Capítulo 19- ¡Hyung! ¡Yo también quiero ir al parque de atracciones!
Jin's pov
Había pasado más un mes desde que Namjoon y yo habíamos comenzado a pasar tiempo juntos, y francamente, había estado genial. Nos habíamos conocido muchísimo más, y desde el día que me contó lo de su madre, algo había cambiado, pero para mejor.
Desde entonces sentía que éramos muchísimo más cercanos, y todo este tiempo juntos me hizo darme cuenta de que nunca debía dejarme guiar por las primeras impresiones, pues a diferencia de lo que pensaba en un principio, Simiojoon era una persona asombrosa, y muy interesante. Era un tío súper inteligente, por lo que podías hablar con él de cualquier cosa, sin aburrirte pues a pesar de ser listo, no iba de sabelotodo. También descubrí que era una de las personas más torpes que había conocido en toda mi puta vida, el 70% de las cosas que tocaba se rompían. Pero esta cualidad, lejos de parecerme desagradable, me resultaba sumamente adorable.
Y si esto no era suficiente, también estaba siendo súper atento conmigo, y su sentido del humor sarcástico y pervertido, que inicialmente me resultaba tremendamente molesto, ahora suponía una de mis cosas favoritas cuando estábamos juntos. Adoraba sus bromas de doble sentido, o sus comentarios irónicos. En adición, también estaba la evidente atracción sexual que existía entre nosotros, por lo que ya estaba empezando a considerar acabar con esta tortura y finalmente tener sexo con él.
Ahora mismo, nos encontrábamos de camino al parque de diversiones, pues era sábado y queríamos hacer algo, los dos solos. Taehyung había insistido en venir pero hablamos con Hoseok para que pasara el día con él y así no hiciera un berrinche. Cabe destacar que el pelirrojo accedió encantado de la vida.
Namjoon se revolvía incómodo en los asientos del metro, y yo no sabía qué mierda le pasaba.
- Eh, simio, ¿estás bien?
- Perfectamente - Respondió apresurado.
- Ya, ¿y por qué éstas tan inquieto?
- Por nada, por nada - Era evidente que estaba mintiendo, así que me crucé de brazos y alcé una ceja - De veras que no pasa nada... Pero... ¿No prefieres ir al planetario o algo? Es que, ya sabes, hay mucho sol, y en el parque seguro que hay mucho calor y la cola de las entradas y tal, que fastidio, ¿no? Además, tú seguro que estás agotado por toda una semana de trabajo en el restaurante, ¿verdad?
- Vamos Namjoon, suéltalo.
- Está bien... - Suspiró - A mí... A mí...
- A ti... - Le ayudé para que avanzase porque si no, me daba pinta de que llegábamos al parque y aún no me decía qué le pasaba.
- ME DAN MIEDO LAS ATRACCIONES, ¿VALE? - Gritó rápido, atropelladamente, y totalmente a la defensiva, haciendo que yo le mirara con los ojos abiertos un rato por su desconcertante actitud, para acto seguido, echarme a reír como un puto loco. Los demás pasajeros me miraban con cara de "¿Y este tío de dónde ha salido?", pues evidentemente no todos los días te encontrabas con un hombre jodidamente guapo, riéndose de forma peculiar en medio de un puto transporte público, pero a mí me la sudaba, así que no paré de reírme hasta que lo consideré necesario - Joder, princesa, no te rías, lo digo en serio.
- Es que me sorprende que un tío como tú, que siempre va de duro por la vida, le tenga miedo a algo como eso - Dije limpiando las lágrimas que se me habían salido por la risa.
- Pues yo no veo nada de raro, de hecho, raras son las personas a las que les gusta montar en esas máquinas de tortura humana. De verdad que ese es el sitio más horrible del mundo. Hay sol, niños, gente sudorosa, colas interminables y aparatos que te dan ganas de potar al subir - Contestó frunciendo el ceño, usando un tono que le hacía parecer un político enfadado. Yo sonreí y le pellizqué una mejilla, aunque creo que fui un poco brusco, porque me dijo:
- ¡Ah, ah, ah, prinjeja dwele! - Y me daba golpecitos en la mano para que le soltara. Evidentemente no pudo pronunciar correctamente porque le estaba jalando. Le solté y luego le frote el moflete para aliviar el dolor - De verdad que eres de un bruto Jin...
- No seas exagerado - Rodé los ojos - Y con respecto al parque, tranquilo, que no te dejaré sufrir.
- ¿Entonces no vamos a ir? - Preguntó esperanzado.
- Evidentemente sí lo haremos - Su expresión volvió a ser la de instantes antes - Pero yo te protegeré - Contesté a modo de burla. Me gustaba verle así, la mayoría del tiempo, él era el que se metía conmigo por cualquier cosa, pero en situaciones como esta, me gustaba ser yo el que se sintiese superior.
- Ja ja, qué gracioso - Respondió con sarcasmo - Si no sobrevivo, llévate mi disco duro y borra el porno antes de que alguien más lo vea.
- No seas idiota - Le di un pequeño golpe en la cabeza y rodé los ojos ante su estupidez - Y deja de ser cobarde, no te va a pasar nada, por el amor de Dios.
- Bueno, si me sucede algo te va a quedar en la conciencia - Dijo entrecerrando los ojos y señalándome con el dedo, asumiendo una actitud totalmente infantil.
- Sí sí sí , lo que tú digas - Y acto seguido, le acomodé en el asiento, para luego recostar mi cabeza en su hombro.
20 minutos más tarde llegamos al famoso lugar al que yo estaba entusiasmado por ir, y que Namjoon aborrecía completamente. Le tomé de la mano y le dije:
- ¿Cuál montamos primero?
- Pues ese que tiene unas mesas blancas y un dibujo de helados tiene muy buena pinta - Contestó señalando a un lugar que cumplía con esas características.
- Namjoon.
- ¿Sí?
- Esa es una cafetería.
- Pues eso, ese parece ser el más genial - Yo volví a darle un golpe en la cabeza, y él comenzó a frotársela luego de decir "Auch".
- Déjate de gilipolleces y vamos.
Estuvimos unas dos horas montando diferentes atracciones y yo me la estaba pasando estupendamente. A decir verdad, algunas me daban miedo, pero supongo que eso era precisamente una de las partes divertidas de esta actividad, eso, o que yo era masoquista. Pero lo que más entretenido me tenía era el moreno. Cada vez que montábamos en algo ponía una expresión de "Dios ¿Qué he hecho yo para merecer esto?", y eso me motivaba más a querer hacerle subir.
Finalmente, terminamos en la cafetería a la que él quería ir en un principio y estábamos comiendo algo.
- ¿Te lo estás pasando bien? - Pregunté con falsa inocencia.
- Todo lo que tienes de guapo lo tienes de oscuro, hay demasiada maldad en tu corazón - Respondió con tono rencoroso y yo empecé a reír.
- Venga ya, tampoco ha podido estar tan mal.
- No ha estado tan mal porque ha sido contigo, ten por seguro que si hubiese venido con otra persona no me hubiese subido a ninguna de esas creaciones del demonio - Comentarios como ese, que hacía inconscientemente y con total sinceridad, habían contribuido al hecho de que yo estuviese babeando por él.
- Genial, porque aún nos queda una.
- ¿Qué? Pensé que ya nos íbamos a casa - Comentó con los ojos muy abiertos.
- Y lo haremos, pero después de montar en la rueda de la fortuna.
- Princesa, yo sé que en las películas esa es una típica escena romántica, pero en mis condiciones no creo que pueda satisfacer tus ideales - Rodé los ojos (por 1863 vez), ni cuando tenía miedo dejaba de decir tonterías.
- No digas idioteces Namjoon, además, será genial, podremos ver gran parte de la ciudad. ¿Sabías que la rueda de este parque es la más alta de todo Seúl?
- ¿Sabías que si me dices eso me quitas aún más las ganas de montar? - Respondió imitándome utilizando voz chillona.
- ¡Eh! ¡Que yo no hablo así! Y me da igual, vamos a montar y punto.
Cuando terminamos de comer, le arrastré en contra de su voluntad (una vez más) a lo anteriormente dicho, y luego de unos 10 minutos de espera, finalmente montamos en uno de los apartados.
Las vistas eran preciosas y yo estaba totalmente cautivado por ellas.
- Hey Nam, ¿has visto que vis- Me detuve, pues cuando desvíe la mirada de la ventana, vi que la suya apuntaba directamente al suelo de la cabina - Hey, Nam, cariño, mírame - Él negó, aún sin dejar de ver el suelo - Venga Namjoon - Le tomé suavemente de las mejillas, y le levanté la cabeza, para conectar nuestros ojos. Era evidente que estaba muerto del miedo - Está bien, tranquilo, no pasa nada - Dije con suavidad, para luego dejar un ligero beso sobre sus labios. Cuando nos separamos, sonreí, y él me correspondió alzando ligeramente sus comisuras - ¿Mejor? - Asintió con la cabeza y volvió a besarme, esta vez un pelín más de tiempo. Después de esto, conseguí poco a poco que dejara el temor y mirara la maravillosa imagen de la ciudad.
- Vaya Jin, esto es increíble - Expresó asombrado.
- Te lo he dicho tonto, se ve genial.
- Tienes razón, debería tomar una fo- Un sonido estruendoso interrumpió nuestra conversación, y el movimiento del aparato se detuvo abruptamente justo cuando estábamos en la cima - ¡AY MADRE! ¡AHORA SÍ NOS MORIMOS JIN! ¡TE LO HE DICHO, ES QUE TE LO HE DICHO, QUE ESTO IBA A TERMINAR MAL, A LA MIERDA TO- Comenzó a gritar como un loco, y yo le tapé la boca con las manos.
- Tranquilízate y cállate la puta boca un momento, seguro que ha sido un fallo técnico y enseguida se soluciona todo - Y como si una voz divina me hubiese oído, en ese momento se escuchó a alguien del personal encargado de manejar la atracción, decir por los altavoces:
- HA OCURRIDO UNA FALLA ELÉCTRICA Y SE HA PARADO EL FUNCIONAMIENTO, ESTAREMOS DÁNDOLE SOLUCIÓN EN UNOS MINUTOS AL PROBLEMA, POR FAVOR, MANTENED LA CALMA Y PERDONAD LAS MOLESTIAS.
- ¿Ves? Lo que te he dicho, tranquilo, todo se solucionará - Él asintió, pero evidentemente mis palabras fueron inútiles porque empezó a removerse sobre el asiento.
Cuando pasaron 5 minutos y aún el equipo no se había puesto en marcha, Namjoon se puso más nervioso. En ese momento, tomé una decisión que me llevó a hacer lo que ocurrió a continuación. Que conste que fue porque no se me ocurría mejor forma de calmar al peligris, no porque me apeteciese hacerlo ni nada por el estilo (nótese el sarcasmo).
- Namjoon... - Susurré con la voz más sexy que pude, y posando mi mano sobre su muslo.
- ¿Qu-ué qu-ué paa-asa? - Inquirió nervioso.
- Pues que me he quedado con un poco de hambre - Contesté mientras me acercaba peligrosamente y subía mi mano hacía la bragueta de su pantalón. Él tragó duro.
- ¿Qué haces princesa? - Preguntó ya más centrado en mi actitud que en el miedo que le causaba estar a muchísimos metros del suelo.
- ¿Recuerdas aquel día en la pizzería que me dijiste que me cabía un montón en la boca? - Pregunté murmurando a escasos milímetros de sus labios, estábamos tan cerca, que una vez saqué mi lengua para remojar mi belfo inferior, toqué en el acto los suyos. Asintió sin decir una palabra - Pues ahora sabrás de verdad cuánto me cabe - Y dicho esto, le sonreí ladino, para luego agacharme en el suelo de la cabina y, después de un par de golpecitos sobre sus rodillas exigiendo espacio, ponerme entre sus piernas. Él me miraba atónito sin saber qué decir, probablemente porque llevábamos más de un mes de tener esta extraña relación y no le había dejado hacerme nada además de algunos roces, así como yo no le había hecho nada a él, y el hecho de que lo estuviera haciendo ahora, y en un puto parque de atracciones, de seguro le tenía totalmente descolocado.
Zafé su cinturón y lo saqué apresuradamente, abrí el botón de su prenda, y bajé la bragueta, para luego intentar bajar por completo los pantalones. Él se levantó ligeramente del asiento, facilitándome la tarea. Una vez abajo, me quedé unos segundos observándole, para acto seguido, comenzar a pasar mi mano sobre su bóxer, y comenzar a apretar ligeramente el bulto que se iba levantando poco a poco. Acerqué mi boca, y comencé a succionar su miembro aún sobre la tela, intentando ser lo más sensual posible, dando pequeñas mordidas de vez en cuando, y una vez que lo sentí totalmente duro, metí mi mano y lo saqué quedándome gratamente impresionado con el tamaño.
Rodeé la base con mi palma y comencé a moverla de arriba a abajo, suavemente, explorando lentamente cada centímetro de su dureza. Alcé al vista. y le vi mirándome, por lo que mordí mis labios para provocarle aún más si era posible.
- Jin, si vas a hacerlo hazlo ya porq Oh joder... - No pudo terminar la frase, pues justo en ese momento, pasé la punta de mi lengua por su glande, sin dejar de mover mi mano. Volví a repetir ese acto un par de veces y el moreno cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Una pequeña gota de líquido preseminal salió de su orificio, y la lamí, para acto seguido, meter todo lo que cupiera de su gran elemento en mi boca. Comencé a subir y bajar lentamente, llenando de saliva cada una se las zonas por las que pasaba y haciendo movimientos circulares con mi lengua, mientras con una mano sujetaba lo que no me cabía dentro y con la otra acariciaba sus testículos, frotando esa sensible zona y provocando que él tuviera pequeños espasmos. Estuve así por un rato, ahuecando mis mejillas de vez en cuando para provocar en él una buena sensación, la cual fue confirmada con todos y cada uno de sus jadeos. Luego, cuando al parecer no podía soportarlo más, el moreno sostuvo mi cabeza, empujándome hacia adelante y obligándome a tragar toda su longitud, atragantándome en el acto. Sentía que mi garganta iba explotar, mi cara estaba roja y pequeñas lágrimas se escapaban por mis ojos, pero el hecho de saber que le estaba provocando placer me hacía sentirme extrañamente bien. Él levantó su caderas y comenzó a dar pequeñas embestidas.
- Oh, joder Jin, esto es el paraíso.
- Mmm - El peligris gemía, y yo hacía soniditos extraños pues evidentemente no podía hablar.
Estuvimos un largo período así, en ese delicioso vaivén de su cuerpo contra mis labios, sintiendo sus bolas golpear mi barbilla y deleitando mi paladar con su salado gusto, hasta que sentí que un líquido viscoso inundaba mi cavidad bucal y su nuevo sabor atacaba mis papilas gustativas. Namjoon salió de mi interior, y yo relamí mis labios, tragando así toda su deliciosa crema. Intenté recuperar la respiración, y luego le miré, se veía agotado y me dio una sonrisa enorme que yo correspondí con una incluso más grande. Me incorporé en el asiento, y él se subió la ropa desplazada.
- ¿Cómo ha estado? - Pregunté coqueto.
- Jodidamente bien princesa, jodidamente bien - Dijo frotando mi mejilla, para acto seguido besarme en los labios. Justo en ese instante la máquina comenzó a moverse y esta vez sí pudimos disfrutar más tranquilos de las increíbles vistas hasta el final del recorrido - Jin.
- ¿Sí?
- Creo que el parque de atracciones se ha convertido en mi lugar favorito.
Bueno, el Jin es todo un lokillo😂😂😂.
Es la primera vez que escribo algo como esto así que perdonadme si ha quedado muy kfkkakajj.
Por cierto, ellos estaban en una cabina como esta, por lo que estaban solos, y al estar en la cima nadie podía verles haciendo sus cosillas😏😏😂😂
Espero que os haya gustado. Un besazo y bai 😘😘😘😘😘
Pd: por cierto, yo sé que Jin suele ser mucho mas miedoso que RM, pero me ha parecido que le iba bien esto a este capítulo.
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