xiii

                 

Ay marico, si no quieren comentar de pana que no importa. Pero mi gente...el capítulo que viene es bomba. Guarden todos los comentarios para ese oyó xdd. QUE EMOCIÓN YISUS.

"Entonces, sí eras tú aquel día en el hospital," Clara habló cuando recordó, frunciendo las cejas. Harry se estaba levantando del sofá, quitándose restos de pelaje naranja de su pantalón.

"Ah, sí." Le extendió su mano y ella se levantó también. Sus dedos tomaron la mano de él y subió la cabeza para mirarlo, notando la pequeña sonrisa en su rostro. El aire entre ellos se sentía más liviano que nunca, a pesar de la pesadez de las cosas que Harry había compartido con ella. Clara sintió que al fin podía respirar tranquila. "Disculpa por lo del café."

"Arruinó mis zapatos," Clara expresó bromeando y golpeó su pecho con su mano, haciendo sonar un choque seco contra su firme músculo. Harry sonrió y tomó su mano. Su corazón latió cuando vio que la llevaba hacia sus labios, pero luego, sus esperanzas cayeron tan rápido como subieron cuando él se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, entonces soltó su agarre. Un paso a la vez, se tuvo que recordar a sí misma.

"Me estaba preguntando si tu.." Harry aclaró su garganta y su mirada cayó al suelo. "Si te gustaría ir a visitar a mi papá conmigo. Se tuvo que quedar en el hospital porque uhm, pasó algo con sus pulmones. Se llenaron de líquido o algo así."

Clara soltó un bocado de aire y le sonrió gentilmente. Su mano tomó su mentón e hizo que la mirara a los ojos. "Por supuesto." Quería besar sus suaves labios y probarlos después de tanto tiempo, pero Clara sabía que no era el momento para demostrar ese tipo de gestos. Mientras caminaban hasta su auto, deseó que el momento perfecto llegara algún día, eventualmente.

El hospital estaba tal cual a como lo recordaba de aquella vez que vino por el accidente de Jackson, excepto que ahora caminaba al lado de Harry a través de los blancos pasillos. Podía sentir el desagrado que Harry sentía hacia el lugar, gracias a las horas acumuladas en las que tuvo y tiene que esperar en las asquerosas salas de espera. Su mandíbula estaba tensa y su compostura demostraba defensa, y lucía como si estuviese luchando para respirar, todo le recordaba al momento en que vio a Harry pelear desde el otro lado de la calle. Para ese entonces le pareció sexy, pero ahora la hicieron fruncir los labios y acariciar su mano contra la de él para aliviar un poco la tensión de sus músculos.

"¿En qué habitación está?" Preguntó con voz suave. Justo a tiempo, Harry se detuvo frente a una puerta a su izquierda.

"Esta." Tomó el pomo y abrió la puerta. Clara se pegó tras de él mientras entraban, esa esencia que todas las habitaciones de hospital tienen, rápidamente llenó su nariz. Olía como a medicinas y a antibacterial; trató de no taparse la nariz con su mano.

Una enfermera estaba terminando de quitarle la vía intravenosa del brazo de su padre cuando levantó la cabeza. Sus caídos ojos brillaron al ver a l castaña a un lado de Harry.

"¿Clara?" Des miró a ambos, confundido pero a su vez complacido y sorprendido de que su hijo realmente la trajo con él. Ya somos dos, Clara pensó para sí misma mientras le ofrecía una sonrisa. Las palabras de Harry se repitieron en su cabeza mientras veía las ojeras debajo de sus parpados, más la piel de su rostro caía ligeramente. La imagen formó un nudo en su garganta que tuvo que tragarse antes de abrir los labios para hablar.

"Hola," su voz sonó callada. Tomó un gran respiro. " ¿Cómo se está sintiendo?" Clara encontró las fuerzas para moverse del lado de Harry y tomar asiento en la orilla de la camilla,  junto a los pies de su padre.

"Mejor de lo que estaba hace una hora," Des rió y el contento que resonó a través de su voz hizo que los nervios de Clara disminuyeran. Su sonrisa aumento y miró a Harry, quien estaba recostado de la pared con los brazos cruzados contra su pecho.

"Qué bueno," Respondió Clara, pero aún mirando a Harry, tratando de descifrar cómo se estaba sintiendo. Era difícil leerlo ahora, hacía contraste al momento en que compartió lo más profundo de sí, sus emociones eran evidentes. Clara lamió sus labios antes de extender su mano hacia él y acariciar su codo, dándole indicio de que se acercara. Harry la miró con una dura mirada antes de que su rostro se suavizara y se sentara a un lado de ella en la camilla.

"¿Te dijeron cuando te podías ir?" Harry miró a su papá. Su mano estaba pegada a su muslo, una acción de incomodidad que Clara lo había visto hacer una o dos veces antes. Probó su suerte, esperando que el momento de intimidad de casi una hora que tuvieron, apoyándose el uno al otro en su sofá, fuese una señal de que estaba empezando a sentirse cómodo con ella; entonces, cubrió su mano con la suya. Harry giró su cabeza hacia ella y podía sentir los ojos de su padre en ella, también. Pero simplemente los ignoró y dejo que sus dedos se entrelazaran con los de él. No había nada de malo en que quería apoyarlo, especialmente cuando podía sentir su intranquilidad.

"Mañana," Des respondió luego de un momento, quitando la mirada de sus manos. Sus estaban más brillantes que antes. "Pero les dije que ya estaba listo para irme hoy. Quizás puedo convencerlos—"

"No," Harry frunció el ceño. "No discutas con ellas, papá. Ellos sabes lo que hacen."

"Seguro." Su padre sonrió.

"No es un juego," Harry enterró sus uñas en su muslo y Clara respondió, acariciando su mano con su pulgar. "Por favor...escúchalos y ya."

Des rió bajo su respiración y miró a la chica sentada a un lado de su pesado hijo. "Tienes que enseñarle a relajarse y reír un poco, Clara."

"Lo intentaré, pero es difícil de corromper." Es más maneras que una nada más.

Vio como Harry rodó los ojos y como una pequeña sonrisa sombreó sus labios. "No es mi culpa que ninguno de los dos me de risa." Murmuró. Clara jadeó, pegando su mano contra su pecho fingiendo dolor; fue a defenderse de su insulto pero justo en ese momento entró una enfermera para ponerle una nueva vía a Des.

Clara y Harry se quedaron alrededor de una hora más. Clara encontró un majo de cartas en una de las salas de espera cuando salió a buscar agua, y la trajo con ella para que pudieran jugar, una buena manera para pasar el tiempo y aliviar la clara tensión que radiaba del cuerpo de Harry. Coloco una silla junto a la camilla mientras Des les contaba sobre una enfermera de la cual sospechaba que gustaba de él. Clara sonrió ante las historias que contaba mientras jugaban varias rondas, haciendo que eventualmente, Harry sonriera también. Amaba verlo con su papá; hacía a su corazón encogerse ante la idea de que, él podría actuar así con ella si en algún momento la llega a amar.

Después de despedirse, Harry manejó de regreso a su apartamento. Clara se sorprendió por casi centésima vez en esas últimas veinticuatro horas, cuando aparcó el auto en la cera y se inclinó para dejar un beso en su mejilla.

"Gracias por acompañarme," murmuró suavemente, y se alejó. Clara mordió su labio y asintió, sin poder hablar mientras sus mejillas se incendiaban. Harry la miró intensamente mientras salía del auto, sus labios se partieron como si quisiese decir algo, pero no lo hizo. Clara caminó por la cera y miró sobre su hombro, viendo cómo se iba el auto. Su mente corrió con las preguntas de cómo sería su relación a partir de ahora, una pequeña ola de esperanza llenó su consciente que la advertía. No va a terminar bien, su mente le dijo, pero de alguna manera, su corazón le decía lo contrario.

+

Llegó Enero y con sí los días soleados que derretían los restos de nieve de las calles. Los petirrojos fuera de la ventana de Harry despertaron a Clara a las horas del amanecer los cuales, últimamente ha pasado junto a Harry enrollada entre sus brazos. Ya que no tenía trabajo, iba a su casa más seguido, por lo cual Harry no se molestaba ni un poco, de hecho, si ella no hubiese ido, él suponía que en algún momento se lo hubiese pedido. Las cosas estaban bien entre ellos, todo volvió a la normalidad, pero no tan bien como Clara esperaba que algún día fuese. Podía sentir cómo se cerraba algunas veces; decía cosas groseras que le causaban dolor en el pecho, o le quitaba la mano cuando trataba de acariciar su muslo debajo de la mesa, durante la cena. Sabía que tenía que ver con su padre (Harry se comportaba de manera especial en los días que se escuchaba claramente cómo Des tosía sin parar en su habitación) pero nunca lo presionaba para que hablara. Si él quería hablar, entonces que lo hiciera bajo sus propios términos. Clara estaba agradecida por esa parte de él que compartió con ella.

"¿Entonces derramaste agua en su cabeza?" Harry miró a su chica perplejo, arrugando la frente. No debería estar sorprendido por la respuesta de Clara cuando le preguntó cómo había sido despedida de su trabajo en The Lone Hour.

"Tuviste que verle la cara," Clara retuvo una sonrisa mientras escurría la pasta en el colador. "Fue muy cómico, ahora que lo pienso." Apagó la hornilla y luego se puso d punta para alcanzar los platos para los dos de las gavetas. Sintió una mano en su cintura y el pecho de Harry contra su espalda mientras levantaba su mano y tomaba los platos sin algún esfuerzo.

"Yo podía hacerlo," Clara bufó y volvió a la planta de sus pies. Se giró para ver a Harry rodando sus ojos, algo que estaba comenzando a hacer más y más cuando estaba con ella.

Clara se sorprendió cuando llegó a su apartamento a las seis de la tarde, usando una camiseta negra y unos shorts de gimnasia, con su cabello en un moño. Estaba cubierto de sudor y ella asumió que venía del gimnasio (Lo cual encontró completamente sexy). A Harry no le gustaba ir a visitarla por su gato, pero no tenía ganas de estar en su casa esa noche, y ¿Quién era Clara para negarse?

"No, nunca hubieses podido. Eres como un trol."

Los ojos de Clara se ampliaron y giró su cabeza hacia él. "¿Un trol? ¿¡Qué!?"

"Sí. ¿Los trol no son pequeños?" Harry sobó su nuca y vio como sus fosas nasales se hinchaban.

"No puedo creer que me acabas de decir que soy un maldito trol." Volvió a girarse y echó pasta en ambos platos, presionando sus labios. Luego, fue a tomar la paleta para echar de la salsa que había preparado. "Si yo soy un trol entonces tú eres un ogro."

"¿Un ogro?" Harry se hizo a un lado para que ella pudiese llevar ambos platos a la mesa. Luego sacó una silla y se sentó.

"Sí, un ogro. Son gigantes, groseros y huelen mal. Igual que tu." Sonrió ante su brillante insulto y recogió pasta con su tenedor antes de llevarlo a su boca. Harry sacó la silla a un lado de ella y rió.

"Huelo mal, uhm? Bueno, discúlpeme, princesa.." Negó con la cabeza tomando el tenedor. "No todos podemos oler increíble como tú."

Su corazón se contrajo ante el pequeño cumplido pero lo ocultó mientras masticaba su comida, pretendiendo estar molesta. Clara de manera infantil, alejó su silla de él y siguió comiendo. La comida no le quedó como quería, la salsa estaba un poco acuosa, pero aún sabía bien. Tenía que practicar mucho si pretendía conseguir un trabajo pronto en un restaurante tan bueno como el anterior. Cuando Clara aplicó para entrar en The Lone Hour sólo tenía dieciocho años, recién graduada. Fue un milagro de que necesitaban a alguien que llenara un cupo, y fue lo suficientemente decente para que la contrataran. Sus estrategias y destrezas culinarias fueron aumentando mientras aprendía consejos y técnicas de los trabajadores del lugar, ahora tenía mucho que ofrecer pero en todos los restaurantes cinco estrellas en los que había preguntado y aplicado en las últimas dos semanas no estaban contratando por los momentos.

Harry se levantó y cogió los platos una vez terminaron. La mente de Clara estaba metida pensando en otras recetas que podría buscar, que no se dio cuenta cuando Harry volvió de la cocina. ¿Estaría dispuesta a trabajar en un sitio de comida rápida si no encuentra más nada? El dinero comenzaría a faltar en poco tiempo si no pensaba en algo...

Un par de firmes brazos levantaron su cuerpo de repente y Clara pestañeó, saliendo de sus pensamientos. Fue colocada sobre la mesa y Harry se puso entre sus piernas.

"No quise llamarte trol," Murmuró. Bajó su cabeza para acariciar su mejilla con su nariz, y luego dejo que sus labios acariciaran su mandíbula. Clara bloqueó sus pensamientos y se sintió relajarse mientras él besaba su piel.

"Es que eres pequeña. Eso es todo." Harry habló contra su pulso que ahora su lengua estaba recorriendo. Ella puso sus manos en sus hombros, sintiendo la tela húmeda por el ejercicio que había hecho. Arrugó la tela entre sus dedos cuando sus labios empezaron a bajar por su cuello, su lengua tocando los sitios que él sabía que la hacían derretir en sus brazos. Clara no pudo evitar echar su cabeza a un lado para exponer más de su piel—donde él podría llenarla de besos y chupetones. La sensación de ello al parecer nunca la cansaría. Cada vez era como si estuviese en estado adormecido y Harry la despertaba, llenando su cuerpo de placer, algo que sólo él podía lograr.

Las manos de Clara se enredaron en su cabello e hizo un puño, obligando a sus labios a ir donde más los necesitaba. Harry escuchó a sus silenciosas plegarías y se alejó de su cuello. Su boca se encontró con la suya y se besaron lentamente, enredando sus lenguas. Los momentos como estos, cuando Harry iba de juguetón a seductor, era cuando podía sentir su amor hacia él crecer. Y esperaba que él también lo sintiera. Sus palabras siempre se repetían en su cabeza: Si me das tiempo, entonces quizás pueda. Sin embargo, trataba de no pensarlo mucho. Clara ya aprendió su lección la primera vez.

Entonces, en vez de atormentarse, dejo que su mente se enfocara en la sensación de su lengua contra la suya. Suavemente enterró sus uñas en su cuero cabelludo, provocando un delicioso gemido que llenó su garganta. Harry jugó con el borde de su camisa, sus fríos dedos acariciando su estomago antes de permitirse subirle hasta llegar a su sostén de encaje. Clara quería apurar las cosas—tomó sus manos sobre las suyas y las llevó hasta sus pechos, creando un gemido en ella. Justo cuando pensó que se alejaría y le quitaría la camiseta, el tono de su celular interrumpió su beso. Harry suspiró a través de su nariz y se apartó.

"¿Dónde está?" Le preguntó impaciente.

"Detrás de ti, en la encimera." Clara jadeó en respuesta, tratando lo mejor para componerse. Harry se giró para tomar el dispositivo y luego se lo dio. Clara no prestó atención a quien estaba llamando y contestó.

"¿Aló?"

"Hey," Liam saludó. Clara gruñó mentalmente y saltó de la mesa, caminando hasta el pasillo para tomar un poco de distancia de Harry. Estaba casi segura de que no era el tipo de ponerse posesivo sobre ella hablando con otros chicos, pero no le gustaba la idea de Harry con Liam ni Liam con Harry. Los dos jamás combinarían. Quería mantenerlos completamente separados.

"Hola," respondió cortamente.  No sabía cómo hablar con él. Su último encuentro consistió en una promesa de sólo ser amigos, seguida de una donde le regaló un collar de diamantes. Clara echó un vistazo desde su hombro para ver que Harry estaba recostado de la encimera al otro lado.

"Clara, quiero disculparme de nuevo por cómo me comporté con toda la situación—"

"No te disculpes. Fui yo, Liam. Está bien."

"Lo sé, pero siento que estás molesta conmigo y no quiero que lo estés." Podía decir por el tono de su voz que se estaba pasando una mano por su cabello por los nervios.

"No estoy molesta," Clara suspiró. "Es sólo que me gustaría volver a como éramos, pero lo estás haciendo muy difícil."

"Lo siento," Se volvió a disculpar y se tuvo que aguantar para no gritarle. "¿Fue el collar, cierto? Fue demasiado, lo sabía. Sólo quería darte algo especial porque hemos sido amigos por mucho tiempo y me preocupo por ti—"

"Liam," cortó su balbuceo. "Dije que está bien. No quiero seguir teniendo esta conversación."

"Está bien, lo sien—" Se aclaró la garganta. "Quiero decir, uhm, ¿Qué quieres hacer entonces? Podemos salir. ¿Ver una película?"

Clara sobó su frente y asintió antes de darse cuenta que no la podía ver. "Sí, suena bien. Me escribes." Colgó y dejo salir un respiro. Con suerte, ese era el final de lo que sea que estaba pasando entre ellos y la incomodaba. Clara no sabía si podía seguir con ello, pero tampoco quería perder a Liam como amigo. Después de rezar para que su salida al cine fuese tranquila (Nada de robar besos), Clara volvió a la cocina donde estaba Harry. Él descruzó sus brazos cuando se acercó a él y frunció el ceño.

"¿Quién era?" Preguntó. Clara trató de evitar el tema y sobó su pecho con sus manos, pegando su pecho contra el suyo. Se puso de puntillas para ganar un poco de altura y acarició con sus labios su mentón. Harry no dio indicios de alejarse; haciéndola sonreír.

"Nadie," Susurró contra los pocos vellos que raspaban sus labios. Sintió al agarre de sus brazos alrededor de su cintura caerse.

"No soy estúpido, Clara."

"Lo sé," Se alejo y movió su mano contra su pecho, justo donde estaba su corazón para sentir sus latidos contra su palma. Él frunció sus cejas, mirándola.

"Si tienes novio, entonces—"

"No lo tengo." Fue su turno de rodar los ojos y callarlo, poniendo sus labios sobre los suyos, deteniendo cualquier palabra que estaba a punto de expresar. Harry no se negó— bajo sus manos hasta su trasero y la empujó contra él, el bulto en sus pantalones acariciándose contra ella. Clara lo besó con fuerza y Harry envolvió sus pensamientos en ella, en vez quien sea que la llamó. No es que sintiera celos si llegaba a tener novio, pero se hubiese sentido confundido y estúpido por haberse abierto a ella. Pero Clara no era de ese tipo de chicas; estaba seguro de ello cuando sintió su lengua contra su cuello, los sentimientos hacía él se podían sentir en la manera que lo tocaba.

"¿Quieres llevar esto a tu habitación?" Sus ojos amenazaron con rodarse cuando sintió su pequeña mano cubrir su entrepierna. Los labios de Clara besaron el recorrido hasta su oreja, y dejo que sus dientes acariciaran su piel.

"Ducha," susurró. Los ojos de Harry se ampliaron mientras simultáneamente se oscurecían con lujuria mientras el recuerdo de su cuerpo desnudo, con gotas cayendo por sus cuervas y caderas, llenó su mente.

"Sí," Prácticamente siseó. Harry tomó su mano y comenzó a arrastrarla hacia la dirección que él recordaba era su baño. "Hagámoslo."

Clara sacó su mano de su agarre y negó con la cabeza. Él se giró hacia ella y frunció el ceño. "Venga, nena. Ya estoy duro." Frunció sus labios sin tener que apuntar hacia el bulto prominente de su erección debajo de sus shorts.

"Nop," puso su mano en su cadera. "Quise decir que tú necesitas ducharte. No haré nada contigo mientras apestes a sudor."

"¿Qué? Dime que no es en serio." Harry bufó y su expresión cayó.

"Muy en serio. Anda." Sonrió y se despidió de él con su mano. Harry suspiró derrotado y corrió su mano por su cabello antes de ir al baño a tomar una ducha. Clara amaba el control que ejercía en él a veces; era bueno saber que ella no era la única que tenía necesidades. Era algo triste y patético, pero Clara supo que mientras que él la necesitara de esa manera, regresaría a ella. Sin importar cuantas veces la tratara de alejar. Era algo que llenaba el espacio en su corazón que su propia relación no podía llenar.

Clara corrió hasta su habitación una vez que escuchó el chorro de agua caer desde el baño. Buscó en su armario antes de sacar una bolsa rosa que había permanecido guardada todo un año. Había comprado un set de lencería cuando estaba saliendo con su último novio, pero duró tan poco que nunca tuvo la oportunidad de usarlo. Clara lamió sus labios antes de sacar las prendas y observarlas, debatiendo por un momento si pasaría el límite. No se permitió mucho tiempo de pensar ya que su corazón latía, haciéndola desear a atreverse—Clara se quitó la ropa y se puso el conjunto de sostén y las bragas. La tela roja acogía su gran pecho; ¿Esta talla era muy pequeña? Jugó con las tiras pero no podía evitar que su pecho se viera demasiado grande. Empujaba su pecho creando un escote muy obsceno, y las bragas rojas hacían un buen trabajo acentuando la curva de su trasero. Clara suspiró y pensó en la manera en  que los ojos de Harry la recorrerían por completo al verla usando esto.

Clara casi saltó cuando un insistente toque sonó en la puerta principal, lo suficientemente fuerte para que se escuchara en su habitación. Frunció el ceño y espero otros segundos hasta que volvieron a tocar la puerta. ¿Liam? ¿No acababa de hablar con él por teléfono?  El corazón de Clara se aceleró mientras miraba alrededor buscando algo con que cubrirse— la delgada bata colgando de su silla fue lo primero que vio. Rápidamente la tomó y se la puso antes de correr hasta la puerta.

Clara abrió la puerta y sintió alivio al ver que no era Liam. De todas maneras, su alivio fue muy corto porque se dio cuenta que era alguien peor que Liam.

"¿¡Jackson!?" Tartamudeó, mirando a su hermano mientras sostenía la puerta. El frío aire entro, haciéndola frotar sus brazos para que el frío no afectara su piel. Mientras lo hacía, la tela de la bata se movió y reveló una parte de su sostén de encaje. "¿Qué coño estás haciendo aquí?"

"¿Uh, qué coño estás usando?" Elevó una ceja y su boca se abrió mientras veía la bata que cubría su cuerpo. La tela blanca era tan delgada que podía ver la lencería roja debajo de ella. Clara sintió a sus mejillas encenderse mientras cubría su pecho con sus brazos.

"Necesitas irte." Siseó.

"No puedo," Jackson vio tras ella y sonrió. "Mamá y papá salieron a una cita. Me dejaron aquí para que me cuidaras."

"No, no, no," Clara negó con la cabeza rápidamente. "Claro que no. No puedo cuidarte hoy. Llámalos y diles que te vengan a buscar."

"¿Por qué? ¿Ya tienes a un visitante? Supongo que es por eso que te vestiste como puta—"

"Por favor, vete," Clara le rogó con voz ronca. Rechinó los dientes mientras el frío la cubría. "Te daré dinero, lo que sea. Por favor."

Jackson se encogió de hombros y sonrió levemente. "No sé, creo que ya es hora de que conozca al tipo."

"No, no necesitas conocerlo. Él es uhm—¡Extremadamente tímido! En realidad es como un trastorno que tiene, uhm, no puede estar cerca de adolescentes o empieza a volverse loco y no es algo bonito de ver, así que por favor vete antes de que—"

El sonido de la puerta del baño cerrarse la hicieron cerrar los ojos con exasperación. Era como si Satanás en persona planeó toda la situación. Jackson entró y Clara tuvo que tomar varias respiraciones para no morirse ante la horrible situación. Con un nudo en su garganta, cerró la puerta y giró para ver a Harry venir por el pasillo con una toalla envuelta en su cadera. Su cabello mojado goteaba un poco y si su hermano no estuviese justo ahí, ya hubiese corrido hasta él y dejarlo hacer todas las cosas con ella contra la pared.

"El único jabón que tienes huele a cerezas," Dijo Harry antes de posar su mirada en el chico de figura familiar quien lo veía con una sonrisa. Se congeló en su lugar, claramente tomado bajo guardia. Harry miró a Clara y ella miró a Jackson. Lo miró con horror mientras sus facciones expresaban la realización de reconocimiento mientras veía al hombre cubierto de tatuajes y cicatrices.

"Tú—" Los ojos d su hermano se ampliaron de repente, la sonrisa desapareció, y giró su cabeza hacia Clara."

"Ese es—"

"Déjame explicar," Habló rápidamente, poniendo su mano sobre el hombro de Jackson. Él se alejó y miró entre su hermana y el hombre que le causó la contusión.

"Clara, ¿Qué mierda? Esto es...Él es..." Por primera vez en su vida, Jackson estaba sin palabras. La confusión cubría sus facciones y Harry lo miró con una expresión seca—Recordó aquella vez en que los mismos ojos lo miraban con miedo. Nunca pensó que lo volvería a ver pero aquí estaba. Viendo cómo el adolescente trataba de juntar todas las piezas del rompecabezas.

"¿Cómo?" Jackson finalmente logró formular una pregunta de forma apropiada. Pasó sus dedos por su cabello y miró a su hermana.

"Es una larga historia, de verdad." Forzó una risa y sobó su frente. El movimiento de sus brazos hizo que el nudo de su bata se abriera, exponiendo la lencería en su pequeño cuerpo. Chilló con vergüenza y se cubrió al instante con el material, pero no antes de que los ojos de Harry captaran el momento.

Fue seguro que dio un buen vistazo de la lencería roja en su piel; ya que sus ojos se ampliaron de la manera en que esperaba que lo hiciese, sólo que no fue bajo las circunstancias que deseaba. Su hermano apartó la mirada y se tapó los ojos.

"Iré a ponerme algo." Habló Harry, mirando a Clara por última vez antes de girarse y desaparecer por el pasillo. Estaba sorprendida de lo calmado que pareció a pesar de lo inquieta que estaba ella. Tomó un profundo respiro y se recompuso. Clara se dirigió hacia el sofá de la sala.

"Ven, siéntate." Le dijo a su hermano. Él la miró por un momento antes de sentarse en el sofá a su lado, frunciendo las cejas.

"Esto es malditamente raro." Le murmuró. Frotó sus manos contra sus muslos y negó con la cabeza, aún procesando toda la información.

"Te dije que te fueras, ¿Por qué no me escuchaste?" Clara cubrió sus mejillas entre sus manos y sintió como su vergüenza era remplazada por frustración—¿Por qué no podía tener esa noche sola con Harry sin ninguna interrupción? Clara pensó que hubiese sido mejor que fuese Liam quien tocó la puerta, no su hermano. Hubiese sido más fácil.

"¡No sabía que te estabas follando a él!"

Clara arrugó la cara ante su elección de palabras y lo miró molesta. "Cuida esa boca. Y si le dices algo inapropiado entonces voy—"

No pudo terminar su amenaza ya que una figura alta, ahora vestido entró con tan sólo un par de shorts. Harry miró alrededor para lugar ver que se habían sentado en la sala de estar, y se acercó a ellos. Clara le dio una sonrisa de disculpas cuando se sentó en el sofá a un lado de ella. Tragó su incomodidad y humillación mientras pensaba en qué decir, pero vino a ser que ella no fue la que rompió el hielo.

"Soy Harry," Le dio una mínima sonrisa a su hermano y recogió sus manos sobre su regazo. Jackson lo miró escépticamente, recordando cómo sus nudillos golpearon su mandíbula. Frunció los labios.

"¿Por cuánto tiempo te has estado tirando a mi hermana, Harry?" Jackson cruzó sus brazos contra su pecho y Clara ocultó su rostro entre sus manos, deseando poder desaparecer.

"Te dije que no dijeras nada—"

"Bastante tiempo," Harry los sorprendió a ambos, respondiendo. Clara sintió una mano gentilmente colocada sobre su muslo, justo donde el borde de su tela terminaba. Harry podía sentir su incomodidad y el recuerdo de las veces que ella trató de apoyarlo cruzaron por su mente, comenzó a trazar círculos con su pulgar. Pareció funcionar, sus hombros se relajaron visiblemente y ella mordió el interior de su mejilla evitando sonreír ante su pequeño pero bienvenido gesto.

"Okay..." Jackson entrecerró los ojos para lucir intimidante, pero Harry lo encontró cómico en sus intentos de parecer el hermano protector. Era casi tan cómico como el hecho de que pensó que tenía oportunidad contra Harry el día de la pelea.

"¿Has estado en prisión?"

"No," Harry negó con la cabeza.

"¿Vas al gimnasio? ¿Cómo conseguiste tener el cuerpo así?"

"A veces y no lo sé."

"¿Alguna vez has matado a alguien? ¿Con tus propias manos?"

"No," Harry casi rió ante la idea.

"¿Tienes hijos?"

Clara dejo salir un gruñido de exasperación y pegó su mano contra la frente de su hermano. "Ya basta. ¿No puedes pasar dos minutos sin ser un fastidio?"

Jackson sobó su frente con dolor. "Sólo estoy haciendo mi trabajo, marica." Se encogió de hombros.

"No me llames así," Clara rechinó los dientes. Sintió la mano de Harry darle un apretón y ella suspiró pesadamente, recostándose del sofá.

"Muy bien, Harold," Jackson enarcó una ceja. "Última pregunta."

"Harry," Clara lo corrigió calladamente y Harry la miró con humor llenando sus ojos esmeraldas.

"¿Crees que puedes enseñarme algunas cosas?" Preguntó Jackson con una sonrisa esperanzadora. "Es decir, he experimentado tus habilidades en primera mano y ya has visto lo que tengo para ofrecer...Obviamente necesito pulidez y otras cosas, pero creo que todos aquí sabemos que tengo potencial."

"Pos supuesto que no," Clara espetó y negó con la cabeza al mismo tiempo en que Harry dijo, "Claro."

"Por favor, Clara," Su hermano le rogó, haciendo su cara de perrito. "Buscaré otro lado donde quedarme por hoy si dices que sí." Movió sus cejas bromeando y ella casi se queda sin respiración ante el disgusto. Clara pasó una mano por su cabello y al darle un vistazo al pecho desnudo de Harry, pensó en que era una buena oferta. Suspiró en derrota y sintió.

"Bien," Rodó los ojos. "Pero bajo los términos de Harry. Y no significa que quiero que hagas lo mismo que él hace, ¿Me escuchaste? Si te arrestan no voy a salvarte el culo."

"Si, si." Jackson rió y se levantó del sofá, inclinándose para darle un beso en la frente. Miró molesta a su hermano, esperando a que por fin los deje a ella y a Harry solos.

"Nos vemos después, mate." Le dio un asentimiento a Harry antes de dirigirse a la puerta. Cuando el slam de la misma cerrándose sonó tras él, Clara sobó su frente. Si se hubiese quedado por más tiempo, le hubiese dado un dolor de cabeza.

"Lo siento por eso," Su voz sonó en murmullo mientras corría sus manos por su cara. "En realidad no tienes que hacerlo, sólo quería que se fuera."

"Está bien," dijo Harry, simple. Se acercó a ella y acarició su muslo.

"Me aseguraré de que no crea que somos, tu sabes, que no estamos juntos o algo." Balbuceó, tocando el interior de su mejilla con su lengua. "No quiere que te sientas presionado."

"Está bien," Harry colocó su cuerpo sobre el de ella y gentilmente la empujó para que se recostara contra el sofá. Su cabello acariciaba ambos rostros y él dejo que sus labios ligeramente acariciaran los de ella. El potencial dolor de cabeza de Clara se desvaneció mientras su manos bajaban por su estomago y desataban la bata. Clara enterró sus dientes en su labio inferior y envolvió su cuello con sus brazos.

"Te ves preciosa, en esto." Murmuró mientras le quitaba la bata. Se encontraba bajo su cuerpo con un set de lencería roja, y Harry no se molestó en quitársela mientras la tomaba justo ahí en su sofá, lento y profundo. Sus labios expresaban las palabras que él no podía pronunciar, Gracias's fueron expandidos por toda su piel. Sólo Clara tenía el poder de eliminar cada una de las cicatrices momentáneamente, no las de su cuerpo, sino las de su interior que le causaban mucho más dolor—Harry gimió contra su boca mientras entraba y salía de ella, y pensó por primera vez que quizás, quizás, tenía la oportunidad de un futuro que no estuviese lleno de rabia, violencia y soledad, envueltas en horas corridas en esa estúpida sala de espera.

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"All that you got, skin to skin, oh my God. Don't you stop, boy.

Something 'bout you makes me feel like a dangerous woman. Something 'bout, makes me wanna do things that I shouldn't."

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