2.Bulletproof
Era ya entrada la noche, el sol había terminado de ponerse. Jungkook seguía conmigo, mi tía jamás lo fue a buscar; supuse que estaría con algún amante de turno.
Mientras nosotros, estábamos en el sótano de NamJoon. A Kookie le gustaba visitarnos y presenciar nuestros ensayos. Con Nam teníamos una banda de rock, yo era el vocalista, Nam estaba en la guitarra y luego estaban nuestros amigos del club de literatura: Kwan que era el bajista, Choi el tecladista y Bae el baterista.
¿Nuestro nombre? Simple: BULLETPROOF.
Luego de un exhaustivo ensayo decidimos tomar un receso. Era mi oportunidad para hablar con mi hermano. Pero, como sospechaba, Jungkook no estaba muy cómodo con la idea de irnos a la casa del amigo de mi padre, pero tampoco quería alejarse de mi; quería que me quedara con mi tía, pero sabe perfectamente que yo no podría quedarme con esa mujer nunca. ¿Cómo explicarle todo lo que estaba sucediendo? Ya había perdido demasiado en la vida como para también decirle que su familia no lo quiere, sólo quieren su dinero.
-Papá así lo ordenó y por algo habrá de ser- le comenté en lo que me sentaba a su lado en el sofá.
-¿Y desde cuando tu le haces caso a alguien? Sobre todo a nuestro padre.
Tenía razón, jamás le hice caso a nadie algo que sacaba de sus casillas a mi padre.
-Entiende Jungkook quiero averiguar donde está nuestro padre y que trama y para ello debo acercarme a EuWoon.
-¿Para qué? Nos abandonó, dejo que mamá se muriera lentamente y sigue sin aparecer. Cree que con un poco de dinero puede arreglar toda la mierda que vivimos.
-¡Jungkook la boca!- agachó la cabeza como un perrito ante mi reto y no pude evitar acariciarle la cabeza- Creo que merecemos respuestas y estoy seguro que hay más aquí de lo que nosotros sabemos. Debemos averiguarlo Jungkook. Necesito darle un sentido a todo esto.
-Lo siento Jin pero yo no quiero buscar respuestas. Me cansé.
-¿Irás con la tía Sung?- le pregunté indignado.
- No, iré con la abuela.
-Es lo mismo Jeon, viven en la misma casa.
-Lo siento Jin. Pero, Sólo soy un niño…necesito una mamá.
Eso fue lo último que hablamos esa tarde. Luego lo acompañe hacia la casa de nuestra abuela. Esa sería la última vez que vería a Kookie. Mi tía conseguiría un marido y se iría a vivir a Japón, llevándose mi única razón de ser con ella.
…
No tarde mucho en mudarme a la casa, que digo casa, mansión de EuWoon. Estaba en las afueras de Seúl, el barrio de ricos e idols, donde viví toda mi infancia…hasta que nos quedamos solos y mamá ya no pudo mantener esa vida.
Al parecer EuWoon no sólo era escribano, sino también Ceo de Samsung y su esposa había sido una reina de belleza.
Me resultaba extraño volver a esta vida, me molestaba de hecho. Una vez que conoces la otra cara de la moneda te replanteas todo este mundo y te parecen tan banales sus problemas. Yo vi lo que es sufrir realmente.
Pero sería injusto quejarme de la familia que me acogió, eran realmente amables; la esposa de EuWoon me permitía, de hecho me ordenaba, que la llamará madre.
No me molestaba en absoluto y con el tiempo me termine acostumbrando a esa familia y cada día me sentía menos sólo. Claro, todo los días pensaba en mi hermano, pero por lo menos tenía a mi otro hermano menor a mi lado.
Efectivamente, EuWoon tenía dos hijos, una niña de unos 8 años llamada Myeong y un niño un año mayor que mi hermano, su nombre es Kim Taehyung. Era un niño excéntrico, hacia y decía cosas incomprensible para el común de las personas. A veces hablaba sólo y divagaba en el espacio. Muchos lo tachaban de tonto o loco pero para mi, es el niño más listo que conocí. La gente no comprende la mente de los genios.
El pequeño Tae tenía un mejor amigo de nombre Park JiMin, supongo que se entendían por las burlas que recibían en el colegio. Tae por su rareza y Ji Min por bailar ‘danzas para niñas’. Ambos niños yo admiraba y apreciaba. Supongo que encontraba un poco de Kookie en ambos.
…
Un año había pasado de la muerte de mi madre y de que no veía a Jungkook. Ahora me encontraba en la menciones honorificas de mi clase y pertenecía a varios clubes. Era popular.
EuWoon me quiso ayudar aún más, al parecer el y mi padre tenían una banda de jóvenes, pero no lograron salir adelante…jamás me dijo el porque. Pero, se interesó en mi proyecto con Nam y en Bulletproof.
Así, nos consiguió varios shows y eventos. Pero había algo que fallaba en el proyecto: las letras. Nam era un excelente compositor pero Choi, pues no. Y cada día se volvía más y más soberbio.
“Mis letras son mejores que las de Nam. Ustedes no son quienes para criticar mi arte. Son muy poca cosa para mi"
Luego, nos traicionó. Consiguió firmar con una compañía de idols, había estado entrenando en la compañía en secreto. No es por quejarme, tiene derecho a progresar, pero se llevó todo con él, las letras, el estilo, y nuestros sueños.
Y mi tatuaje volvió a cobrar sentido.
…
Me volví a descarrilar. Descuide mis estudios y mi cuerpo. Me sentía abandonado y solitario de nuevo. Nam se mantenía positivo pero los shows estaban siendo un fracaso y los poco aficionados se iban retirando. Habíamos vuelto al principio.
Me sentía mal por EuWoon, había trabajado tanto por nosotros y me sentía mal por responderle de esta manera, pero era parte de mi, me costaba evitarlo.
Antes cuando éramos una banda habíamos adquirido cierto respeto en las zonas que frecuentábamos, pero ante nuestro notable progreso, ese respeto se fue desvaneciendo. Un ejemplo de ello era Iseul, la que era mi novia en ese entonces, se fue corriendo a los brazos de Choi. Supongo que él le podía ofrecer, además de dinero, fama.
Y los que eran nuestros amigos, ahora nos miraban mal. Por lo que oí estaban molestos porque “perdimos nuestra esencia y nos vendimos al mercado musical” irónico, eran los mismos que nos decían “contacten un productor, presenten un demo”. Al final es cierto, la gente te quiere ver bien pero no mejor que ellos.
Me había decidido por dejar esas fiestas y eventos en esas zonas hasta una noche de invierno en la que Nam me convenció de ir a la fiesta del hermano de Bae. Me logró convencer cuando me dijo que Iseul estaría allí.
Al principio no la vi, hasta las casi 2 am. Llegaba del brazo de Choi, aunque realmente ignore a este último; estaba vislumbrado por la belleza de la chica. Llevaba un vestido negro corto strapless acampando con decorado plateado en los bordes y un enorme moño en la zona de la cintura haciendo un vestido de dos piezas, su cabello semirecogido, un collar con strass y unos tacos plateados. Jamás la había visto tan bella.
No podía dejar de observarla, estoy seguro que ella tampoco podía evitar mirarme. Sabía que aún me amaba, o quizás era mi mente confusa tras varias cervezas.
Nam me hablaba pero lo bloquee por completo y me dirigí hacia la zona donde estaban Iseul, Choi y todos mis antiguos amigos.
-Iseul-la llame cuando estaba frente a ella.
-Seokjin- me respondió fríamente sin levantar la vista.
-Aun te amo.
Levantó la vista molesta ante mi declaración. Pero en vez de acobardarme, la besé. No recuerdo muy bien como fue la situación, sólo recuerdo el tirón de mi camisa y el puñetazo en mi estómago.
-¿Qué parte de que ya no te quiere no entiendes?- Era Choi sosteniendo del cuello de la camisa.
El chico tenía una contextura física similar a la mía, era intimidante, pero con un tanto de alcohol en las venas todos nos creemos indestructibles y sólo me reí de sus amenazas. Sigo sin entender que hice ¿ Me creí una alpaca indestructible?¿Por qué demonios lo escupí?
Los que habían sido mis amigos me sacaron a rastras del club y me molieron a golpes. Quise volver a entrar, parece que no había recibido lo suficiente, pero Iseul me interceptó en la puerta.
-¡Vete Kim!
-Quiero estar contigo.
-Te van a matar no seas terco.
-Aun te amo Iseul.
-Pues yo a ti no Seokjin. Ya vete.
Esa noche me di cuenta que no era a prueba de balas y menos de una como la que Iseul me había disparado. Me fui tambaleando pero más consciente, el shock del rechazo, del corazón roto me sacaron del espantoso estado en que me encontraba.
-¡¿Pero que hiciste?!- Me grito Nam que había llegado a mi corriendo- Arruinaste nuestra oportunidad. Debíamos hacer buena letra con Choi, nos podía conseguir algún trabajo.
Lo observó indignado- Así que eso te traías en manos. ¡Eres un vendido Kim NamJoon igual que todos esos imbéciles! Eres un imbécil más. Después de todo lo que te dijo Choi vienes a lamerle las botas. Después de despreciar tu trabajo…
-¿Yo un imbécil? No soy el ebrio al que molieron a golpes por intentar meterse con la novia de alguien más. Perdón por pensar en nuestro futuro y no en faldas.
-¡Vete a la mierda NamJoon! Egoísta de mierda.- acelere un poco más el paso. Nam había dejado de caminar.
-¡Vuelve aquí Jin!
-¡Jodete!
-¡Bien, te quieres enojar, está Bien! Pero entiende que lo hice por nosotros.
No le respondí mas le hice una seña con el dedo medio.
…
Iba caminando por Dadong-gil, encaminado hacia la estación de trenes. Hace media hora había comenzado a llover y no cesaba; pero el agua y el frío ayudó a quitarme un poco el estado de embriaguez.
Veo a lo lejos a un muchacho un poco más bajo que yo. Caminaba de un lado hacia otro, me intriga; llevaba algo en la mano, no pude notar exactamente que era, pero si el impulso y el sonido de vidrios rompiéndose.
Ok, estaba presenciando un robo. No entendía como la policía no había oído nada, Pues había una cabina policial en la esquina. Me estaba dirigiendo a ella, pero me detuve al escuchar el sonido de un piano, sonaba realmente bien. Seguí aquel sonido, provenía de la tienda con el vidrio roto, era de instrumentos. Me quedé allí parado hasta que finalizó su canción.
-¿Era necesario romper el vidrio para tocar el piano?
El chico voltea sobresaltado y se pone de pie, en defensiva. Era realmente pálido, con el cabello castaño y un fleco muy corto. Lucia terrible.
>>Tranquilo no te acusare.
-¿Qué quieres?- Me preguntó en lo que salía del local.
-Me llamo Seokjin- le respondí en una reverencia.
- No te pregunte eso.
-¿ Y tu?
-Agust D- Me responde mirando de arriba hacia abajo.
-¿Agust D?- ¿pero que nombre ridículo era ese?
-Si ¿Tienes algún problema?- Se me acerco con los puños cerrados.
- No ninguno. ¿No crees que recibí ya bastantes golpes en lo que va de la noche?- El contrario me miró con detenimiento.
-¿No crees que te metes en demasiados problemas?-Comenzó a caminar, lo seguí.
-Lo dice quien acaba de realizar un acto delictivo.
Y me volvió a mirar mal.
>>No dije nada.
-¿Puedes dejar de seguirme?
- No te sigo. Me dirijo hacia la estación.
-Bien- puso los ojos en blanco.
Fuimos conversando todo el trayecto. En realidad hable más yo, es un chico de pocas palabras.
Subimos al mismo tren y el bajo una estación después, pero no sin antes decir sus últimas palabras.
-Yoon Gi
-¿Qué?
- Me llamo Min Yoon Gi
Esa noche había conocido al mejor pianista de Corea
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