No hay vuelta atrás
Lucia comienza arrepentirse de haber salido con Luz, pero no hay vuelta atrás, caminaron por calles llenas de silencio, con sus armas improvisadas, llevaban horas caminando entre calles, bueno acababan de correr como treinta minutos, después de intentar ir entre calles, pero fue una pésima idea.
El virus, enfermedad, lo que sea que le pasaba a las personas no había consumido del todo a la ciudad, en algunas zonas por lo que ella pudieron escuchar se despliega el ejército intentando aplicar la ley marcial, y en otras partes de la ciudad está poralizada por la anarquía y saqueos masivos, gente que se ataca sin ser infectados, solo eran personas que provocan estragos y pánico en multitudes.
De hecho, fuerzas policíacas se encuentran haciendo intento por calmar a la gente, pero simplemente las personas no cooperan.
Lucia y Luz se encuentran justamente en esa área, para más mala suerte en medio de una turba de gente gritando, es tanto el ruido que aturde.
Lucía sujeta la mano de Luz, y se cuestiona si tal vez debería ir e intentar buscar los centros de ayuda del ejército, dónde hay armas, comida, agua, refugio, medicina. La casa de Edalynn tal vez tendría armas, comida, y medicinas, pero se encuentra muy lejos, a horas e incluso días a pie.
Pero ya no había forma de volver a su hogar, el cual está totalmente infestado, las primeras zonas en caer fueron parte de los suburbios, luego fue el centro, seguido del pánico que hizo que las carreteras se llenarán de personas intentando escapar, cuando claramente el gobierno había dicho que no debían salir de sus casas, que se dirigieran en calma a las zonas de ayudas.
Los humanos sin duda es un espécimen raro que actúa por impulso, miedo y egoísmo, dónde se encuentran ahora mismo en la madrugada solo hay gente de todas las direcciones, gente que se acumula sin dejar paso a automóviles, intentando golpear los autos para robarlos, por lo que hay múltiples accidentes en coches, otras personas se dedicaron a comenzar robos en plena calle, apuntando con armas, y ve tu averiguar si eran reales o no, si están cargadas o no.
Lucia apretó el paso y sujetó con fuerza la mano de Luz, y caminan, intentado alejarse de las personas y sus constantes desastres.
Caminan dentro de la corriente de personas, luego girando en unas calles, pasando por un callejón de penumbras, ambas sostuvieron su respiración, caminando firme y rápido, en el mayor intento de no hacer ruido, pero tal vez con el ruido de las calles ensordece el suyo.
Llegaron por fin a unas calles algo vacías, con alumbrado agónico.
— Vamos a comer algo — Anunció buscando con su cabeza a todos lados una tienda, y había algunas abiertas. Encontrando una tienda con luces verdosas — Venga
Entraron y hay vidrios por todos lados, los estantes están desordenados, la caja registradora abierta, y no hay signos de personas dentro.
Y eso no sabe si le preocupa o le alivia.
— Vamos a tomar algo de comer y nos vamos. — Lucia le susurra en su oreja y Luz asiente.
Ambas caminan por los revuelto pasillos, Lucia prestando suma atención a la puerta de madera que está cerrada, o eso cree ella.
Desde que llegaron a esa zona solo habían visto cinco muertos andando, y estos específicamente las perseguían, supieron que los perdieron en un momento.
Ninguna de ellas tiene realmente apetito, pero era mejor comer algo para tener algo de energía en cualquiera que fuera el caso, el constante bullicio de las personas hacen compañía mientras ambas buscan que llevarse para comer, pues según Lucia falta algo de tiempo para llegar donde Wyonna y de ahí a las bodegas.
El plan que ambas tenían era, reunirse dónde acordó Wyonna, y ir a las bodegas de Tibbles y partir rumbo al pueblo de Boiling Isles, tal vez podrían avanzar bastante y sin tener que caminar una extenso tramo caminado de ciudad, pero sabe que antes de llegar a las carreteras para salir tendrían que buscar otra forma de llegar, lo antes posible.
Luz era más de gustos salados, Lucia era quien prefería la diabetes a su corta edad. Lucia tomo tres paquetes de galletas, guardando en la mochila, y tomo paquete de donas de azúcar, y fue a otro pasillo buscando a su hermana.
Luz no es que no le gustará lo dulce pero simplemente no era su favorito, ella veía si hay algo interesante que llevarse, tendría que ser algo que le dejara el estómago lleno por un buen rato y de preferencia salado.
Lucia guarda algo más de comida que va encontrando en el suelo, gomitas, papas fritas, dulces ácidos y entre otras cosas, también guardo unas botellas de agua en la mochila. Y por fin se levantó, volviendo a buscar a Luz, cuando un sonido capta su atención, en largos pasos llega donde Luz que sigue debatiéndose entre llevarse un sándwich helado o una pizza helada, Lucia le indico que guardara silencio.
La mayor, saco su bate y camino de puntillas por entre las cosas tiradas, alza su bate de béisbol, camina detrás del mostrador no hay nada, luego se dirigió a una puerta de madera, de dónde supuso que venía el ruido.
Pego su oreja contra la puerta y eran varias voces detrás de esa puerta, masculinas, dudo si sería prudente abrir la puerta, sin saber quiénes están detrás, si tendrían armas de fuego, si están infectados, si ya están convertidos, aunque duda en que estén infectados, pues no hay ningún olor que le alerté.
Además que no quería arriesgar a Luz, no se lo permitiría así que suspiro, se dio la media vuelta, tomando del hombro a su hermana y alejando a ambas de ahí, y comenzando caminar.
Las calles donde están no están inundadas de personas, pero hay mucho movimiento, y simplemente no puede robar un automóvil pues al tener uno la gente comenzaría atacar el coche, Wyonna le sugirió que pasaran la noche en las bodegas de los autos y al día siguiente irse, pues a esa hora sería riesgoso para todas, pues en el día podrían manejar con mas control hasta donde mas cercano pudieran llegar a la salida de la ciudad e intentar buscar alguna otra ruta alterna para llegar donde esta la hermana de Wyonna, lo cual a Lucia no le importaba mucho, de hecho le gustaría continuar por su cuenta y con su hermana, pero tendría que ir todo el camino con Park hasta la escuela pues Lucia solo recuerda el camino de la escuela de Hexside hasta la casa de Eda.
El ruido de la ciudad cayendo en histeria y pánico hace de fondo en la caminata silenciosa de las hermanas, Luz iba entretenida mordiendo el sandwich que había recogido de la tienda y ella seguía pensando algún camino que evitara encontrarse con mas personas, eso le había dicho su madre, pero la idea de caminar por calles engullidas por oscuridad y soledad con su hermana le hacia reconsiderar la idea, si solo fuera ella sola, claro que lo haría, puede defenderse, pero Luz.
Lucia suspiro, la idea de ir con la multitud le era tambien mala idea, caminar entre cientos de personas algunas haciendo revueltas, robando y peleando en medio, y sabe que no ha de faltar infectados que aun no han reaccionado, por ambos caminos era el trabajo de cuidar lo mas posible a la pequeña Luz, Luz es muy distraída.
Trata de recordar alguna ruta que no este tan vacía y que no les haga rodear tanto para llegar hasta donde Wyonna, Lucia no solía estar muy a menudo en esa zona de la ciudad, ella era mas estar en lugares mas olvidados del centro pues en esos viejos edificios se llevan peleas que ella suele atender, y algunas casas abandonadas en barrios descuidados fiestas ilegales, donde fuera de estas pasan las carreras de autos y motocicletas, no se llevan en las calles si no en los puentes y canales secos, que están bastante lejos de donde ellas están y mas caminando era imposible llegar a tiempo, en otra situación Lucia hubiera tomado un taxi lo mas cercano del centro para llegar a esas zonas.
Lucia escucho el sonido de sirenas que le hizo girar su cabeza y tomar a Luz del brazo y ponerla tras de ella, y varias ambulancias blancas manejaron con velocidad por aquella calle, detrás suyo un camión de soldados y patrullas.
Lucia miro detrás suyo y de la tienda de donde habían salido podía ver gente entrando ya están ambas bastante lejos, pero le da un muy mal presentimiento de todos modos, comenzaron a caminar por la calle.
— ¿Hasta donde vamos? — Pregunta con curiosidad Luz quien se había quedado algo atrás mirando la gente que sale de la tienda.
— A un lugar cerca de la universidad —Dice fingiendo un tono de voz algo mas grueso.
— ¿por que haces esa voz? — Luz dice en un tono de voz algo burlón.
— Por que somos blanco fácil y hay que aparentar no serlo — Aclara su garganta.
— Uy, ¡soy un chico malo!— Luz dice haciendo su voz grave pero de forma burlona, Lucia la miro con los ojos entrecerrados.
— Tsk — Lucia le dio un palmazo en la cabeza de su hermana menor sacando una pequeña risa que de inmediato callo, el sonido de una sirenas las hizo girarse otra vez, Lucia oculto su cabello dentro de su beanie rojo. — Detrás de mi. — La voz sonó un poco mas convincente y la expresión que hace es muy intimidante, Luz se hace caso al ver que el coche de policías se orilla hasta a donde ellas están, con parte de la ciudad en caos, no le sorprende a Lucia que gente se haya robado automóviles policiacos.
Mientras el auto se acerca escuchan música a todo volumen, claramente no eran policías.
"Soy un joven amante de la ira, voy a necesitar una chispa para encender, mis canciones saben lo que hiciste en la oscuridad"
La música fue descendiendo de volumen hasta detenerse enfrente las hermanas, Lucia apretó su bate, intentando mantenerse lo mas neutra posible, su hermana sube su hoodie morado para ocultar un poco su rostro. Eran cinco hombres claramente no son oficiales, sus ropas los delatan, estos están mirándolas por un largo rato.
— ¿A dónde van? — Dice uno con la voz gangosa y con una sonrisa chueca. Lucia miro el auto y luego a los pasajeros.
— A casa de un amigo. — Contesta sin darle vuelta al asunto, pasando su lengua por dentro su boca, con una cara de fastidio.
— No crees que es muy tarde que saques a esa pequeña, es peligroso.
— Nos podemos cuidar muy bien. — Contesta secamente sin retirar sus ojos de esos hombres.
— Eres muy delgado chico, deja les damos un aventón. — En las calles y de noche y Lucia podía verse bastante masculino y eso era una ventaja.
— Oh créame, soy bastante fuerte no me subestimes hermano — Contesta, estos hombres siguen mirando con algo de burla.
— Malditos inmigrantes — Dice uno de ellos entre dientes los demás ríen, el conductor dice algo que las hermanas no escuchan bien.
— Vamos no sean groseros con ellos, vengan suban les damos un aventón. — Aquella forma de sonreír no inspira nada de confianza.
— No, nosotros ya estamos cerca, nos vamos — Tomo el brazo de Luz y la jalo caminando con algo de velocidad.
El coche se escucho que arranco cerrando el paso.
— Luz, si se esto se pone peor, quiero que tengas mi teléfono y llames a Wyonna y te escondas en algún lado, se que ella vendrá por ti. — Le entrego rápido su celular, cuando fue jalada bruscamente por esos hombres, cayendo de espaldas sobre su mochila, uno de ellos le quito su mochila y lanzo al otro lado.
Lucia no espero a recibir otro golpe, levanto su brazo con su bate rojo acertando un golpe en la rodilla de alguno de ellos exclamando maldiciones, se levanto y con su muñeca hace un constante movimiento con el bate esperando que alguno de ellos se acerque.
Y el primero en hacerlo recibe el batazo en su rostro, y los demás se fueron encima de Lucia, que comenzó a pelear, su ritmo cardiaco retumba en sus costillas, la adrenalina la hacia estar mas alerta y hacer repartir golpes con el bate a diestra y siniestra, fue hasta que el conductor la sujeto e hizo que soltara el bate, pero no la detuvo así que le dio un fuerte cabezazo, cuando soltó su brazo derecho, lo sujeto del cuello y lo tiro contra el suelo y comenzó a golpear su rostro con violencia, pero otro tipo con su propio bate de baseball golpea su espalda provocando que caiga al suelo a dolorida, gruñe enojada y con su mano busca en el suelo lo que sea, y eso fue una roca que lanzo a la cara, y seguido de eso le dio una patada en la entrepierna de quien tenía la voz gangosa.
Lucia se levanto, y ya sus mechones largos cayeron fuera del beanie, Lucia levanto sus puños, la calle ya no se veía tan iluminada, solo por las sutiles luces por donde ellas habían estado y por las irritantes de la patrulla, y muy al fondo, muy lejos de ellos había unos cuantos alumbrados amarillos, los recursos visuales son limitados, pero no impide que Lucia golpee con ferocidad a los hombre que responden con la misma intensidad.
La pelea continua siendo igual de intensa, mientras que Luz no confía en esas sombras negras que se acercan de aquellas calles de donde ellas venían.
— Lucia — La llamo en voz alta, pero los cuatro hombre y su hermana están ocupados, uno de ellos había sido golpeado con fuerza para dejarlo tirado en la calle húmeda. — Umm, Lucia — Luz tomo su propio bate apretando el agarre del mango, sigue mirando a la gente que se acerca a paso lento y con ellos un aroma pestilente y constantes balbuceos.
Su hermana fue sujetada por dos de ellos y mientras que el tipo racista golpea su estomago, y ella no se calla pues lo comienza a insultar y moverse para intentar zafarse, un golpe directo a su nariz provocando que sangre caiga de su nariz, el hombre le grita cosas para nada agradables, pero que Luz no presta atención pues estas personas se acercan ya con mejor caminata, y el chico que Lucia había noqueado se levanto y se dirigió enojado, aturdido donde Luz, ella reacciono batiendo su estómago pero cae de espalda a la cera, y este tipo se tira encima, comenzando a forcejear, Luz asustada da con toda la fuerza que podía da un rodillazo por debajo en sus costillas, el se contrae de inmediato, dando espacio para otra patada en la cara, Luz se levanta torpemente y sin pensarlo mucho le da un golpe con el mango de su bate, y toma la mochila de Lucia y se acerca sin que nadie se de cuenta, respirando hondo y sintiendo culpa golpeo detrás de las rodillas de uno de los hombres, Lucia toma esta oportunidad para jalar a uno de los tipos que la sostenia para empujarlo con el chico racista, y recoge de forma torpe el bate y golpea el rostro de ambos, uno por uno, uno de estos chicos, recibió un batazo en su cabeza que lo aturde, Lucia le da una patada en su pecho lo dejo tirado en el suelo alzó su bate lo bajo con fuerza en repetidas ocasiones escuchando el sonido del metal golpeando la piel, los gritos ahogados sin aire del chico que se encuentra ya sin fuerzas, cuando decide que es suficientes los golpes con sus bate, golpea la rodilla frenéticamente y con fuerza y con sus piernas por encima de la rodilla y con otra su otra pierna la quiebra escuchando un casi satisfactorio crujido.
Ella sonríe y se da la vuelta y se dirige con el chico que le había insultado todo el tiempo, ella lo tacleo haciendo que se estampe contra el suelo, y tirandose paa caer con sus rodillas en su estómago sacado su aire, no se contuvo en arremeter contra su rostro con sus fuertes manos, puede sentir la sangre, se quedo hipnotizada por la sensación de causar dolor físico en personas ajenas, golpe tras golpe le encanta ese sonido, podía asegurar que ya había desacomodado la mandíbula o al menos tirado un diente o dos, cuando ella esta apunto de seguir atacando con agresividad la cabeza todo el lugar fue iluminado por rojos sangrientos y naranjas ardientes, un incendio sucede a unos edificios de distancia iluminando la escena, Luz mira el edificio envuelto en llamas y gente saliendo de el, pero al voltear la mirada, el horror incremento jadeando de sorpresa con miedo, su hermana ensangrentada, con una expresión de gozo y ya un hombre muy desmayado, ahogándose con su propia sangre, Lucia disfruta de su espectáculo de pelea, pero al ver a Luz con esa mirada, por fin pudo reaccionar, sus oídos que se habían aturdido por varios golpes pueden escuchar otra vez, su pecho sube y baja con desenfreno, ambas se miran, y dentro de Lucia siente que acaba de romper algo dentro de Luz, ahogándose en una amarga y ácida sensación de culpa.
Ambas hermanas se miran sin decirse nada, Luz no sabe que decir, la había visto antes enojada pero jamás pensó estar aterrada de aquella mirada de desquiciada, tenía la mochila de su hermana en su mano y en la otra su bate, Lucia por fin reacciono sintiéndose horrible, como si todos sus secretos fueran expuestos, aquel lado que le hubiera gustado tener oculto, pero al parecer era verdad, todo salía a la luz tarde que temprano,
Lucia no pudo decir algo o pedir perdón, pues ve aquellas cosas acercándose por detrás de una decepcionada y desilusionada Luz, Lucia soltó la camisa ensangrentada del hombre y se levanto con velocidad , Luz ahora estaba congelada su hermana venia a ella, se veía justamente tan amenazante que le hizo cerrar los ojos y esperar lo peor.
Lucia por su parte empujo a Luz aun lado con fuerza y levanto su bate y golpeo la cabeza de esta persona infectada, escucho un crujiente sonido y seguido de un grito humano, y con este golpe que dejó lo que sea que fuera esa amenaza, Lucia levanto a su hermana la metió en la patrulla que seguía encendida a unos metros lejos de la pelea, ambas suben y Lucia acelera a fondo y pasando encima de algo que lanzo un alarido de dolor.
Lucia manejo con velocidad imprudente, dando vuelta que hicieron que Luz apresurara a poner el cinto de seguridad pues en una vuelta el coche derrapó de forma horrible pero Lucia de mantuvo en control del auto, y manejo derecho por mucho tiempo sin importar que gente les gritara, y cuando ya estaban lejos de todo lo sucedido minutos atrás, Lucia miro a su hermana de reojo.
Ya no había vuelta atrás, ella ya sabe sus sucios secretos.
— Nos voy acercar hasta donde Wyonna, no podernos quedarnos con este coche es muy llamativo — dice en voz baja, Luz no le contesta. — Lo siento, no quería que vieras todo eso.
Silencio...
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