1.No more Dream

Mi familia siempre fue muy unida, buscando lo mejor para todos y siempre estando para el otro, parecíamos la familia perfecta. Que enorme mentira, pues todo cambio el día en que nuestro padre se fue, nos abandonó. Eso fue devastador para nuestra madre. Jungkook no estaba muy enterado de la situación, era tan sólo un niño; pero yo, yo tuve que crecer de una vez. Mi madre y mi pequeño hermano dependían de mí.

Luego de que mi padre nos abandonara, mi madre entro en un círculo vicioso del que jamás pudo salir; el juego y el alcohol la dominaron. Su vicio nos llevó a la quiebra y la quiebra la llevó al suicidio. El pequeño Kook tenía tan sólo 12 años y yo, con mis 18 tuve que hacerme responsable por él.

Recuerdo bien el día del velorio, todos nuestros familiares estuvieron allí, incluso los de mi padre. Podía ver en sus lágrimas la hipocresía, sobre todo de mi tía materna Sung, que se cansó de hablar mal de mi madre cuando mi padre nos abandonó.

“Si su marido la dejo por algo debió ser, seguro no cumplía con sus deberes de esposa” era siempre el mismo argumento.

Tiempo después me di por enterado que mi padre mantuvo una relación con mi tía y todo cobró sentido.

Luego de la muerte de mi madre nos separaron, mi tía Sung se llevó a Jungkook cosa que me negué, pero hizo caso omiso. ¿Y conmigo? Nadie, por ser un “chico problemático”. Aunque la realidad es que mi familia tanto materna como paterna no me aceptó porque fui fruto de una relación premarital en una familia ortodoxa; tanto así que no dejaron que portara el apellido Jeon, por ello llevo el apellido de mi madre.

Por eso no quería que Kookie, como lo llamaba mi madre, se quedara con alguien de esas familias. Temía que le lavaran el cerebro a mi hermanito y que también me odiara y adquiriera pensamiento retrogradas. Jamás soportaría el rechazo de Kookie.

Pero luego mi tía Sung y otros familiares comenzaron a discutir por quien se quedaba conmigo, no entendía realmente que sucedía hasta la mañana del 17 de agosto de 2008, cuando me llego un fax firmado por una escribanía.

“K&P Escribanía” leí en el margen superior de la hoja A4

“Al joven Kim Seok Jin: le enviamos este fax para solicitarle que se presente el día 20 de agosto en nuestras oficinas para informarle por la herencia dejada por su padre, el señor Jeon.

Saludos cordiales: Kim Euwoon, abogado y director de K&P”


Y al final de aquel pequeño pero conciso mensaje se podía leer la dirección y un número  de contacto.

Decidí ir, supuse que me iban a hablar sobre Kookie, pero para mi sorpresa no fue así. Mi padre dejo la mayor parte de la herencia en mis manos; o eso fue lo que dijo Kim EuWoon, el cual es amigo de la infancia de mi padre. Quería, pero no me atreví a preguntarle si sabía su paradero. Pero por su tono, por su discurso casi diseñado, como si lo hubiese ensayado por horas, como si todo aquello ya lo hubiese planificado, todo eso me decía que si sabía donde se hallaba y que planes tenía para mí.

-No entiendo ¿Por qué la mayor parte de la herencia está en mis manos? Yo no llevo su apellido. Y tampoco entiendo porque nos da el dinero, si se supone que esta allí fuera haciendo sus fechorías.

-A tu padre jamás le importó lo que su familia dijo sobre ti, sé que le prohibieron que portaras el apellido, pero eso no fue impedimento para colocarte en el testamento. Originalmente todo era tuyo, pero al nacer JungKook se tuvo que dividir en dos partes. Parte del dinero que pertenece a Jungkook está en un depósito, es dinero de contingencia. Y con respecto a porque les da todo el dinero, él es un hombre de negocios Jin, lo sabes, tu padre tiene muchísimas cuentas y por tal, muchísimo dinero, esto que te pertenece es solo parte de su fortuna.

-No entiendo absolutamente nada. - Exprese con molestia colocando los papeles sobre el escritorio marrón oscuro.

-Si me acompaña podrá entenderlo mejor.

El señor Kim se puso de pie y abrió un gabinete tras él; este poseía en su interior un gran número de llaves, algunas muy antiguas y otras más modernas. Tras una pequeña viseada y tras una expresión de idea, tomo una de aquellas llaves, era de seguridad con el mango negro y el esqueleto dorado.

>> Venga por aquí- Continuó. Dirigiéndose hacia su derecha e invitándome con una mano a seguirlo. Acto seguido volteo y abrió una puerta corredora empotrada.

Luego de que abriera aquella puerta decidí ponerme de pie y seguirlo. De frente me encontré con un gran pasillo, que parecía infinito, repleto de puertas blindadas de ambos lados y al final de este. Se suponía que esto no era un banco, ¿Por qué tanta seguridad?

>>Una sola vez entre a la habitación que le pertenece a su familia y fue para conversar con su padre de que debía mostrarle el día que usted llegará aquí.

- ¿Mi padre tenía planeado abandonarnos hace tiempo? - Pregunte indignado.

-No, pero las circunstancias así lo ameritaban, no se mucho más, pero me dijo que aquí iba a encontrar todas las respuestas…o por lo menos la mayoría de ellas. – Tras finalizar su oración paro frente al final del pasillo, allí se encontraba la puerta de mi familia, que poseía nuestros nombres grabados. La abrió.

-Hasta aquí llego yo. Le dejo la llave por si quiere encerrarse o se la puede llevar si así prefiere. Yo no tengo permitido entrar.

-De acuerdo. - Afirme tomando la llave e ingresando en aquella habitación.

-Puede tomarse todo el tiempo que necesite. - Me dijo antes que terminara de cerrar la puerta.

Volteé y me encontré con una habitación de unos 3x4 metros con un escritorio negro de metal iluminado por una lámpara anglepoise de estructura negra. A su alrededor, podían divisarse algunos documentos y archiveros.

En el escritorio había una nota. Decido tomar asiento en la silla Eagle que da hacia la puerta y comenzar a leerla, que luego de divisarla bien, note que era más una carta que una nota.

“Querido hijo mayor: Sé que todo esto te llegó por sorpresa. Sé que estas muy molesto conmigo y lo comprendo a la perfección, yo también lo estaría. Quiero que sepas que no fue mi intención dejarlos; realmente los amo y ustedes son mi todo, pero también por ello decidí irme. No me busques porque no me hallaras, por lo menos no allí.

He decido darte toda tu parte de una y la parte de Jungkookie fraccionarla para que no corran ningún riesgo. Sé que mi familia sabe de nuestra fortuna y se lo querrán llevar a ambos, pero no quiero que estés con nadie de nuestra familia, quiero que se queden con mi amigo Euwoon, sé que no lo conocen, pero créeme es la mejor opción. Él tiene un niño de la edad de Kookie, sé que se entenderán bien.

Y para ti, quiero que abras el cajón a tu derecha, el primero y tomes el cuaderno que allí deje. Quiero que lo leas, allí está mi historia, la historia de tu madre, nuestra historia. Préstale mucha atención, todo esto es para protegerte. Sucederán cosas luego de esto, que cambiarán el rumbo de todo, quiero que estés atento a estos cambios. Y por lo que más quieras pequeño, NO COMETAN LOS MISMOS ERRORES. “


No entendía a que estaba jugando mi padre, pero se lo veía muy decidió a complicarme la existencia. Decidí tomar aquel cuaderno y leerlo en mi casa, aquí y en este momento no tenía cabeza para leer algo más y menos tantas páginas.

Luego de revisar un poco más aquel lugar y sin encontrar algo más decidí irme. Al salir me encuentro con el escribano tomando un café y haciendo que sabe que en su computador. Al verme me regala una sonrisa.

- ¿Y cómo estuvo?

No le respondí mas le deje la carta sobre el escritorio y le señale con mi índice el párrafo que mi padre pedía que nos quedáramos bajo su autoría.

>>Ya lo sabía. - Dijo sin alteración alguna y tomando otro sorbo de café. - Esta en el testamento. Tu padre conoce a su familia y su amor por el dinero, por ello dejo en el testamento la tutela de ambos a mi nombre.

- ¿Eso significa que tendremos que vivir con usted?

-Así es. Creme es lo mejor, sobre todo para tu hermano.

-Sí, se cómo terminaría si se enreda con mi familia.

-Cuando quieras pueden ir a mi hogar.

-Primero debo decirle a Jungkook la situación y preguntarle que quiere hacer.

-De acuerdo, me parece lo más sensato.

-Debo irme.

-Te acompaño.

Esa misma tarde decidí ir hacia la rockeria de mi mejor amigo, Kim Nam Joon. Hace poco había inaugurado su local y en mis tiempos libres los pasaba allí, y se puede decir que tenía mucho de ese tiempo. Hace semanas que estuve faltando a clases, realmente no estaba de ánimos para escuchar estupideces.

Recuerdo que a mi madre no le gustaba que llevara a Kookie conmigo, decía que era muy niño para ir a esos lugares. Pero ahora no me quedaba de otra, Jung ya había salido de sus clases y esa tarde no tenía ningún deporte, no me quedaba otra que llevarlo conmigo.

Esa misma tarde fue cuando decidí ser el conejillo de india de Nam, el cual había estado realizando un curso de tatuador.

Me hice algo sencillo, en el brazo, en la zona de la axila, una frase que me hizo recordar a mi padre. Recuerdo perfectamente sus palabras.

“Basta de sueños Jin, no más sueños, es hora que se hagan realidad. Debes hacer realidad tus sueños”

En su momento fue algo alentador, pero ese día  me la tatuaba para recordarme a mí mismo que la vida no es un sueño y que no debo seguir soñando y que caí duro contra la realidad.

“No more Dream”

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