Itachi observaba a su pareja, ambos acostados en el jardín de la casa, su novio dormía, mientras lo veía recordaba algunos sucesos. Kakashi se había mudado a la mansión Senju regresando de la batalla contra Madara, específicamente a la habitación de Anko, ahora los cuatro compartían casa, se habían adaptado bastante bien, eran jóvenes, pero habían encontrado a sus parejas a temprana edad, tal vez ser huérfanos los había hecho madurar antes, eran bastante felices, lo único malo de esa vida es que Obito constantemente iba a incordiar a su rubio, seguía jodiendo a pesar de tener bastantes amigas el bastardo, a veces creía que sólo lo hacía para joderlo. Minato con respecto a la bastarda de Rin, después de cumplir su condena de un año en prisión, la cambió al área médica, la sometió a evaluación psicológica y a terapia, tiene prohibido acercarse a ellos o se metería en problemas, no han vuelto a saber de la chica. Por otro lado Naruto y Kushina habían levantando una red de barreras y sellos en el Remolino, donde el rubio liberó a los bijus a excepción de kyubi, Kurama no sé alejaría de su lado y mientras Kushina esté viva, prometió seguir con ella también. Naruto cumplió su promesa de esa forma a sus amigos y al viejo Rikudou.

El azabache acarició suavemente el brazo bronceado de su novio, parecía un ángel, besó suavemente sus labios, tenía el sueño bastante pesado, giró su mirada al cielo viendo las nubes pasar, era un sábado bastante tranquilo, estaban solos en casa, Anko y kakashi habían ido a una cita, suspiró quedito, llevaría a su rubio a una cita también por la noche, tal vez a una casa de apuestas, mejor no, los sannin debían estar en un casino de esos, si veían a su rubio lo robarían toda la noche para sacar fortuna y beber como locos, sonrió divertido, sintió a Naruto hacerse bolitas en su pecho y arrugar el ceño -Hima -Itachi lo observó, constantemente susurraba el nombre de su hija menor en sueños, sabía que la adoraba y la extrañaba, él tenía a su pequeño hermano con él, a su familia completa a su lado, pero su rubio había perdido a sus hijos, principalmente a su princesa, besó su frente suavemente, no sabía cómo curar esa herida, eran felices, pero a veces podía ver esa mirada triste en sus ojos. Eran hombres, no podían tener hijos, cerró sus ojos con frustración, abrió sus onix al sentir una mirada. Naruto lo veía con seriedad, suspiró quedito acomodando su mejilla en su pecho -¿te sientes bien? -el rubio negó -tuve un sueño extraño -Itachi lo escuchó con cuidado permitiéndole seguir -el viejo Rikudou me entregaba a Hima, pero era un bebé, fue extraño, al cargarla me hizo sentir vértigo, dolor en el estómago, aún siento mi cuerpo extraño, fue demasiado real -el azabache sonrió, no quería tocar el tema de la adopción, sabía que no era momento, tenían veinte años, aún había un futuro por delante para ambos, no había prisa, aunque él deseaba vivir esa etapa como padre, bajó su mano a la cintura del rubio, lo jaló un poco hacia arriba de él, absorbió su aroma con deleite -si quieres podemos ir al doctor, tal vez es un aviso de tu cuerpo -Naruto sonrió divertido al sentir sus labios besar su piel -estoy bien, ya pasará, mejor vamos a casa de mis papás, Narumi-chan me pidió que hoy jugara un poco con ella -Itachi sonrió -¿pasamos por Sasuke? -el rubio sonrió divertido -estoy seguro que estará feliz de verme ttebayo -rieron quedito.

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Sasuke inflamaba enorme su mejilla -¿Qué hace el dobe con nosotros anikii? -Itachi suspiró quedito -soy tu cuñado bastardo, es normal que esté aquí teme, junto a mi pareja -Naruto levantó sus cejas molestando al menor de cuatro años -por eso, aún no entiendo ¿qué le viste al dobe, anikii? -Itachi acarició su cabeza suavemente haciendo sonreír al menor, para Sasuke su hermano era su héroe -como dice Anko otouto, Naru es un diez de diez -el rubio sonrió divertido, hizo un enorme puchero, sus ojos se aguaron en un enorme drama, jaló el rostro de su novio, besó su mejilla -eres tan bueno Ita -ambos sonrieron. Naruto levantó un puchero al ver cómo Sasuke los separaba -tch frente de mi no hay cariños mhn -una gota cayó en ambos -cada día eres más celoso Sasu-chan -un aura negra cubrió al menor -tu, Shisui y Obito están cortados de la misma tela bastardos, qué no me digas así demonios -Naruto reía con maldad -por eso Shika y Narumi se llevan más dulces, porque eres demasiado gruñoncito -el menor levantó su puchero -amo el tomate, pierdes el tiempo, no soy tan fácil -el rubio reía con diversión llegando a la casa de sus padres, hoy descansaba su papá, entraron con confianza -temeeeee -una gota cayó por sus nucas -otra dobe ¿los clonan acaso? -rieron con diversión. Narumi besaba el rostro de su hermano y cuñado con emoción -ven aquí Sasu-chan, te hice panecillos de tomate ttebane -el azabache sonrió a la señora tomando los panes, se dejó abrazar por Kushina quién lo recibía, segundos después salió corriendo jugando con Narumi -ya va formando carácter Itachi -el azabache asintió -tal como lo recuerdo, gracias sensei -ambos pasaron, vieron a un pequeño bostezar quitado de la pena y a un chico rellenito a su lado, Naruto no dudó, cargó al Nara con emoción -¿creíste que escaparías pequeño vago? -Shikamaru lo vio con fastidio -rubio problemático, casi lo logro-

Itachi negó con diversión, observó con añoranza a su rubio correr tras los cuatro pequeños en el jardín y reír como loco -¿Sucede algo Itachi? -el azabache vio a su suegro, lo saludó con una leve reverencia -sólo, hace un rato Naru tomaba una siesta, tuvo un sueño, soñó nuevamente con Himawari -Minato vio a su hijo, mordió su mejilla -supongo la extraña, a veces puedo verlo en sus ojos, más cuando carga a Narumi -Itachi asintió -no sé cómo ayudarlo -Minato apretó su hombro con cariño -dale tiempo, no es fácil para él, supongo que mientras crece ese lado suyo de formar una familia lo inquieta ¿has pensado en adoptar? -Itachi asintió -sí, pero no sé cómo planteárselo, no quiero que sienta que quiero sustituir el recuerdo de su hija -Kushina se acercó a ambos con dulces en un bowl, tomaron uno -Naruto no lo tomará de ese modo, tal vez él mismo al inicio sienta culpa, pero es una vida distinta, tienes que hacer que comprenda, estoy seguro que será feliz una vez que lo acepte -Itachi sonrió -les agradezco -los tres lo veían ser atacado por los cuatro pequeños haciendo bolita sobre su cuerpo, sonrieron al verlo feliz.