Eran las cuatro de la tarde cuando la princesa bajó a la cocina. Oí la conversación que tuvo con Melanie y por poco me caigo al suelo. ¿Yo, cocinar para la boda? Y luego, lo que casi suelta Melanie...En cuanto se marchó la princesa entré y le dije a Melanie, muy seria:

- No le digas nada a la princesa. Entiende que si descubre la mentira, se anulará la boda con Philip y los países podrían entrar en guerra. Los celos de la princesa pueden hacer eso y además mandarnos a la cárcel a Bruno a tí y a mí ya que mentimos y encubrimos el engaño contra la realeza. No sé si te das cuenta de la gravedad de la situación, pues seremos acusados de provocar la guerra.- le expliqué.

- Ella lo descubrirá tarde o temprano.

- Mejor tarde que temprano.

- No diré nada si me ayudas a cocinar para la boda.

- Hecho. Y trataré de conseguir más ayuda.

De todas formas no podía dejarla sola... Crucé el pasillo y llegué ante la habitación del príncipe. Me producía nostalgia. Pensando que no habría nadie, abrí la puerta.

Lo que ví a continuación fue algo que deseé olvidar con todas mis fuerzas. Al ver al príncipe tocar de esa manera a la princesa y presenciar unos segundos de aquéllos besos descontrolados, ahogué un grito, tapándome la boca con las manos y cerré la puerta lo más deprisa que pude, pero me habían visto.

Corrí por el pasillo y poco después salieron los príncipes y fueron detrás de mí. Torcí hacia otro pasillo a la izquierda y me estampé contra Bruno.

- ¿Adónde vas?

- Necesito esconderme, no quiero que me vean- dije con voz temblorosa- ni yo verles...

Bruno entendió y me metió en su habitación a toda prisa. Además de guapo y fuerte (como deben ser los guardaespaldas)también era inteligente, sabía comprender a las personas y no era la primera vez que me ayudaba.

Una vez dentro, me pidió explicaciones. Yo eché a llorar, apoyada en la pared.

- Siento que siempre tengas que verme así...llorando... Sin querer ví al príncipe y a la princesa liarse... Lo que yo decía. No le importo al príncipe tanto como me hacía saber, mira qué rápido se ha olvidado de mí... ¡Pero si no...no siente amor por la princesa!¿Por qué lo hace? Entiendo que... tenga que seguir adelante pero...pero esas cosas no se hacen si no se desea...

Hablaba atropelladamente entre llantos y me quedé sin aire. Cogí aire y suspiré. El pobre Bruno debía estar con la cabeza como un bombo de tener k escucharme siempre. Se acercó a mí y me dijo en voz baja:

- Si tanto te importa, díselo al príncipe.

- ¿Después de lo que le dije en tu casa? No, ya es tarde para arrepentirse. Y además, Bruno, no me voy a escapar con él, no es una decisión razonable.

- Por amor se hacen locuras- contestó.

- Exacto, y justamente por eso debo evitar que suceda. Además, te repito que yo le admiro, nadie ha dicho nada de amor.

- Mejor así, ¿no? Ya que ahora domos novios.- dijo en todo sarcástico.- Verás cuando se entere el príncipe. Se pondrá muy feliz. Creerá que fue por eso que le rechazaste. Y la tomará conmigo.

- Lo siento...- bajé la mirada- ¿ y ahora qué hago?

- Salir. No puedes esconderte para siempre. Ahora que te has calmado, sal y afronta las consecuencias.

- Pero Bruno...- protesté.

- Sabes que tengo razón.- dijo abriendo la puerta y arrastrándome fuera.

Me llevó ante la princesa y el príncipe, que estaban tomando el té en el salón. Los reyes no los podían acompañar debido a una reunión y estaban solos. Bruno se quedó en la puerta en caso de que se me ocurriera escaparme de nuevo.

Capítulo escrito por FlightOfFantasy