Capítulo 11- Oh, pero Hobi no es gente, Hobi es Hobi.
Jin's pov
Número desconocido
Buenos días princesa💖💖 8:02 am
Por cierto, soy Namjoon 8:02 am
Ya me lo imaginaba 8:04 am ✅✅
Se puede saber de dónde has sacado mi número? 8:04 am ✅✅
Se lo he pedido a Hoseok😊 8:04 am
Y Hoseok lo tiene porque... 8:04 am✅✅
Se lo ha dado este chico, Tae creo que se llamaba.😓😓 8:04 am
Debí imaginarlo. 8:04 am ✅✅
Bueno, para cuando nuestra charla?😃😃 8:05 am
No lo sé, cuando tenga tiempo supongo 8:05 am ✅✅
Vale, pues esta tarde paso a verte por el local 😉😉 8:05 am
Tú mismo 8:05 am ✅✅
Hasta luego Jin.😘😘😘 8:05 am
Después de haber hablado con Namjoon la noche anterior, este me acompañó a casa alegando que, "era demasiado tarde para que una delicia como yo estuviese sola".
Evidentemente, esta era una excusa barata, porque además de que yo vivía relativamente cerca, eran apenas las 8:30 pm, así que todavía quedaban personas por la calle, y por tanto, no suponía un peligro real.
Pero a pesar de esto, le dejé, porque tras nuestro encuentro, la idea que tenía sobre él había cambiado ligeramente... Y bueno, supongo que me daba curiosidad.
Me esperaba que por todo el camino fuese lanzándome indirectas o diciendo cosas guarras, sin embargo, grata fue mi sorpresa al ver que podíamos hablar como personas normales.
Descubrí que quería ser productor musical, igual que Yoongi, que desde hace un montón de tiempo este y Hoseok eran sus mejores amigos, y que era un año menor que yo.
También me dijo que los pantalones que llevaba me quedaban de muerte, y que esa era precisamente otra de las razones por las que me acompañaba, pues según él, me realzaban demasiado el culo y cualquiera podría pasarse de listo.
En fin, que yo esperaba que todo el camino fuese ofreciendo comentarios sexuales, y solo lo hizo en un 20% de este.
Así que evidentemente, era un progreso considerable.
Ahora estaba con el trío de idiotas de camino a la escuela. Una vez más, Taehyung y Jimin se habían colado a desayunar, pero en esta ocasión no dejé que se escaqueasen.
Guardé el móvil y miré a Taehyung alzando una ceja.
- Eh tú. ¿Se puede saber por qué andas dándole mi teléfono a la gente?
- ¿A qué gente?
- Pues a Hoseok - Hablé en tono obvio.
- Oh, pero Hobi no es gente, Hobi es Hobi - Sonrió inocentemente.
- Me da igual, como si es el Rey de España, no puedes estarle dando mi número a la gente así como así. ¿Qué sabes tú si quieren acosarme? ¿O rastrear mi móvil y luego asaltarme? ¿O secuestrarme para vender mis órganos?
Los tres se quedaron mirándome estupefactos, incluso Taehyung, quien evidentemente era el menos cuerdo del grupo.
Igual y exageré un poco.
- Hyung, estás exagerando - Sip, lo que yo decía.
- Exacto Hyung, además, yo le di tu móvil a Hobi porque un amigo suyo lo quería, el moreno este tan guapo que no deja de mirarte... ¿Nanyun?
- Namjoon - Le aclaré.
- Eso.
- Igual, no tenías que haberlo hecho.
- Venga ya Hyung, ese chico está babeando por ti - Esta vez fue Jimin el que intervino.
- Ese chico está babeando por mi culo, que es distinto.
- Ya claro, si solo fuera eso, ¿crees que hubiese ido dos días seguidos a esperarte en la escuela? Seguro que aparece hoy también.
- ¿Ayer le visteis?
- Sip, estaba recostado en una columna cuando salimos, pero creo que no nos notó - Contestó Kookie.
-Bueno, da igual, hoy no vendrá.
- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - Preguntó el más bajo.
- Pues porque resulta que el restaurante de mis prácticas es de su padre, y seguro que se pasa luego a acosarme.
Expliqué desinteresadamente, como si no fuera la gran cosa, pero aparentemente si lo era, pues todos se quedaron mirándome fijo, para acto seguido descojonarse, excepto Tae, ya que al parecer no se enteró de nada y empezó a gritar "¿El qué? ¿El qué?", pero yo ya estaba molesto y los demás se burlaban de mi miseria, por tanto, ninguno de los tres le explicamos.
- ¡Joder Hyung! - Jimin no paraba de reír, y no era el único, pues Kook se carcajeaba más y más fuerte, tanto, que ya se encontraba doblado y frotándose el abdomen. El castaño había decidido comenzar a reírse también, aún sin tener idea de por qué lo hacía, probablemente por lo contagiosas que eran sus risas.
- ¡Parad ya, joder!
- Es que de verdad, Hyung, no se puede tener tan mala suerte... Aunque con un tío como ese yo no veo lo malo por ningún lado - Contestó mi hermano y yo le lancé una mirada asesina.
- ¡Claro que es mala suerte! ¿Qué haríais vosotros si un tío gigante como ese os persiguiera a todos lados?
- Pues me lo tiraría - Contestaron al unísono, como si la respuesta fuera evidente, y yo rodé los ojos.
- Trío de idiotas.
- Ya, ya, Hyung, no te enfades - Dijo otra vez el menor, pasándome un brazo por los hombros.
- Eso, eso, ya verás como te termina cayendo bien y todo, igual y en diez años hay boda - Añadió Jimin.
- ¿Boda? ¿Dónde? ¡¡¡Yo quiero ir a tirar arroz!!! - Exclamó Tae, sonriendo y dando saltitos, a la par que aplaudía, una imagen tan tierna que dejé mi enfado detrás y me uní a los dos restantes para reírnos con cariño de su inocencia.
Ya eran las cuatro, y por tanto, Youngjae y yo estábamos en Winter Spices.
Tae Il nos dio a cada uno una chaquetilla, y con ello consiguió que me sintiera en el cielo, como todo un profesional.
Tal cual dijo el día anterior, nos asignaron en una sección distinta, a mí me pusieron en el área de carnes, mientras que al castaño le encomendaron trabajar con los postres.
Todo iba relativamente bien, nos acompañaba un chef para darnos indicaciones con respecto a lo que teníamos que hacer, y cómo iba cada plato.
Lo estaba disfrutando enormemente, entendiendo todo a la perfección y dando lo mejor de mí.
Sin embargo, toda esta paz se disipó cuando, al pasar una hora, las puertas de las cocinas se abrieron abruptamente para dejar entrar a un puto dios griego.
Namjoon era un tío atractivo, eso lo supe desde que le conocí en la fiesta, pero sin duda ese día le vi mejor que nunca.
Llevaba una chaqueta de cuero, con una camiseta negra, unos pantalones de mezclilla y unas botas negras también. Tenía su perfecto pelo gris hacia atrás, y pude distinguir el olor de su colonia por encima de los restantes aromas que inundaban la cocina.
Se me hizo la boca agua, y no precisamente por la comida.
Sin embargo, no dejé que ese pensamiento me dominara, pues no podía permitir que interfiriera con mi buen rendimiento.
Me lanzó una de sus miradas clásicas, de esas que expresaban superioridad y perversión, pero yo le ignoré, básicamente porque si no lo hacía, enviaría todo a la mierda, y dejaría que me follara ahí mismo.
Pero como os podéis imaginar, eso no podía pasar, no solo porque me expulsarían del local, sino porque yo tenía orgullo, y por tanto, debía defenderlo.
Habló algo en voz baja con Tae Il, y acto seguido, se sentó en una de las sillas en las que el día anterior estuvimos.
Durante la próxima media hora, trabajé ligeramente incómodo, sentía que alguien me observaba, y efectivamente, cada vez que miraba de reojo, me topaba con el moreno, quien al darse cuenta de que le veía, giñaba un ojo, o sonreía dejando ver sus lindos hoyuelos.
El maldito simio me estaba vacilando, y si no hubiese sido porque me encontraba en el restaurante, y porque obviamente no estaba dentro de mis planes de futuro ir a prisión, le hubiese lanzado el cuchillo con el que picaba un delicioso lomo de cerdo.
- Jin, cariño, ¿estás bien? Te noto un poco rojo - Preguntó la superior que estaba a cargo mío.
"Sí, estoy perfectamente, solo que hay un tío que está buenísimo que no me quita el ojo de encima, y por eso me pongo nervioso, pero usted tranquila, que todo está controlado"
Obviamente no podía decirle eso, así que fingí la sonrisa más relajada que pude y asentí.
- ¿Seguro? - Afirmé nuevamente - Bueno, en ese caso te dejo encargarte de esto por un rato, que es hora de mi descanso y desde la mañana no he parado - Y como dijo, se marchó, supongo que a la sala de estar del personal.
No habían pasado diez segundos de que saliera por la puerta, cuando sentí una mano en mi cintura, lo cual me hizo dar un salto en el lugar.
- Calma princesa, soy yo - Susurró Simiojoon muy cerca de mi oído, y si antes estaba rojo, me imagino que ahora estuviese incandescente. Lo peor era que no podía apartarle bruscamente como era tradición, porque no quería hacer un escándalo, y menos uno en el que se viese involucrado el hijo de mi jefe, cuya identidad aún era desconocida para mí.
- Namjoon...
- Descuida, solo estoy mirando... Esto que estás haciendo tiene buena pinta - Comentó mirando al platillo que tenía delante, y acto seguido, reforzó su agarre sobre mí, mandando un zumbido de excitación y miedo por todo mi cuerpo.
- Gra-a-acias, pero me vendría bien que te apartases un poco, necesito sitio para moverme... - Me encontraba sobrecogido, su invasión a mi espacio personal no solo me quitaba área de trabajo, sino que me ponía de los nervios, y por tanto no me permitía realizar mi tarea al máximo.
- Oh, sí, claro, lo siento - Se apartó con una sonrisa socarrona, evidentemente su objetivo era alterarme y claramente lo lo consiguió, aunque por mucho que tratara de esconderlo, me era imposible - ¿Necesitas ayuda con algo?
- Nop, todo está controlado.
- Vale, entonces estaré aquí, por si luego te hago falta... - Su voz salió tan fuerte, y ronca, que sentí que mis piernas comenzaban a temblar. Se apoyó en la encimera que estaba a mis espaldas, cruzándose de brazos, todo esto sin perder la puta expresión de "sé que te tengo loco Jin", de su maldita cara.
Su divina cara.
- Vale... - Murmuré, y traté de seguir en lo mío.
En un inicio me fue complicado, pues su cercanía me afectaba sobremanera, pero unos 10 minutos después, Namjoon aún seguía detrás de mí (probablemente viéndome el culo), y no había dicho ni una palabra, así que empecé a sentirme más cómodo y casi pude volver a la normalidad.
La superior volvió, y siguió con su trabajo. Me dijo que lo estaba haciendo fantástico, y eso, francamente, me sentó genial. No sabría explicar la sensación de orgullo que experimenté, pero me propuse a seguir haciéndolo todo bien, y lo hubiese conseguido, si no fuese por cierto simio que decidió interferir en mi cocinado nuevamente.
Estaba cargando una olla con un caldo de carne y verduras que recién había preparado, y pretendía transportarlo a otra encimera, cuando un cuerpo se puso a mi espalda y pasó sus antebrazos por debajo de los míos, para luego susurrar en mi oído "¿Te ayudo con eso?".
Y una vez más, pegué un respingo, sin embargo, a diferencia de la primera, en esta ocasión llevaba una cazuela con un contenido delicioso a la par que caliente, y como ya os podéis imaginar, un poco de este se desbordó y cayó sobre mí, para mancharme así la chaquetilla y quemarme en el proceso.
- ¡¡Putaaaaa!! - Grité al sentir el líquido ardiente sobre mi piel, y dejé al instante la vasija con el resto de la sopa en una superficie, para ir corriendo al grifo más cercano a echarme agua.
- ¿¡Princesa estás bien!? - Preguntó Namjoon con cara de horror.
- ¡Pues claro que no estoy bien idiota! ¡Eso estaba hirviendo! - Contesté histérico.
- Jin, ¿estás bien? - Llegó Tae Il asustado - ¿Qué ha pasado?
"Nada, que cierto simio idiota se me estaba arrimando, me he puesto nervioso, y la he líado"
No podía decir eso.
- Nada, he sido un poco torpe, pero ya estoy mejor, tampoco es tan grave - Di una sonrisa tranquila.
- Jin, cariño, ¿qué ha sucedido? - Y llegó otra más, esta vez fue la superior.
- Nada, de verdad, estaba un poco despistado y-
- Ha sido mi culpa - Interrumpió Simiojoon con seriedad absoluta - Le puse incómodo y sin querer viramos un poco de caldo de la olla - Le miré con los ojos bien abiertos, pues pensé que escurriría el bulto, no que hiciese todo lo contrario - Hyung, ¿tienes alguna pomada para las quemaduras? Aunque no se vea grave, no está de más prevenir.
- Oh claro, en el baño hay, en un pote rojo que está sobre el lavabo - Contestó el tatuado luego de pestañear un poco, como asimilando la situación.
- Gracias - E inmediatamente me tomó de la muñeca, para arrastrarme con él al baño.
Cuando entramos me soltó, y comenzó a buscar la medicina, que efectivamente, estaba sobre el lavamanos.
- Eh Namjoon, de verdad que estoy bien, no pasa nada, además, puedo echármelo yo solo... - Murmuré con repentina timidez, hacía un segundo me encontraba molesto con él, pero creo que su cara de preocupación impidió que siguiera estándolo.
- Quítate la chaquetilla - Ordenó ignorándome totalmente.
- Que está todo bien, de verdad yo pue-
- Jin, quítate la puta chaquetilla - Interrumpió con enfado.
- Vale... Un momento ¿Por qué me hablas así? No, no, no, la pregunta es, ¿Por qué cojones estás molesto? Se supone que yo soy el que debería estarlo, no tú. ¡Que yo he sido el que se ha quemado! - Me quejé, señalándole con el dedo. El cerró los ojos, y suspiró profundamente.
- No estoy enfadado contigo princesa.
- ¿Y entonces qué mierda te pasa?
- Pues estoy molesto conmigo mismo por haber sido tan gilipollas y haberte interrumpido mientras cocinabas - Dijo mostrando arrepentimiento total - Ahora por favor, quítate la chaquetilla, te prometo que no lo volveré a hacer.
- Vale... Supongo... - Contesté sobrecogido por su actitud, y empecé a zafarme los botones.
Era cierto que podría ponerme la pomada perfectamente yo solo, pero me gustaba ver a Namjoon en modo servicial, y la verdad, sentía curiosidad por sentir su tacto. Y esto último era una locura, porque si me había puesto nervioso cuando me tocó por encima de la ropa, ya veía chispas saliendo cuando lo hiciera directamente sobre mi piel.
Una vez me la hube quitado completamente, él me mojó con un poco de agua y me secó con algo de papel higiénico, para acto seguido, tomar el ungüento y echárselo en las manos, las cuales frotó y empezó a pasar sobre mi pecho con total delicadeza.
Tras unos instantes de tensión, en los que ninguno de los dos dijo palabra alguna, el moreno decidió dar el primer paso.
- Eres muy blanco.
- Un poco... - Murmuré tímidamente.
- Tu piel es preciosa - Agregó segundos después.
- Gracias - Dije sonrosado y mirando hacía cualquier otro lado.
- Todo de ti lo es - Y al terminar de pronunciar esta frase, apartó la vista de mi torso, y se enfocó directamente en mi cara - Joder, me tienes loco Jin - Y a continuación pasó una mano por mi mejilla, comenzando a frotarla. Volteé en su dirección y nuestras miradas coincidieron.
Estuvimos observándonos fijamente por lo que pareció una eternidad y juro que estuve tentado a revolverme sobre su mano como un gatito que recibe amor.
Su vista se posó luego en mi cuello, y acto seguido se acercó a él, y apoyó su cabeza en mi hombro, para inhalar profundamente, aún frotando mi moflete.
- Hueles delicioso.
- Huelo a carne... - No sabía que más decir, y ambos reímos ligeramente por ello.
Pensé que me sentiría incómodo, sin embargo, estaba extrañamente disfrutándolo.
- Tienes razón... me dan ganas de comerte - Y diciendo esto, dejó una pequeña mordida en mi cuello, sobre la cual pasó la lengua una vez terminó, e hizo que un gemido bajo escapara de mis labios - También sabes delicioso - Comentó relamiéndose los labios, comenzando a dejar pequeños besitos sobre la superficie que estaba a su alcance.
- Namjoon... - Susurré, y cuando pensé que las cosas se pondrían más calientes, por suerte o por desgracia, unos golpes en la puerta explotaron nuestra burbuja.
- Jin, ¿estás ahí? ¿Todo bien? - Tae Il preguntaba desde el otro lado.
¡Ay madre! ¡Qué vergüenza!
¡Seguro que estaba todo rojo y ahora encima con la marca de la mordida!
Miré al simio con expresión de pánico total, y él simplemente sonrió, encogiéndose de hombros, por lo que le di un golpe en el pecho y comencé a cerrarme la chaquetilla lo más rápido que pude, todo esto ante su mirada divertida.
Definitivamente no podía entender qué cojones pasaba por su cabeza.
Inmediatamente terminé, abrí la puerta y dije con la mayor naturalidad posible:
- Sí, sí, todo perfecto.
Bueno un capitulillo más, este es el más largo de todos los que he escrito, pero ya me apetecía meter roce entre los dos, espero que os haya gustado.
Un besazo😘😘
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