Capítulo 11: Adiós
Eran las doce de la noche y supuse que a esa hora mi princesa ya estaría dormida, por lo que decidí ir a la habitación del principe y ver qué tal estaba. Pero al llegar ante la puerta de su habitación, oí la conversación entre el príncipe y la princesa.
- No tenías que haber ido...mírate ahora- sonó la enojada voz de la princesa.
- ¿Cómo me voy a quedar de brazos cruzados cuando puedo hacer algo por una persona que está en peligro? Ya me conoces...
- Sí, y sobre todo si esa persona es Cindy.
- Cualquier otra persona tambien yo...
- ¿Cualquier otra persona? ¡Si no hubiera sido ella seguramente n hubieras saltado al agua tan temerariamente y ahora no estarías herido! ¡¡Por su culpa estás así!!- gritó ella sin poder evitar alzar la voz más de lo debido.-¡¡Desde que ella ha aparecido, tú...tú...!!
Cuando se dio cuenta de que su voz resonaba por los pasillos, se calló y no dijo nada más. Yo sobraba ahí. Desde que llegué no hice más que entristecer a mi princesa y causarle problemas al príncipe.
- ¿Está bien, señorita Cindy?- preguntó Bruno, que había aparecido de repente a mi lado.
- No. Gracias por preocuparte pero no quiero vivir más en un sitio en el que me hagan sentir tan culpable y ocasione tantos problemas.- contesté en voz baja, saliendo al jardín acompañada de Bruno-. Además, la mirada de desprecio que me lanzó la princesa Brittany...yo no puedo vivir con ello, no quiero que vuelva a mirarme así...- eché a llorar.
Bruno me miraba con lástima y no sabía qué hacer. Después de todo, era joven y no debía de tener mucha experiencia con señoritas llorando.
- Señorita Cindy, yo la ví cuando alejaba a esos malechores del carruaje. Si nos hubieran asaltado, hubiéramos tenido muchas menos posibilidades de defensa y de salir con vida. Usted no tiene la culpa, de hecho, nos ha salvado.
- Puedes tutearme, no me importa... No le cuentes a nadie lo que has visto. Me llevaría la bronca por encontrarme en ese lugar y por actuar sin pensar. No hace falta que sepan nada. Por favor.- le supliqué.
- Está bien, pero no comprendo sus intenciones.
- Me voy de palacio- dije muy decidida.- Esta misma noche. Estarán más felices sin mí de por medio.
Y cumplí mi palabra. Dejé una carta de despedida a la princesa. Aunque seguía sin comprender, Bruno me ayudó y me dio la dirección de donde vivía su familia y una carta para explicarlo todo.
Al despedirnos, Bruno me prometió pasarse por ahí para ver qué tal iba todo y para informarme de cómo iban las cosas por palacio. Me alegró que me apoyara sin intereses. Desde luego, en cuanto pudiera se lo compensaría.
Miré por última vez el palacio y dirijí mis pasos hacia el horizonte del amanecer, diciéndole adiós al palacio con una amarga sonrisa.
Capítulo escrito por FlightOfFantasy
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