Capítulo 23- ¡Yo quería ir a tirar arroz!

Jin's pov

- ¿Estáis listos chicos?

- Sí capitán estamos listos.

- No los escucho.

- ¡Sí capitán estamos listos!

Ah no, esto era de Bob Esponja, sorry XD

- Youngjae, tú te encargarás del entrante y del segundo. Jin, a ti te dejo el primero y el postre. Yo os voy a ayudar en los cuatro, y hacedlo todo con calma, no os pongáis nerviosos, que hay tiempo de sobra. ¿Entendido?

- Sí chef (Esto salió un poco como Masterchef, malditas referencias XD)

Era sábado y al final Youngjae y yo nos habíamos puesto de acuerdo, y aceptamos la oferta del señor Jin Hoo de cocinar en la boda. Por tanto, aquí estábamos ahora, en una preciosa finca.

La casa principal era enorme, pero el evento se celebraría en el exterior, por lo que esta solo sería utilizada por el personal para cocinar, guardar utilería, etc. Además, aquí también estaban los baños.

Jaebum había venido como parte del servicio de hostelería, por lo que convenció al castaño de que viniera con él, y yo accedí porque... Bueno, ya sabéis la razón.

Habíamos llegado un poco antes de los invitados para organizar todo con calma. Estaban los del sitio de decoración preparándolo todo, los camareros montando mesas y tal, y nosotros ya habíamos comenzado a preparar las bases para cada plato.

Como bien dijo Tae Il, teníamos tiempo de sobra, pero yo estaba histérico. Y os preguntaréis: ¿Por qué? Pues porque teníamos que servir a nada más y nada menos que a 150 comensales. Oh, pero se me olvidaba un pequeño detalle. Los señores Kim habían venido antes junto al personal para encargarse de que todo estuviese perfecto, y con ellos, vino cierto simio de pelo gris.

- Namjoon, si te quedas aquí no me dejas trabajar - Gruñí por decimotercera vez en 10 minutos.

- ¿Pero por qué? - Dijo haciendo berrinche como un niño pequeño y yo rodé los ojos - Voy a ser un buen chico, mira, me quedo sentado aquí y ya está, no te molesto para nada.

- Tu sola presencia me molesta.

- ¿Pero por qué? - Repitió, manteniendo su actitud infantil, y se cruzó de brazos haciendo un puchero.

- Pues porque, primero: me tengo que concentrar, y saber que estás aquí no me deja. Segundo: no dejas de mirarme el culo y tu padre pasará por aquí en cualquier momento, terce-

- ¿Y eso que tiene qué ver? - Me interrumpió.

- Cállate. Tercero: no me interrumpas, creo que te lo he dicho muchas veces ya. Y cuarto: quitas espacio.

- A ti lo que te pasa es que estás loquito por mí y solo de saber que estoy aquí te da ganas de mandar a la mierda todo e irte a follar conmigo - Comentó asumiendo su típica actitud egocéntrica. Yo sabía que decía esto para provocarme, hacer que le dijera "¡Eh! eso no es verdad", y que le dejara quedarse. Y en situaciones normales exactamente eso hubiese ocurrido, peeeeerooooo, esta vez de verdad que no podía dejar que nada me distrajera, y por tanto dejaría de lado mi orgullo.

- Exacto, eso mismo es, así que lárgate - Contesté mirándole fijamente con cara de póquer. Él abrió muchísimo los ojos, dándose cuenta de que su intento había sido en vano.

- De verdad Jin, déjame porfaaaaa.

- Pero vamos a ver, ¿por qué tanto capricho con quedarte?

- Pues porque quiero estar contigo.

- Pero si ni siquiera te voy a prestar atención, que tengo que cocinar idiota.

-Está bien, me vale con solo verte - Se encogió de hombros. Ante sus palabras me sonrojé violentamente, aún me tomaba desprevenido cada vez que decía cosas como esas - Además, mira a Jae, él está detrás de tu amigo. ¡Hasta le está sobando el culo! - Gritó indignado - ¿Tú no tendrías que estar trabajando? - Le preguntó directamente al chico del mullet - ¡Esto es discriminación!

- Eh a mí no me metas, que yo no tengo la culpa de tu dolor, ese es vuestro problema. A mi novio no le molesta que le acompañe, ¿verdad cariño?

- De hecho... - Dijo esta vez Youngjae, tomándole de la muñeca y quitando su mano de... Bueno, como antes había dicho Namjoon, de su culo - Me vendría bien que me dejases un rato a solas, ya sabes, así no me puedo concentrar - El pelinegro abrió mucho los ojos, y mi moreno puso una expresión de burla, que cambió en cuanto le di un golpecito en la cabeza.

- Pero cariño, yo me portaré guay, mira, me siento al lado del idiota ese, y ni te enteras de que estoy aquí - Respondió Bum señalando a Nam.

- Eh, más respeto imbécil, que yo a ti no te voy ofendiendo por ahí - Replicó el simio.

- ¿Ah no? ¿Y qué acabas de decirme ahora gilipollas?

- ¡BUENO YA ESTÁ BIEN! - Y en esta ocasión, no fuimos ni Jae, ni el castaño, ni Simiojoon, ni yo los que hablamos, sino cierto chico bajito, rubio y tatuado, que solía portar una expresión de ángel, pero que ahora mostraba una, que si bien era serena, daba una sensación acojonante - Namjoon, Jaebum, salid de aquí, y no quiero volveros a ver hasta que termine el servicio. ¿Os ha quedado claro? - Preguntó en un tono tan bajo y suave, que resultó aún más intimidante que si hubiera gritado. Y para rematar dio una sonrisa de esas de película que te trauman de por vida. Mi amigo y yo tragamos duro, y nuestros respectivos novios se largaron como almas que lleva el diablo después de darnos un beso - Ya está chicos, no molestaran más - Y mágicamente, reapareció el Tae Il al que estábamos acostumbrados.

Estuvimos una hora en paz, hasta que volvió Namjoon.

- Eh, Jin.

- ¿Qué cojones quieres aho- No terminé la frase pues me quedé con la boca abierta cuando levanté la vista. Ahí estaba él, con un traje negro entallado, de camisa blanca y usando pajarita, sustituyendo al conjunto con el que había llegado que consistía simplemente en una camiseta gris y vaqueros. Se veía tan bien, tan bueno, tan de todo, que en ese momento me dieron ganas de hacer ciertas sus antiguas palabras e irme a follar con él por ahí.

- ¿Cómo me veo? - Preguntó con una sonrisa torcida.

- Pues, increíble - Dije sonriendo sincero, y es que de verdad me tenía todo embobado - Ya pensaba yo que te ibas a quedar con lo otro puesto.

- ¿Por quién me tomas princesa? Yo sería incapaz de participar con esas fachas en una boda - Le miré burlón y alzando una ceja - Bueno, sí sería capaz - Reímos un poco - Pero papá me ha obligado, además, he pensado que te gustaría verme así - Me guiñó un ojo.

- Y me ha gustado, mejor dicho, me gusta. Te queda genial.

- ¿Te falta mucho? - Preguntó acercándose aún más a mí y pasando su mano por mi cintura. Esto me hacía mucha gracia, porque me recordaba a la primera vez que lo hizo en el restaurante, en la que me puse súper nervioso, y ahora sentir  su tacto se me hacía tan normal como respirar.

- Pues un poco.

- ¿No vas a ver la ceremonia?

- No creo, tenemos que terminar esto.

- Pues la terminas y sales conmigo - Se encogió de hombros.

- Ya listo. ¿Y luego? ¿La servimos fría? - Pregunté exasperado por su actitud. Él asintió como si nada y yo rodé los ojos - Eres un idiota.

- Bueno, da igual, ve a buscarme en cuanto termines porfa.

- Vale... Espera, no puedo.

- ¿Por qué?

- Porque mira mi ropa - Me recorrió de arriba a abajo.

- Pues sí, muy bonita.

- De verdad que eres un idiota - Dije con el tono más obvio del mundo, resignado, porque de verdad que era un bobo, pero desafortunada o afortunadamente, yo le quería así.

- Princesa, no sé por dónde vas.

- Namjoon, tengo puesta ropa de cocinar, chaquetilla de toda la vida - Hizo una "o" con los labios una vez comprendió.

- ¿Y no has traído más nada?

- Bueno, sí, pero no es lo adecuado para una boda.

- Pero por eso no hay problema, tú ponte lo que hayas traído y yo me pongo lo que tenía antes y ya está, así estamos los dos iguales - Me sonrió en grande y luego se acercó a besarme, un beso corto. Cuando nos separamos  yo también le sonreí, definitivamente haberle aceptado fue una de las mejores desiciones de mi vida.

- ¿No acabas de decir que serías incapaz de estar así en una boda? - Pregunté divertido, alzando una ceja.

- Ya, pero si hay que sacrificarse uno se sacrifica - Se encogió de hombros de nuevo, sonriendo.

- Ya veremos, bobo, ahora márchate anda, antes de que Hyung te bote.

- Oh mierda, tienes razón, nos vemos luego princesa - Y volvió a dar un pequeño pico en mis labios para acto seguido marcharse. A pesar de haberme quejado, la verdad era que el hecho de que estuviera aquí había logrado tranquilizarme, en un principio me puso nerviosísimo, pero luego de un rato me hizo distraerme tanto con sus idioteces, que dejé de lado todo tipo de inseguridades, y eso se vio reflejado en mi trabajo, pues unas horas después los 150 invitados quedaron servidos con cuatro platos en óptimas condiciones.

- La comida ha estado deliciosa, ya os había dicho yo que lo haríais de puta madre - Expresó el padre de Nam. Aún no le habíamos comentado que estábamos juntos, de hecho, no se lo habíamos dicho a más nadie a parte del trío de idiotas, Yoongi y Hoseok, y en lo que respectaba al personal del restaurante, solo lo sabían la parejita y el rubio. Aunque por supuesto, pretendíamos decirle a los demás, sobre todo a nuestros padres - Ups - De puso una mano en la boca - Perdonad por el taco - Nosotros reímos y le dimos las gracias, acompañando a estas últimas con una reverencia. La señora Kim también nos agradeció, y los nuevos esposos pasaron por cocinas para decirnos que todo había quedado espectacular y para invitarnos a quedarnos un rato.

Habíamos terminado de recoger. La fiesta seguía andando y yo estaba tan tranquilo caminando por el pasillo que me llevaría a la sala donde había dejado mi mochila y mis cosas, cuando de repente, algo me tiró del brazo, o mejor dicho, alguien, pues con una mano me taparon la boca para acto seguido meterme en una habitación. Y no era cualquier habitación, sino más bien el cuarto de baño para los invitados, y tampoco era cualquier persona, sino cierto simio gigante con adorables hoyuelos.

- ¡Serás idiota! Me has pegado un susto de muer- No pude terminar de hablar cuando sus labios se posaron sobre los míos. Tardé un poco en reaccionar, pero cuando su lengua comenzó a forzar la entrada, abrí mi boca y le di la bienvenida. Él me apoyó en el lavabo y me sostuvo de las caderas, así que yo me acomodé poniendo mis manos en su rostro. Estuvimos de esa forma un buen rato, y nos besamos tanto que algo de saliva comenzó a escurrir de nuestras comisuras. Una vez nos separamos, yo estaba todo rojo, y él sonrió ladino luego de limpiarse la baba derramada - Namjoon, ¿qué mierda haces?

- Pues va a ser verdad eso de que dicen que las bodas son emotivas, porque yo he estado pensando en ti todo el rato - Comentó acercándose peligrosamente a mí, mientras que apoyaba sus manos a ambos lados de la encimera del lavamanos para acorralarme.

- Namjoon, déjate de tonterías anda, que cualquiera puede entrar.

- Por eso no te preocupes, he echado el pestillo - Susurró esto cerca de mi oído y acto seguido se acercó a mi cuello, donde comenzó a dejar pequeñas marcas.

- Nam... De verdad, déjate de tonterías - Dije entrecortado e intenté separarle de mí, pero no puse casi fuerza en mi empuje, por tanto, fue en vano. Él volvió a mirarme y sonrió burlón pues a pesar de que estuviese intentando que parara, mis labios rojos y entreabiertos por los cuales escaparon suspiros de satisfacción, mi cutis sonrojado y mi respiración agitada, dejaban claro que lo estaba disfrutando. Siempre lo hacía.

Ignoró mi comentario y comenzó a besarme nuevamente, lento, sin prisas y de la forma más erótica que lo habíamos hecho nunca. De verdad que adoraba besarle. Durante el beso, él tomó mis manos y las colocó a sus costados, haciendo que lo sujetara, y yo apreté, logrando que expulsara un leve gruñido que quedó atrapado entre nuestro intercambio salival.

Una vez páramos para tomar aire, le dije:

- Nam - Me dio un pico - Por lo menos - Otro - Vayamos - Un tercero - A otro sitio por - Un último - Favor.

- Princesa, no aguanto llegar a otro sitio.

- Que vergüenza, si alguien se entera de que- Puso un dedo en mi boca para que dejara de hablar.

- Esto es lo que vamos a hacer. Tú no harás ruido y te voltearás, y yo te follaré contra el lavamanos... ¿Alguna duda? - Preguntó aún sin quitar su dígito, y con una voz tan ronca y malditamente sexy, que no dudé ni un segundo en negar ante su pregunta y cumplir su próxima orden - Gírate.

Apoyé mis antebrazos en la superficie y me eché hacia adelante, dejando mi trasero a su disposición y alzándolo ligeramente.

- Madre mía Jin - Comentó tocando mis muslos.

- Namjoon... Hazlo rápido por favor... Antes de que alguien...

- Shhh, tranquilo princesa - Me mandó a callar y acto seguido subió sus manos hasta mi culo, masajeándolo aún sobre la ropa. Después de unos instantes así, yo ya estaba totalmente duro y pude comprobar que él estaba exactamente igual que yo, porque acercó su pelvis a mí y comenzó a frotarse - Joder Jin, mira cómo me tienes...

- Entonces haz algo, de una puta vez...

- Tienes razón princesa... - Y diciendo esto, bajó mis pantalones blancos, y volvió a moverse contra mí, pero en esta ocasión, por encima de la tela de mi bóxer.

- Mierda Nam... Apresúrate...

- Siempre tan impaciente... - Pero aunque dijera esto, probablemente él estuviera incluso más desesperado que yo. Bajó mi ropa interior y se arrodilló en el suelo, dejando su cara entre mis piernas - Joder Jin, de verdad que eres precioso - Y diciendo esto, separó mis nalgas con sus manos, dejando mi entrada totalmente expuesta, y luego acercó su lengua, comenzando a lamer todo lo que estuviera a su alcance.

- Oh mierda Namjoon, de verdad que yo... - No pude terminar, pues me estaba dando tanto placer que las palabras no me salían y las piernas me temblaban. Mordí mis labios para callar los gemidos que amenazaba con salir. Él siguió en su trabajo, lamiendo, succionando y adentrando su sin hueso en mi agujero, provocándome una sensación extraordinaria, y dilatándome a su vez. Después de un tiempo, metió un dedo, y comenzó a darme pequeñas embestidas con el mismo. Me sentía bien, increíble, y cuando su segundo dedo se incorporó, la sensación de placer se multiplicó. En un inicio siempre duele, pero después el dolor es remplazado por una sensación tan explosiva que no sería capaz de explicarla con palabras.

Estuvo así un rato, hasta que consideró que ya era tiempo y bajó sus pantalones, posicionando su miembro apuntando hacia mi apertura y rozándome ligeramente.

- Jin, ¿puedo ya?

- Joder Namjoon, sí... Claro que sí - Y dicho esto, comenzó a meterla lentamente. Puso una vez más su mano en mi boca para evitar que gritase y alguien más nos escuchara.
- Si te duele mucho... Muerde... ¿Vale? - Preguntó con voz entrecortada por el placer, y yo asentí, e hice caso a sus palabras, mordiéndole la palma, pues me dolía enormemente a pesar de saber que en poco tiempo el dolor se convertiría en una maravillosa sensación.

Una vez toda estuvo dentro, esperó un rato hasta que me acostumbrara, y cuando esto ocurrió, empecé a mover las caderas de atrás hacia adelante. Evidentemente él entendió y empezó a entrar y salir rápidamente, apuntando duro y certero, para, después de un tiempo, dar directamente en esa zona que me hacía ver el puto cielo.

Un intento de abrir la puerta nos sacó momentáneamente de nuestra burbuja, y yo abrí los ojos lo máximo que pude.

No voy a mentir, me acojoné, pues evidentemente no me hacía ningún tipo de gracia que me pillaran en un baño, apoyado en un lavabo y siendo follado por un moreno de metro ochenta. Y como ya os podéis imaginar, giré la cabeza en dirección a Namjoon, quien aun no había dejado de tapar mis labios y me miraba con su típica expresión burlona.

- Mmm - Hice un ruido, y a pesar de que no podía formular palabra, yo sabía perfectamente que él me había entendido. Una embestida, a la cual reaccioné con un gemido que quedó apagado por su extremidad, fue su respuesta.

- Tranquila princesa, si quieren entrar que esperen, o si no que vayan a algún árbol - Y se encogió de hombros, para seguir con su tarea, dándome muchísimo más duro que antes, y haciendo que una vez más, dejara de prestarle atención a algo que no fuese él y su miembro.

Una, dos, tres, no sé cuántas habrán sido, solo sé que tocaron la puerta varias veces, y que Namjoon después de responder un "Está ocupado", siguió y siguió, y con cada toque me daba dos veces más fuerte.

Estaba al puto borde de la locura, y me encontraba tan sensible, que él tuvo que sostenerme de la cintura, pues mis piernas no podían soportar más.

Y si antes de salir con él me hubiesen dicho que terminaría follando en el baño de una boda, con una larga fila de invitados esperando fuera para entrar, y con un moreno de cabello gris que estaba buenísimo, definitivamente no me lo hubiese creído, y habría mandado a freír espárragos al autor de semejante comentario. Sin embargo, ahí estaba yo, gimiendo de placer contra la mano de un hombre que desde el minuto uno, estuvo causando desorden y movimiento en mi vida.

Y lo estaba jodidamente disfrutando.

- Princesa, ¿cómo mierda me puedes apretar tanto? - Gruñó él, haciendo sus movimientos aún más duros, de tal forma que en una ocasión mi cabeza chocó contra el espejo, y bendito sea este artefacto, porque a través de él, pude ver su expresión de satisfacción durante todo lo que estuvimos ahí.

Finalmente, y luego de que comenzara a estimular mi propio pene, me vine en su mano, y un par de estocadas después, él lo hizo en mi interior.

Una vez recuperó fuerzas, tomó algo de papel higiénico, y comenzó a limpiar mis muslos, para acto seguido volver a poner la ropa desplazada en su lugar.

Se subió sus pantalones y luego se sentó en el váter, cargándome para esperar a que me recuperara, pues yo estaba muchísimo más agotado que él. Durante el tiempo que estuve en sus brazos pensé de todo: que me había vuelto loco, que era un inconsciente y miles de ideas relacionadas. Sin embargo no me arrepentía en lo absoluto, de hecho, a pesar del cansancio y el ligero dolor, me apetecía enormemente repetirlo.

- Namjoon... - Susurré con una sonrisa, para que no me escucharan desde fuera, mirándole a los ojos.

- Dime cariño - Respondió igual de sonriente.

- ¿Y ahora cómo hacemos? Porque no podemos salir los dos a la vez... - Dije riendo los más bajo que pude y él correspondió, estuvimos unos instantes riéndonos como idiotas para que luego contestara:

- Pues yo salgo por la ventana, y tú por la puerta - Se encogió de hombros.

- ¿Eh? - Cuestioné totalmente incrédulo.

- Eso Jin, yo me voy por allí - Señaló a la apertura que se encontraba en la pared de la ducha y que daba a una zona aislada de la fiesta donde no habían personas - Y tú esperas unos instantes, luego sales tan tranquilo y si te preguntan dices que tenías dolor de estómago o algo - Sonrió una vez más, y yo me vi contagiado por su felicidad.

Namjoon era una persona tan alocada, no pensaba, solo vivía, y yo era todo lo contrario, por eso me gustaba tanto estar con él, porque me daba fuerzas para dejarme llevar. Una vez me sentí mucho mejor, me levanté de su regazo, él se acomodó el traje y después de darme un pequeño beso, comenzó a trepar hacia la ventana.

Cuando ya hubo casi terminado el proceso, le llamé:

- Namjoon...

- Dime, ¿qué pasa? - Se volvió hacia a mí, deteniéndose abruptamente en una pose súper graciosa, en la que una de sus piernas estaba fuera, y la otra dentro, mientras, que su torso estaba doblado hacia adelante para poder pasar y su cabeza inclinada ligeramente.

- Nada, solo que estás como una puta cabra - Y volví a sonreir en grande, tanto, que mis comisuras dolían, y él hizo exactamente los mismo, dejando a la vista sus increíbles hoyuelos. Se inclinó un poco hacia mí y dejó un pequeño pico sobre mis labios.

- Te quiero princesa - Y dicho esto, salió por la ventana.

Yo hice lo que habíamos acordado, acomodé mi ropa, y luego de ponerme presentable, salí del baño con mi mejor cara de "aquí no ha pasado nada, no llevo encerrado un montón de tiempo en un baño teniendo relaciones sexuales con el hijastro de la hermana de la novia", aún sin saber exactamente qué cara era esa.

Las personas me miraban rencorosas y tuve que aguantar las ganas de reír.

En circunstancias normales, yo hubiese estado apenado por hacerles esperar, pero ahora solo me sentía satisfecho y realizado, por lo que ignoré las expresiones asesinas y avancé por la casa como... Bueno, supongo que ya lo imagináis, pero igual lo voy a decir...

Como una puta diva.

Definitivamente Namjoon me estaba convirtiendo en todo un desvergonzado.

Antes que nada lamento enormemente no haber subido capítulo ayer pero es que estuve muy liada 🙏🙏  Pero no os preocupéis que hoy voy a subir por lo menos tres.

Espero que os haya gustado.

Un besazo y cuidaos mucho 😘😘😘😘

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