Capítulo 32- Zzzzzzzzz

Jin's pov
Había tenido un día horroroso.
Bueno, la verdad es que no tanto.
Técnicamente todo había estado bien, genial diría yo. El servicio había sido estupendo, todo delicioso y a tiempo, de hecho, incluso Tae Il había aprobado un postre que yo había diseñado y lo había incorporardo al menú, además, habían decidido darme un aumento. Evidentemente habían razones para celebrar de sobra y sin embargo, yo me sentía como una mierda.
Y es que de solo saber que Namjoon se vería con ese chico y que estarían los dos a solas, mis ánimos habían bajado hasta el inframundo.
Igual parecía una tontería, mejor dicho, probablemente era una tontería, pero no podía evitarlo. A pesar de que había dicho que no le juzgaría y todo eso, no dejaba de pensar que ese chico quería algo con el moreno, algo dentro de mí me lo decía y por más que lo intentara, era inevitable sentirme celoso.
Y esto me molestaba incluso más.
Porque en todo lo que llevábamos de relación nunca me había sentido así, y eso que incluso había llegado a conocer algunas personas que fueron ligues del peligris, pero ninguna me pareció una amenaza.
Y hubiese querido pensar que no tenía razones, pero es que el problema no era con Nam, sino con Dong Sun, pues si bien nuestra interacción fue corta aquella vez, no me pareció muy normal...
Quiero decir ¿Quién cojones conoce a la pareja de un supuesto amigo y le dice "Yo fui su primera vez"?
Definitivamente era raro, eso o que yo me quedé en la prehistoria y no sabía de las nuevas costumbres del siglo XXI.
Pero lo que os estaba contando, estuve todo el día imaginado todo tipo de cosas tontas, por lo que verle esperándome en el callejón me tomó totalmente desprevenido.
Sin embargo, sentí un alivio total, pues el hecho de que estuviera ahí significaba que me había preocupado en vano.
Una vez llegamos a casa, ya me sentía totalmente renovado y caí en cuenta de que me habían pasado un montón de cosas guays que evidentemente me moría por contarle.
- ¿Recuerdas el postre ese que te hice aquella vez? - Pregunté sentándome en el sofá y sacándome los zapatos.
- ¿El que estaba buenísimo que tenía las cerezas y esa cosa tan rara de caramelo? - Se situó a mi lado.
- Sí, ese. Pues se lo he mostrado a Tae Il, y lo han incluído en la carta del restaurante - Comenté sonriendo en grande y él abrió mucho los ojos.
- ¡Eso es genial Jin! Y ni siquiera llevas un año trabajando ahí, eres una máquina princesa - Y dicho esto me dio un pequeño beso.
- Eso no es todo, también me han dado un aumento.
- Lo que yo decía, que eres el puto amo - Y volvió a besarme, esta vez un poco más de tiempo, y con mucha más calma, metiendo su lengua, y recorriéndome con ella de extremo a extremo.
Una vez nos separamos, le dije:
- ¿Te apetece darte una ducha conmigo?
- Me encantaría - Y me mostró sus hoyuelos. De verdad que este hombre me tenía totalmente idiota, adoraba cada pedazo de él, cada gesto, cada manía, todo.
- Pues entonces vamos.
Unos minutos después, los dos estábamos sin ningún tipo de ropa en el baño.
Una vez dentro de la bañera, Namjoon tomó una esponja, y vertió un poco de gel en ella, para acto seguido comenzar a pasarla por mi espalda.
- Namjoon, puedo hacerlo yo solo... - Solté riendo por lo bajo.
- Oh no, descuida, debes estar súper cansado, ya me encargo yo - Dijo en tono burlón y yo volví a reír. Ya sabía por dónde iba, de hecho, yo también iba por ahí. Aunque solo había pasado unas horas sin verle, le había extrañado como si hubiese sido un año.
Siguió frotando hasta que llegó a mi trasero, y una vez ahí dejó la esponja de lado, y comenzó a pasar directamente sus palmas sobre mi piel.
- Joder princesa, estás como un queso - Estuvo realizando ese movimiento un rato más, tocando y apretando mi culo como si estuviese amasando pan. A estas alturas yo ya estaba jodidamente duro, y una vez retiró las manos y comenzó a frotar su miembro superficialmente contra mí, pude comprobar que él estaba en las mismas condiciones - Inclínate un poco - Hice caso y me eché hacia adelante, apoyando las palmas contra la pared - Ten cuidado de no resbalarte - Esa era otra cosa que me gustaba de Namjoon, a pesar de tener prisa, él siempre se aseguraba de que yo estuviese cómodo antes de empezar algo.
- Tranquilo, estoy bien.
Tomó el jabón líquido que antes había utilizado, y echó un poco sobre sus dedos, dejándolos bien embadurnados y resbalosos, preparados para su próxima acción.
Acarició mi entrada, y posteriormente ingresó un dígito. Hice una pequeña mueca pero el malestar desapareció rápidamente, pues el movimiento que hacía dentro de mí me volvía loco. Luego fueron dos, y más tarde tres, y cuando pensé que ya era suficiente, que ya estaba lo suficientemente dilatado y cuando me encontraba ansioso por sentirle directamente, dos dedos más se incorporaron.
- Nam-j-oo-n... - Suspiré.
- Tenemos que prepararte bien cariño - Contestó sonriendo torcido, satisfecho por saber que me estaba torturando.
- Eres u-nn bru-to - Le hablé entrecortado. Tenía razón, él era tosco y brusco, pero a mí me gustaba así.
Después de estar un rato de esa forma, con su mano casi completa dentro y provocándome suspiros, finalmente la sacó, e inmediatamente me atacó el sentimiento de pérdida, por lo que en busca de volver a sentir, empiné un poco más mi trasero y él alineó su pene directamente con mi entrada.
- ¿Ya puedo?
- Namjoon, no seas idiota y hazlo de una puta vez - Yo siempre parecía un desesperado, y tal vez lo era, pero me daba igual, sólo quería que estuviera dentro de mí.
- Sus deseos son órdenes - Y efectivamente, diciendo esto, comenzó a invadir mi espacio poco a poco. A pesar de haber tenido 5 dedos dentro de mí hasta hacía nada, esto no era comparable con tenerle a él, tanto el dolor como el placer se encontraban a un nivel superior.
Una vez lo hubo metido todo, se mantuvo quieto por unos instantes, esperando a que me aliviara, y comenzó a bombear mi miembro, para hacerme sentir mejor.
- Ya...
- ¿Seguro? - Asentí con los ojos cerrados y haciendo un puchero. Luego posicionó sus manos en mi cintura, para acto seguido salir, y entrar rápidamente, repitiendo este movimiento una y otra vez.
Estábamos entre una mezcla de agua, gel de baño, vapor, gritos, gemidos y gruñidos. Y era jodidamente excitante. Y eso, sumado a las atenciones que me brindaba el moreno, como lo eran besar mi espalda y continuar moviendo su mano de arriba a abajo sobre mi longitud, fueron los factores fundamentales que me hicieron ver las putas estrellas.
Unos minutos luego, sentí una presión en mi vientre y solo unos instantes más tarde me corrí dejando que mi esencia se incorporara a la mezcla, sintiendo que estaba en el puto paraíso. A lo mejor era por eso que dicen de que todo se ve mejor cuando estás con la persona que te gusta, pero cualquier cosa que hacía con Namjoon era superior y cada orgasmo que me provocaba se sentía incluso mejor que el anterior.
Después de un par de embestidas, él siguió mis pasos, lo que en su lugar lo hizo dentro de mí.

- ¿Te apetece ver una peli?
- Vale.
Después de nuestra sesión de éxtasis en la ducha, habíamos cenado algo, y ahora estábamos los dos en la habitación, acostados en la cama.
- ¿Cuál quieres ver?
- Me da igual.
- Oh no, ya nos conocemos y sé que ahora vas a encontrar pegas a todas las que te sugiera, así que decide tú - Me reí por su comentario, y me arrimé más a él, por lo que estiró su brazo y yo apoyé mi cabeza sobre este.
- Pues... No lo sé, esa de ahí tiene buena pinta... - Señalé la pantalla del televisor.
- Pues esa misma entonces.
- ¿Namjoon?
- Uhm - Hizo un ruido para darme a entender que me oía, sin dejar de ver al aparato mientras ponía lo que le había dicho.
- ¿Cómo te ha ido hoy?
- ¿Eh? - Desvió la mirada y la enfocó en mí - ¿De qué hablas?
- Digo que ¿cómo te fue con tu amigo? - No quería sacar este tema, pero igual esa desagradable criatura era importante para él, así que no quería parecer desinteresado con sus cosas, no cuando él siempre estaba pendiente de mí.
- Oh, dices Dong Sun - Volvió a enforcar su vista al frente - Pues bien, supongo, fuimos a tomar helado y charlamos un poco y tal, no fue la gran cosa - Comentó desinteresadamente.
- ¿Dices eso porque es verdad o porque no quieres que piense cosas raras? - Cuestioné alzando una ceja.
- ...
Suspiré.
- Namjoon, no tienes que ser así, ya te he dicho que no pasa nada, solo fueron tonterías mías, no dejes de contarme cosas solo porque piensas que pueda sentarme mal, por favor - Y lo decía de verdad, no quería afectar nuestra confianza con idioteces, si le pasaba algo importante quería que me lo dijera sin tener que considerar si me agradaría o no la noticia. Esta vez quien suspiró fue él.
- No es eso princesa, es que... De verdad no fue la gran cosa, a penas nos reunimos ya quería irme.
- ¿Por qué?
- No lo sé, solo no me sentí a gusto, no es como antes, supongo que porque han pasado muchos años...
- Vale... - No sabía si sentirme aliviado o preocupado ante sus palabras.
- También te extrañé - Volvió a mirarme y yo sonreí.
- Mentiroso, seguro que estuviste viéndole el culo a todo el que estuvo cerca.
- Bueno, sí. Pero siempre pensando que el tuyo era mejor - Dijo en broma y correspondió a mi sonrisa. Yo pasé una mano por su mejilla y le acerqué más, juntando así nuestros labios. Pasé una pierna por encima de su cuerpo y me acomodé pegándome incluso más de lo que ya estaba, quería sentirle cerca, muy cerca, pues eso lograba confortarme y me ayudaba a dejar de lado mis inseguridades. Cuando nos separamos susurró - De verdad que te he extrañado...
- Namjoon.
- Dime.
- Dejemos la película para otra ocasión - Y sin más volví a atacar su boca, pero esta vez no planeaba dejarlo sólo ahí.
Un molesto sonido se interpuso en mi descanso, y por tanto, en contra de mi voluntad y con el ceño fruncido, desperté buscando de dónde provenía tan desagradable ruido.
Una vez encontré el dispositivo que lo emitía me di cuenta de que era el móvil de Namjoon.
Mierda.
Era Dong Sun. Ni siquiera había sonado la alarma y ese hombre ya estaba llamando.
¡Solo eran las 6:45 de la mañana, por Dios!
Cogí el aparato y comencé a agitar al simio para que despertara.
- Eh, Simiojoon, levanta - No me hacía ni caso, y por tanto comencé a golpear la piel de su espalda - ¡Simio!
- ¿¡Eh!? ¿¡Eh!? ¿¡Eh!? ¿¡Qué pasa!? - Se levantó alarmado y de una forma tan graciosa, que normalmente me hubiese hecho mucha gracia, pero como podéis suponer, mi humor no era exactamente el ideal.
- Tu teléfono.
- ¿Eh?
- ¡Te están llamando idiota!
- ¡Oh, sí! ¡Sí! - Tomó el móvil y descolgó sin siquiera ver el remitente - ¿Diga? - Su voz salió ronca por estar recién levantado - Oh, Sun, buenos días - volteó su cabeza en mi dirección - ¿Ahora? - Hizo una pausa - Lo siento, pero estoy con Jin, voy a desayunar con él - Volvió a parar - No, él vive aquí. Sí, sí, juntos. Tal vez otro día - Paró una vez más - Lo siento, esta tarde tampoco puedo, estoy líado con cosas de la universidad. Sí, sí, tranquilo. Nos vemos... - Y finalmente colgó.
- Si no te molesta, ¿puedo saber para qué cojones llamó a la 6:45 de la mañana?
- Quería que fuésemos a desayunar - Dejó el teléfono en la mesilla de noche y volvió a enterrar la cabeza en la almohada - Pero obviamente le he dicho que no, porque lo haré contigo.
- Esa parte ya la he oído.
- Me preguntó si te habías quedado a pasar la noche, y le dije que vivíamos juntos, luego me invitó a almorzar pero le volví a rechazar alegando que tenía cosas que hacer por la universidad, lo cual obviamente es mentira. Y ahora déjame dormir los 10 minutos que me quedan por favor.
- ¿Pero te parece normal eso? - Le pregunté sin hacerle ni caso, ese tío definitivamente me desagradaba.
- Pues no, pero qué se le va a hacer, ya ha llamado, ahora deja-
- Me parece muy desagradable de su parte, joder además, ¿a qué hora se despierta? Es un maleducado - Dije cortándole y enfocado en sacar todo tipo de cosas negativas de ese ser del demonio. Namjoon se quedó en silencio, mirándome fijamente - ¿Qué?
- Princesa, déjalo y vamos a dormir, por favor.
- ¡Pero si solo quedan diez minutos!
- De hecho, deben quedar menos, no has parado de hablar.
- Pues no es mi culpa que me hayan despertado, ya no puedo volverme a dormir - Contesté asumiendo una actitud totalmente infantil, por lo que él suspiró y después de unos segundos, se incorporó.
- Pues entonces vamos a desayunar o algo - Tomó mi mano, me levantó de la cama, y se situó a mi espalda, sosteniéndome de las caderas y haciéndome caminar fuera de la habitación.
Holaaaaaaaaaa.
A partir de ahora Dong Sun va a molestar mucho más a menudo, y van a pasar cozaz, va a haber mucho drama os voy avisando, y pretendo que los daños sean a gran escala.
No os asustéis, igual esto va a tener un final feliz porque me encantan los finales felices, pero solo digo😂😂
Muchísimas gracias por leer, y votar, de verdad.
Un besazo enormeeeeee😘😘😘
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