Capítulo 28- ¡Hobi! ¡Vayamos para allá!

Nam's pov

Estábamos en un bar que según Yoongi y Hoseok, era lo mejor de lo mejor. El plan era venir para pasar tiempo todos juntos y celebrar por lo de Jin, pero nada más entrar, Tae y Hoseok se fueron a hacer sabría Dios qué, y los otros dos jalaron al pelimenta a bailar en la pista.

Por tanto, mi pelinegro y yo nos quedamos solos, pero lejos de molestarme por esto, estaba contento de tenerlo para mí.

Avanzamos hasta la barra y nos sentamos en unos taburetes.

- ¿Qué te apetece tomar?

- Lo qué sea, da igual - Me contestó y se encogió de hombros. Siguiendo sus órdenes, pedí unos tragos que no tenía idea de qué llevaban pero que tenían muy buena pinta, y justo como su aspecto, su sabor era delicioso - Mmm, está bueno esto.

- Así es.

- ¿Te apetece bailar? - Ante su pregunta alcé una ceja.

- Princesa, si eso es lo que tú quieres, pues yo encantando, pero, ¿estás seguro? Quiero decir, no somos los reyes del baile precisamente - Él sonrió.

- Tienes razón, a lo mejor nos llevan a urgencias pensando que estamos teniendo un ataque de epilepsia o algo - Comentó y acto seguido empezamos a reírnos - Mejor nos quedamos tranquilos, igual se me ocurren otras cosas que hacer - Y diciendo esto, se acercó a mí seductoramente y comenzó a besarme.

Sabía al alcohol de la bebida que estaba tomando, y ese factor me permitió poder afirmar que de verdad besar a mi chico era embriagante.

Estuvimos un rato así, morreándonos justo frente al barman que miraba con cara de "Maldita juventud. ¡Iros a una habitación!", y una vez paramos, Jin soltó una pequeña risita

- Lo siento por eso - Le dijo al hombre detrás de la barra, y este se encogió de hombros.

- Da igual, no sois los primeros ni seréis los últimos, pero bueno, se agradece la consideración.

- Genial, ¿podrías ponernos otro como este? - Cuestionó alzando su copa.

- En un segundo.

En una hora y poco más, Jin ya iba por su quinto trago, y como desde que tomó el tercero ya yo veía venir que me tendría que hacer cargo de él, decidí parar de beber para que por lo menos uno de los dos estuviera en óptimas condiciones.

- Y por eso Hitler odiaba a los judíos.

En su estado de embriaguez, la princesa comenzó a darme una puta clase de historia, y yo trataba de aguantar la risa, aunque me era prácticamente imposible.

- Muy interesante - Comenté divertido.

- ¡Oh dios mío Namjoon! ¡Me encanta esta canción! - Chilló de repente cambiando totalmente de tema - ¿Cómo iba? ¡Ah sí! Na na na na, oh no, no, así no era... ¿Pa pa pa? No, tampoco... - Me miró con los ojos bien abiertos y haciendo un puchero - ¿Namjoonie, cómo iba la letra?

- Yo tampoco lo sé princesa - Contesté intentando sonar serio, pero igual no lo conseguí, pues la situación era tan absurda que me superaba. Puso una expresión de decepción total, tan deprimente que juro que pensé que iba a llorar, pero la cambió al instante.

- Bueno, da igual - Se encogió de hombros, superando rápidamente su decepción por no saber la letra de la canción - ¡¡Oh dios mío Namjoon!! - Volvió a gritar, gateando e intentando pasar por encima de mi cuerpo para llegar a donde quiera que fuese su objetivo - ¡No me lo puedo creer!

- ¿Qué pasa ahora? - No podía borrar la sonrisa de mi cara, estaba jodidamente disfrutándolo.

- ¿Cómo que qué pasa? ¿Es que no lo ves? - Inquirió con mueca ofendida, como si él estuviese diciendo lo más obvio del mundo y yo fuera un idiota.

- ¿El qué?

- ¿El qué de qué?

- ...

- ¿De qué estábamos hablando? - Y ahí sí mis carcajadas no se hicieron esperar, ni tampoco las suyas porque una vez me vio riendo comenzó a hacerlo también, incluso sin tener idea de por qué lo hacia.  Jin borracho era lo mejor del mundo.

Estuvimos así un rato, él diciendo incoherencias y yo disfrutando de ellas.

- Namjoon, necesito ir al baño...

- ¿Quieres vomitar? - Negó con la cabeza - ¿Hacer pis? - Negó una vez más - ¿Entonces?

- Quiero hacer cosas de novios... - Dijo haciendo un mohín.

- ¿Cosas de novios? - Pregunté burlón y alzando una ceja. Él asintió mostrando una faceta sumamente infantil - ¿Y qué cosas son esas?

- Pues ya sabes, las cosas que hacen los novios, pero no puedo decirte, o si no la señora Choi me regañará.

- ¿Quién es la señora Choi?

- No lo sé - Una vez más empecé a reír - Pero de verdad, Namjoonie, necesito mimos, vamos al baño...

- Jin, no creo que sea buena idea, estás borracho...

- Vengaaaa, Nammmm, porfisssss - Empezó a dar brinquitos sobre su asiento, haciendo una especie de berrinche. Y como sabéis, yo era/soy un hombre débil, especialmente en lo que se refiere a Jin, así que sin hacerme de rogar mucho más, le tomé de la muñeca y le llevé justo como él me había pedido, a los baños.

Una vez entramos, él me tomó de la chaqueta y me metió en un cubículo, para acto seguido entrar y encerrarnos dentro.

- Namjoonie... - Ronroneó frotándose ligeramente contra mí, y yo gruñí bajito. Le puse una mano en el cuello y la otra en la espalda baja, y le acerqué a mí para comenzar a besarle.

Mientras nuestras lenguas batallaban, él comenzó a pasar su mano por encima de mi pantalón justo sobre mi miembro, poniéndome cada vez más duro con su tacto.

- Joder Jin...

- Nam, me duele aquí... - Expresó señalando a su propia entrepierna.

- Deja que yo me encargue de eso cariño - Asintió haciendo un puchero, y yo zafé su cinturón, para acto seguido abrir y bajar sus pantalones. Hice exactamente lo mismo conmigo, y una vez los dos estuvimos en ropa interior, junté nuestras pelvis y comenzamos una serie de roces indecentes aún por encima de la tela. Un buen rato después, y cuando ya no pude aguantar más, liberé a nuestras erecciones y las junté.

- Escupe - Ordené poniendo la palma de una de mis manos cerca de su boca y casi al instante cumplió.

Usando esa misma mano, comencé a masturbar nuestros miembros juntos, a la vez, provocando un desorbitante placer para ambos.

Mi chico tenía la cabeza echada hacia atrás y los labios entreabiertos, dejando escapar por los mismo pequeños gemiditos de placer, que yo no tardé en silenciar, pues con la mano libre, volví a tomarle de la nuca y juntar nuestras bocas.

Él puso su mano sobre la mía que se encontraba subiendo y bajando, y comenzó a hacer exactamente lo mismo, de tal forma, que ambos estábamos acariciándonos a la vez.

Era una sensación tan jodidamente maravillosa, que mi cuerpo no opuso resistencia y se dejó llevar, liberando olas de placer en forma de un líquido blanco que quedó envuelto en nuestras propias manos.

Yo ya había alcanzado el éxtasis, sin embargo, él aún no lo hacía, así que para acelerar el proceso, me puse de rodillas en el suelo, y metí de una vez toda su longitud en mi boca. Tan solo después de un par le lamidas alcanzó su liberación en mi cavidad bucal  y dejó escapar un gemido ronco de la suya.

- Oh Dios mío Namjoonie... - Susurró mostrándome una sonrisa cansada y apoyándose en la pared del apartado. Yo lamí la sustancia que aún escurría de mis comisuras y correspondí a su sonrisa, y acto seguido limpié con algo de papel higiénico nuestro desastre.

Salimos de los baños luego de recomponernos e higienizarnos. Jin seguía muy ebrio, por lo que yo le sostenía levemente para que no perdiese el equilibrio.

Habíamos quedado en volver a casa, él inicialmente no quería, pero le prometí que una vez lo hiciéramos podríamos hacer muchas más "cosas de novios" y por tanto terminó accediendo encantado.

En nuestro camino a la salida, nos topamos con el pelimenta y sus chicos. Los tres estaban sobre un sofá, y Yoongi estaba sentado en medio de estos dos, mientras que Jimin le besaba en el cuello y Jungkook directamente en los labios.

Al parecer había tomado la decisión de hacer lo que le sugerimos.

Una vez fuera le envíe un mensaje a Hoseok, para que supiera que me iba y en lo que guardaba el móvil, sentí que algo tiraba ligeramente de la manga de mi chaqueta.

- Namjoonie... - La princesa me llamó haciendo un mohín.

- ¿Qué pasa cariño? - Extendió sus manos sin decir una palabra y al instante entendí que lo que pedía era que le cargara. Le miré con ternura, pues de verdad que parecía un niño pequeño y me agaché en el suelo esperando a que se subiera en mi espalda para que una vez que lo hizo, empezar a caminar.

- Nam...

- Dime.

- Gracias...

- ¿Por qué?

- Por cuidarme...

- No seas tonto, se supone que eso es lo que tengo que hacer - Dije sintiendo mi corazón latir rápido por lo adorable que me resultaba.

Me encantaba el sarcástico, burlón y cascarrabias Jin de siempre, pero de vez en cuando se sentía bien tenerle hecho una bolita de ternura. Por supuesto, no tenía que estar necesariamente ebrio para ponerse así, pero no todos los días se daba la situación.

- Igual quería decírtelo, aprovechando que estoy borracho y no me da vergüenza - Comenzó a reír y yo me vi contagiado por sus risas - ¿Jugamos un juego?

- ¿Qué juego?

- Pues... ¡Al veo veo!

- Vale. Empieza tú.

- Uhm - Estuvo pensando unos segundos - ¡Ah! ¡Ya sé!

Y así estuvimos el resto del camino, él sobre mi espalda, jugando juntos al veo veo y pasando un tiempo increíble, donde solamente nos hacía falta la presencia del otro para poder disfrutar.

¡Holis!

Capítulo cortito, pero me ha gustado escribirlo, espero que a vosotros os haya gustado leerlo.

Supongo que a partir de los próximos ya empiece un poco de drama y tal.

Un besazo 😘😘😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top