioso. Notaba que sus dedos se estabán moviendo lentamente.

- D-diga? - Tratando de no mirarme -

- No tienes un libro sobre especies de insectos?

Esté rápido apunta el lugar
dónde se encontraban éstos libros. Estába muy nervioso pero rápidamente lo dejó tranquilo. Estába mirando los libros. Eran demasiados, estos estaban decorados de muchos tipos de imágenes y portadas. Estába maldiciendo. Eran demasiados...

- Demonios...- Digo en voz baja -

Estabá mirando al chico cómo esté estába jugando con sus dedos. Eso es extrañó.

- Cual es tu insecto favorito? - Pregunte -

No sabia lo que estabá haciendo en realidad. Esté me miraba con esa carita llena de pequeños lunares. Notaba que su rostro tenia una pequeña cicatriz pero no le hice caso.

- L-las polillas y los escarabajos - Dijo muy nervioso -

Desde que me fui de la tienda con mi primer libro estabá sorprendido de aquel lugar. Durante mi trayectoria a mi casa miraba el libro esté estaba decorado de fotos y de imágenes.

- Jamás pensé ver un libro así de completó - Digo de una manera muy interesado - Incluso que muestran cómo son por dentro - Sorprendido - Escarabajos...son muy raros - Río -

Era la primera vez en mi vida que me estoy disfrutando un libro. Pero miraba la página principal donde estabá escrita su letra. Su letra era algo inestable por sus nervios pero se equivocó en algunas palabras.

- Que extrañó...

Durante la noche... el bar se estabá llenando y lo veo veo a él...  estába allí sentado en mí barra. Era algo extrañó verlo aquí. Ése chico ansioso no tenía la apariencia de ser alguien de bar. Durante la hora esté me pidió alcohol acaso el no sabe lo que es eso? Pedir algo que te puede dejar mal y más un chico sensible cómo él. Si no sabe beberlo. Me importaba pero sólo le di una mezcla de cola. Eso era mejor para él. Durante los segundos lo miraba comiendo de su hot dog. Esté estába sonriendo y masticando muy feliz. Acaso no le gustó?  

...

En los próximos días no lo volví a ver. Estabá limpiando las mesas hasta que veo que aparece mi jefe. Esté estába mirándome a los ojos.

- Empalador - Dijo con un tono gracioso - 

- Cuantas veces tengo que decirte Markus, que dejés de llamarme así - Río muy frustrado - 

- Aquí traigo tu paga - Me entregó el sobre - Te lo has ganado cómo siempre lo has hecho - Sonríe -

- Gracias jefe - Guardó el sobre en mi bolsillo -

Esté estába sonriendo mientras acaricia mi cabeza. Era un gesto de amor hacía mi persona.

- Gracias por cantar y encargarte del bar cuando yo no estoy hijo - Sonríe - Sin duda alguna tú llegada a esté lugar fue una sorpresa y un rayo de luz - Ríe -      

Recordar a Markus es algo intenso. Esté me salvo cuando fui perseguido por unos motociclistas por yo entrar a su zona sin querer. Y que esté me jalo a su bar. Desde ese momento el se convirtió en mi sombra paterna.

Durante mi regresó a la casa miraba la tienda de libros cerrada. Talvez sea que esté se esté tomando un descansó. Cuando entraba a mi casa lo primero al entrar era mirar la imagen de mi madre, pero yo no era el único que la estaba viendo. Estába mi padre mirando la foto con una mirada de nostalgia y tristeza.

- Llegué padre - Digo de una manera una poco animada - Cómo estás? - Preguntó...

- Hola hijo - Dijo de igual manera - Bien y tú? Como te fue en el trabajó?

- Eso lo vamos hablar en la cocina padre...

Éste intentaba de levantarse pero... desde aquel accidente una de su pierna tuvo que ser cortada. Rápidamente lo agarró por los brazos y lo levantó junto a mí.

- Anda no seas terco tonto - Lo levantó muy feliz -

- No quiero ser una molestia...

- No lo eres padre - Digo de manera seca - Eres mi padre y yo te tengo que cuidar de ti ahora.

Éste siempre estuvo agradecido por mi ayuda. Sabía que este era un ser maravilloso. Estaba caminando con el hacía la cocina. Era la hora de cocinar.

- Oye papá...

- Si Vlad?

- Me han dado la paga - digo de una manera muy animada -

- De verdad?

- Si padre - Le muestro el dinero que estába en mi bolsillo - Pronto vas a tener tu prótesis y así podrás levantarte y volver a caminar sin usar esas tontas muletas y sillas de ruedas - Beso su calva cabeza -  

Éste sacaba una sonrisa. Lo amaba tanto...

- Hoy padre estoy decidido a usar una receta de mamá.

- Si? Cual hijo? - Dijo de una manera amistosa -

- Lasaña a la Valenciana papá.

Desde ese momento supe que conocer a Timothée era lo diferente pero lo nuevo era que no me molestaba... en lo absoluto.