Mika salió de la habitación de Yuu, habían sucedido muchas cosas en poco tiempo, pero la intervención de Yoichi lo salvó de una explicación inexistente. Hubiera querido decírselo en ese momento, pero sintió que las ideas se me mezclaron unas con otras en su cabeza después de aquel beso.

Así que tenía que esperar a que estuvieran los dos solos para poder decirle. Y esa vez, no habría vuelta atrás. Esa vez no iba a titubear ni tampoco a confundir sus palabras por otras distintas, quería expresarlo de manera directa, sin darse de rodeos con algo tan importante. 

Lo había pensado tanto, y estaba listo para cualquier respuesta, fuese la que tuviera. Si lo rechazaba, le iba a doler, pero lo superaría, iba a conquistar a Yuu de cualquier manera, con lo que estuviera a su alcance. Si Yuu lo aceptaba, entonces facilitaría muchos las cosas. 

Recordó que esa mañana había estado con Krul, y ella varias veces lo había molestado con su situación con respecto al muchacho de ojos verdes. Pero ese día fue diferente, ella dijo todo con una seriedad que hizo que él necesariamente prestara atención a sus palabras.

« Dile lo que sientes », decía Krul una y otra vez. Pero la frase que le sentó más pesada llegó junto con Ferid. Quien por una vez dejó de molestarlo para decirle una frase que debía tomar en cuenta, « Esta alianza va a acabar tarde o temprano, ¿quién sabe qué ocurra después? Ahora es cuando tienes una oportunidad » 

Y quisiera admitirlo o no, él tenía razón. El tiempo que duraría el trato era efímero, nadie le estaba asegurando que podía darse el lujo que tomarse el tiempo que necesitara o quisiera. Probablemente iba a terminar pronto, más de lo que desearía. Por eso, era hora de que las cosas fueran un poco más rápido, sin asustar a Yuu, claro. 

Pero primero tenía que cumplir con una promesa, la que le hizo a Yuu hace días. Tenía que intentar llevarse bien con el grupo que ahora Yuu consideraba una familia. Y eso iba a comenzar cuando hablara al menos un poco. 

Pensó en alguna forma de acercarse, pero siempre terminaba en lo mismo. No quería convivir con ellos, así que iba a hacer algo que era justo y necesario. Iba a agradecerle al castaño por llegar en el momento apropiado y sacarlo de su momento estático. 

Así fue como en la mañana vio al muchacho caminando tranquilamente. Se acercó a él algo desganado de la idea de hablar.

— Hey... —llamó la atención del chico. Yoichi volteó a verlo y se asustó cuando vio su expresión gélida. Dio la vuelta de inmediato, nervioso.

—Buenos días...

—Gracias. 

Yoichi lo miró con total confusión. No tenía alguna idea de porque se acercaría el rubio a agradecerle de algo que no entendía. Especialmente porque Mika no volteaba a hablar nunca, menos si no se trataba de Yuu. Tuvo una leve idea, así que intentó preguntar para probar si era cierta la teoría que tenía.

—Está bien pero... ¿por qué? 

Mika titubeó antes de responder.

—Ayer... llegaste en un buen momento. No sé que hubiera sucedido si no hubieras llegado...

—Ya veo... yo creí que los había interrumpido —sonrió Yoichi—. Quiero disculparme por haber llegado de repente. Aunque me estés agradeciendo, siento que no debía haberlo hecho.  

—¿Por qué? 

—No te vi cómodo viendo a Yuu conmigo. Supongo que no te vamos a agradar jamás.

—Es solo que... —Mika hizo una pausa—, pensé que a ti te gustaba Yuu.

—Así era —afirmó Yoichi. El rubio se sorprendió por la respuesta tan sincera y directa del castaño. No era común que alguien respondiera tan despreocupado—. Me gustaba mucho cuando nos conocimos. 

—Supongo que han pasado muchas cosas...

—Todos han cambiado mucho, a su manera, pero Yuu ha sido quien a cambiado más. Recuerdo que él solía decir que no necesitaba amigos, y no le gustaba estar acompañado de nadie. Incluso en el colegio era igual.

—Entiendo...

Los chicos siguieron caminando mientras conversaban. Esa era la charla más larga que tenía con alguien del grupo con el cual cooperaba. Y después de unos minutos aceptó que el castaño no le desagrado, más bien, le había simpatizado de alguna manera. 

Así que tal vez, después de todo, no iba a ser tan malo intentar hablar con los compañeros que ahora tenía temporalmente. Yuu los consideraba familia, así que iba a creer en él y pensar que estaba confiando en las personas adecuadas. Así que por ese día, iba a estar en paz con todo el grupo. 

—¿Vas a la cafetería? —preguntó Mika. 

—Así es.

—Voy contigo.

Yoichi asintió con la cabeza mientras seguían el camino. 

—Te gusta Yuu —dijo Yoichi de la nada, desconcertando a Mika una vez más por las palabras inesperadas.

—¿Qué dices?

—Es obvio que te gusta Yuu. Siempre te preocupas por él y tratas de pasar el mayor tiempo posible cerca suyo. Pero no se lo dices, parece que te da miedo tener una respuesta después de todo —el castaño miró a Mika—. ¿O me equivoco?

—Le prometí a Yuu que le iba a decir primero quien me gustaba.

—Yo estoy afirmándolo, no preguntando

—Entonces afirmarlo —respondió Mika. Le había causado gracia la forma de responder del otro. 

Quizá no iba a ser tan molesto hablar con ese grupo.

***

Bien, aquí acaba un pequeño capitulo. 

Lamento mucho la tardanza que he tenido en los capítulos recientemente, pero he tenido inconvenientes por la computadora. Y mi celular es una verdadera molestia para escribir, de hecho, es todo un lío porque tengo que estar todo un día entero para escribir muy poco. Aún así voy a ver que se actualice más rápido. 

Gracias por leer~ :3 <3