v.
Faltaba un mes para el concurso de Yoongi, para el cual ha estado practicando muy duro, pasando casi todo su día en el piano, pero aún así dándose tiempo para ver a Taehyung. Su madre sabe que tiene una relación cercana con dos de sus pacientes, y le ha dejado convivir con ellos con la idea de que Yoongi puede ser un buen ejemplo y podría ayudarles un poco; también, gracias a el piano que se encuentra en la institución, Yoongi es capaz de practicar en sus visitas a Taehyung, el rubio gozando de la atrayente melodía acurrucado en el sofá con una manta encima, o a veces sentado, observando la espalda de Yoongi y como sus dedos se movían como el viento, rápidos, ligeros y delicados. Como los de un artista.
Como justo ahora, Taehyung está sentado en el sofá individual, con una manta que tenía un estampado llamativo de un personaje adorable que Yoongi le regaló. Miraba a Yoongi, y se llenaba de esa hermosa imagen frente a él. Yoongi era digno de ver mientras tocaba el piano, y Taehyung era bueno apreciando a Yoongi en cualquier tipo de circunstancia.
Entonces lo que parecía ser una alarma sonó, el teléfono de Yoongi se iluminó, dicho aparato que se encontraba en la parte de arriba del piano, y lo hizo detenerse abruptamente. Taehyung se fijó en cómo una tierna mueca se formaba en el rostro del menor, reconociendo la mueca y adivinando por ello que miró algo que le disgustaba.
-¿Qué es? - Se puso de pie, aún con la manta a su alrededor y caminó hasta Yoongi, colocándose a su lado.
-Me puse una alarma antes de venir, es para avisarme que tengo que hacer mi tarea - Hizo un puchero. -, pero no quiero hacerla.
-Min el rebelde, quién lo diría.
-Es de matemáticas, apesto en matemáticas, y le caigo mal a la maestra.
-¿Matemáticas? Joder, Yoongi, haberlo dicho antes, las matemáticas me hacen un oral con todo y tetas de por medio. Vamos a mi habitación, te ayudaré.
Para Taehyung no pasó desapercibido el como Yoongi se ruborizó por la mención de "oral" y "tetas", tal vez porque era un chico tímido, o tal vez porque fue él quien lo dijo. Dejando eso, Yoongi tomó su mochila luego de dejar el piano como lo encontró, y salieron juntos de la habitación, dirigiéndose a la de Taehyung y Jimin, el cual se encontraba con el psicólogo.
-¿Por qué dices que le caes mal a la maestra de matemáticas? - Preguntó Taehyung cuando llegaron a la habitación, abriendo la puerta para entrar y cerrando cuando estuvieron ambos dentro.
Yoongi se dirigió de inmediato al escritorio de la habitación y se sentó en la silla frente a éste, dejando su mochila a sus pies y sacando el materia que necesitaría para hacer su tarea.
-Oh, eso - Rió nervioso, desviando la mirada y rascando su cabeza. -, yo como que un día miré que se le marcaban los calzones por sobre la ajustada falda que traía, y le comenté a mi amigo sobre que la maestra usaba calzones de anciana... y como que se me olvidó que estábamos en clase y lo dije en voz muy alta, y como que la maestra me escuchó, y yo digo que por eso me odia y me a tratado feo desde entonces.
Taehyung soltó una carcajada sentándose en su cama a un lado de Yoongi, dejando su manta de lado. Yoongi, aún siendo el chico introvertido que era, podía llegar a ser bastante divertido a veces, además de que era una increíble compañía, o al menos eso era lo que Taehyung creía.
-Sus clases han sido el infierno desde entonces. - Suspiró, abriendo el libro de la materia junto con su libreta, con lapicero en mano y en su rostro una clara expresión de sufrimiento.
-No dejes que eso te afecte, en su lugar, deberías esforzarte más por dejarle en claro que su clase no es nada para ti... o puedes desinflar las llantas de su auto, el punto es que la perra aprenda a respetarte.
Ambos rieron, Yoongi mirando unos segundos los labios de Taehyung, los cuales ese día estaban un poco más rojizos de lo normal, y el rubio notando la acción de pelinegro, el cual no disimuló ni un poco, relamiendo sus propios labios y tragándo saliva.
-¿Y qué es tu tarea? - Taehyung le sacó de su trance, sonriéndo con algo de entusiasmo.
-Ah... si... tarea - Negó con la cabeza, para volver al planeta tierra y dejar de una vez el planeta Taehyung y sus maravillas. -. Tengo que completar todos los ejercicios del nuevo tema que nos han enseñado hoy, desde el ejercicio 17 hasta el ejercicio 43. Me van a salir canas antes de que pueda llegar siquiera al ejercicio 30.
-Claro que no - Se tomó el atrevimiento de acariciar su cabello, acercándose más a él y susurrando en su rostro, su aliento caliente acariciando su piel. -, voy a ayudarte, Yoongi, dejamelo a mi.
-Mhm.
Comenzaron a hacer la tarea de Yoongi, quien sí ya antes era un asco en las matemáticas, ahora más con un bello ángel triste respirándole en la cara mientras le explicaba los ejercicios con una voz como de anuncio de perfume o lencería. Tuvo muchos problema al inicio, Taehyung tuvo que repetirle más de tres veces el cómo se resolvía cada problema, y fue en extremo paciente, no desesperándose por lo torpe que podía llegar a ser y siendo amable.
Después de unos cinco ejercicios, Yoongi dejó de lado su timidez y se concentró en serio en su tarea, dejando a un lado su nuevo y atractivo tutor de matemáticas y el como le sonreía y felicitaba cada que lograba hacer un ejercicio por sí solo, cosa que empezó a hacer por ahí de el ejercicio 28. Desde ahí Taehyung sólo le supervisaba, y cuando Yoongi tenía una duda, la respondía a medias, para que así no se sintiera como que él le estaba haciendo la tarea, quería que Yoongi pudiese hacerlo por sí mismo.
Más tarde, tal vez una hora, los dos habían acabado, Yoongi dando un pequeño grito de alegría y alzando sus brazos de la emoción. Soltó una risita y miró a Taehyung, sin evitar un ligero rubor en sus mejillas.
-Gracias. - Murmuró ahora un poco más tímido. Se sentía algo más íntimo con Taehyung en ese momento, había poca luz en la habitación y estaba un poco en silencio el lugar.
-De nada, Yoongi, ya lo dije, cuando tengas problemas con tu tarea, siempre puedes venir a mi a que te ayude.
Asintió con la cabeza, sintiendo nuevamente la gran mano de Taehyung en sus cabellos oscuros, dando una suave caricia juguetona. Le gustó eso, por lo que le dejó continuar hasta que se detuvo.
-¿Y Jimin? - Recordó que su relación era de trío. -, debió terminar con el psicólogo desde hace rato.
-Seguro le dejaron hablar con su novio como premio al estar mejorando tan pronto. - Respondió alzando los hombros sin importancia.
-Jimin avanza, ¿cierto?
-Lo hace.
Yoongi se mordió el labio para detener las palabras que quiso decir.
¿Y tu no avanzas?
-Eres bueno en matemáticas, podrías dar tutorías si así lo quisieras. - Cambió de tema cuando se quedaron en silencio.
-Yo era algo bueno en la materia cuando era mas joven - Dijo, algo apenado de pronto. -, incluso pensé en estudiar algo con matemáticas en la Universidad.
Yoongi tuvo curiosidad entonces, porque aún no conocía mucho de Taehyung, ni siquiera su edad, tan sólo vagos pensamientos que compartían, junto con otras palabras más y miradas llenas de sentimiento. Pero Yoongi quería saber más, un poco más, y ese momento le pareció perfecto para indagar en la vida de su bonito ángel.
-¿Qué tienes planeado hacer cuando salgas de aquí? - Se volteó por completo a él, con sus manos en sus rodillas y unos ojos brillantes viéndole.
-¿Cuándo salga? No creo salir nunca... - Murmuró para él mismo, Yoongi escuchándole de todas formas y sintiéndose triste por lo pesimista que podía llegar a ser con su tratamiento. Aún así, no dejó que eso le impidiera seguir haciendo preguntas.
-Quiero saber~ - Intentó hacerse el lindo, haciendo una voz aguda y un pronunciado puchero, cosa que dejó a Taehyung impactado y Yoongi terminó por avergonzarse y cubrir su rostro, sin poder enfrentar la mirada de shock del rubio.
Quien realmente no estaba en shock del todo, sólo fue que se quedó sin palabras al ver como Yoongi se pudo volver más precioso en un parpadeo.
-Bien, Yoongi, te contaré lo que tengo en mi agenda para cuando salga de mi cueva - Decidió hablar después de el gran esfuerzo que Yoongi hizo para lograrlo, guardando en su mente esa bonita imagen del pelinegro. -. Realmente me gustaría retomar mis estudios, me gradué de preparatoria hace unos años, y dejé de estudiar cuando toda mi mierda se salió de control, por lo que termine aquí. Actualmente tengo 19 años... ¿qué es lo que quiero hacer a los 19 años? me encantaría ir a museos de arte, a algún concierto de mi artista favorito, salir a la naturaleza, tomar fotos de cualquier cosa que me parezca digna de enmarcar, tener pequeñas aventuras en las que sólo hayan risas y felicidad. Me maravilla la idea de encontrar el amor, de enamorarme, de que se enamoren de mi. Eso es con lo que sueño al salir de aquí, Yoongi, quiero felicidad y amor, es todo.
Taehyung lo dijo, era un sueño, un sueño que Yoongi amó. Sus palabras quedaron grabadas en su mente, cada una de ellas, y se propuso el cumplir los sueños de su ángel de alas rotas, teniéndolo como nuevo objetivo el darle felicidad y amor.
-¿Y tu, Yoongi? - Fue el turno de Taehyung de preguntar. -, cambiando la pregunta que tu me hiciste, pues tu no estás internado aquí, puedes salir al mundo libremente, ¿qué es lo que te gustaría hacer en el futuro? ¿con que sueñas?
Se mordió el labio inferior, sintiendo ese cosquilleo en su estómago al encontrarse con éste tipo de cercanía con Taehyung. Se sentía feliz.
-Quiero tocar para personas que aprecien mi música, presentarme en grandes escenarios, tocar hasta que se me caigan los dedos. Amo la música, el piano, no quiero nada más que no tengo alguna de esas dos cosas de por medio. Sueño con viajar a muchos lugares, en donde les daré a escuchar mis sentimientos con ayuda del piano, y también donde probaré comida típica de cada lugar, sabes que amo la comida. También, y compartiendo éste sueño contigo... creo que encontrar el amor suena bien, sonreír sólo porque la otra persona te sonría, sentirte feliz sólo porque la otra persona lo está... ¿eso es el amor, Taehyung? ¿es así como se siente? Porque me gusta pensar eso, ¿sabes? Que el amor no es el sentimiento trágico que todos pintan, que no es doloroso, que no hace derramar lágrimas. Me quiero quedar con esa vieja idea de que el amor cura todo y que te llena tanto que sientes que no necesitas nada más. Rayos, eso sonó muy romántico, por favor olvida lo último, que vergüenza.
Yoongi volvió a cubrirse el rostro ruborizado, lamentándose por el haberse dejado llevar con sus sentimientos. Él debía de tener una alarma que sonara cada que estaba apunto de hablar de más, si, luego investigaría el como desarrollarla para su uso personal.
Pero entonces un par de manos grandes quitaron delicadamente sus propias manos de su rostro, Yoongi miró al frente tímidamente, encontrando los ojos de Taehyung, los cuales le veían de una forma profunda, más que cualquier otro día, sus ojos yendo de entre sus labios a su mirada, Yoongi relamiendo sus labios sin darse cuenta y esto siendo el límite para Taehyung, quien no pudo resistir más, tomando con delicadeza las mejillas de Yoongi y uniendo sus labios con los del más joven rápidamente, sin ponerse a pensar en las consecuencias.
Yoongi cerró sus ojos y se dejó llevar de inmediato, no podía hacer más al tener los labios de su ángel contra los suyos, en sus manos en su piel, él incluso llevando sus manos a los antebrazos de Taehyung. Movió sus labios en un pobre intento de seguir el ritmo de Taehyung, sintiendo como saboreaba sus labios rosados, y de vez en cuando su lengua acarició su labios.
El beso se volvió más profundo, Taehyung trasladó sus manos a las caderas de Yoongi, el cual dirigió las suyas a su nuca y cabello, completamente ido en esa nueva sensación en su cuerpo de energía electrizante al tener ésta cercanía con Taehyung. De un movimiento rápido, el rubio llevó a el pelinegro sobre él, haciendo más hacia atrás y sentándolo de piernas abiertas sobre sus piernas, cosa que Yoongi no hizo del todo, su mente reaccionando unos segundos, con sus rodillas encargándose de no dejarle todo su peso a las frágiles piernas de Taehyung.
Pronto manos calientes estuvieron bajo su camiseta, Yoongi jadeando en medio del beso al sentir como acariciaba su piel. La manos del más joven le tomaron con fuerza del cabello, él gruñendo en respuesta y subiendo sus manos por el pequeño cuerpo de Yoongi, explorando la fina piel blanquecina. Entonces decidió dejar su boca, queriendo saborear más partes de él, besando su mandíbula y después su cuello, besos como caricias, como palabras, promesas, Taehyung le besaba la piel de una forma tan significativa y lujuriosa. Le estaba besando el alma.
Yoongi soltaba dulces sonidos bajos de placer, sintiendo el tibio aliento de Taehyung en su sensible piel, besos, lamidas y mordidas. Se sentía muy tocado, con esas manos ajenas acariciando sus espalda y abdomen, también el principio de su trasero. Eran mucho las sensaciones, comenzó a jadear un poco más rápido cada vez, sus manos en los hombros de Taehyung, tomandole con fuerza cada que no podía controlar sus sentimiento.
-Tae-Tae... hyung. - Pidió con su nombre, sin saber exactamente que pidió, totalmente abrumado por el rubio.
Y eso le hizo reaccionar de alguna manera, Taehyung se separó de pronto, y sin medirse ni un poco lanzó a Yoongi a su lado en la cama, dejándolo acostado y con la camiseta alzada. Se sentó arrodillado en la cama, observando al dulce chico que respiraba con la boca, sus labios hinchados, sus ojos lagrimosos, piel teñida de un bonito tono carmín y algunas marcas de amor en la piel sensible de su cuello.
Él había echo todo eso con el dulce Yoongi. No merecía perdón.
-Lo lamento. - Susurró, Yoongi volviendo en sí entonces, volteandolo a mirar.
Sin decir ni una palabra, se sentó de rodillas en la cama como Taehyung, bajando su camiseta e intentado arreglar su imagen de alguna manera.
-Realmente lo lamento - Volvió a hablar, Yoongi jugueteando con el borde de su camiseta. -, hace mucho que no lo hago con nadie, creo que me dejé llevar mucho.
Para Yoongi el tiempo se detuvo, esas palabras retumbando su cabeza sin parar. "Hace mucho que no lo hago con nadie", "me dejé llevar"; Yoongi no lo había sentido así, y le dolía que Taehyung le estuviese diciendo esas cosas.
-Prometo no volver ha hacer algo como eso, ¿podemos fingir que nada de esto paso y--
-Me gustas.
Yoongi no iba a permitir que Taehyung transformara algo que le había encantado en un error, no lo iba a permitir, por lo que tomó la valiente decisión de hablar sus sentimientos, de confesarse y de hacerle entender, que él no era el único que gustaba del otro en esa habitación.
-Tienes que estar bromeando. - Balbuceó un poco, sonriendo nervioso.
-No lo hago - Negó con la cabeza lentamente, con ese característico color rosado en su rostro. -. Hablo en serio.
-No digas eso.
-Me gustas.
-Yoongi, basta.
-Me gustas, Taehyung.
-Por favor, no lo digas más, estás equivocado.
-No lo estoy, estoy seguro de que me gustas. Mucho.
-No puede ser.
-Te quiero.
-¡No! - Gritó de pronto, sintiéndose en el borde de un presipicio con cada palabra que Yoongi le decía. -. Yo no te puedo gustar, por dios.
-Tu no decides quien me gusta y quien no, son mis sentimientos, míos, cierra la boca y aceptalo.
-No puedo.
-¿Por qué?
-Porque... ¿estás seguro de que no te doy asco?
Y Yoongi fue presente de las lágrimas de un ángel, un ángel que se rompía a pedazos frente a él, que sufría y que no podía con todo ese dolor en su cuerpo. Su triste alma, sus tristes ojos, sus alas rotas, todo estaba ahí, a los ojos de Yoongi. Y se quedó callado, escuchando como el ángel era torturado por él mismo.
-Soy un fracaso - Las lágrimas rodaban por sus mejillas sin parar, su voz entrecortada y sus ojos rojos. Era la peor imagen que había tenido de Taehyung en todo su tiempo juntos, y lo había dejado mudo. -. Estoy mal, roto, jodido, no puedes gustar de alguien incompleto, eso sólo te traerá dolor, tanto como el mío. Doy asco, Yoongi, soy un desperdicio de éste mundo, no merezco nada de esto, nada, no puedes hacerlo, no puedes gustar de mi. Gustar de mi es igual a estar condenado a la miseria, no te jodas por unos estúpidos sentimientos, no te hundas conmigo en este mar de oscuridad, por favor, no podré soportar el verte sufrir por mi culpa. Tu no puedes gustar de mi, entiendelo, por favor.
-Me sigues gustando igual con todo ese discurso. - Y le dio un pequeño beso en los labios.
Taehyung lloró más, y Yoongi lo abrazó a su cuerpo, susurrándole que tan hermoso era y cuando le quería.
🍃🍃🍃
Tssssssssss olvide el drama de éste capítulo, no lloren... o bueno si, lloren, perras.
El siguiente capítulo tiene aún MÁS DRAMA GGGGGGGGG no mames me amo.
Un beso 💋 porque tengo un conejo de peluche desde hace como tres años y sigo sin ponerle nombre. Pobre peluche.
#TG18DÍA5
Bais, escoria.
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