Capítulo 31- ¡El verde es mucho mejor que el rosa!
Nam's pov
- Ponlo un poco más a la derecha.
- ¿Así?
- No, un poco más... ¡No! No tanto, ahora ponlo más a la izquierda... ¡Sí! Justo así, no lo muevas.
Había pasado una semana desde que le propuse a la princesa venirse a vivir conmigo, y por ello habíamos estado unos días empacando y trayendo cosas. Yo pensaba que serían sólo un par de maletas, pero conociendo a Jin, creer eso fue muy ingenuo de mi parte.
Cajas y cajas de sabría Dios qué, estuvieron entrando, y hoy, después de todo ese proceso, estábamos desempacando. Justo como había dicho, había querido cambiar la decoración y yo le había complacido, pues a mí realmente me daba igual, solo quería que estuviese a gusto en mi casa, mejor dicho, en nuestra casa.
El caso es que me tenía esclavizado moviendo muebles de acá para allá y poniendo todo tipo de artículos rosa por todos lados.
- Princesa, nunca había visto tanto rosa junto - Dije en tono cansado, porque ya estaba fatigado de todo lo que había tenido que mover y limpiar.
- No me negarás que ahora todo se ve mucho mejor - Comentó mirando orgullosamente todos los cambios que había hecho, y cruzándose de brazos.
- Tienes razón, ahora que estás aquí todo está muchísimo mejor - Y diciendo esto me acerqué a darle un enorme abrazo de oso. Lo decía totalmente en serio, incluso si estuviéramos debajo de un puente, para mí seguiría siendo perfecto por el simple hecho de que él estaba conmigo.
- Eres cursi Namjoon... - Pero aún así sonrió en grande y correspondió a mi abrazo, subiendo sus piernas y quedando prendido sobre mí. Nos despegamos un poco, y acto seguido le agarré del trasero y él posicionó sus manos en mis mejillas, para luego acercarse y dar inicio a uno de esos besos que solo Jin podía darme.
Sé que lo he dicho muchas veces, pero antes de él nunca había considerado tener una pareja seria, y ahora verme en esta situación, donde incluso íbamos a comenzar a vivir juntos, parecía irreal.
Pero se sentía jodidamente bien, todo con él se sentía así.
Nuestro contacto se tornó más caliente con el paso de los minutos, y yo bajé mi boca hasta su cuello comenzando a lamer y marcar toda la piel que estuviera a mi alcance, él se retorcía aún enganchado a mí y comenzó a meter sus manos por debajo de mi camiseta.
Hubiésemos llegado mucho más lejos si no fuera por que mi móvil comenzó a sonar en el momento más inoportuno, y yo estaba muy dispuesto a ignorarle pero como os podéis imaginar, Jin no.
- Na-a-m - Susurró entrecortado - Responde...
- Déjalo, ya se cansaran de llamar.
- Venga... Responde, anda - Suspiré y asentí, dejando de lado mi trabajo y poniéndole en el suelo.
Contesté sin siquiera ver de quién se trataba, me daba igual quién fuera, solo quería mandarle a la mierda y continuar con mi chico por donde lo habíamos dejado.
- ¿Quién es? - Mi tono de voz fue brusco, demostrando que no tenía ningún tipo de ganas de hablar.
- Vaya, que humos - Una risita se escuchó. Separé el artefacto de mi oreja y vi quien estaba llamando: Dong Sun.
- Hey Sun, ¿qué pasa? - Volteé a ver a Jin, y vi que hacía una mueca, pero una vez se dio cuenta de que le miraba, apartó la vista y entró a la cocina.
- Nada, solo quería saber si tenías algo de tiempo libre hoy, ya sabes, es domingo y solo nos hemos visto una vez desde que llegué. He pensado que tal vez podríamos quedar y pasar un rato juntos, ya sabes... Como en los viejos tiempos - Esto último no supe descifrar muy bien en qué tono lo dijo, pero igual no me transmitió mucha confianza.
- Lo siento hombre, pero no va a poder ser, estoy con Jin ahora mismo.
- Ohhh... - Sonaba decepcionado - Bueno, igual otro día, ¿te parece mañana después de la escuela? O no sé, en algún momento que tengas libre y que él esté trabajando o algo... De verdad que quisiera verte... Ha pasado mucho tiempo - No estaba seguro de qué contestar, pero al final terminé accediendo, pues Dong Sun era mi amigo y sonaba muy ilusionado, y además ya yo le había dicho a Jin que no tenía nada de qué preocuparse, porque era la maldita verdad.
- Claro... Mañana a eso de las tres estaría bien...
- ¿En serio? ¡Genial! Entonces esta noche te escribo y nos ponemos de acuerdo.
- Vale...
- Un beso Nam.
- Adiós - Y colgué.
Una vez hecho, me dirigí hacia el mismo lugar al que instantes antes había ido el pelinegro y le encontré sentado sobre la isla con las piernas cruzadas y comiendo de un bote de helado. Inmediatamente me puse frente a él.
- ¿Has terminado? - Preguntó sin siquiera mirarme, y tomando una cucharada del dulce.
- Sí... Era Dong Sun...
- Ya lo sé - Una vez más metió la cuchara, pero en esta ocasión alzó la vista y me miró a los ojos - ¿Qué quería?
- Saber si tenía tiempo libre.
- ¿Y qué le dijiste?
- Jin, ¿te parece a ti que tengo tiempo libre justo ahora? - Pregunté alzando una ceja, poniendo mis manos sobre sus rodillas.
- ...
Ante su falta de respuesta, suspiré.
- Estoy contigo justo ahora, es evidente que no lo tengo, princesa.
- Igual ya hemos terminado... - Murmuró tímidamente. Estaba seguro de que un montón de ideas locas pasaban por su cabeza en ese instante, sin embargo, no podía saber exactamente cuáles.
- Mira Jin, no sé qué mierda estés pensando, de verdad, pero si es alguna tontería, descártala inmediatamente. Aunque ya hayamos terminado, prefiero mil millones de veces pasar tiempo sin hacer nada contigo antes que salir con alguien más. Para mí cada minuto es preciado, sobre todo desde ahora que trabajas muchas más horas y yo sigo yendo a la universidad, así que para un día que podemos pasar juntos los dos no voy a dejar que nadie me lo arruine - Le miré seriamente, igual me había pasado un poco, parecía más que le estaba regañando, pero algo en mí me decía que tenía que soltarle todo eso o si no las cosas se complicarían.
- ¿Entonces no habéis quedado?
- No hoy, nos veremos mañana a eso de las 3, como tú vas a estar en el restaurante...
- Ya veo...
- Hey, princesa, ¿sigues con lo del otro día? - Comenté acariciando su mejilla tiernamente - Ya te he dicho que lo de nosotros fue hace mucho, y ni siquiera fue algo importante.
- Ya lo sé. No pasa nada - Sonrió, pero su sonrisa no llegó a convencerme del todo.
- ¿De verdad? - Asintió - No te creo.
- Namjoon, todo está bien, yo sé que erais buenos amigos y llevabais mucho tiempo sin veros. No te preocupes, ve y diviértete, de verdad - Y diciendo esto dejó de lado el pote, y me atrajo hacia él rodeándome con las piernas, reanudando lo que anteriormente no pudimos terminar.
- ¡Namjoon!
Volteé mi cabeza en la dirección del llamado y vi que se trataba de Sun. Habíamos quedado en encontrarnos nuevamente en el centro comercial, y a partir de ahí ver qué haríamos. Yo había llegado un poco antes y estaba recostado sobre una pared con las manos en los bolsillos, esperándole.
Él venía vistiendo unos pantalones de mezclilla y una camisa de manga corta idéntica a una que tenía Jin, a quien evidentemente se le veía mejor.
- Lo siento, ¿te he hecho esperar mucho? - Preguntó apenado.
- Tranquilo, acabo de llegar - Me encogí de hombros - ¿A dónde vamos?
- ¿Te apetece ir a por unos helados?
- Vale, eso estaría bien.
Diez minutos después, entramos a la heladería del lugar, donde habían un montón de niños.
- A mí ponme uno de chocolate con menta - Él comenzó haciendo su pedido, un sabor horrible por cierto - Y para él... - Se volteó en mi dirección - Vainilla, ¿cierto? - Preguntó con seguridad, pues cuando estábamos en preparatoria siempre solía pedir ese sabor.
- No, me apetece uno de pistacho...
- ¿Pistacho? Pero si no te gusta... - Y en parte tenía razón, no me gustaba nada, pero eso era antes, pues mi princesa siempre decía que ese era el mejor sabor del mundo, y terminé agarrándole el gustillo.
- Supongo que las cosas cambian - Me encogí de hombros.
- Vale, pues uno de chocolate con menta, y otro de pistacho...
Luego de que nos entregaran el producto, nos sentamos a tomarlo en una de las mesas.
- Y bueno Nam... ¿Qué tal todo?
- Genial, ¿y tú? Has tenido que trasladarte a otra universidad, ¿no?
- Pues sí, si ves que horrible ha sido todo esto del papeleo y tal, una odisea - Dijo haciendo una mueca.
- Me lo imagino. ¿Y por qué no has terminado en la antigua? Quiero decir, solo nos queda un año.
- Ya, pero es que a mamá le han trasladado de lugar por el trabajo. Me preguntó si quería quedarme pero le dije que no, la verdad me hacía mucha ilusión volver y ver a mis antiguos amigos, especialmente a ti - Y una vez dicho esto, arrastró su mano disimuladamente sobre la mesa y tomó la mía, gesto que me pareció muy raro, pero decidí no darle importancia, no obstante, me zafé de su agarre disimuladamente.
- Eso es genial hombre, nosotros también te hemos echado mucho de menos - Estaba mintiendo, si bien es verdad que le tenía aprecio y que me sentí feliz de volver a verle, yo no le consideraba una parte sumamente importante de mi vida como para extrañarle mucho, aunque me sentara mal.
- Igual, si no lo hacía este año, pensaba venir una vez me graduara. Yo... Creo que muchas cosas no quedaron del todo bien cuando me marché...
- ¿A qué te refieres? - Pregunté, temiendo su respuesta, pues me daba la impresión de que tendría algo que ver conmigo.
- Bueno, ya sabes, asuntos aquí y allá... Pero sobre todo lo que más lamenté fue como nos separamos...
- Lo dices cómo si hubiésemos sido una pareja... - Le di una risita nerviosa.
- Estoy seguro de que yo fui lo más cercano a una que has tenido en tu vida - Susurró y me observó con lo que interpreté como una mirada seductora.
- Ok, para el carro - Puse una mano en alto - No sé qué mierda te está pasando por la cabeza, ni por qué estás diciendo eso, pero igual voy a aclarar algo porque creo que los dos no vemos la situación de igual manera. Tú y yo éramos amigos, supongo que aún lo somos, y en ocasiones teníamos sexo, pero solo eso, no eras mi novio y tampoco te consideraba algo parecido, y perdóname si esto que te estoy diciendo es algo cruel, pero tengo que dejar las cosas claras - Se quedó mirándome con los ojos bien abiertos y estuvimos unos segundos en silencio, el cual fue roto por sus estruendosas carcajadas.
- ¡Ay dios mío Namjoon! ¡Sigues siendo súper divertido! - Decía a la par que reía y daba golpecitos en la mesa. Yo le miraba incrédulo, pues sus cambios de actitud me tenían totalmente descolocado. Seguía descojonándose hasta que levantó la vista y vio mi expresión, cambiando la suya inmediatamente y poniendo una de desconcierto - Espera... ¿Lo dices en serio? ¡Namjoon, tío, que era broma! - Y una vez más volvió a reír.
Las personas en otras mesas nos miraban con cara de "¿Y estos locos qué mierda tienen?". Sus risas eran tan fuertes que me estaban provocando dolor de cabeza, definitivamente las de mi princesa eran mucho más hermosas.
- Pues me ha parecido una broma de muy mal gusto.
- Ya, ya, no te enfades - Limpió algunas lágrimas que se le habían escapado - Yo sé que nosotros no éramos nada, tú nunca quisiste nada serio - Se encogió de hombros.
- ¿Solo yo? Te recuerdo que todo lo que hacíamos era de mutuo acuerdo.
- Lo sé, pero en aquella época nuestros sentimientos eran un poco diferentes.
- Explícate.
- Pues básicamente tú me veías como un buen amigo con el que follar, y yo te veía como el chico que me gustaba pero con el que nunca podría tener nada serio - Abrí enormemente los ojos, yo de verdad que no tenía idea, en ese entonces nunca lo noté, de hecho, nunca lo hubiese pensado si él no lo hubiese dicho - Pero no me mires así hombre, eso fue hace mucho, ya todo está olvidado - Volvió a encogerse de hombros.
- Vaya...
- ¡Te he dicho que no me mires así tonto! - Me dio un golpecito en el hombro - No estoy molesto, así que no te preocupes.
Yo no estaba preocupado, de hecho, me daba igual si estaba o no estaba molesto, aunque sonara insensible, en ese instante solo pensaba que igual Jin tenía motivos reales para estar celoso, aunque el mismo Dong Sun me había dicho que era pasado.
- ¿Podemos cambiar de tema? - Pregunté, evitando seguir hablando de lo mismo y seguir comiéndome la cabeza.
- Claro, ¿cómo están Yoongi y Hoseok? También tengo que ir a verles.
Estuvimos unas horas más charlando y cuando ya eran las seis, me despedí pues tenía que pasar a buscar a mi pelinegro. Y a decir verdad me apetecía irme, no sé por qué, pero no me había sentido cómodo desde que dijo eso de que yo le gustaba, no por él, sino por Jin, porque igual sonará extremista, pero me parecía una especie de traición pasar mucho tiempo con una persona que alguna vez tuvo interés en mí. Quizás alguien podría pensar que era una tontería, pues por ejemplo la princesa y Jiho se llevaban de puta madre aún después de haber roto, pero justo ahí estaba la diferencia, pues Dong Sun y yo nunca llegamos a ser nada, así que igual tenía esperanzas o algo con respecto a mí, a pesar se haber dicho que no era el caso.
Pero a lo mejor yo estaba jodidamente divagando y exagerando las cosas.
De todos modos, prefería no arriesgarme, y mientras menos tiempo pasáramos a solas, mejor.
Una vez llegué al callejón, esperé como ya se había hecho costumbre recostado al muro. A pesar de que ahora viviéramos juntos no iba a dejar de hacerlo, incluso si la casa estaba a dos pasos.
Después de unos instantes de espera, mi chico salió, y yo sonreí en grande en cuanto le vi. Sin embargo, él no correspondió mi sonrisa, sino que me miró con sorpresa.
- ¿Nam? Pensé que hoy no vendrías...
- ¿Y por qué mierda pensabas eso? - Cuestioné desconcertado. Llevaba más de 6 meses haciéndolo, de verdad que no entendía su reacción.
- Pues no lo sé, pensé que aún estarías... Ya sabes, con tu amigo... - Y una vez más Dong Sun venía a cuento.
Yo conocía muy bien a Jin, podía ser muy seguro en algunos aspectos de su vida, pero también podía llegar a ser todo lo contrario en otros. Estoy convencido de que pasó todo el día pensando todo tipo de cosas absurdas, y definitivamente el hecho de hacerle sentir así, aún cuando aparentemente no hubieran motivos, era otra razón por la cual no volvería a pasar tiempo a solas con Sun.
- No seas tonto - Sonreí como si no sucediera nada - Siempre vengo a buscarte, hoy no iba a ser la excepción - Hice un puchero y comencé a tocar mis labios con un dedo - ¿No vas a darme ni un besito? - Y dicho esto vino corriendo, sonriendo en grande, y pasó sus manos por detrás de mi cuello para seguidamente unir nuestros labios.
Y solo eso bastó para que yo dejara de lado todas las preocupaciones.
Desde que él llegó a mi vida solo estaban pasando cosas buenas, no tenía caso que le diera importancia a pequeños detalles.
O mejor dicho, a lo que yo en ese entonces consideraba que eran pequeños detalles.
¡Hola!
¡Capítulo nuevo, espero que os guste!
La que va a liar Dong Sun...
Por cierto, ese es un nombre que yo me he inventado, no sé si exista algún idol o algo así que lleve ese nombre, pero si es el caso que sepáis que no me he inspirado en nadie real para hacer el personaje.
Y por cierto, lo que puse del helado de chocolate con menta es porque a Nam de verdad que no le gusta, ni a Jin tampoco. Aunque a mí me encanta... Cosas de la vida.
Un besazo y cuidaos mucho😘😘😘😘😘
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