x*

                 

Era cómico cómo Clara había pasado de buscar desesperadamente la atención de Liam a evitarla completamente. Todos sus mensajes y llamadas insistentes durante toda la semana fueron en vano; no respondió a ninguna de ellas ya que Clara no sabía qué decir. No sabía que pensar, así que ignoró el problema como si no existiera.

El problema no era que Liam tenía sentimientos hacia ella—Clara pensó que si la hubiese besado un mes antes, hubiese actuado de una manera totalmente diferente. Lo hubiese abrazado por el cuello y sus labios se hubiesen movido junto a los suyos.

El problema era Harry. El tan sólo pensar si quiera contestar una de las tantas llamadas de Liam, le hacían sentir un cuchillo retorciéndose en su estómago, de la culpa. No debería estar sintiendo como si estuviese siendo infiel o algo así, porque Liam aún era su amigo ¿Verdad? Y Harry no era más que un amante. Pero Clara no podía evitarlo. Se odió a sí misma por haber dejado que Liam la besara cuando los labios rojos de Harry era a los únicos que quería que la besaran y acariciaran su piel. No quería escuchar las declaraciones de amor de Liam por teléfono; quería escuchar la voz ronca de Harry decirle cuán bonita se veía en las mañanas.

"Clara," Su hermano se acercó a ella con una taza de chocolate caliente en sus manos. Él había venido una tarde a ayudarla a decorar el árbol de navidad que había comprado para su sala. "Has pasado más de cinco minutos viendo la caja de adornos."

Pestañeó y quitó la mirada de la caja para verlo y sonreírle levemente. "Sólo estaba viendo cuál poner primero," Su voz vaciló a la vez que tomaba una estrella de plástico. "Esta servirá."

"Aja," Él rodó los ojos y tomó un sorbo de su taza. El daño del accidente casi había desaparecido, excepto por la pequeña cicatriz en su frente. Jackson le contó cómo sus padres lo habían dejado saltarse varios días de clase por el accidente—normalmente lo hubiese regañado y dado un sermón por ello, pero esta vez sólo tarareó y asintió con la cabeza, distante. Jackson con los ojos achinados observó a su hermana mientras guindaba el adorno en el árbol para luego volver a la caja y coger otro.

"¿Quieres platicar sobre eso?" Le preguntó, sentándose en el sofá. Trató de quitar el tono preocupado de su voz, pero era obvio que se preocupada por su hermano mucho más de lo que él alardeaba. Bajo la taza de chocolate y Clara lo miró con los ojos distantes.

"Yo—¿Qué?" Negó con la cabeza y le dio la espalda para ocultar el enrojecimiento en sus mejillas. "No hay nada de qué hablar."

"Si lo hay." Jackson insistió, rodando los ojos. "Eres fácil de descifrar, Clara. Sólo dime qué pasa."

"No pasa nada." Insistió ella. Cuando fue a coger otro adorno, sus ojos castaños atraparon los de ella y dejo salir un suspiro. "Bien, bien. ¿Por dónde empiezo?"

"¿Es sobre aquel chico?"

"Algo así," Clara paso una mano por su cabello. "También es sobre Liam, creo que le gusto."

"Bueno...daaah." Su hermano casi rió.

"¿Lo sabías? ¿Por qué no me dijiste?" Se quejó molesta y se sentó a su lado, tomando sus mejillas entre sus manos. "Es mi mejor amigo, ¿Cómo pudo pasar todo esto?"

"Le has gustado por años," Jackson rió disimuladamente. "Eres una idiota."

"Gracias," Bufó y frunció sus labios. "He estado ignorando sus llamadas."

"¿Entonces no sientes lo mismo por él?" Jackson cuestionó con una pequeña inclinación de cabeza. Clara mordió su labio inferior antes de negar con la cabeza lenta y avergonzadamente.

"No de esa manera," Dijo. "Es mi amigo." Eso era lo que más le dolía sobre toda la situación. Liam había sido su amigo desde que era un adolescente rechoncho y ella una completa flacucha con trenzas; ¿Por qué las cosas no podían quedarse así como estaban?

"Quizás sí te gusta pero simplemente no te has dado el tiempo para darte cuenta."

Clara frunció el ceño, las palabras resonaron en su interior. Se inclinó para tomar la taza de chocolate y darle un sorbo antes de dirigir su mirada a Jackson. "¿A qué te refieres?"

"Bueno, no soy experto con estas cosas." Se encogió de hombros y golpeó su lengua contra su paladar. "Pero quizás...¿Enamorarse de alguien no es tan simple como dice la gente? Si nunca has estado enamorada antes, ¿Cómo reconoces el sentimiento? Es posible que al principio sea difícil saberlo."

La respiración de Clara se atoró mientras un par de ojos verdes navegaron en su mente. "Pienso que lo sabrías al instante." Dijo débilmente.

"Nah, no lo creo." Jackson rascó su nuca y se puso de pie. "Muy bien, decoremos este árbol de mierda." Clara forzó una sonrisa y se levantó, también, pero su estómago estaba totalmente revuelto y su mente corría con miles pensamientos mientras colgaban los distintos adornos juntos, en el pequeño árbol de su sala de estar.

       +

El pecho de Harry pesaba mientras un jadeo se disparaba por su garganta y un puño se acercaba a su rostro. Se las arregló para que el golpe chocara contra su mejilla con un rápido movimiento. Un mechón de cabello se soltó de su moño y cayó sobre el sudor de su frente.

"Joder," Maldijo por lo bajo. Esa noche no se le estaba haciendo tan fácil como las otras; su oponente se le había acercado con una sonrisa y ojos de piedra, junto a sus músculos que triplicaban el tamaño de Harry. Harry ocultó su mínima intimidación bajo una expresión seca, pero en su interior, buscaba las mil y un maneras de que no lo derrotaran, ya que sabía que su usual ataque no serviría esta vez.

Antes de que Harry dejara que otro puño se le acercara, se inclinó hacia delante y movió un poco la cabeza para poder tomarlo por el torso del tipo. Era un movimiento de principiante, pero pareció haber funcionado cuando el hombre gruñó mientras sus pies desnudos se arrastraban sobre el pavimento cubierto por una fina capa de nieve. Harry sonrió para sí mismo y tomó la oportunidad para lanzar su fuerte puño contra su abdomen, ganándose otro gruñido de dolor. Podía sentir las heridas de sus nudillos volverse a abrir con cada golpe, pero el dolor y las gotas de sangre que caían sobre la blanca nieve no le ocasionaron ningún tipo de reacción; su mente no pensaba otra cosa a parte de cómo lanzar a su oponente al suelo.

Desafortunadamente, su pequeña victoria fue seguida de un inesperado golpe en su torso, el ruidoso crack de los huesos de los nudillos contra su piel tonificada resonó a través de los gritos y ladridos de la embriagada audiencia. Harry sintió a sus pulmones colapsar por un momento, expulsando todo el aire en ellos mientras fruncía sus labios para no emitir ningún tipo de sonido. No había sido golpeado de esa manera en mucho tiempo, y esto sólo lo estimuló; Harry se recuperó luego de unos minutos y rechinó los dientes. Tomó la mayor respiración a través de sus fosas nasales y acumuló todas sus fuerzas para golpear la mandíbula del hombre. Sangre brotó de su boca debido al golpe y su cabeza voló hacia arriba. Harry no desperdició más tiempo y elevó su rodilla para golpear su costilla, y con esto, envío a su gran oponente directo al frío suelo.

Por fin. Harry enderezó su espalda y se quedó de pie por unos minutos, mientras respiraba, humo salía de sus labios debido a la temperatura. El lado de su cadera donde había sido golpeado, dolía. Sin embargo, ignoró el dolor y miró sus sangrientos nudillos. Gruñendo, empujo a las personas fuera de su camino y fue a buscar su bolso, de donde sacó una botella de agua para limpiar sus nudillos.

"Que gran espectáculo, Styles," Ray se escabulló para quedar a su lado junto con una gran paca de billetes en su mano. Harry no dijo nada, entrecerró los ojos mirando a sus nudillos mientras echaba un poco de agua en ellos. Esta quitó un poco de sangre, pero no toda. Aún seguía sangrando sin parar.

"Para ti," Una gran porción del dinero fue lanzada dentro del bolso abierto de Harry. Él ni siquiera lo miró, toda su atención estaba en su piel abierta. Ya podía imaginarse aquella voz regañándolo por ser tan descuidado; haciéndolo sonreír. Parecía que los efectos que le causaban a su meten el pelear duraban menos cada día que pasaba; ya que las imágenes de Clara volvieron a invadir su mente como si fuese una droga.

Harry dejo la botella de agua antes de tomar el bolso, sacar una camiseta negra de este y ponérsela. Metió su cabeza por el agujero de la camiseta y la jaló por su torso. Luego se quitó la cola de su cabello y lo dejo caer sobre su nuca. Cuando guindó el bolso sobre su hombro y se giró para irse a casa, sus ojos cayeron en un rostro familiar, su cabello ondulado se movía gracias al viento mientras abrazaba su figura con sus propios brazos. Una sonrisa rompió en las facciones de Clara cuando lo vio al otro lado de la calle mirándola con cara de sorpresa.

Luego de lanzar una pequeña vista a los hombres que comenzaban a abandonar el lugar, de seguro para irse al bar más cercano, Harry frunció sus labios y dio largos pasos para alcanzar el otro lado de la calle donde Clara estaba, con sus mejillas sonrojadas.

"Hey," lo saludó con su voz dulce y suave.

"¿Qué haces aquí?" Harry frunció el ceño y su voz demostraba todo menos una bienvenida. Clara ya estaba acostumbrada a su naturaleza distante, sin embargo, en vez de sentirse afectada por ello como lo había hecho la primera vez que se encontraron, rodó los ojos y sonrió.

"Vine a verte, obviamente." Clara se acercó a él y jugó con la fina tela de su camiseta. "¿No tienes frío?"

"¿Por qué quieres verme?" Ignoró su pregunta y reajustó su bolso en su hombro para después fruncir sus labios. "No es jueves, mi papá está en la casa. No deberíamos—"

"Tengo un apartamento, ¿Sabes?" Su lengua mojó sus labios y la mirada de él observó su húmedo músculo. El recuerdo de su lengua recorriendo su sensible base mientras su boca tomaba su polla hasta su garganta, hicieron a su cuerpo tensarse. Ella se puso de puntas sobre sus pies y sin darle tiempo de decir algo, acercó sus labios a los de él, tan cerca pero sin tocarlos, así que él juró que sólo fue una mínima brisa lo que tocó sus labios. Inhaló profundamente, dejando que su esencia invadiera su mente, y cada pizca de refreno en su ser, desapareció, al igual que la tensión y dolor de sus músculos y nudillos.

"Ven conmigo," ella sonrió y se echó para atrás. Su mano soltó su camiseta y giró sobre sus talones, abriendo la puerta del auto y entrando. El rostro de descontentó de Harry se llenó de irritación. ¿Qué tipo de poder poseía esta chica si podía llegar de la nada y hacer que él haga todo lo que ella pida?

No dejo que todo esto lo sofocara tanto, ya que antes de que pudiera detenerse, sus piernas lo traicionaron y lo llevaron hasta el asiento de copiloto. Mientras se unía a ella dentro del auto, un aire caliente cubrió su cuerpo, ella encendió el motor y sonrió.

"No deberías venir a este lugar," Dijo Harry y ella salió de la acera. Él dejo su bolso en el suelo entre sus piernas y sus ojos miraron fuera de la ventana para no tener que verla y sentir a su cuerpo derretirse por su bella sonrisa. "No es seguro."

"Soy capaz de cuidarme sola," golpeó sus dedos en el volante, manteniendo el ritmo de la canción que sonaba en la radio. "A parte, te tengo a ti. Te vi peleando con ese tipo— estuve preocupada cuando pensé que te había ganado, pero fue impresionante cómo te recuperaste y ganaste."

"Gracias," habló seco. Harry miró al frente, observando a los carros delante de ellos— el trafico estaba un poco fuerte gracias a que ya habían alcanzado las calles principales, donde podía ver algunos carros de policías. Probablemente buscando a cualquier conductor embriagado.

Clara consiguió el suficiente coraje para llevar su mano hasta su muslo, donde sus shorts revelaban sus piernas. Los vellos de su piel erizaron su mano mientras que podía sentir a su mirada quemando en su palma.

"Sabes," empezó a decir, sin quitar la mirada del camino. "Verte así, peleando sin la camiseta puesta a pesar de la maldita temperatura helada," acercó su mano más hacia su entrepierna y la tocó lentamente, "Probablemente haya sido la cosa más sexy que he visto."

"Clara," La voz de Harry tembló. "Préstale atención a la carretera."

"Puedo ser de multiusos," Apretó su bulto a través de sus shorts.

"Sí, y eres una mierda de conductora," siseó y casi rodó los ojos. "No quiero que otro inocente sea víctima de tu falta de atención."

Se arrepintió al instante en que alejo su mano, su entrepierna palpitó pidiendo su toque. Clara usó una expresión arrogante y elevó el volumen de la radio.

"Clara," Harry gruñó, apretando sus puños.

"Harry," Se burló. El auto se detuvo en una luz roja y se giró para ver al hombre irritado que estaba a su lado con las mejillas sonrojadas. Su sonrisa aumentó, "¿Necesitas algo?"

Su respuesta fue unos largos dedos tomando su muñeca y forzando a su pequeña mano volver a su bulto prominente debajo de sus shorts de gimnasia. Clara no tenía las ganas de torturarlo más, el deseo en ella era demasiado poderoso. Lo había extrañado esos días, y más que nada, quería complacerlo, quería hacerlo sentir débil así sea por cuestión de minutos. Sin pensarlo, su mano jalo la banda de sus shorts para poder meter su mano debajo de sus bóxers. Sus ojos iban del camino en frente de ella hasta su regazo mientras mantenía su otra mano en el volante.

"No nos mates," Harry jadeó cuando sus dedos lo tomaron. Comenzó a bombear su dura erección, la palma de su mano jalaba la cálida y suave piel, provocando callados gemidos por parte de Harry. Para ese entonces, ya sabía cómo le gustaba que lo tocara— su pulgar acariciaba su rosada y sensible piel debajo de la cabeza de su polla y sus otros dedos apretaban su gruesa base. Los ojos de Harry se cerraron mientras dejaba que su cuerpo se relajara en el asiento, dejando caer a sus brazos a cada lado de su cuerpo. Tuvo que mantener a sus puños cerrados, para recordarse que aún seguían en el auto y que tomarla y tocarla sería un movimiento suicida, principalmente con ella manejando.

Clara sintió el ardor familiar entre sus piernas. Tuvo que apretarlas para aliviar un poco la presión construyéndose en su abdomen mientras continuaba bombeando su mano en él. El camino hasta su apartamento se estaba haciendo más largo de lo común debido a la necesidad de tener más— de besarlo y tocarlo y dejarlo follarla— la necesidad era tan fuerte que sintió las ganas de estacionarse en la acera. Valdrá la pena cuando lleguen, se dijo a sí misma. Poder pasar su noche con él en su cama sonaba demasiado bien como para arruinar todo gracias  a su impaciencia.

Harry se forzó lo más que pudo para aguantar su orgasmo durante todo el camino, pero fue justo cuando ella se estacionó frente a un edificio de ladrillos cuando no pudo más y se corrió en la mano de Clara. Ella continuó bombeándolo lentamente mientras detenía el auto y Harry respiró pesadamente, pasando el efecto del orgasmo.

"¿Ves? Son una buena multiusos." Sonrió y lamió toda su mano, limpiándola.

"Jesús," Harry murmuró. Se inclinó hacia el otro asiento y tomó su nuca para jalarla y besarla, besándola por un corto pero intenso momento antes de volver a su sitio y pelear con el cinturón de seguridad. Parecía que la caminata hasta su apartamento era tan larga como lo fue en la carretera—Harry caminó junto a ella mientras de vez en cuando apretaba su cintura y besaba su cuello, poco a poco su paciencia se fue desgastando. Clara mordió su labio para detenerse de sonreír como una tonta mientras llegaban a la puerta, donde comenzó a buscar las llaves en su cartera.

"Te deseo," Harry susurró en su oído, mordiéndolo.  Sus manos tomaron su trasero, lo apretó y lo masajeó, y ella dejo salir un quejido.

"Basta, idiota. Estoy tratando de conseguir las llaves." Rió y lo empujo con su trasero. A Harry ya no le importaba; le quitó la cartera de sus manos y rebuscó dentro de esta con los ojos entrecerrados hasta que tomó las llaves frías de metal. Las jaló y abrió la puerta.

Clara lo siguió hasta adentro y encendió las luces, iluminando el pequeño pero cómodo interior. Harry se permitió observar los alrededores por un momento, analizando su espacio donde vivía; varias fotos y cuadros adornaban las oscuras paredes, y el suelo de madera parecía que necesitaría una pulida pronto, sin embargo, todo gritaba el nombre de Clara. Pero tierno pero no demasiado ordenado, junto como su revuelta mente.

Harry se giró hacia ella y la vio quitarse el abrigo. "¿Te gusta?" Le preguntó, colgando el abrigo antes de acercarse a él. Harry posó sus manos sobre sus prominentes caderas, acariciándola y se encogió de hombros.

"Supongo."

No quería perder tiempo cuando su entrepierna aún palpitaba del orgasmo. Bajo su cabeza y plantó un firme beso sobre sus partidos labios, deslizando su lengua sin ningún tipo de aviso, y sus manos comenzaron el recorrido por su cuerpo,  acariciando su cintura. Los ojos de Clara se cerraron y lo tomó por el cuello, por una parte era para mantener a sus cuerpos juntos y por otra parte era porque temía que sus rodillas no la pudieran mantener de pie, y no quería que su cuerpo se derritiera en el suelo.

Justo cuando un gemido salió de sus labios, Harry sintió algo suave y peludo pegándose a su pantorrilla. Hizo una mueca y se separó de su melódico beso, con los ojos oscurecidos.

"¿Es un gato?" Preguntó y bajo la mirada hacia el naranja felino quien ronroneaba junto a su pie. Clara estaba jadeando lentamente, su pecho subía y bajaba con cada respiración, entonces, bajo la mirada hacia la gata naranja.

"Es Maggie," murmuró, tratando de atraerlo una vez más hacia ella. Sus labios hicieron contacto con la esquina de su boca, pero él se separó antes de que ella pudiera probarlo mejor con su lengua.

"Soy alérgico a los gatos, Clara."

Harry soltó su cintura y se alejó, lejos de Maggie. Se pasó una mano por su cabello (El cual siempre se desordenaba más luego de hacerse el moño) y elevó sus ojos hacia ella.

"La meteré en el baño," Negoció Clara, necesitando del toque de sus manos en su piel.

"Por favor."

Clara se agachó y tomó a la gata contra su pecho. Para luego prácticamente correr hasta el baño, su sangre corría por sus venas con anticipación, dejo a la gata dentro, disculpándose con ella y cerró la puerta. Clara volvió a encontrarse con Harry en la sala y casi lo derriba cuando saltó hacia él, haciéndolo tambalearse hacia atrás.

Sus bocas volvieron a conectarse en un lujurioso beso—sus labios se movían juntos, se separaban para luego volver a juntarse. Siguiendo un ritmo de pulso. Sus labios se sentían como terciopelo contra los de ella, y juró que podía sentir cada centímetro mientras su lengua acariciaba su labio inferior.

Harry enredó sus brazos en sus muslos y la levantó, y ella lo abrazó con sus piernas. Sus manos eran lo suficientemente fuertes para mantenerla sobre él mientras comenzaba a caminar sin objetivo por el corto pasillo.

"¿Cuál?" Se separó del beso y miró a las puertas.

"La de la izquiera." Gruñó, irritada de que sus labios no estuviesen besándolo. Sin embargo, encontró otro sitio con el que entretenerse, enterró su cabeza entre su cuello y pego su boca en la cálida piel de su garganta. Chupó y lamió y saboreó cada trago que él hacía mientras que él gemía. Harry la sostuvo con un solo brazo (Para su sorpresa era bastante liviana a pesar de que su cuerpo era bastante curveado y relleno) y fue a tomar el pomo de la puerta. La abrió y se dirigió a la cama.

El cabello de Clara volaba con cada movimiento mientras él la dejaba caer sobre el colchón y se posaba sobre su cuerpo. Él lucía como un ángel oscuro, cada necesidad y deseo en ella estaban en sus labios, en su cálida piel, en su pecho torneado; ¿Cómo no se había dado cuenta lo importante que era él para ella? Con un gran anhelo creciendo en su pecho, lo tomó de los bíceps y alzó su cabeza para dejar un afectivo beso en su frente. Esto tomó a Harry fuera de guardia ya que hacía un gran contraste con los besos fuertes y lujuriosos que se habían dado momentos antes, pero no tuvo tiempo de pensar en ello ya que de repente, su pequeño cuerpo giró el suyo para quedar sobre él.

"Mi turno de ir arriba," sonrió y tomó su cabeza entre sus manos para besar sus rojizos labios una vez más. Sus lenguas bailaron en un perezoso ritmo por pocos minutos, y las manos de Harry se metieron bajo de su camiseta para sentir su cálida piel y el sudor que estaba empezando a cubrirla. Estaba comenzando a calentarse el aire entre sus cuerpos, así que jaló y camiseta y rompió el beso para poder quitarle la camiseta por su cabeza. Sus pechos estaban cubiertos por un sostén negro, simple pero delicioso contra su piel dorada, haciéndolo reprimir un gemido de tan sólo verla. Abrazó su cuerpo para jalarla hacia él y poder pegar sus labios sobre el borde del sostén, chupando la piel de sus pechos.

"Oh, Harry," Clara murmuró suavemente y corrió sus dedos por su cabello. Su lengua recorrió su piel antes de que sus dientes tomaran el tirante y lo bajaran, dejando salir uno de sus pechos. Tomó su pezón entre sus labios, el puntiagudo nervio era acariciado por su lengua, provocándole un sinfín de quejidos y gemidos.

Las caderas de Clara se presionaron contra él para crear algún tipo de fricción. Cada parte de su cuerpo le rogaba por aliviar ese calor que sentía en su vientre. Apenas se habían tocado y ya sentía que se correría en cualquier minuto, le bastaba de tan sólo ver su cabello oscuro regado bajo el colchón; las finas líneas de su rostro que tanto quería probar con su lengua; las sombras que se reflejaban en sus mejillas gracias a la luz de la habitación. Era hermoso.

Mientras se las arreglaba para quitarle los shorts aún estando sobre su regazo, Clara se preguntó si esto significaba algo para él. ¿Sería algo cercano a lo que ella sentía que significaba? Había ignorado llamadas de su mejor amigo por este hombre— este hombre cuyo cuerpo estaba bajo de ella con todas sus cicatrices, tatuajes y todas sus imperfecciones y gloria.

Una vez que le quitó los shorts a Harry, los lanzó al suelo sin importancia, y Harry le hizo el favor de quitarse la camiseta. Recordó aquella vez en que él le advirtió de lo que habría bajo de ella, diciéndole que no le gustaría la vista; con ese pensamiento deambulando en su mente, Clara se agachó para dejar un beso en la cicatriz de su cadera, justo al lado del tatuaje del laurel. Dejo dos, tres y cuatro besos mientras subía por su estómago y luego pego su lengua en su carne. Harry la miró hasta que sus miradas se encontraron.

"Ahora, bebé." Murmuró él. Su mano la tomó por el cabello para jalarla hacia él y poder besar gentilmente el valle de sus pechos. Clara sintió el apuro en sus labios, y se sintió feliz al saber que él también lo sentía— sus propias manos trabajaron juntas para quitarse sus jeans y bragas, para luego quedar ambos desnudos en un aura caliente junto a sus respiración aceleradas.

Tomó su miembro y lo bombeó con la mano por un momento antes de acomodar su cuerpo sobre él y bajar lentamente, haciendo que su respiración se atorara en su garganta. Los ojos de Harry se oscurecieron y su rostro se arrugó con intenso placer, un gruñido se expulsó desde su interior y elevó sus caderas para encontrarse con las de ella en cada movimiento.

Clara lo sentía; lo sentía profundo dentro de ella, llenándola como si antes hubiese sido una copa vacía. Ahora se sentía completa mientras rodaba sus caderas contra él, dejando que su larga polla entrara y saliera de ella. Su frente chocó contra la de él, juntando ambos sudores, entonces, Harry la miró a los ojos.

"Te sientes tan bien," respiró, halagándola. Tomó su trasero entre sus manos y la ayudó a aumentar el paso, dejando que sus gemidos llenaran al aire. Harry era la distracción perfecta. Clara podía sentir a todos sus pensamientos desaparecer, como si se estuviese desmayando a este punto. Dejaba salir frases incoherentes mientras saltaba sobre su gruesa polla, aplaudiéndose mentalmente por haber tomado la decisión de irlo a ver ese día. Esto era lo que ella necesitaba—lo que quería. No a Liam, no a su estúpido trabajo, ni siquiera a su familia. Sólo a Harry y sus deliciosos gemidos llenando su oído.

Las manos de Harry la querían sentir toda. Se aventuraron por sus suaves muslos, apretando la carne, antes de subir por su espalda, sintiendo los calambres de placer recorriendo su cuerpo. Presionó sus labios contra los de ella para tragarse sus gemidos, los cuales se volvían cada vez más ruidosos con cada movimiento de sus caderas, casi ahogándose bajo el sonido de sus pelvis chocando entre sí. Harry finalmente desabrochó su sostén para poder tomar sus pechos entre sus manos; pasó su dedo por el duro pezón de su pecho izquierdo mientras al derecho lo masajeaba.

La sensación de todo se volvió casi insoportable; los labios de Clara se separaron de los suyos y gritó su nombre, su pecho subía y bajaba a una velocidad mucho más rápida que la de sus caderas mientras lo montaba y llevaba hasta las nubes del mismo infierno y lo traía de vuelta.

"Harry—Joder." Su cabeza cayó hacia atrás, dejando que las puntas de su cabello acariciaran los muslos de Harry bajo su cuerpo. Harry pudo notar que le estaba costando mantener su febril ritmo, así que la tomó de la cintura y los giró, haciendo que su erección saliera por un momento, sin embargo, con un rápido movimiento, pegó sus caderas junto a las de ella y volvió a embestirla. Se apoyó sobre sus codos y jadeó mientras empujaba su polla dentro y fuera, creando un desastre entre sus cuerpos y sabanas. La cabeza de ella se dejo caer sobre la almohada bajo ella y buscó aire. Esta vez era mucho más intensa que las otras veces, al menos lo era para ella— Era como si él estuviese limpiando su cuerpo de toda suciedad y remplazándolo con pedazos de excitación y emoción los cuales vibraban en su abdomen y recorrían su cuerpo entero, desde la punta de sus pies hasta la cabeza.

"Dios, Harry," enterró sus uñas en su espalda, remarcando las huellas viejas que anteriormente había dejado. "Estoy tan cerca."

Ahí fue cuando Harry desaceleró. Posó sus palmas sobre el colchón y movió sus caderas profundamente dentro de ella, su hinchada punta rozando los dulces y sensibles sitios que la hacían agonizar. Los ojos perezosos de Clara buscaron los suyos y ambos sonrieron.

"Yo también estoy cerca," Le dijo, agachándose para besar sus labios rellenos. Ella llevó sus manos a su cabello y lo acarició. Sus pechos se moldeaban entre sí, sus suaves pechos contra su duro y moldeado torso. Se besaron lentamente mientras se tomaban el tiempo necesario para alcanzar el orgasmo. Él lamió su dulce lengua, saboreando su placer, y la envolvió entre sus brazos para mantenerla cerca. Harry amaba esto, Dios, sí que amaba esto. Le encantaba tanto que ni siquiera le importaba si se corría o no (A pesar de que sabía que lo haría); el placer de ella le era suficiente para hundirse en un espiral puro y satisfactorio.

No fue hasta que Harry rompió el beso y respiró contra sus labios, juntando sus frentes pegajosas, que ambos se corrieron. Las paredes mojadas de Clara se apretaron alrededor de él y un chillido salió de sus labios. Harry murmuró su nombre por todo lo bajo a la vez que él también sintió a su cuerpo tensarse y botar de a chorros su corrida dentro de ella, llenándola de todo su ser en la única parte donde él pensaba que era capaz.

Harry la sostuvo por las mejillas mientras acariciaba su nariz con la suya por un momento, al olor de su previa actividad quedó impregnada en el aire. "¿Estás bien?"

Sus ojos estaban nublados y acuosos, asintió su cabeza lentamente para darle una respuesta segura. "Sip. Muy bien." Rió y poso sus manos en su espalda. Harry besó su mentón, su mandíbula y luego la base de su cuello, llevando una sonrisa en sus labios en cada momento. Cuando regresó su cabeza hacia su nivel para besar sus labios, su nariz se arrugó y un estornudo salió de repente de su garganta— Se alejo lo suficientemente rápido como para llegar a estornudar contra su codo.

"Qué asco, Harry." Clara rió de nuevo y empujó su hombro. "Aléjate de mí."

"Es ese maldito gato," Sorbió y paso su nariz por la parte trasera de su palma. "Si se me vuelve a acercar, tendré que matarlo."

"Seguro." Rodó los ojos y lo empujó de nuevo por el hombro para poder sentarse contra el mural. Se pasó las manos por su cabello y Harry la observó con cuidado— miró a sus pechos expuestos, la manera en que se movían debido a los movimientos de sus brazos, y la suave curva en su estómago, luciendo suave y perfecta para recostar su cabeza en ella y escuchar los latidos de su corazón.

Luego, sus ojos bajaron hasta sus abiertos muslos. El líquido blanco caía por uno de sus muslos, cayendo sobre las sabanas blancas y dejando una mancha. Mordió su labio y casi gruñe ante la vista de ello, amando cómo la había marcado en una manera tan primitiva— una manera en la cual esperaba que sólo él la podía marcar.

"¿Qué estás mirando?" Le preguntó, siguiendo su vista a donde sus cuerpos habían estado conectados.

"Hice un desastre."

"Oh," Lamió sus labios. "¿Podríamos...podríamos ir a limpiarnos?"

"¿Quieres tomar una ducha?"

Ella asintió su cabeza rápidamente. Imágenes del agua cayendo y mojando sobre su torso comenzaban a llenar su mente, haciéndola tragar seco.

"Está bien." Harry salió de su cama y le extendió su mano. Clara la tomó y se levantó, sin importarle si ocultaba o no su mirada en su cuerpo desnudo mientras él la guiaba. Su espalda se contrajo mientras abría la puerta, entonces Clara se atrevió a ver la suave pero firme curva de su trasero. Para la próxima, se prometió  a sí misma con una sonrisa. Sin que se dé cuenta, iré y lo pellizcaré.

Se le era difícil caminar debido al ardor en su cuerpo y a su estado de cansancio, así que mantuvo su agarre en su mano—un poco...demasiado fuerte—durante todo el camino hasta el baño. Harry se detuvo frente a la puerta y arrugó la nariz.

"¿Qué?" Clara alzó una ceja.

"El gato." Dijo, meneando la cabeza.

Suspiró y dejo salir una corta risa antes de separar sus manos. Abrió la puerta con cuidado y Maggie salió. Clara la cargó y la mantuvo cerca de su pecho mientras la dejaba del otro lado del pasillo, lejos de Harry.

Ambos entraron al baño y Clara fue a la regadera, poniendo el agua. Los ojos de Harry captaron su reflejo en el espejo justo arriba del lavamanos y sus labios se presionaron y frunció el ceño cuando se encontró con un moretón oscuro creándose en él.

"¿Es de hoy?" Clara se puso a su lado y pasó sus dedos suavemente por uno de los lados de su estómago, donde estaba el moretón.

"Sí."

Se quedó mirando a la marca purpura por un momento antes de suspirar y girarse, entrando a la ducha. El agua caliente cayó en su cuerpo como pequeñas manos masajeando sus músculos; echó su cabeza hacia atrás, cerró los ojos y suspiró con ánimo, su cabello volviéndose de un tono negro. Pudo sentir la presencia de Harry segundos después, el sonido de él cerrando la puerta de vidrio hizo eco contra las paredes mojadas.

Cuando Clara abrió los ojos, la primera cosa que vio fue agua bajo sus pies de un color rojo, casi negro. Sus ojos se ampliaron y fue a mirar a Harry, cuestionándolo en silencio. Y como respuesta, elevó su mano derecha para dejarla ver sus rotos nudillos. La sangre seca fue retirada por el agua, la cual ahora se iba por el drenaje. ¿Cómo no lo había notado antes?

"Harry," frunció el ceño y tomó entre sus manos, la suya herida. "Pensé que ya se habían curado."

"Si lo estaban, pero se abrieron otra vez hoy."

Su ceño no se suavizó, Clara soltó su mano y le dio la espalda, dejando que el agua cayera sobre su rostro. Recorrió sus mejillas y rostro con sus manos, y su mente la comenzó a traicionar con malas imágenes. Le dolía verlo herido de esa manera, con sus moretones en su bello cuerpo y sus rotos nudillos— Maldijo en su mente al tipo que hirió a su Harry. Sus dientes rechinaron y sus músculos se tensaron de nuevo a pesar del agua caliente que normalmente los relaja.

"Clara," Harry posó su mano en su hombro. "Nena, ¿En qué estás pensando?"

Su estómago hubiese hecho fiesta ante su apodo 'nena'. Pero la sangre corrieron por sus venas de la furia era mucho más fuerte.

"Pienso en que deberías dejar de pelear." Dijo tan calmada como pudo. Sus fosas nasales se expandieron y el rostro de Harry se arrugó con confusión por la rabia que radiaba en su cuerpo.

"¿Por qué te importa tanto?" Preguntó con voz alta. Su voz resonó en las paredes mojadas y sus palabras se repitieron en su mente varias veces. ¿Por qué le importaba tanto? Harry era un hombre, podía hacer lo que se le viniera en gana, no importa si era ilegal o peligroso o cualquier cosa con la que no se sintiera cómoda.

"Yo..." Los hombros de Clara cayeron  y se giró para verlo, tragándose todos sus nervios. Momentos antes, estaba planeando su venganza contra el imbécil con el que había peleado ese día, pero ahora Clara estaba de pie frente a Harry completamente perdida, con su vista en sus pies. Su pregunta era la misma que había estado taladrándose en su mente por semanas, y aún no había llegado a una respuesta razonable.

"Sólo me importas...¿Está bien?" Finalmente habló, pero su voz apenas se escuchó. "No quiero que te lastimes."

La imagen en su mente de Harry tirado en el suelo con un charco de sangre bajo su cuerpo la hizo sentir algo que no pudo reconocer. ¿Por qué le dolía tanto el tan sólo imaginarse eso pero el haber visto a su hermano en la misma situación ya no le hacía nada? Sus manos temblaron a cada lado de su cuerpo mientras las palabras de Jackson se repetían en su mente; Es posible que al principio sea difícil saberlo. Rápidamente se deshizo de las ideas y fue a tomar el grifo.

Harry no tuvo tiempo de responder, ya que de repente, el agua fue apagada y su cuerpo frío se quedó ahí de pie mientras sus manos se pasaban por sus bíceps. "¿Ya terminamos?" Casi hace puchero, decepcionado de no haber disfrutado la ducha en su totalidad, es decir, sus manos todavía no habían tocado su cuerpo desnudo y mojado. Clara no respondió; abrió la puerta de vidrio y salió, pisando con sus pies desnudos el suelo de mosaico. Buscó su peluda toalla y envolvió su cuerpo con ella.

Harry bufó y salió. Su nariz se arrugó antes de volver a estornudar. Esperó por el comentario burlón de Clara, pero nunca llegó. Sólo se quedó ahí, secando su cuerpo si enviar ninguna mirada hacia su dirección.

Simplemente no te has dado el tiempo para darte cuenta.

       +

"They say that it's overrated. Well they ain't doing it right. All they I dream about shh with you."

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top