Capítulo 6- Hyung, ¿me estás escuchando?

Nam's pov

Me quedé embobado mirando como Jin avanzaba por los pasillos de la escuela, y así estuve hasta que desapareció.

La sonrisa en mi cara nadie podría quitármela a pesar del evidente rechazo que acababa de experimentar, pues solo verle hablar con esa soltura, esos aires de poder, tan seguro y a la vez tan vulnerable cuando le hice un cumplido, y luego observarle caminar moviendo ese bonito trasero con furia, fue suficiente para alegrarme el día.

Ese chico me tenía cautivado, y tan solo había interactuado con él en un par ocasiones en las que siempre había estado enfadado, o a la defensiva.

Joder, si me ponía tanto molesto, no quería imaginármelo feliz.

El caso es que ahí estaba yo, parado, sonriendo como idiota en una facultad, que ni siquiera era la mía, después de fracasar por cuarta vez en mis intentos por "charlar" con el pelinegro.

A el paso que íbamos, probablemente charlar, en el sentido literal de la palabra, fuera un progreso considerable.

- ¿Namjoon? - Al escuchar una voz familiar, me volteé, para ver de quién se trataba - ¿Qué haces aquí? ¿No tienes clases? - Comentó Hoseok.

- Hola a ti también hombre - Rodé los ojos y él rió bajito - No tenemos, bueno, tendríamos, pero Jiho quemó "accidentalmente" - Hice un gesto de comillas con los dedos - el laboratorio de química, y bueno, parece que todos esos químicos se han regado por la escuela o qué se yo. Así que básicamente estaremos sin ir hasta que resuelvan el asunto - Me encogí de hombros mientras mi amigo se carcajeaba escandalosamente por lo que recientemente le había contado.

- Ese tío no tiene remedio... Y bueno, ¿por qué estás aquí? Si no tienes clases, ¿no es mejor quedarse durmiendo en casa? - Inquirió, y efectivamente, lo que decía era lo más lógico, y probablemente lo que yo hubiese hecho, si no fuese por cierto pelinegro que se había colado en mi cabeza.

- He venido a ver a Jin - Contesté sin más.

- ¿Jin?

- Seokjin, el que está buenísimo - Aclaré, por si no había entendido.

- Sé a quien te refieres hombre, solo me sorprende. ¿Te debe dinero o algo? - Preguntó alzando una ceja.

- Nop.

- ¿Le debes tú a él?

- Nop.

- ¿Entonces?

- He venido a verle porque está bueno y me lo quiero follar - Expliqué con aire desinteresado y luego de que hablara, el pelirrojo se acercó a mí, con cara de horror, poniendo su mano en mi frente acto seguido - ¿Qué haces? - La mueca que ofrecí debió darle a entender que me tenía totalmente desconcertado.

- No tienes fiebre.

- Obvio que no, imbécil.

- Nunca pensé que este día llegaría - Sus expresiones faciales hacían pensar que tenía a Jesús frente a él, y bueno, la verdad me tenía descolocado completamente.

- ¿De qué mierda hablas hombre?

- Del día en que Kim Namjoon estuviese persiguiendo a alguien. ¿Seguro que estás bien?

- Que sí idiota - Rodé los ojos - Y bueno, supongo que tampoco es tan raro - Hablé mirando a mis uñas como si fuesen los más interesante del mundo. Mi amigo tenía razón, jamás había pasado antes, pero Jin, además de atraerme, me tenía extrañamente intrigado.

- Oh, sí lo es, viniendo de ti. El simple hecho de levantarte temprano para personalmente ver a alguien dice mucho. Hoseoki esta orgulloso de ti Namjoonie - Habló con voz nasal y como si fuera un padre satisfecho, asintiendo repetidas veces con los ojos cerrados. Yo me limité a bufar - Y bueno, ¿qué te ha dicho?

- Que me vaya a la mierda - Me encogí de hombros.

- ¿En serio? Joder tío, ¿tu primera vez rechazado?

- Igual voy a volverle a preguntar.

- ¡No me lo puedo creer! ¡Kim Namjoon insistiendo dos veces con alguien! Joder, esto... esto es... ¡Inédito! - Se puso una mano en la boca, asombrado. La forma en que lo dijo, le hizo parecer un jodido presentador de un programa de supervivencia.

- De hecho, la próxima será la 5ta - Abrió tanto los ojos, que juro que creí que se le saldrían.

- ¿Seguro que te sientes bien? A lo mejor tienes algún virus de verano o algo.

- Estamos en otoño idiota.

- De verdad, deberías ir a un médico -
Rodé los ojos por decimoquinta vez en lo que llevaba de conversación con él.

- Olvídalo... Por cierto, ¿sabes a qué hora sale?

- Pues alrededor de las 2 o algo así... Espera... ¿Vas a esperarle? - Preguntó sorprendido... Nuevamente.

- No tonto - Suspiró con alivio - Volveré a esa hora - Y volvió a mostrar esa expresión de tener a un alíen enfrente.

Y hablando de alíen...

- ¡HOBIIIIIIIIIIII! - El chico de la ventana venía corriendo y se lanzó encima de Hoseok, haciendo que ambos cayeran al suelo.

- ¿TaeTae qué tal? - Cuestionó mi amigo, sonriendo como si el hecho de que un chico loco se le hubiera lanzado encima y le hubiera tumbado al suelo en la entrada de la universidad fuese lo más normal del mundo.

- Pues ahora mucho mejor - Confirmó el castaño y mostró una preciosa sonrisa restangular - ¿Y tú cómo estás?

- Pues ahora yo también estoy muchísimo mejor - Joder, esa cara de gilipollas que puso, me dejó más que claro que sentía una atracción hacia el guapo muchacho de orejas enormes - Ah Namjoon, este es Taehyung, Tae este es Nam, un amigo -  El pelirrojo nos presentó, con su clásica expresión de felicidad.

- Ya nos conocemos, me dijo que estaba bien que entrara por la puerta a la fiesta, y que aunque quisiera seguir por la ventana, no podría porque estaba clausurada y... - Al parecer, el castaño fue consiente de sus propias palabras, e inmediatamente se calló y tapó la boca con ambas manos, pero ya era demasiado tarde.

- ¿Ventana? - Hoseok le miraba divertido, con una ceja alzada - ¿Qué ventana TaeTae? - Preguntó tratando de aguantar la risa.

El menor comenzó a balbucear una serie de excusas, a las cuales no les presté ni una pizca de atención, y mi amigo comenzó a reír. Miraba a ese chico como si todas esas locuras que salían de sus labios fuesen lo más adorable del mundo, así que como los vi envueltos en su burbuja, decidí que lo mejor sería irme.

- Bueno, yo me voy ya, os dejo, luego nos vemos Hoseok - Chocamos puños (yo desde arriba y él desde el suelo, porque cabe destacar que aún no se habían levantado y Tae permanecía sobre su cuerpo).

Acto seguido me largué pensando en qué decirle a Jin cuando le viese, y rezando por que las horas restantes para ello, pasasen rápido.

Jin's pov


Mi mañana había comenzado pésima.

No había previsto ver al simio, y eso descolocó por completo lo que tenía planeado.

Bueno, la verdad es que no tenía nada preparado, pero igual no creí que fuera a verle, y en caso de hacerlo, no pensé que fuese tan pronto, y mucho menos para insistir conmigo.

A diferencia del lunes pasado, esta vez sí llegué temprano al aula, de hecho, 15 minutos antes de que el turno comenzara, y por ende, no había ni un alma dentro todavía.

Tomé asiento, y una vez más, Metallica me parecía la pareja de baile perfecta.

Sin embargo, volví a ser interrumpido, pero en esta ocasión sí pude escuchar un par de canciones.

- ¡¡Hyunggggggg!! - Tae venía corriendo con una enorme sonrisa y me vi contagiado por su felicidad, aún sin saber el motivo, por lo que cambié mi expresión de amargado, y esperé a que mi adorable amigo me explicara qué le pasaba y a qué se debía su alegría - Acabo de ver a Hobi.

Y ahí estaba la causa de su euforia... Debí imaginarlo.

- Vaya, eso es genial Tae.

Me sentía realmente contento por él, tal vez para otras personas fuese una tontería, pero a mí, ver a Taehyung sonriente por simples detalles de su día a día, conseguía subirme el ánimo, me hacía pensar que tal vez yo debería relajarme un poco más, y no darle tantas vueltas a las cosas.

- ¡Claro que lo es! ¡Me ha dicho que deberíamos quedar un día! - Sonreímos los dos esta vez - Y también he visto a su amigo moreno, ese que te miró el culo la otra vez. ¿Te acuerdas hyung? El que estaba muy mono, pero no tanto como Hobi porque Hobi es...- En cuanto mencionó al simio mi sonrisa se desvaneció por completo y dejé de prestarle atención al castaño, quien una vez más, estaba divagando. Ese chico era el prototipo de hombre que absolutamente odiaba. Guapo y sexy como el demonio, pero sin ningún tipo de seriedad, cínico, confiado, insensato y definitivamente un idiota que piensa con cabeza que tiene entre las piernas. A lo mejor estaba siendo muy exagerado, solía pasarme. No era que estuviese en contra del sexo casual, y era verdad que aún no lo conocía lo suficiente para juzgarle, sin embargo, le había cogido manía y cualquier pequeño defecto seguramente lo exageraría - ...y entonces Kookie se comió mis galletas. ¿Me estás escuchando hyung? - La voz de mi amigo me sacó de mis pensamientos, y asentí, pero la verdad, no tenía ni la menor idea de qué estaba diciendo - ¿Entonces qué te parece?

- ¿El qué?

- Pues ir a comer algo esta tarde a la salida.

- Vale, creo que estará bien.

- ¡Genial! - Exclamó feliz, y con la misma velocidad con que llegó, se largó.

Sin darme cuenta ya habían pasado los 15 minutos y la maestra de literatura estaba entrando por la puerta.

Ese día, antes de irnos, nos encomendaron lo que sería nuestro trabajo de fin de curso.

Consistía en pasar unos meses de práctica a la salida de la escuela en diversos restaurantes, cuyos dueños se ofrecieron voluntarios a contribuir con este proyecto.

Los locales serían sorteados, y estaríamos varios meses de becarios, lo cual suponía algo realmente genial, pues no solo validaba la nota de fin de curso, sino que nos permitiría obtener experiencia en el mundo al cual todos los que estudiábamos esta carrera, queríamos ingresar.

Cuando llegó mi turno en el sorteo, casi pensé que me desmayaría ahí mismo, al ver el nombre del sitio en el que tendría que trabajar.

Winter Spices era el local especializado en la venta de alimentos más conocido de todo Seúl, y contaba con varias estrellas Michelín, de hecho, me sorprendió enormemente que fuese una de las opciones de práctica, porque nunca antes había permitido el uso de sus cocinas a los estudiantes, ya que, evidentemente, a pesar de que los que cursábamos esta carrera teníamos amplias destrezas culinarias, no éramos profesionales, y un sitio de tanto renombre no podría arriesgarse a fallar.

Sin embargo, ahí estaba yo, en medio de mi clase, con un papel en mis manos que decía "Winter Spices" en letras negras, y los ojos tan abiertos que podría haber pasado perfectamente por un occidental.

- Jin, ¿estás bien cariño? - Preguntó la profesora.

¡Claro que no estaba bien!

Joder, trabajar en un lugar de tanto prestigio supondría un nivel de dificultad mucho mayor, y si fallaba, me expulsarían a la primera de cambio, por tanto a la mierda mi carrera y... Uff... Pasaron por mi cabeza 2543 pensamientos negativos en cuestión de segundos.

- Perfectamente - Le ofrecí lo que intentó ser una sonrisa de seguridad, pero solo me salió una mueca nerviosa,  y acto seguido me dirigí a mi asiento.

Después de estar con un aire totalmente depresivo, con los brazos sobre la mesa y la cara entre estos, pensando en que el hecho de haber visto al simio en la mañana era un presagio de mala suerte, una mano tocó mi hombro derecho, y al levantar la cabeza, encontré la sonrisa tranquila Youngjae.

- Hey Jin, creo que estamos juntos - Y me mostró su papel. Efectivamente, él sería mi compañero de prácticas.

Agradecí al cielo que fuese con el castaño y no con ningún indeseable que me agobiara más de lo que ya lo hacía el propio restaurante.

- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¿Has visto el lugar que nos ha tocado? - Pregunté incrédulo, no podía entender cómo lograba mantener la calma, cuando yo era un manojo de nervios.

- Bueno, al principio me asusté, porque, joder, es Winter Spices, pero,¿has pensado en lo beneficioso que sería para nosotros hacerlo bien? Quiero decir, el nivel de dificultad será superior, pero si nos esforzamos puede que incluso podamos conseguir empleo. No puede estar tan mal hombre, y encima podremos trabajar la cocina gourmet junto a auténticos profesionales. Esa gente hace eso todos los malditos días Jin, vamos a aprender un montón, incluso sobre el servicio. Sabremos cómo de complicado es llevar un lugar exitoso, que al fin y al cabo, es uno de nuestros objetivos, o por lo menos uno de los míos. La verdad es que estoy bastante entusiasmado.

En ese momento, algo en mi cabeza hizo "plop" y coincidí totalmente con sus palabras, porque, joder, este era mi sueño, y trabajar en ese lugar me daría tantas oportunidades y me serviría para tanto, que no pude comprender cómo segundos antes pensaba que tenía tan mala suerte.

Sonreí en grande, asentí, y me prometí dar lo mejor de mí mismo a partir de entonces.

Bueno, aquí esta el capítulo 6. A lo mejor se os hace un poco aburrido, pero es realmente necesario para el desarrollo de la historia.

Espero que os haya gustado, besos 😘😘😘

Pd: el sistema universitario que yo planteo aquí es producto de mi imaginación, no tengo idea de si este tipo de proyectos existen en la vida real o qué, pero me apetecía que fuese así para poder desarrollar la trama que tengo en mi cabeza

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