𝙲𝚘𝚜𝚎𝚌𝚑𝚊 𝙻𝚘 𝚀𝚞𝚎 𝚂𝚎𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜𝚝𝚎
Un golpe de realización le había llegado a Lucia horas más tarde, cosa que ella misma asumió que era causa de todas las emociones que han experimentado esos días, que hasta ese momento se daba cuenta de que quizás la había cagado.
Besar Amelia Blight, era su error.
Un error que quizás fue inducido como un calmante de todo lo que acaba de presenciar y grabarse en su memoria, un desliz. No le desagradó el beso, definitivamente fue un alivio reconfortante besarla, incluso si no se encontraba entumecida en aquella noche, no se trataría de solo un beso.
Intimar para Lucia significa dopamina gratis y de la buena, que lleva la mayoría del tiempo una aventura efímera. Satisfacción inmediata, que se vuelve más cautivante si se tratase de gente nueva que jamás volvería a ver en su día a día, rostros lindos para ser olvidados para ser manchones en su memoria, que solo seleccionaría lo sustancial. No le gustaba repetir.
Suena quisquilloso, lo es, pero es mejor para Lucia, una persona que no volverá a ver en su vida , entrar y salie, repetir la ocasión podría significar que la otra parte esperaría algo más, más citas, más tiempo, más de Lucía que simplemente no le gustaba tolerar una situación romántica para finalizar el mes.
No le gusta el drama emocional. Solo quería la satisfacción de un encuentro casual. Y besar alguien que probablemente vea día a día le causaba malestar y ahora un confusión gignatesca que no tenía a quien expresar por varias razones, no estaba tan familiarizada y confiada en la mayoria de la gente en la cabaña como para expresarse de forma emocional, en otras circunstancias directamente se dirgiria en apoyo de consejos cursis de su hermana y de ahí saber que NO hacer, sumando que su hermana al saber que se trataba de Amelia podría apostar por su vida que la idiota de Luz no podría ni siquiera discreción exponiendola, y eso no debía suceder. Com recurso desesperado, buscaría un consejo a su madre aunque raye en lo imposible, ya que hace años que no sucedía una conversación de corazón a corazón y mucho menos una conversación que no fuera hiriente, estresante y con golpes y gritos.
Su última opción, Wyonna Park.
Pero seria mas estúpida que un zombie para cometer aquel acto de ir a contarle de un beso, si bien Wyonna era lo mas cercano a sus antiguas amistades, no es tan ingenua como para no darse cuenta de la situación y del porque esencialemente se dio cuenta que quizás lo había jodido en grande.
En tiempos mejores, Wyonna y ella salian y compartían bebidas y largas noches, sobre todo Lucia se sentía con la confianza de presumir sus consquistas y al día siguiente dar a detalle que hicieron y burlarse de Wyonna por estar en una extraña relación con una chica mientras que ella era libre y podía escoger que hacer y con quien hacer sin algun compromiso.
Wyonna le comento en un punto del pasado de tener problemas financieros en casa y dandole pistas que todo era por la misma persona de la cual llevaba años estando juntas pero al mismo tiempo no.
Acaba de ser consciente de lo que sucedía, Amelia era la atadura a la que Lucia siempre se refirio por mensaje con Park, por fin esa chica misteriosa y desquiciada tiene un rostro, y puede que ahora entienda por que el gusto de Wyonna por Amelia.
Puede confirmar de primera mano, que efectivamente Amelia era sexy y sobre todo se daba cuenta que era verdad lo que Wyonna llego a contar y que juntando lo que ella acaba de conocer de sus hermanos y de convivencia con Amelia, llega a la misma conclusión. Esa perra estaba loca. ¿acaso tiene la culpa?, es complicado decir con certeza un no o un sí.
Volviendo al punto principal, Wyonna no debía enterarse. Adjudica sus acciones de anoche con el hecho de: fue un día duro.
Ambas se encontraban vulnerables a la situación, con un fuerte coctel de emociones. Quizás no era la gran cosa, ambas victimas de las circustancias, con las cabezas en las nubes tratando de evadir la realidad. Si eso era, incluso ella tal vez este sobre pensando las cosas excesivamente como a veces suele hacerlo, puede que incluso la misma incitadora al beso de anoche, no significaba nada.
Esta idea relajo a Lucia, un alivio mental.
Era un beso, no un compromiso de por vida.
Debe de restarle importancia y dejar de preocuparse, y sumando que sabe que Amelia y Wyonna son una relación inestable puede apostar por su cabeza que ellas dos volverian a su rutina diaria de pareja que termina y vuelve.
Duda definitivamente que Amelia mencione su tropiezo, debido a que no significa un beso en una noche, que años de esa relación singular.
—¿En que piensa niña? — Inquiere algo divertida.
—Nada
—¿Nada?, pfft... —la mira burlona — niña te hable unos solidos cinco minutos, y tu mirabas la pared con cara de estreñida y hasta ahora reaccionas con la cara relajada. ¿de casualidad no te cagaste encima?
—¡Eda! — no puede evitar reír.
—¿Que?, si te cagaste puedo ir por unos pantalones nuevos, solo que tu tienes que limpiar el culo sola
—Eda — Se quejo Lucia que miro a los lados asegurandose que nadie escuchara la conversación vergonzosa.
La mayor estuvo riendose de ella por un rato hasta que se calmo.
—Pero enserio niña, ¿que pensabas? —corta con su navaja unos pedazos de manzana que ofrece a Lucia, aceptandolo mientras sigue pensando.
—En nada...—
—¿Entonces si no es nada porque tenías cara de estar cagando?
—¡Mierda Eda, deja de hablar de eso!
—¿Que?, es normal cagar, a no ser que estes estreñida, Lilith te puede dar algun te para que puedas hacer-
—¡Ya si te digo lo que pasa, dejaras de hablar de si cago o no cago! — desesperada la interrumpe, algo mortificada.
Le incomoda hablar de su propio sistema digestivo, por que sabe que eso deriva a conversaciones vergonzosas de ella pequeña sin poder controlar sus esfinteres.
Eda se burla de ella y acepta, satisfecha de lograr su cometido.
Lucia se levanta de su lugar y revisa los alrededores para asegurar que nadie escuchara.
—Pensé que la había cagado, pero al final solo eran ideas mías. — Lucia prosiguio a explicarle brevemente su situación y la de Park y Blight de forma breve tratando de omitir algunas cosas que estarían demás compartir.
Eda presto atención y a veces comentaba lo obvio y de como es que Lucia era una ciega como su hermana menor, al finalizar la conversación Lucia le dio un sorbo a su taza que acaba de recordar que tenía en la mesa hace rato.
—Vaya — bebe de su propia taza — a todo esto, ¿te gusta la chica?
Incosientemente las mejillas se colorean levemente y la falta de una respuesta inmediata responde a su pregunta, pero no dice nada, Lucia niega con la cabeza.
Amelia fea no es, desde que la conoce puede admitir que es excesivamente bella, toda la familia Blight, si lo considera y a primera impresión se distinguen por esos ojos dorados parecidos a los de algún felino, eso es impresionante, pero específicamente Amelia. No puede mentirse a ella misma, Amelia es muy atractiva. Sería rídiculo negar su belleza natural.
—Claro — trato de ocultar su incredulidad y burla. — de todos modos, las otras dos ya estan grandecitas para esos juegos, y quitate de culpas cabezona hasta ahora te das cuenta, solo es un error.
—Lo sé — se inclina con la silla y hecha su cabeza atrás para mirar el techo de madera y con los brazos cruzados. — Solo debo quedarme los mas neutral y lejos de ellas, y todo recuperar su equilibrio.
Ambas ríen un poco, y justo cuando Lucia da un trago a su bebida.
Eda le menciono a Lucia que se había levantado tarde, que Wyonna y compañia habían decidido a dar vigilancia y revisar las trampas, para asegurarle que no hay pajaros en el alambre que quisieran cantar la conversación.
Y noto como gente empezo a llegar, e inconsientemente Lucia dirigio sus ojos a la entrada despreocupada, pero se encontro con una mirada tensa de esmeralda.
Wyonna apretaba su mandibula y observa amenazante, la latina parpadea confundida.
Traga algo de saliva y se trata de relajar un poco.
—¿Pasa algo Wyonna? — Sonríe de lado.
Y suspira pesadamente se acomoda en su lugar para comenzar hablar, solo que, por la puerta de la sala ingresa Amelia que se frena súbitamente en la entrada, se congela tras ser el nuevo objetivo visual de las otras dos y esto provoca un aumento de tensión.
Eda pasea sus ojos en las tres chicas tratando de reírse, es gracioso para Eda, quizás no lo era, pero algo de drama no le hace daño.
Amelia parpadea muchas veces y luego mira a Eda.
—Hey Amelia — trata de seguir como si fuera un día cualquiera pero Amelia la acaba de ignorar.
—Amity y Luz terminaron el inventarios de las cosas que estaban en las mochilas, aquí esta la lista, Eda — Camina por el lugar pasando aun lado de Wyonna, ahora ignorando su existencia, y para sorpresa de todos tambien la de Lucia.
Ahora se siente personal para Lucia, sobre todo en su ego, quizás un poco más adentro.
Eda hace su papel de fingiendo que algo no esta sucediendo, hablan de unas cuantas cosas.
—Hmm — Wyonna aclara su garganta y se acerca a donde estan ellas, Lucia intrigada de ver que esta apunto de pasar la sigue con la vista. —Eda, quizás tendremos que adentrarnos un poco más en el bosque si es que queremos cazar algo
Interrumpe a Amelia, que la mira molesta, frunce sus labios y esta apunto de hablar.
—Estaba hablando
—Puedo ir con Wyonna y Edric a poner las trampas — Eda ahora mira confundida a Lucia. — Las trampas de Edric son fáciles de poner, con nosotros tres es suficiente.
—Claro — bufa con un gesto de burla e incomodidad, ignorando la mirada de ellas dos.
La dama búho voltea los ojos, y chasquea la lengua ganando la atención de ellas.
—Lo tomaré en cuenta, pero no puedo dejar que ustedes tres vayan solos, esperaremos unos días antes de adentrarnos y pensarlo mejor, quizás tendremos que cazar con las armas de fuego, pero de momento, nos limitamos a dar vigilancia. — Lucia rasca su nuca ahora sintiendo la mirada de alguien, por el rabillo de su ojo nota como ahora Amelia levanta su mirada y la dirige a otro lado. Molestandola, con la misma acción durante un rato, mientras Eda explica un poco de que lugares podrian cazar a Wyonna.
No presto atención por la escurridiza y cobarde mirada de Amelia.
—Bien me dicen cuando tengan un plan de verdad — Se levanta de su asiento y dirigiéndose lo más disimuladamente que puede lejos de ellas dos, tratando de fignir que no siente amargura en su paladar y sabiendo que ese día sería largo
[...]
Todo el mundo quiere algo, y pueden a llegar a ser cosas mas mundanas e insignificativas a cosas tangibles, la sociedad y la persona determina el valor de lo que quieren y el precio que estan dispuestos a pagar.
Y el mundo apolítico en el que se encuentran varados solo existen dos tipos de personas, los que necesitan conseguir algo, y los que pueden poner el precio que quieran y al final de todo, en el mundo actual, no existe algo más que inestables palabras prometiendolo todo y con muy bajas posibilidades de que se puede conseguir.
Camila es consciente de lo que significa siquiera estar tan cerca de alguien como Deamonne, pedirle favores a alguien como el, significaba comenzar a crear una cuenta que no sabe si podria o queria pagar.
No era algo que se pudiera hacer a la ligera, sus palabras, acciones y decisiones todas son analizadas con cautela, y sabe que él lo nota.
Y quizás pudo despistar sus rastro, la cosa no mejoro cuando llegaron estos nuevos individuos, que parecían más interesados en la mutilación y tortura de gente que en buscar una cura. La cura paso a segundo plano hace semanas.
Solo sabe que no puede dejar a solas a Vee con esos nuevos verdugos, que hacían que los demás hicieran el trabajo sucio para su entretenimiento.
No era seguro para Vee, y comenzaba a dudar si siquiera fuera un buen lugar para traer a sus hijas si es que ellas seguían vivas, no pierde la esperanza de verla algun día, pero no quisiera que fuera en un lugar como lo es Glandus. Ya estan sobepasando los limites de personas en las instalaciones.
Todo estaba listo para empezar a salir mal.
Y de momento la única persona que podia confiar, era en Verónica.
—¿Doc. Camila esta bien? — la chica la había notado muy ensimismada toda esa mañana. — deje la acompaño a una sala de descanso.
—No, no cariño, mira cuanta gente, tenemos que seguir. — Las personas que estaban en el área médica era personas que pronto serían enviadas a la zona de los sotános, para ser torturados por aquella mujer mayor y el otro chico.
Si Camila podía hacer que mejoraran podría evitar que fueran llevados.
Veronica, era una de esas chicas que Camila puso su empeño en asegurarse qeu sanara, después de conocer un poco mas de ella. De igual forma es latina, especificamente mexicana y su historia hizo fácil que ella comenzara a tenerle aprecio y su personalidad tan amable y servicial la hizo que pueda confiar y relajar la guardia.
Y cuando supo que tenía conocimientos básico de enfermeria, le ayudo a conseguir más personal para el equipo improvisado médico para atender a la gente, que no paraba de llegar al lugar, casi siempre llegaban personas que estuvieron en una pelea que derivaba a heridas que necesitaban a ser suturadas y una pequeña espera a que se recuperaran, claro que la chica era ignorante de la situación cuando llegaban los "guardias" ayudar.
De momento la taza de gente siendo llevada al sotáno baja bastante, que atrae atención a las acciones del personal médico de los nuevos superiores.
Quizás es hora de ir compartiendo poco a poco su idea de escapar con ella y con otra niña, y ellas se arreglarían por su cuenta y buscar a su hija y Veronica a su hermana menor, tal vez Hunter podría acompañarlas, no entiende siquiera como es que sigue permitiendo ser usado como banco de sangre para los experimento en Belos o en otros cadáveres.
—Venga vamos a descanasar — La chica la sujeto del brazo, sin preguntar, la llevo a su habitación designada, dejandola en la puerta, sin entrar
Camila noto que ella miraba en ratos sobre su hombro, y su andar era rápido.
—¿que tu trae? — La chica miro alrededor asegurando que no hubiera alguien mas.
—Ay Camila, es que, hay unos vatos que me siguen, altos, delgados y morenos. — Nerviosa juega con la tela de su camiseta. — No se que chingados quieren, pero si se me acercan les parto la madre. — su rostro esta contraído por sus nervios.
—¡Cielo por que no me habias dicho antes! — Camila ahora se veía enojada y alterada.
—En serio no es nada Camila no se me estrese. — palmea su hombro. — descansé un rato, yo lo haré mas tarde.
Y antes que ella se fuera Camila sujeto su mano y la indico que ingrese a al cuarto, la chica observo todo el cuarto bien cuidado, y se sento en la orilla de la cama.
—Toma esto — entregó un gas pimienta, la chica nego con la cabeza y repite que no lo puede aceptar, argumentando que era de ella, y que se puede cuidar sola. — Solo tenlo, uno nunca sabe.
El gas pimienta fue devuelto a sus manos. Sonrie dulcemente.
—Ay seño, me recuerda tanto a mi madre, siempre preocupada por los demás. —Camila se siente alagada por esa palabra.
—Todas las madres son así cariño. —Piensa en sus hijas, y su expresión flaquea.
—Seguro que sus hijas están bien — afirma y le da unas palabras más de positivismo.
Camila se siente reconfortada.
La chica se despide, dejando a la madre sola, caminando por el lugar, decide desviarse de su camino al aréa médica, tanteando el lugar, sabiendo que es acechada desde algun lugar.
El gas pimienta lo dejo en uno de los bolsillos de su cazadora, simultaneamente va sacando lentamente un bisturí que robo de enfermería, lo apreto con sus dedos y luego deslizo para sentir brevemente el filo que la hace estar en alerta.
Glandus era una escuela con aspecto de internado antiguo, remodelado a las necesidades.
Verónica, subió unas escaleras que se encontraban en el exterior de un edifico, donde sus sospechas se confirmaron era seguida, por su rabillo identificó a sus acosadores.
Se quedó en el espacio entre escaleras, mirando el patio central, lleno de gente, como si fuera el centro de una ciudad.
Los vellos de su cuerpo se erizaron al sentir la presencia de ese chico misterioso y que más que nada, no le tenía miedo, si no hartazgo por ser tan insistente en mirarla constantemente.
Y cuando escucho unos pasos detrás de su espalda, se giró por su lado izquierdo, sin darle tiempo a reaccionar, lo tomó del cuello de la camisa y lo estampa contra el barandal de la escalera, y alza el bisturí apuntándolo a centímetros de su ojo.
—¡WOW! ¡Espera, espera, espera! — La voz del chico le causa gracia. — Gustaf
— Oye tranquila, solo queremos hablar y hacerte unas preguntas — otra voz más adulta suena, ella se gira empujando al chico menor con su acompañante.
— Claaro — apunta con el bisturí — No me pidan que me "tranquilice" si llevan toda la puta semana pasada acosándome con su estúpidas miradas nada discretas.
Los chicos se apenan.
—Lo lamentó, no quería incomodarte — Gus adelanta su disculpa. — Es que enserio necesitábamos hablar contigo — ella voltea los ojos impaciente
— ¿Que es lo que quieren? — bramó
— Ya, lo qué pasa es que te pareces mucho a la amiga de mi novia, y quería saber, solo si no te molesta, decirnos si eres familiar suyo, quizás sepas algo de ella y de mi novia.
Verónica mantiene una expresión seria por unos segundos hasta comenzar a burlarse de Gus.
—Mierda, y por que tanto rodeo — lleva su mano a su cadera y la otra peina su cabello castaño hacia atrás, molesta todavía. — que en sus cabecitas de hombre no entienden que es horrible vigilar a una persona, mierda es sentido común, no te saque el ojo por que no quise.
Los tres se quedan en silencio, ya que un pequeño grupo de personas bajan por las escaleras, los tres esperan que ellos se alejen por un par de pisos.
Verónica alza sus almendrados ojos para fijarlo en Gustaf.
— Y raro número dos, ¿que quieres? — ambos se miran serios, la chica mantiene su expresión impaciente y enojada.
Y antes que Gustaf responda, Gus interrumpe.
— ¿Conoces a Boscha Cuegle? — y su expresión cambia de inmediato a uno menos agresivo. — ¿La conoces? — se quedó pasmada un rato pensando.
Gustaf lo nota, incluso si miente, su expresión ya la delatado.
Verónica adopta una postura más relajada, y guarda el bisturí en su bolsillo.
—La estoy buscando, es la única familia que me queda — Admite tras una corta espera. — ¿tú sabes algo?
—Estaba con su novia y compañeras del equipo.
Sus labios se frunce y chasquea la lengua otra vez molesta.
—¿No estudian en Glandus?
Gus ríe pero al ver la mirada irritada y de pocos amigos, corta su risa.
— Nosotros somos de Hexside- Es interrumpido por Gustaf que pone su mano en su hombro apretándolo.
— ¿Si eres su hermana, por que no sabes dónde estudiaba ella? — Cuestiona desconfiado.
Verónica resopla.
— Soy su media hermana, nuestro padre era un infiel de mierda — Responde alterada, pero se detiene para aclarar su garganta, y en otro tono de voz prosigue — Papá era una mala persona, yo siempre quise al menos entablar una relación con Boscha conocerla, soy su hermana mayor después de todo, pero ella siempre fue algo, intolerante conmigo, y lo entiendo, pero ahora que mi madre esta muerta, la eh buscado. — Sus ojos se ponen algo cristalinos y aclara su garganta por un nudo — Mierda, a lo qué voy es, que la eh buscado, me preocupa que esté sola, me preocupa mucho, ella es lo único que me queda
— Lo siento escuchar eso — Gus le ofrece un pedazo de servilleta que está en su bolsillo derecho, ella lo toma y limpia mirando a otro lado las lagrimas que caen.
Y luego aprieta el papel contra su puño.
— También buscó a mi papá, el es mi primo de hecho
Ella agradece con su mano sobre su boca y el papel. Gus mira a su primo y niega con la cabeza.
— danos un momento — Gustaf se da la vuelta para agacharse y hablarle lo más bajito que pueda a su primo — solo una pregunta más y la dejamos en paz, lo prometo
Gus antes de replicar, su primo ya estaba girándose sobre su eje.
—¿Tú y la doctora Camila son cercanas? — Verónica aprieta sus labios y encoge sus hombros.
—No la conozco tanto, pero ella es muy amable y linda conmigo, ¿por?
— No es nada — miente — pensé que era su hija si resultaba que no eras familiar de Boscha
—No, no, ella es madre de hecho, también está buscando a sus hijas.
Gustaf comienza armar el rompecabezas con la nueva información.
—Vaya no lo sabía
—Claro que no — cruza sus brazos — La pobre doctora no sabe nada de ellas, solo espera que estén en casa de una amiga suya, mierda no recuerdo el nombre — Movía su mano contraria dándose aire para tratar de dar con el nombre que le había mencionado Camila una vez. —¿Thorne? ¿Edalynn? Creo que era, dijo que las envió acá justo el día que Connecticut se fue al carajo.
—¿Clawthorne, Eda Clawthorne? — Gus responde emocionado
— Si, si, si. Con ella
—Se donde ella vive, a veces da guías por el bosque, su cabaña está cerca de Hexside
Sonríe la chica, comenzando a ver por donde iba el chico, Gustaf también agarra el ritmo de la idea de su primo.
— Quizás, aún estén en Hexside o por el área, sobrevivientes, quizás puedas decirle a Camila y ella al senador Darius que desplieguen la búsqueda en el área de Hexside — Estira sus labios en una sonrisa la chica.
— Boscha es dura, seguro que sigue con vida en Hexside con los demás. — Gus agrega
— Y que lo digas, quizás, solo quizás lo comente con Camila, y muy improbable que el senador Darius apruebe la idea, pero ya nada pierdo por intentarlo.
Los chicos asiente.
— Si eso es todo, al menos quisiera saber el nombre de mis acosadores — Trata de bromear para finalizar la charla.
— El Gustaf Porter, y yo Augustus Porter, me puedes llamar Gus.
— Verónica Ramírez Cuegle
Los primos se despiden, y ella se queda en las escaleras esperando que se alejen, limpiando las lagrimas de sus ojos y suspirando con una sonrisa fina
—Muy pronto hermanita, muy pronto —. su sonrisa se desvanece y le da un último vistazo a lo que ve de una ciudad destruida bajo el firmamento desangrándose para dar paso a la fría noche.
[...]
Uno de los motivos que hace que Lucia escoja tener aventuras cortas y efectivas, era para ahorrase la incomodidad que conlleva una ruptura o discusiones, relaciones mas profundas y significativas, conexiones amorosas que siempre prefirio no intentar. Sus unicos intentos de tener relaciones serias fueron fracasos, que se redujo a encuentros con desconocidas.
Para seguir siendo el alma libre que era y no tener asperezas que no quería tratar. Le sorprendio que Emira siguiera como si nada después de lo sucedido, claro ya no se le insinuaba cada que estaban solas, pero a veces la encontraba mirandola. Era un avance, que agradece.
Sin embargo, creo una falsa esperanza en que Amelia actuaría con mas madurez y haría como si nada pasara, y para agregarle mas insulto a la herida, la misma Wyonna la ignora y dedica miradas mordaces.
Desesperando e irritando a Lucia, que no sabía que hacer por exasperantes que eran esas dos. Técnicamente, Wyonna no sabe del beso, eso cree ella, Amelia no puede ser tan estúpida para compartir ese estúpido beso con Wyonna.
No le daba miedo enfrentarse a Wyonna si es que se enoja por lo sucedido, no se esconderia con la finalidad de terminar con ese drama que le estan creando desde hace días.
Es insoportable ver como ellas actuan que no existe. Era divertido cuando solo eran ellas dos las que se miraban con recelo o ver como se pasaban por alto. Claro que era divertido cuando no estaba manchada en sus juegos extraños. Prefiere lidiar con Boscha de forma ocasional pero a diferencia, Boscha no se iba por las orillas, Boscha se iba de frente sin tapujos, y ambas saben que no se soportan del todo. Pero buscan la forma de tolerar una a la otra, parecía mas civilizadas que el otro par.
Lucia se freno frente a Wyonna, que apenas saldria del cuarto.
—¿Que mierda te pasa conmigo? Llevas una semana actuando raro — Lucia se planto frente a la puerta cerrando su paso.
Wyonna arrugo el rostro en una mueca de fastidio, y trato de empujar a Lucia, pero ella se ha plantado en el suelo, forcejeando un poco, para luego empujar con sus brazos a Wyonna.
Muy apenas la había movido unos pasos de ella.
—Mierda, si te molesto solo dilo, que a mi, me esta jodiendo tu actitud inmadura. — Le puso el seguro a la puerta. — Si tienes un problema conmigo solo dilo, si quieres golpearme hazlo, acaba con esto de una vez.
Apreto sus labios y camino derecho a la ventana para abrirla y encender un cigarro.
Lucia seguia esperando algo mas que la ley del hielo, la latina camino directo con Wyonna recargandose en la pared.
—¿Entonces?
—Mierda, es que... —Relamio sus labios y miro al lado contrario. — si quiero golpearte — admite, Lucia sonríe un poco.
—Adelante, me han golpeado personas más grandes que tú
—Lo sé, lo sé, si yo arreglaba las peleas. —La mira de lado y luego recorre su mirada a la ventana sacando el humo por sus boca y nariz.
Wyonna deja el cigarro acomodado en un lugar, y trato de preguntar que es lo que estaba haciendo recibió un golpe directo a su rostro, tambaleando sobre sus pies. El golpe la mareó pero pudo quedarse de pie tras unos instantes.
Espero otro golpe de parte de Wyonna, pero ella limpió su puño que se embarró de sangre de su nariz.
Limpio un poco de sudor de su frente y retiro sus lentes, regreso a tomar el cigarrillo, su expresión se veía un poco más de alivio.
—¿Espero otro golpe o ya acabaste?— Lucia limpia la sangre de su nariz.
— No, ya termine no me hizo sentir mejor, ¿puedes creerlo? — Lucia ríe seca — Fue una discusión con Amelia, y...no tiene sentido que te cuente es estúpido, pero no debí haberme enfadarme contigo, lo siento.
Lucia sonrie un poco mas relajada, acercándose con ella.
—Perfecto, ¿no rencores entonces? — Alza su puño, y Wyonna sonrie un poco desganada y choca su puño.
Se quedan un rato charlando de las trampas qué necesitaban poner y tambien compartiendo del cigarro de Wyonna entre las dos.
Cuando el sonido de la puerta tratando de abrirse las distrajo, Wyonna le dejo el cigarrillo a Lucia, para abrir la puerta y poder seguir con sus actividades, en la entrada de la puerta estaba Amelia, que al ver a Wyonna se encogio y sus ojos dorados temblaron al ver que estaba con Lucia con la cara llena de sangre.
Su rostro serio se tranforma en uno de molestía hacia Wyonna que pasa de lado dandole un golpe en su hombro, yendo a revisar la naríz de Lucia que continua goteando sangre.
—¿Que paso? — Acuso con su mirada a Wyonna, que oculto su puño.
—Choque con Wyonna cuando bajamos unas cosas — Lucia aleja a Amelia, resentida por el trato que le ha dado. — Pero eso no debe de importarte.
Amelia se aleja de Lucia entendiendo la molestia proveniente.
Chasquea su lengua Lucia, y camina donde Wyonna y ambas salen juntas, bajando las escaleras en una atmósfera embarazosa.
Lucia siguio el mismo camino con Wyonna, hasta llegar a la enfermería.
Wyonna se giro a ella, y levanto su mentón mirando la nariz que sangra.
—Deberías revisarte la nariz.
—Tranquila no me la quebraste — Le da una amistosa palmada en su brazo.
—Como sea, tengo que ir hacer un sondeo por el área con Boscha y Lilith, nos vemos más tarde Noceda. — Chocan nuevamente los puños y separan los caminos.
Lucia se dirige a la improvisada enfermería y caminando al espejo que tenia de cuerpo completo, comenzo a examinar su nariz y no estaba rota, por experiencia, lo sabe perfectamente, así que solamente presiona su tabique y limpia las ultimas gotas carmínes.
Sus ojos captan la silueta de Amelia detrás suyo con una paño entre sus manos.
—¿Qué es lo que quieres? — arrebata el trapo y ella misma le da la espalda para comenzar a limpiar la sangre.
—Solo dejame ayudarte — Lucia se burla mientras sigue limpiando y apretando su tabique.
Amelia la jala para que se de la vuelta y la hace sentarse en un banco y le arrebata el trapo, y toma un vaso con agua y lo empapa, para comenzar a limpiar la sangre alrededor de su rostro con delicadeza, Lucia se dedico a sujetar el tabique.
—¿Le dijiste a Wyonna? — Pasa el trapo por su barbilla.
Lucia sonríe de lado y toma las muñeca de Amelia deteniendo su labor.
—¿Te parece que soy idiota o que? — le quita el trapo y ya su nariz dejo de escurrir. — yo termino de limpiarme.
Amelia miro al otro lado y se quedo mirandose con arrepentimientos, que la saco de quicio.
—Quita esa cara — arrugo sus labios molesta — No se que juego retorcido te guste jugar con Wyonna, pero no me importa. Primero me besas y después me ignoras, ¿y ahora actuas preocupada por mi? No te entiendo y ni siquiera quiero hacerlo.
—Es compli-
Lucia tira el paño al suelo y se levanta para encararla.
—No termines esa frase, ten los ovarios para decir. — Amelia trago saliva nerviosa por Lucia — Me importa una héctarea de mierda lo que pase entre tu y Wyonna, no me importaba hasta que me arrastraste a este estúpido juego, no tenemos quince años para esto, si te parece que el beso fue un error, ¡me parece perfecto! — Lucia da unos pasos hacia ella comenzando acorrolarla. — Me parece una mierda que un simple beso haga que tengas que tratarme mal, no te da el derecho
Desvía su mirada al suelo.
—Para ser un "simple beso" parace que te lo estas tomando enserio — El rostro de Lucia flaquea en una expresión incredulidad, acaba de ignorar todo lo que había dicho.
—¿Disculpa?, a mi me da igual ese beso, lo que no me resbala es que tú actues como si yo no existiera. —Amelia se toma unos segundos en pensar que decir.
—Lo que sea que yo y Wyonna tuvieramos termino — Responde mientras pone el seguro a la puerta, y sus ojos siguen mirando a la boca de Lucia y luego a sus ojos. Provocando un escalofrío por su espina dorsal.
—No me importa si tu y ella terminaron — Lucia mantiene firme su mirada contra la dorada. — quiero una disculpa por tratarme como una mierda — Amelia sonríe de lado.
—¿Una disculpa enserio? — Se da la la vuelta mirando al suelo y luego a Lucia. — Te recuerdo que me dejaste tirada, y tu te fuiste en esa camioneta — Los ojos de Lucia ahora titubearon.
Ese pequeño detalle, Lucia apreto sus labios encontrandose a ella misma culpable.
—No lo hice a propósito
—Pero lo hiciste...
Se quedaron en silenicio, en realidad a Amelia, no le molestaba el que la hubiera dejado en el momento, muchas cosas estaban pasando por su cabeza, y de alguna forma confiaba en que regresaría por ella, puede ahora recordar esos momentos como manchones en su memoria de lo rápido que sucedieron.
Lucia volvio por ellas, por Skara y por ella, eso era lo que importaba.
—Lo siento — debilmente la escucha.
Amelia se acerco otra vez a Lucia y tomo las manos de ella, Lucia la miro a sus ojos.
Estaban pasando muchas cosas en su vida, y de que sirve seguir aferrandose al pasado, si ya nada importa, siguen vivas, Lucia volvio por ellas, más de una vez le ha salvado el trasero, Lucia no era perfecta pero hacia lo mejor que puede. Amelia la mira desde abajo arriba tomandose su tiempo.
—Esto cuenta como disculpa — Amelia acerca su labios sobre los de Lucia, y de inmediato siente como las manos de Lucia se cierra contra las suyas, la boca de Lucia reacciona unos segundos tras el contacto ajeno.
Robando sus alientos, la mano izquierda de Lucia la sujeta de la cintura pegandola a su cuerpo y su derecha dirige la mano de Amelia a su hombro, sin alejarse del beso que comienza a intensificarse, aprieta sus manos contra el culo de Amelia quien jadea, aprovecha que se separan un poco para tomar alietno.
—¿Entonces cuenta como disculpa o no? — Canturrea con un tono de voz mas rasposo.
—Al demonio la disculpa — Presiona su boca contra la de Amelia, la cual es bien recibida, casi sintiendo que se derretía ante el tacto de los labios, el beso no es para nada tímido, empujandose boca contra boca, para liberar esa tensión que ambas hicieron sin darse cuenta.
Las manos morenas se afirman en la cintura de Amelia, acercandola a la suya, cuela su pierna entre las pálidas de Amelia, quien se aleja un poco para jadear de la impresión, siente sus mejillas ardecidas. Lucia deja de moverse quieta.
—¿me detengo? — pregunta a modo de joderla, ya que le gusta juguetear.
—Carajo, no te detengas por favor. — Amelia suplico, volviendo al beso, y puede sentir como Lucia sonrie atravez del beso que continua y profundiza, la pierna de Lucia sube lentamente hasta llegar a su centro, y comienza a frotarse.
Amelia jadea y aprieta sus manos contra la camiseta negra de Lucia, mientras que ella comienza a dejar besos humedos contra su piel, dejando un hormigueo tras cada beso, la mano de Lucia acaricia por dentro de la camiseta de Amelia, pasa su mano desde arriba hasta su espalda baja, palpando cada centimetro de su piel, para luego hurgar con dificultad por su pantalón de mezclilla, encontrandose con la falta de ropa interior, que hace que la misma Lucia respire mucho más pesado y aprieta su culo, sacando un agudo gemido de parte de Amelia.
Lucia se detuvo en seco, y Amelia tenia su mano sobre su boca.
—Si queremos hacer esto, necesitamos estar en silencio, ¿puedes? — La sonrisa mas arrogante y mezclada con lujuría que no penso que le haría sentír tanta húmedad en su entrepierna, no pudo evitar no asentir, con tal que no se detuviera.
La rodilla de Lucia vuelve a moverse, creando fricción en la zona sensible de Amelia, que no tardo en humedecerse nuevamente, Lucia adentro su lengua en la boca de Amelia, sus ansiosas manos deshicieron el sosten de Amelia.
Se alejo para caminar a la cama y sentarse en la orilla, aprovecho para retirarse la camiseta bajo los ojos intensos de Lucia, ella se hecho para contra la puerta para volver cerrar la puerta que. Luego lentamente alza su vista mirando a la más pálida que la espera con una sonrisa ladina.
Lucia dio tres pasos largos para quitarle la camiseta de sus manos, y bajar el sosten, tirandolo en el suelo, empuja con cuidado a Amelia contra el colchón, se sube sobre de ella, y sus manos se toman el tiempo con los senos mas voluptuosos, tomandolos como su propiedad y apretandolos con fuerza, y jugando con sus pezones endurecidos, siente algunos escalofríos de lo bien que comienza a sentirse la interacción.
Desliza sus manos por todo su torso y baja a la orilla del pantalón oscuro, desabrocha los botones y el cierre, escabulle su mano derecha a la entrepierna, posa su mano sobre el centro que se siente ardiente, Amelia lleva su mano sobre su boca, cuando comienza a notar como Lucia juega con su entrada, tanteandola y al mismo tiempo dejando besos sobre la desnudez de los senos, dejando unos chupetones en cada seno.
Sus latidos ya estaban en sus tímpanos, y su respiración es pesada, y su piel se siente sensible ante cualquier roce.
Lucia se levanta para quitarle los zapatos y luego el pantalón saliera facilmente, presencia como los ojos avellanos se dilatan al verla por completo desnuda, y ella comienza a desnudarse a si misma.
Primero la camiseta de manga larga de cuadros se fue al suelo, acompañada después de su camiseta negra, y sus manos torpes por la desesperación desabrochan el cinturón y el pantalón sale.
Lucia estaba en boxers y top.
Amelia es avariciosa y eso no era suficiente, quiere más.
Se sienta y toma la tela del boxer para acercar a Lucia y comenzar a bajar la prenda hasta el suelo.
Poniéndose de rodillas y Lucia trago saliva, maravillada por la vista que tiene de Amelia, la toma del menton acariciandolo y luego de su mejilla, las manos delicadas se pasean por los muslos y acercándose al área íntima de Lucia. Suspirando y con el corazón acelerado.
Amelia abre un poco las piernas de Lucia, para que ella hincara su rostro en la entrada de Lucia que muy caliente, su lengua sedienta paseo por los labios y entrada, probandola su escencia y provocando que ella misma se moje, la dominicana sujeta el cabello verde para quitarlo de su cara, y sujetandolo en una coleta, para que no se detuviera de su honorable labor de brindar placer, lame en circulos con la parte frontal de su lengua y luego intercala con la parte inferior de su lengua, Lucia jadea y hace su cabeza hacia atrás, siente sus piernas como se van debilatando por la estimulación.
Respira pesado y hace su esfuerzo para no caer de rodillas, su abdomen se tenso, mientras siente mucho calor en su entrepierna, y no puede evitar mover un poco su cadera contra la boca de Amelia, que lleva cada mano a respectivamente las piernas de Lucia para apoyarse mejor.
Lucia aspiro fuerte y apreto con fuerza el cuero cabelludo de Amelia, sus piernas se estremecen y lentamente su orgasmo es recibido en la boca de Amelia, que se encarga de relamer sus labios para recordar el sabor de Lucia.
Amelia se levanta dejando besos por el cuerpo casi desnudo, toma su tiempo para observar los tatuajes de ella y también al ser temprano hay luz natural que permite que Amelia note las diversas cicatrices que tiene, causando más curiosidad de saber la historia de alguna.
Sus ojos dorados se encuentran con los avellanos, y sonríen.
Le ayuda a quitarle el sosten deportivo y besa los senos mas pequeños y mordisquea los pezones marrones, Lucia hace su esfuerzo para no demostrar lo gelatinosas que había quedado sus piernas por segundos, centrandose en que sus manos tiene un hormigueo por querer tocar a la pálida chica, que de hecho, ya su cuerpo se encontraba sonrosado.
Hace que deje de chupar su pecho para encaminarla nuevamente a la cama, recostandose con lentitud, quedando sobre de ella y continuando con los besos sobre su cuello descendiendo a la clavícula, su boca juegueteo con el color durazno pálido de sus pezones, y su mano comenzo exigir que abriera sus piernas para tener mayor espacio en que trabajar.
Lucia cautivada por la expresión de deseo de Amelia, toma su tiempo, separando los labios y palpar la entrada, y apreciando como el cuerpo bajo de ella se tensaba y se humedecía, sube y baja su mano por la humeda entrada y tantea comenzando a pasear en circulos por la entrada ardiente, cada vez mas lubricada, sin avisarle sus dedos se adentraron en ella, haciendo que jadee con fuerza, un dedo entra y delatando con su ruido lo empapada que Amelia estaba.
—Otro — Pide con la voz entrecortada, Lucia alarga una sonrisa engreida y lamiendo sus labios.
No podia negar que extrañaba tene ese tipo de contacto físico.
—¿otro que? — Saco su dedo y fingio inocencia, desesperando a Amelia. — ¿no te entiendo, que quieres?
—Lucia — Renego.
—Mande — Amelia con frustación, sus caderas se mueven un poco buscando la mano de Lucia que sigue estática. — Na-ah-ah, pidelo princesa.
Apreto el muslo de Amelia y luego dejo caer una palmada fuerte que la hizo estremecerse y jadear, su mano quedo ligeramente marcada sobre su piel ahora enrojecida, la mano subio sin delicadeza por sus bastas caderas y luego por su vientre, estómago y senos que comenzo apretar nuevamente.
—Te espero
Las palabras no salen de su boca tan fácilmente, su cabeza no puede hacerla hilar una frase de los acalorada que se siente, nerviosa y desesperada por ser follada.
Suplico con su mirada, cuando siente como la mano regresa a su entrada que escurre y espera paciente.
—Usa mas dedos — Pide mirando a otro lado por lo vergonzoso que se escuchaba la petición y por la expresión de Lucia, que aun no acataba su orden.
Apena reclamaría pero su voz se corto al sentir como dos dedos grandes se adentraban en ella, entran y salen, con una buena velocidad que hacen su espalda se arqueé, y sus manos suban a los hombros de Lucia y clavar sus uñas, conforme Lucia busca torturarla con la penetración de sus dedos.
Esconde su cabeza en el hueco del cuello de Lucia, gimiendo lo mas bajito que puede en la oreja de Lucia, que sigue con la moción, entrar y salir, pero esto provoca que los ruidos poco discretos de su empapada entrada hace al encuentro de los dedos habiles.
Lucia se detiene y reacomoda su mano, hinca sus dedos en la zona mas rugosa de la entrada, justo en esa zona, Amelia aprieta sus ojos que liberan algunas lágrimas de placer, y un pequeño gemido se escapa de sus labios, cuando el pulgar de Lucia comenzo a estimular su clítoris, haciendo que su respiración se acelere y su entre pierna se sienta en llamas.
Movimientos cortos pero efectivos y duros, otro pequeño reajuste en su posición, ahora siendo el misionero para la comodidad del brazo de Lucia que hace un gran trabajo estimulando, sus piernas blancas abrazan la cintura morena, y su mano derecha se aferra al cabello de Lucia, la misma tiene que besar a Amelia para evitar que sus gemidos subieran de tono.
Lucia aumenta el ritmo y Amelia jura que perdería la razón por los movimientos, siente como su cuerpo va derramandose por la mano de Lucia, y es cuando ahora Lucia se detiene subitamente a unos cuando movimientos de hacerla llegar a su orgasmo.
—¿Lucia?
La morena con toda la osadía se acerca a la oreja de Amelia, ante la falta de movimiento.
—Verdad que no es lindo que te ignoren. — Se aleja burlona, y saca su mano de su entrepierna, y comienza a vestirse apresurada, para en que en unos instantes dejarla sola en el cuarto.
[...]
N//A:
Alguien tenia que poner en su lugar Amelia, ¿no?
La neta me arrepiento de poner como villano a Darius, porque la neta si esta bien guapo ese hombre chichon, ojala me amantara y resolviera mis daddys issues con sus buenas intenciones que parecían malas, en fin Darius es el verdadero personaje principal.
Espero que lleguemos a cincuenta estrellitas
Me despido se cuida la colita y los tkm
Byeee
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