Capítulo 35- ¡Yo quiero casarme con Hobi en Madagascar!
Nam's pov
- Vaya chicos, que sorpresa.
Mierda.
No podía tener más mala suerte.
Cuando por fin había logrado arreglarlo todo con la princesa, va y aparece Dong Sun otra vez.
Definitivamente alguna fuerza suprema estaba conspirando en mi contra, pero no, oh no, no iba a dejar que las cosas se volvieran a salir de control.
- Sun, ¿qué te trae por aquí? - Cuestioné fingiendo interés, poniendo el tono más falso del mundo.
- Pues nada, he salido de la facultad y había pensado en comer algo. ¿Os importa si me uno?
- Lo siento, pero nosotros ya nos vamos - Dije cortante. Y era verdad, no podía quedarme más de 10 minutos en el mismo lugar donde estuvieran el pelinegro y el castaño juntos, solo podía estar con uno a la vez, y evidentemente Jin era mi prioridad.
- Pero si tenéis la pizza entera... - Joder, que fallo Namjoon.
- Sí... Pero... - No se me ocurría qué mierda decir, pero por suerte mi chico intervino.
- Sí, bueno, lo que pasa es que me acaba de llamar mi padre, necesita que vaya urgentemente, así que vamos a pedir que nos las pongan para llevar.
- Vaya... ¿Y tenéis que ir los dos? Quiero decir, es tú padre ¿no? Namjoon no tiene razón para ir. Digo yo, no sé... - Argumentó mirando a Jin, asumiendo una fingida actitud inocente, y no sabía bien qué estaba pasando, pero parecía una especie de batalla de miradas lo que ocurría entre esos dos.
- Pues evidentemente tengo que ir, soy su novio, voy a acompañarle. Además, no tengo nada mejor que hacer - Me encogí de hombros.
- ¿Nada? Pues si no tienes plan, igual podríamos quedarnos un rato más, ya sabes, para seguir por donde lo dejamos el otro día... - Contestó con lo que me pareció un tono insinuante, además, su último comentario dejaba mucho a la imaginación, pero yo quería pensar que eran ideas mías, pues no me cabía en la cabeza que me estuviera coqueteando justo enfrente de la princesa.
- Como te acabo de decir, voy a ir con Jin, porque sigo sin tener nada mejor que hacer - Y volví a sonreír falsamente. Técnicamente no le había mentido, pues a pesar de que no tuviéramos que hacer nada con su padre, mi pelinegro seguía siendo mi prioridad en cualquier momento. Podría estar Drake esperándome en casa para darme un concierto privado, que si Jin me llamaba para que fuéramos a hacer la compra, yo no dudaría ni un segundo en elegirlo a él.
- Oh, claro, ya veo, tal vez otro día...
Luego de nuestro intercambio verbal, hicimos lo dicho, y después de guardar las pizzas, nos marchamos del lugar.
Estábamos caminando tomados de las manos, en total silencio y yo no sabía muy bien si el motivo de esto era porque algo le molestaba a mi chico o porque simplemente no le apetecía hablar.
Estaba tan pendiente a cualquier acción por su parte que cuando sentí que me apretaba la mano, reaccioné como un puto loco.
- ¿¡Dime!? ¿¡Qué pasa!? - Pregunté rápido, acercándome mucho a su cara, y abriendo los ojos, como un desquiciado total. Él me miró con la clásica expresión de "¿Qué mierda te pasa?"
- ¿Qué cojones tienes ahora, simio? - ¿Veis? Lo que yo decía. Me aclaré la garganta.
- Uhm, nada, nada. ¿Por qué me llamabas?
- Solo quería saber si querías comerte esto en un parque o algo. No me apetece ir a casa ahora - Cuestionó, levantando la bolsa con la comida que llevaba en las manos.
- Claro, hagamos eso.
Y volvimos a caminar en silencio. Así nos mantuvimos incluso cuando ya estábamos en el parque, comiendo. Pero yo no pude aguantarlo más.
- Jin...
- Mmm - Estaba masticando, así que hizo una especie de gruñido.
- ¿Estás enfadado? - Murmuré con tono lastimero, temeroso por su respuesta. Él volteó en mi dirección, y estuvo mirándome hasta que terminó de masticar y tragar.
- ¿Por qué piensas eso?
- Por lo de antes, por Dong Sun y eso, lo siento...
- ¿Por qué lo sientes? Tú no tienes la culpa de que él estuviera ahí, idiota - Y tenía razón, yo no tenía nada que ver, pero no sé por qué sentí la necesidad de disculparme - Namjoon, solo estoy pensando, pero no estoy molesto... Gracias por lo de antes... - Susurró tímidamente.
- ¿Eh? ¿Por qué? No entiendo...
- Ya sabes, por no quedarte con él y eso... - Verle contestar sonrojado, y avergonzado, me resultó tan adorable que no pude evitar mirarle enternecido.
- No seas tonto Jin, ya hemos hablado de eso, cariño. Además, hoy es nuestro día, solo nosotros dos - Y dicho esto, pasé mi brazo por detrás de sus hombros y le atraje hacia mí, abrazándole y recostando su cabeza en mi hombro, para seguidamente dejar un beso en su coronilla.
Seguimos comiendo y conversando por un rato más, todo parecía haber vuelto a la normalidad, y francamente lo agradecía, me temía que el pequeño percance en la pizzería interfiriera en la atmósfera del resto del día, pero todo transcurrió bien, como tenía que ser.
Volvimos a casa en la noche, y después de darnos una ducha, Jin me dijo:
- Eh, Nam, ¿te apetece subir a la azotea?
- ¿Ahora? ¿No que íbamos a ver el primer capítulo de la nueva temporada de la serie esa que te gusta?
- Se me han quitado las ganas - Hizo un puchero - Venga, Namjoonie, vamos - Comenzó a hablar como un niño pequeño y reí.
- No tienes que insistir mucho, no es como si me interesara la venganza del Edmundo ese.
Él sonrió en grande y me tendió la mano. Era maravilloso cómo gestos tan sencillos como ese me hacían quererle más. Amaba besarle, amaba tener sexo con él, pero también amaba cosas simples como conversar de algún libro, verle cocinar, molestarle con cualquier tontería, o simplemente esto: tomarle la mano, porque eso también era amor, eso podía llegar a ser una muestra de cariño tan válida como cualquier otra.
Una vez subimos, pusimos en práctica la rutina habitual. Tendimos la manta en el suelo, y yo me senté, seguidamente abrí mis piernas y palmeé el espacio entre ellas, para que él se posicionara ahí y recostara su espalda contra mi pecho, y cuando lo hizo, yo le rodeé con mis antebrazos por el abdomen y apoyé mi barbilla en su hombro.
- Por cierto, Yoongi se ha teñido el pelo de negro.
- ¿Otra vez? ¿Pero la semana pasada no lo tenía rojo? ¿Cuántas veces va a hacerlo?
- Eso mismo le he dicho yo, pero ya sabes que el culpable de eso es Jimin, y luego esta tu hermano, que se une al enano - Los dos empezamos a reír.
- Esos tres son un caso. Si ves como se puso papá cuando Jungkook le dijo que tenía "dos novios"- Hizo un gesto de comillas con los dedos - Casi le da un ataque, yo tenía el móvil preparado por si teníamos que llamar a urgencias.
- Me lo imagino, si conmigo lo pasó mal que soy solo uno, imagínate con dos. Pobre hombre, le compadezco - Y nuevamente comenzamos a reír, solo que esta vez un poco más de tiempo.
- ¿Te imaginas que algún día les de por casarse o algo? Van a tener que irse a algún país árabe de esos, donde es legal la poligamia.
- Eso sería un espectáculo.
- Nam, si algún día nos casamos, yo qui-
- Cuando - Le interrumpí.
- ¿Eh?
- No es "si algún día nos casamos", princesa, es "cuando nos casemos" - Y una ves terminé de hablar, él sonrió en grande. Yo lo decía totalmente en serio, tal vez sonaba exagerado, no llevaba ni un año de ser pareja de Jin y ni siquiera me había graduado, pero de ahí a un par de años, veía casarnos como una opción, de hecho, si él me decía que se quería casar justo ahora, yo lo haría encantado de la vida.
- ¿Cómo puedes afirmar eso eh? Apenas llegamos a los 8 meses.
- Da igual, va a pasar, yo lo sé - Afirmé con seguridad, cerrando los ojos y asintiendo con la cabeza, y su sonrisa se hizo más grande si era posible.
- Esta bien, entonces, cuando nos casemos, no quiero que vayan a la ceremonia más de 50 invitados. ¡Es horrible! Un montón de gente ahí, agobiando a los novios. ¡Es más! Cuando nos casemos mejor lo hacemos nosotros solos, sin nadie más, en especial mi padre, que ese seguro que grita "Yo me opongo" o algo así - Volví a reír, me hacía gracia lo que él decía porque no estaba muy lejos de la realidad, no me sorprendería que su papá hiciera eso, de hecho, me parecía la opción más normal, pues también estaba la posibilidad de que me secuestrara y no me dejara ni siquiera llegar a la ceremonia. Lo digo en serio, mi suegro estaba muy loco.
- Está bien, entonces solo tú y yo. Igual no necesitamos nada más - Le di un besito en la mejilla y él posó sus manos sobre las mías que aún se mantenían sobre su abdomen.
- Namjoon...
- ¿Qué pasa cariño?
- Prométeme que vas en serio.
- ¿Eh? - Volteó su cara en mi dirección, para de esta forma quedar mirándonos frente a frente.
- Prométeme que todo esto es verdad, que dices en serio eso de casarte conmigo, que de verdad me quieres y que no vas a dejar que nadie cause problemas entre nosotros - Me quedé mirándole estupefacto, procesando todo lo que acababa de decir y luego de unos segundo parpadeé. No necesitaba ni siquiera pensarlo, la respuesta era más que obvia.
- Te lo prometo - Alzó su mano y seguidamente levantó el dedo meñique, lo que me hizo reír - ¿Qué es esto? ¿Aún estamos en primaria?
- No importa, hazlo - Frunció el ceño e hizo un puchero, por lo que le hice caso y crucé nuestros dedos - Es una promesa, no puedes romperla, eh - Advirtió.
- Tranquilo, no lo haré.
Y no lo pretendía, pero desgraciadamente no pude cumplir con mi palabra.
¡Holis!
Capítulo nuevo.
Ya en el próximo se viene el desmadre, lo subo en un ratito...
Un besazo 😘😘
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