Severus se despertó en medio de la noche con una leve inquietud, sintió que las alarmas que estaban colocadas en la tienda se activaban. Sirius era el único que tenía permitido entrar y salir como le complaciera, pero después de comprobar la hora le parecía muy extraño que lo hiciera a media noche. Así que temiendo que fuera un intruso, se alistó, y se dirigió hacia la tienda.

Al llegar todo estaba oscuro, silencioso, no parecía haber nadie en la parte delantera, sostuvo su varita firmemente activando un "Lumos", caminó hasta el laboratorio de pociones, atento para a quién se podía encontrar.

Nada lo preparó para lo que vió ahí.

Nada más llegar al laboratorio para su sorpresa se encontró con un enorme perro negro tirado sobre un abrigo que había dejado olvidado en el laboratorio justo ese día.

El perro tenía su nariz bien enterrada en el abrigo, como si intentara dentro de lo posible captar todo el olor que hubiera dejado en este, era una vista muy curiosa.

Severus realmente no sabía que hacer, ni como ese perro había entrado a la tienda, pero pensó que debería de sacarlo, intentó acercarse al animal y le rascó la cabeza a ver si así se despertaba.

En cuánto el perro abrió los ojos, pudo notar el color grisáceo de estos, una vez que se concentraron en él, el perro comenzó a mover su cola alegremente, parecía estar de buen humor.

-¿Que tal? -Severus le preguntó, se sintió tonto por tratar de hablar con el animal, pero debía de intentar sacarlo por las buenas -Ven Mutt, tienes que salir
de aquí y volver a casa. -

Ni siquiera sabía si el perro realmente tenía casa, pero tenía que intentarlo, aún así, el perro no parecía tener ganas de irse, más bien parecía estar contento de estar justo ahí.

Severus realmente se sentía mal sacando al animal, pero tenía que volver a intentarlo, -vamos Mutt, deberías salir de aquí-pero el perro solo le lamió la mano, gimiendo levemente, como si le pidiera a Severus que no lo sacara de la tienda.

Que dirían las demás personas si supieran que al parecer le tiene debilidad a los perros negros con ojos grises. Así que, sin más opción, Severus transformó una vieja silla en un sillón largo y cómodo, después le dijo a la criatura que se acostara ahí.

Ver cómo el perro arrastraba el abrigo para llevárselo a su nueva cama improvisada será un recuerdo que Severus guardaría bien y que nadie debería de enterarse.

Después de asegurarse de que el perro no haría desastres y de que este le lamiera el rostro en forma de agradecimiento, Severus volvió a su casa para tratar de volver a dormir.

A la mañana siguiente, le sorprendió no encontrar al perro en el sillón, en cambio se encontró con el propio Sirius Black, durmiendo dónde había estado anteriormente el perro, todo mientras abrazaba el abrigo robado. Dudaba que pudiera recuperarlo si quisiera.

Le pareció raro al principio pero después le hizo sospechar, así que se comunicó (mediante una carta) con Lily, diciendo de que quería hablar sobre cierto tema. Así en el descanso se dirigió a su encuentro.

Cómo Black se quedaba en la tienda no tuvo ningún problema para contarle todo lo sucedido a Lily, por supuesto ella entendió y sabía más de lo que él pensaba sobre el tema.

-Suele ocurrir cuando Sirius va a visitarnos a James y a mí, cuando se queda a dormir hay noches realmente malas, en las que tiene pesadillas y no puede dormir por el resto de la noche, James me ha contado que eso solía ocurrir cuándo estaban en Hogwarts, y sólo el tener cerca a James lo calmaba. Actualmente cuando le ocurre James solía darle una prenda para que se calmara (como si fuera un cachorro), pero parece que ha evitado ir a la casa a quedarse últimamente, me preocupa que piense que es una molestia para nosotros, o incluso ya no va a visitarnos después de un episodio. -Lily finalizó, pero parecía estar pensando en sí estaría bien decir lo siguiente, -Sirius es un animago, y parece que ayer estaba buscando tu olor para calmarse. -

Severus quería reírse en la cara de su amiga con lo último dicho, pero Lily se veía tan seria y preocupada por Black, que Severus se mordió la lengua.
Aún así tenía una pregunta más, -¿Que es lo que suele ver en sus pesadillas?-

Lily casi parecía querer llorar, sus ojos se humedecieron un poco, tomó aire y explico, -es una situación complicada y a Sirius no le gusta hablar mucho del tema. Si te lo cuento a ti es porque confío en que lo guardarás bien Sev, -ella esperó a que el asintiera, luego continuó, -su familia lo torturaba desde niño, siempre recuerdos de como solían lanzarle diferentes hechizos, como lo encerraban en un armario hasta que se comportara bien, o incluso de como torturaban a Regulus frente a él. Siempre con magia negra. -

Severus tuvo que tragar fuerte al oír ese nombre, sabía que la familia Black trataba mal a Regulus, él le había contado, pero al parecer nunca había esperado que lo hubieran hecho con Sirius. Después de esa charla hablaron de otros temas evitando el tema del perro y al final se despidieron.

Desde ese día Severus descubrió cosas nuevas de Sirius, e incluso le dió un nuevo apodo, pensaba que Sirius se molestaría de que lo llamara "Mutt", pero siempre se ve tan radiante y alegre cuando Severus lo llamaba por ese apodo.

Severus está severamente confundido.