Capítulo 36- ¡Yo quiero una bebida verde!

Nam's pov

Había pasado un mes desde que vimos a Dong Sun en la pizzería, y yo había estado evitándole a toda costa.

Pero el tío era jodidamente insistente, y no sé cómo mierda hacía, que siempre se aparecía en todos lados. Aunque igual, en un inicio, yo o le ignoraba, o buscaba alguna excusa para no pasar tiempo con él, o en caso de que no funcionaran ninguna de las dos opciones anteriores, siempre procuraba que hubiesen más personas a nuestro alrededor.

Si antes lo dudaba, ahora ya tenía muy claro que él estaba claramente interesado en mí, era más que simple amistad.

Pero la última vez que le vi, mi paciencia ya estaba al límite así que le mandé a la mierda, literalmente. Alto y claro. Le dije que dejara de perseguirme y que no quería saber más nada de él. Y una vez lo hice me convecí de que debí haberlo hecho mucho antes.

Jin no se había enterado de nada de esto, no veía la necesidad de llenarle la cabeza con cosas que ya sabía que le sentarían mal, por lo que los sucesos de los últimos 30 días no habían llegado a su radar, y no llegarían, porque, técnicamente, ya era agua pasada.

Así que hoy estaba feliz de la vida por finalmente haber eliminado a ese sujeto.

- Namjoon, hazlo bien, me está doliendo... - ¡Y estaba dándole un masaje en la espalda a mi princesa!

Me sentía feliz, pletórico diría yo, así que me encontraba con el humor por los cielos. Mi ánimo era tan bueno que si Jin me pedía que limpiara todos los departamentos del edificio, lo haría felizmente escuchando canciones de Eminem.

- ¿Así?

- Uhmm, sí así...

- Joder princesa, no hagas esos ruiditos, que me voy del tema - Él sonrió con los ojos cerrados.

- Uhmm, no sé, de que Ahhhh así, así Uhmm estás hablando - Evidentemente estaba provocándome.

- Jin, de verdad, si no quieres que te ponga en cuatro justo ahora, para - Hablé ronco y él se levantó, sentándose frente a mí en la cama.

- ¿Quién dice que no quiero? - Preguntó de forma coqueta y no hicieron falta más palabras para que yo saltara encima de él.
                


- Namjoon, esta noche hay fiesta en casa de Jiho.

- Sí, ¿y?

- Pues que tenemos que ir, evidentemente.

Hoseok, Yoongi, Jimin, Jungkook y Taehyung, estaban justo ahora en mi casa, y con su llegada toda mi felicidad se había desvanecido, pues me pillaron en mitad del acto sexual con Jin, quien a pesar se que yo insistiera en no abrir, no me hizo ni caso.

Y bueno, ahí estábamos, con 5 personas que no tenían nada que hacer en nuestra humilde morada, que además habían decidido autoinvitarse a almorzar.

- No voy a ir a ningún lado.

- ¿Pero por qué no, hombre? Hace tiempo que no salimos, y las fiestas de Jiho son geniales, siempre se forma el desmadre - Dijo Hoseok

- Y seguro hay un montón de bebidas de colores - Añadió Tae.

- Me da igual, no pienso ir.

- ¿A dónde? - En ese momento, el pelinegro salía de la cocina, acompañado de Jimin.

- Pues a la fiesta de Jiho. Dile que no sea soso y que se apunte, y tú también ve, evidentemente - Habló Yoongi, respondiendo en mi lugar, por lo que le fulminé con la mirada.

- ¿Es hoy? - Asentimos - ¿No quieres ir? - Me  preguntó a mí directamente.

- Pensaba pasar aquí la noche los dos tranquilos. Follando básicamente - Se puso todo rojo y los demás empezaron a reír bajito - ¿A ti te apetece ir?

- Pues, no estaría mal, hace un montón que no voy a una...

- ¿Entonces vais? - Preguntó esperanzado Jungkook.

En ese instante todas las miradas se enfocaron e mí, expectantes de mi respuesta. Yo solo miré a Jin, y al ver que ponía ojitos de cachorrito, terminé suspirando y asintiendo.

- Si no hay más remedio - Me encogí de hombros y todos empezaron a gritar como si acabaran de ganar un millón de dólares. Mientras este escándalo continuaba, la princesa se sentó a mi lado y yo pasé un brazo por su cintura - ¿Seguro que quieres ir? - A mí no me apetecía nada la verdad, no sabía por qué, pero no me parecía una buena idea. Asintió, poniendo expresión tierna y pestañeando repetidas veces - Vale entonces, hagamos eso... Pero igual, follamos cuando volvamos.

- Eres un cerdo - Contestó sonriendo y se acercó a mí para darme un pequeño pico - Pero también podemos hacerlo antes de irnos, o en la ducha, o en la propia fiesta, da igual - Siguió sonriente pero en esta ocasión de forma maliciosa. Me encantaba cuando se ponía así, si él se lo proponía podía llegar a ser incluso más guarro que yo.

- Eres una princesa pervertida... - Contesté divertido y volví a besarle, esta vez, durante más tiempo.
                 


- ¿Cómo me veo?

Me volteé a mirar a Jin, y cuando lo hice, me quedé con la boca abierta.
Llevaba una camiseta negra, unos pantalones ajustados que se le veían jodidamente exquisitos, unos tenis blancos, y mi chaqueta de cuero. Simplemente perfecto.

- Princesa, ¿has tomado mi ropa?

- Pues sí, he visto esta chaqueta y me ha dado curiosidad, ¿se me ve muy mal? - Negué apresurada e instantáneamente.

- Nop, no, en lo absoluto, se te ve jodidamente increíble, incluso mejor que a mí, es más, quédatela - Expresé velozmente, totalmente complacido por lo increíble que se veía. Jin solía verse genial con cualquier cosa, pero ese aire de chico malo que tenía en esos instantes era jodidamente caliente. No os mentía cuando dije que verle llevar mi ropa se había convertido en un fetiche. Él rió bajito y después añadió:

- Vale, entonces ya estoy listo. Cuando quieras nos vamos.

Media hora más tarde, llegamos al lugar de la dichosa celebración. Yo seguía sin tener muchas ganas de ir, tenía una mala sensación, aunque probablemente fueran ideas tontas mías, así que intenté cambiar mi actitud, y pasarla bien.

Y todo comenzó siendo genial, buena música, alcohol, mis amigos, mi novio, todo en orden.

Luego de un rato de estar bailando y bebiendo, Jin y yo decidimos sentarnos a descansar un poco en un sofá, justo al lado de una pareja que estaba enrollándose pero que pasó de nosotros olímpicamente, por lo que el gesto fue mutuo.

- Voy a por unas bebidas.

- Te acompaño.

- No, descuida, ya voy yo - Contesté y le di un beso en la mejilla, para acto seguido, después de que él asintiera, dirigirme hacia la cocina, que casualmente estaba vacía.

Una vez entré, tomé dos vasos y comencé a llenarlos con los diferentes tipos de alcoholes que me encontré.

Sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose, revelando una segunda presencia me hizo desviar mi atención de las bebidas que estaba preparando.

- ¿Qué mierda haces tú aquí? - Pregunté incrédulo, pues a tan solo unos pasos de mí, se encontraba Dong Sun.

Esto ya era el jodido colmo.

- Namjoon, no te alteres, no he venido a molestarte - Comentó en tono calmado.

- ¿Jiho te ha invitado?

- He venido con unos amigos...

- Bueno, me da igual. Con permiso - Y sin querer alargar mucho más la conversación, tomé los dos recipientes y me dispuse a salir por la misma puerta que segundos antes él había abierto. Pero no pude cumplir con mi cometido, pues me detuvo tomándome de un brazo justo cuando estaba a punto de salir.

- ¡Espera! Espera por favor, yo quería hablar contigo...

- Creo que te dejé muy claro la otra vez que no quería volver a verte, así que suéltame y déjame largarme de una puta vez.

- Namjoon, escúchame, yo quería pedirte perdón... - Esas palabras consiguieron congelarme, y al cabo de unos segundos, abrí mucho los ojos y me volteé para estar frente a él, quedando de espaldas a la puerta.

- ¿Eh?

- Sí, eso, solo quiero disculparme por todo, por haberte hecho incomodar, yo de verdad que no lo pretendía, solo que... No sé... Las cosas se me fueron de las manos, supongo que volver a verte después de todos estos años me hizo reaccionar así. Pensé que te había superado pero es evidente que no... Lo siento por interpornerme en tu relación, de verdad, no volverá a pasar, y no me acercaré más a ti, solo quería decirte esto antes de alejarme para siempre... - Y lo soltó con tal cara de arrepentimiento y tanta seriedad, que ingenuamente me lo creí.

- Sun, yo... No sé qué decir... Gracias, supongo...

- Gracias a ti por escucharme... De verdad...

Y lo que sucedió a continuación, lo sentí como si pasara en una puta cámara lenta.

La puerta volvió a abrirse, pero antes de que pudiera voltear a ver quién era, las manos de Dong Sun se posaron de mis mejillas, para luego unir mi boca junto a la suya.

- Nam, ¿por qué tardas tan-

Y la voz de la persona que acababa de entrar me dejó muy claro de quién se trataba: era Jin.

Resultó que yo tenía razón, nunca debí haber ido a esa puta fiesta.

Como os decía, aquí está el otro capítulo. Antes os comenté que iba a subir sólo uno por día y terminé poniendo cuatro😂😂😂

Bueno, igual, espero que os haya gustado, un beso 😘😘😘

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