Capítulo 3- ¡Hyung! ¡Tenemos que conseguir una bebida que no manche!
Jin's pov
- ¡¡Hyuuuunggggg!! ¡¡Yo quiero de esa bebida verde!!
Llevábamos solo 30 segundos dentro de la fiesta, y Jungkook y Jimin ya habían desaparecido.
Taehyung había puesto en marcha lo que él denominaba "Misión Hobi", que consistía básicamente en buscar a Hoseok, decirle hola, y dejarlos solos para que pudieran hablar.
Sip, un plan muy elaborado, digno de una mente prodigiosa como la de Kim Taehyung.
El caso es que en el corto período de tiempo de estancia en la casa, al castaño se le había olvidado por completo su propósito, o eso aparentaba, pues se dedicaba a golosear todas y cada una de las bebidas de colores exóticos que llevaba la gente. Parecía como si nunca en su vida hubiese probado el alcohol, y como usual salvador de Tae en sus noches de borrachera, podía descartar esa posibilidad. Lo peor era que estaba colgado de mi brazo, y cada vez que quería algo daba saltitos y señalaba como un niño pequeño que va por primera vez a un zoológico.
Joder, nadie diría que tenía 21 años.
- ¡HYUUUUNGGGGGGGGG!
- ¡No grites Tae! - Si bien la música estaba súper alta, el castaño se había acercado a mi oído y había gritado como Tarzán - ¿Ahora qué tienes?
- Nada, es que Hobi está por ahí, mira, mira.
Seguí a la dirección que apuntaba su dedo, y efectivamente, ahí estaba Hoseok, con su pelo rojo, todo despampanante.
Joder, podía jurar que emanaba luz propia, como esas que le ponen a las vírgenes en las pinturas, no sé si me entendéis, pero el chico brillaba, o quizás fueran cosas de mi cabeza loca, pero algo sí me quedó claro: el tío desprendía personalidad por cada uno de sus poros, y yo podía llegar a esa conclusión sin siquiera ser cercano a él.
- Pues tienes razón, vamos - Me disponía a caminar, pero un tirón de Tae me hizo retroceder lo poco que había avanzado - ¿Y ahora qué pasa? - Pregunté desconcertado.
- ¿Cómo que qué pasa? - Me miró como diciendo "Jin, ¿estás tonto o qué?", y yo ladeé la cabeza porque no entendía absolutamente nada. Tae podía llegar a ser muy desconcertante si se lo proponía - Pues aún no podemos ir, tengo que buscar un trago molón para que él piense que soy guay... ¡¡¡Pero que no sea rojo por favor!!! - No pude evitar reír - ¡Hyung! Lo digo en serio, es más, no puede ser de ningún color que manche. ¡Noooo! No puede ser nada que manche. ¡¡¡ENTONCES SERÁ AGUA!!! ¡¡¡PERO EL AGUA NO ES MOLONA!!! DIOS Y AHORA QUÉ HA- empezó a divagar y no pude seguirle la corriente a su conversación unilateral, así que esperé a terminara, y cuando lo hizo, fuimos a la cocina a por algo "molón" para él.
Al final se decidió por servirse de una botella cuyo contenido era transparente, y tras convencerse de que no podría mancharle, volvimos al salón y nos dirigimos hacia Hoseok.
Una vez frente a él, el castaño me miró como un cachorrillo abandonado y pues, interpreté que quería que hiciese algo.
- Hola - Dije por inercia, supongo que en ese momento me parecía lo más normal del mundo.
Lo que me resultaba curioso, o mejor dicho, absurdo, era el hecho de que minutos antes tratábamos de entrar por la ventana para que este chico no nos viera, y nuestro plan original era acercarnos a él...
Taehyung... Una mente prodigiosa del siglo XXI.
-Hey ¿Qué pasa? Seokjin ¿cierto?- Me respondió, sonriendo de oreja a oreja.
- Sí, así e-
- ¡YO SOY TAE!- La voz del nombrado interrumpió mi especie de afirmación. Los ojos del pelirrojo se enfocaron en él, y luego dijo:
- Vaya... el chico del zumo.
- S-Si bue-bue-no yoo... Lo siento por eso Hobi, te compraré mil camisetas nuevas. ¡¡¡NO ME ODIES POR FAVORR!!!- Habló rápidamente, con los ojos cerrados.
- ¿Hobi? - preguntó Hoseok, con una sonrisa divertida y arqueando una ceja.
- Sí, bueno, es un aperitivo cariñoso que te he puesto - Respondió Tae.
- Apelativo - corregí.
- Eso.
- Vaya, Hobi - el apodado pronunció estas palabras como evaluando el nombre, y luego sonrió - Es genial. Y tranquilo por lo de la camiseta, no pasa nada - Sonrió aún más grande si era posible. Era de noche, pero juro que en ese momento estaba convencido de que necesitaba gafas de sol - ¿Tae dijiste que te llamabas?
El castaño mostró su preciosa sonrisa cuadrada, y asintió rápidas y repetidas veces.
- En realidad es Taehyung, Kim Taehyung, pero puedes decirme Tae, o TaeTae, o no sé. ¡A lo mejor tú también puedes ponerme un aperitivo a mí!
Hoseok le miraba divertido, pero no tenía una expresión de burla, es más, parecía realmente entretenerse con Tae y no por Tae, lo cual no era una reacción muy común. La mayoría de las personas o huían de él con expresión de "¿Y este loco de dónde ha salido?", o se reían de él, sin embargo, Hobi parecía realmente interesado en escuchar todas esas locuras que mi adorable amigo soltaba.
- TaeTae está bien, suena guay - Y siguió sonriendo, joder, a lo mejor nació con la cara así y yo pensándome que sonreía. No podía ser normal que una persona luciera así de feliz todo el tiempo.
En fin, ni siquiera hizo falta mi ayuda para que esos dos comenzaran a hablar, y viéndome sin nada más que hacer ahí, decidí darme una vuelta por el lugar a ver si terminaba quedándome o simplemente yéndome a casa.
Fui a por un trago a la cocina y me encontré con una pareja morreándose, que debía de haber llegado recientemente porque no estaban ahí cuando entramos antes.
Bueno, básicamente los ignoré olímpicamente, y ellos hicieron lo mismo conmigo.
Me serví en un clásico vaso rojo una bebida de origen dudoso y volví a salir.
- Hey Jin, ¿qué pasa? - Me volteé al escuchar que me llamaban - No sabía que vendrías.
- Ni siquiera yo lo sabía - Me encogí de hombros - ¿Cómo éstas?
- Genial, ¿y tú? Te ves bien... te ha crecido el culo - Rodé los ojos y una sonrisa asomó por mis comisuras, Jiho era incorregible. Tuvimos una relación durante un par de años, y fue genial, tanto así que cuando cortamos, quedamos como amigos, y honestamente lo prefería de esa forma, y creo que era mutuo, tenía suficiente confianza con él como para contarle mis cosas o para soportar frases como esa -
¿Has venido con alguien?
- ¿Con quién tú crees? - Pregunté alzando una ceja.
- ¡Oh no! ¿Qué clase de padre eres? ¿Cómo se te ocurre traer a tus hijos a un sitio como este? - Se expresó con la voz indignada más falsa posible, y yo sonreí, le había echado de menos y precisamente eso le hice saber:
- Te he echado de menos.
- Y yo a ti tío, tenemos que ponernos al día - Me dio un abrazo - Joder, en serio te has puesto más bueno - Y volví a rodar los ojos.
- Y tu sigues igual de gilipollas.
- Gracias, me gusta ver como no perdemos la costumbre de hacernos cumplidos - Me guiñó un ojo y no puede evitar reír - Oh, por cierto, este es Yoongi - Señaló a un chico de cabello rubio casi blanco.
- Hola - saludé tratando de poner mi tono más amistoso.
- Hey - Muy expresivo el muchacho...
Jiho debió haber notado mi expresión de "Wow, qué chico tan simpático", porque respondió:
- Déjale, se cayó de la cuna de pequeño y se quedó tonto - El rubio bufó y golpeó ligeramente su hombro, pero el más alto hizo caso omiso a su gesto - ¿Te vienes con nosotros? Vamos con otros que están por uno de los asientos del fondo.
No estaba muy convencido, pero llevaba tiempo sin verle, así que asentí.
Atravesamos las sala repleta de gente con la misma delicadeza que las señoras peleando por el asiento del autobús.
Cuando llegamos, me sorprendió encontrarme con Jimin y Kook ahí, pero bueno, mejor, así no me sentía incómodo entre gente que no conocía.
- ¡¡!Hyuuuungggg!!! - Ops, detector de ratas borrachas haciendo bippp.
- Joder Kookie, estás fatal. Y solo llevamos aquí una hora - Le dije ayudándole a levantarse del suelo, pues se había caído tratando de lanzarse encima de mí.
- ¡No es verdad! ¡Jimin está más borracho! ¡Y más pequeño! ¡Y más nalgón!
- Oyeeeee - Ops detector de enanos culones borrachos haciendo bipppppp - ¡Que no estoy borracho! ¿De dónde has sacado tu eso? ¡¡Ohhh Yoongi!! Holaaaaaa - Dijo, o mejor dicho, gritó, y saludó al chico tan cordial de antes. Este le miró, y con la misma naturalidad, apartó la vista y se largó.
- Joder, estáis como una cuba.
- CUBAAAAAAAA - Chillaron los dos a la vez, y empezaron a reír como idiotas.
- Voy a buscaros un poco de agua, ya vuelvo.
Y dicho esto, comencé a caminar hacia la cocina con el ceño fruncido.
La noche no había empezado exactamente con el pie derecho, y si bien era genial volver a ver a Jiho, ya sabía que me esperaba un calvario llevando a tres borrachos a casa, cada uno con peso extra (porque vamos, si juntamos la nariz de Jungkook, el culo de Jimin y las orejas de Tae, hacemos casi a una persona más).
Menos mal que me había traído el coche de mi padre.
En fin, que caminaba yo con mis aires de diva frustrada y de pronto... Me choqué con una pared.
Bueno, con un pared.
Bueno, con una persona pero que era casi una pared.
Bueno, tampoco tanto, sería dos o tres centímetros más alto que yo, pero ya sabéis... me gusta el drama, para darle salazón a las cosas.
Subí la vista, preparado para desquitar toda mi frustración con la muralla humana, cuando reconocí esa mirada que, una vez más, decidió recorrerme de pies a cabeza.
- ¿Estás bien? - Habló el chico moreno de antes.
- Perfectamente, permiso - Intenté apartarlo pero no pude. Joder, a lo mejor si era una pared de verdad.
- ¿Tienes un momento? Antes me quedé con las ganas de que charláramos.
- Anjá, te veo con muchísimas ganas de charlar - Comenté con evidente sarcasmo, alzando una ceja y cruzándome de brazos.
- Además de guapo, perceptivo, me gusta eso - Sonrió, guiñándome un ojo.
Y esta vez, sí pude ver bien su sonrisa.
Era preciosa, sus dientes parejos y blancos, y para rematar, unos hoyuelos encantadores asomaban por sus mejillas.
No iba a mentir, el tío era jodidamente atractivo, pero habíamos empezado con el pie izquierdo, básicamente porque el concepto que tenía de charlar no era evidentemente el mismo que el mío.
-Bueno, ya que estamos en la misma página po-
- Podríamos dejar de hablar justo ahora, tú seguir haciendo lo que sea que estuvieses haciendo, y yo ir a donde pretendía, así que... Permiso - Le interrumpí, y al parecer mi discurso le dejó desconcertado, porque esta vez no ejerció presión y pude apartarlo fácilmente.
- ¡Hey! - Me tomó del brazo... otra vez - ¿Por lo menos me das tu número?- Y sonrió, cínicamente... otra vez.
- Vete a la mierda gilipollas - Me zafé y seguí con mi camino.
Igual mi reacción fue exagerada, pero no me juzguéis, soy Kim Seokjin y bueno, como ya he dicho...
Lo diva me sale solo.
Holis, aquí está el tercer capítulo, he estado súper entusiasmada y he hecho tres del tiro, de hecho estoy subiendo esto ahora y nadie ha leído aún los anteriores😂😂 (que sad XD) pero bueno, me apetecía escribirlo y la inspiración hay que aprovecharla.
Quería hacer una aclaración con respecto a este capítulo y al fic en general. Todo lo "negativo" que se pueda decir de algún miembro no es con el objetivo de ofender a los mismos ni a ningún lector, solo es para darle humor a la historia así que si veis cosas como "nalgón", "rata" o cosas así, son solo por humor, Jimin es hermoso nalgón, la nariz de Jungkook es arte y las orejas de V son preciosas.
No creo que esto hiciera falta aclararlo, pero por si alguien cree que pretendo ofender a los chicos, no es así, los amo con cada una de sus características, ya sean virtudes o defectos y bueno he vuelto a dejar un pergamino aquí, así que sorry y bai😂😂😘😘😘
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