Tierras Marinas.- Inicio Helado

Tierras Marinas.- Inicio Helado

Caminaba sobre las frías y solitarias calles, donde lo único que se escuchaba eran sus lentos pasos, su tranquila respiración y el sonido de las ruedas de su maleta color verde, un fuerte viento helado lo obligo a cerrar los ojos con fuerza, preguntándose porque diablos había decidido ir a ese inhóspito país en el frió norte de Europa.

Frunció el seño al ver a lo lejos su destino, la maleta que estaba en su mano izquierda ya lo estaba cansando, solo pedía poder estar calentito en ese lugar, porque dudaba que hubiera un buen plato de comida para su magnífico y único paladar.

Camino más rápido teniendo en mete ese cálido lugar en este frió lugar, al final decidió correr para llegar a la entrada de la casa y tocar con ligera fuerza, pidiendo a Dios y a los Dioses de su abuelo que el dueño no fuera tan (mas) idiota como para olvidarse de que el llegaría a su hogar.

-Esperen un momento! - se escucho la alegre voz del dueño de la morada, mientras el cansado joven suspiro con fastidio, no sabía si el era el idiota o el dueño del hogar, la puerta se abrió con fuerza dejando ver a un joven mucho más alto que el, con una piyama blanca, que al verlo su sonrisa (idiota) se hizo más grande.- Romano!! ¿Como has estado? Lo siento por no poder ir por ti al aeropuerto, mi jefe me mando más trabajo de lo normal y apenas me llegaron las cartas!! - dijo apresurada menta, temiendo al parecer su posible molestia y furia con el país sureño.

Romano lo miro molesto, el frió no era lo suyo y el idiota en frente de él parecía ignorar que él era del cálido mediterráneo – Bastardo danés tengo frío y no estoy de humor para lidiar contigo y tus tonterías maldición – gruño molesto a lo cual Dinamarca rió nervioso haciéndose a un lado dejando pasar al Italiano sureño, el cual al entrar dejo las maletas en la puerta con cansancio.

- Y Canadá? No ha llegado a un? – lo miro mientras dejaba todas esas ropas de invierno que llevaba en sima, aun se preguntaba cómo es que podían cargar con eso todos los días, miro a la sala del danés, era moderna pero acogedora, había barias fotografías de su familia.

-Llamo porque al parecer su vuelo se retraso por un problema con el clima, llegara mañana a primera hora del día, dime quieres comer algo o deseas dormir? – le pregunto tranquilamente.

-Comeré algo antes de dormir, el viaje ha sido muy cansado – soltó una ligera mueca, Dinamarca simplemente le sonrió guiándolo a la cocina, igual que la sala moderna y hasta acogedora para sus colores claros – puedes tomar lo que gustes, yo tengo aun trabajo para mañana a primera hora, tu habitación es la tercera puerta a la izquierda, que tengas una bonita noche Romano!! Hasta mañana y lo siento por no poder quedarme contigo!! – se despidió alegremente el danés para subir a su despacho, romano simplemente asintió y se dirigió al refrigerador.

-"Como lo pensé, nada de comida para mi, ahora solo queda esperar a Canadá y a que el cejas de oruga no lo arruinara como lo hizo con el Estadounidense idiota" – pensó secamente mientras sacaba lo que creía que era bueno para comer, rezando para que el hermano del gringo ruidoso supiera lo que es comida de verdad.

-+-+-+- A la mañana siguiente-+-+-+-+-

La alarma sonó a las 6:30 a.m, gruño molesto pidiendo dormir hasta mañana pero sabía que no podría quedarse dormido, con pereza se levanto de la tibia cama para enfrentar el frió de la casa de Dinamarca, era mejor en su casa que en la suya, aunque Veneciano se la pasara en otros lados no dudaba que llegara a su "Casa" para "comer" con él lo mismo pasaba con España, era lo mismo con el canadiense, el cual no sabía cuando su estúpido hermano decidiera ir con él a comer o "jugar".

Hizo una mueca por la posición del danés con su familia, era claro que ellos harían mejores cosas antes que ir a ver al danés, Canadá estaba en una posición parecida a la de Dinamarca pero al menos al último el "mundo" lo recordaban y veían mejor, tomo su ropa y fue directamente al baño a darse una ducha de agua caliente aun pensando porque "esa" persona los contacto habiendo mejores para contactarle.

Después de una buena ducha bajo a la cocina, giro su cabeza a la pared derecha de la sala donde descansaba el reloj cuco donde marcaba las 7:10 de la mañana, frunció el seño al reloj y entro a la cocina donde no se encontraban rastros del danés lo que le causo cierta felicidad la cual se esfumo levemente al escuchar varios golpes en la parte de arriba, espero con tranquilidad a que Dinamarca bajara.

Asomo su cara por la puerta de la cocina y encontrar al rubio tirado en el suelo medio dormido, sonrío con burla sacando un marcador negro de su bolsillo (casi mágico) y se acerco al danés con malicia, ¿Que? Uno suele aburrirse y necesita algo con que distraerse en un mañana muy aburrida.

Al terminar de llenar la cara del nórdico con garabatos y un bigote decidió preparar el desayuno para ellos y el americano, el cual no debe de tardar en llegar a la casa del danés, bueno el canadiense tendría buenos aperitivos a diferencia de él, también esperando que Inglaterra no arruinada el buen gusto de comida de Canadá, por lo que recordaba al menos el Francés pervertido no le dejo sus malas mañas.

Porque si algo sabía perfectamente es que ya había una Francia americana y no era del norte del continente.

Fue sacado de sus pensamientos al escuchar la puerta de la entrada ser tocada tranquilamente, dejo los platos de comida sobre la mesa, donde ya se encontraba sentado el danés mas despierto que en unos momentos atrás.

Abrió la puerta y se encontraba un joven idéntico a Estados Unidos aunque se notaban las diferencias claras con este, de cabello rubio más largo (herencia del francés por lo visto) y unos suaves ojos violetas, tenía dos maletas a su costado derecho y cargaba un oso polar... un jodido oso polar.

-Buenos Días, lo siento por molestar temprano – dijo suavemente el canadiense, mientras nerviosamente con su mano derecha el costado izquierdo del oso polar – había una tormenta repentinamente y el vuelo se atraso más de lo previsto, espero de verdad no molestado mucho Romano – sonrió nerviosamente al italiano, el cual lo miraba neutral mente para soltar un suspiro.

-No te preocupes, te estábamos esperando – mascullo por lo bajo mientras se hacía a un lado para dejarlo entrar a la casa, Canadá le agradeció mientras dejaba en el suelo al oso el cual entro sin pena ni gloria a la casa para ir directo al sofá del danés para una merecida siesta, causando que romano alzara una de sus cejas y el canadiense riera nervioso.

Entrando, Canadá dejo sus chaquetas de invierno junto a la suya en un perchero y las maletas en la sala donde kumajiro ya había reclamado uno de los sillones como su cama, dejando las pertenencias del canadiense entraron a la cocina donde ya Dinamarca tomaba café que al mirarlos bajo la taza para mostrar su sonrisa estúpida.

-Canadá!! Como has estado? Lo siento por no poder ir por ti al aeropuerto, me quede hasta tarde con trabajo que por cierto tengo que enviarlo sino no dejaran de molestarse con migo y tampoco quiero a mi monarquía sobre mí, bueno iré a terminar y bajo más rápido! – se levanto para correr a la parte de arriba, el canadiense miro curioso al italiano, preguntándole silenciosamente porque la cara del danés estaba rayada y corrió a su despacho.

- Tampoco paso por mi anoche, al momento que entre a la casa me dijo donde estaba el cuarto que ocuparía y me mostró la cocina - decía mientras acomodaba los platos en la mesa – creo que le afecto el mensaje, además no suele relacionarse mucho con los del Sur.

- El mensaje afecto mucho más de lo que uno no esperaba – Canadá le sonrió tristemente al europeo sureño – creo que hasta a Alfred le afectaría, pero querida es el "héroe" y salvarlos a todos – murmuro por lo bajo.

– Sabes algo de los demás que recibieron la "carta"? - cambio el posible rumbo de la futura conversacional de la cual no tenía ganas de tratar de meter a ninguno de los "hermanos" de Canadá y a los de Dinamarca, mucho menos los suyos, "por algo somos un equipo no? – pensó ligeramente amargo.

- Argentina ya está junto a sus propios compañeros, la reunión será algo curiosa de parte de esos tres. – Sonrió alegremente – Cuba prefirió ser el que visita que el visitado y me sorprendió contactar con los tres marineros en todo este caos llamados reuniones. – soltó con una voz plana y ligueramente fría.

-"Al parecer algo termina por molestarle y la verdad no es el único, porque cualquier problema que surja del problema mayor es más que un problema, es una piedra en el zapato, una que nadie quiere" – el pensamiento sombrío no pudo evitar pasar por su cabeza, después de todo las cosas pasan por algo – "El destino no está escrito en piedra, es una jodida rueda de la fortuna que nunca ha estado a favor de nosotros, los malditos pobres diablos que terminan en medio de estos problemas y solo cuentan con el apoyo de su "equipo" para tratar con todo esto, porque su maldita y jodida familia esta mas en cosas ajenas como mismos para ver más allá de donde suelen mirar" – y no pudo evitar pensar en los demás equipos de este absurdo "encuentro".

- Y por ende, supongo que no va a ser más fácil todo esto para nosotros, no? – hablo Dinamarca entrando para tomar asiento en la cabecera de la mesa, Canadá tomo el asiento derecho del danés, aunque prefería sentarse en otro lado tomo el asiento a la izquierda, teniendo a Canadá en frente y a Dinamarca a la izquierda.

-Nada es más fácil para nosotros Den, nunca lo ha sido y nunca lo será – suspiro Canadá mirando su plato con melancolía, lo miramos ligeramente preocupados, si bastardos me preocupan estos idiotas que cuento como "amigos".

-Podra ser todo mas difícil para nosotros pero no estamos solos Mattie, nos tienes a nosotros! – le sonrió Mathias al canadiense mientras le palmeaba el hombro cariñosamente mientras tenía su típica (idiota) sonrisa alegremente.

-El idiota tiene razón, nos tienes a todos nosotros para llevar todos estos problemas – digo mirándolo aburrido – No ocupas al idiota del tonto por hermano que tienes, porque no estás solo – los ojos verdes miran duramente a los azules y morados. – Nadie está solo esta vez.

Los otros dos miran al italiano sorprendido para mirarse entre ellos y sonreír alegremente, para tomar las manos del europeo sureño y apretarlas en señal de aceptación a sus palabras, sueltan sus manos e inician una plática más tranquila y comer, ignorando el tema pasado.

Romano no era tonto, sabía que detrás de la cara sonriente del danés se ocultaba algo más melancólico, algo más oscuro e indomable que descansaba en lo más profundo del mismo, mientras que el canadiense era más calmado, con su tranquila y suave voz al igual que sus tímidas sonrisas, pero sabia mejor que nadie que este era más peligroso que nadie, después de todo la luna tiene muchas caras y sobre todo, la cara que nunca vemos.

"....– Tú eres el que brilla, eres cálido y nunca pierdes de vista a nadie, sabes usar el arco y los cuchillos, eres un artista – ...."

"Eso no es verdad, entonces porque el abuelo me dejo atrás y solo se llevo a mi hermano? Porque me quede solo? – ...."

"... – Fue un tonto, no supo apreciar lo que tenia, no vio tus cualidades, pero te aseguro que muchos los verán, después de todo nadie puede ver el sol sin que les duela la vista–"

"Nunca estarás solo Romano"

"Nadie está solo"

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Hola! Aqui estoy otra vez con un fic que estoy tratando de darle forma xD espero que sea de su agrado y dejen muchas estrellitas mis amores <3

Gracias! 

Dinamarca - Mathias Densen

Canadá - Matthew Williams

Italia Del Sur/Romano - Lovino Vargas

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