Capítulo 52
Itachi tocó con ansiedad la puerta de la familia Namikaze con Anko y Kakashi a sus espaldas. Minato abrió con duda, era tarde, apretó el ceño al verlos angustiados -¿Naru? -Itachi peinó su cabello con miedo -¿no está con ustedes? cuando llegué a casa no estaba, Anko y Kakashi creyeron que estaría aquí -el azabache tapó su rostro. Minato talló con ansiedad su cabello, giró su mirada -¿Kushi? -la pelirroja desde que llegaron comenzó a buscarlo - no está en la aldea Mina, no siento su chakra en los alrededores de Konoha, demonios ¿qué pasa ttebane? -Kakashi invocó a Pakkun -busca el rastro de Naruto -el perro asintió, comenzó a correr.
-Kushi, encarga a Narumi-chan con Tsunade-san, nos alcanzas cuando lo hagas -la pelirroja asintió subiendo por su bebé. El Hokage se colocó su capa, comenzaron a correr tras Pakkun con velocidad llegando a los campos de entrenamiento, llegaron al campo seis donde entrenaba el equipo de Kushina en sus días libres. Pakkun olfateaba hasta llegar bajo un árbol -aquí acaba el rastro Kakashi, puedo sentir un aroma extra, distinto, es como si ese sujeto hubiera aparecido de la nada y se lo hubiera llevado, no hay sangre, huele a una sustancia extraña -lo vieron con cuidado -lo drogaron, eso es un hecho-
Itachi buscaba con su poder rastros de su chakra, reconocía esa marca de chakra que estaba en el lugar de su anterior vida, Tobi, levantó su mirada con coraje -Obito se lo llevó, puedo percibir su marca de chakra -guardaron silencio -hijo de puta, bastardo ¿qué pretende? ¿No es que estaba enamorado de Naru-chan? -Minato abrió sus ojos bastante al escuchar a Anko -¿Qué? -Itachi tronó su cuello con coraje dejando ver un brillo rojo en sus ojos -lo golpearé hasta cansarme -Kakashi apretó su hombro -estoy seguro que él no lo dañará, cálmate -Minato apretó el ceño -si tiene el sello títere podría hacerlo aunque él no quiera, debemos buscarlo, encontrarlo con rapidez, puede lastimarlo -Itachi pensaba con velocidad, escuchó a Kakashi con cuidado, giró su mirada a su líder tratando de pensar, invocó con velocidad a su cuervo, sus ojos brillaron -ve a la montaña cementerio -el cuervo salió a velocidad del lugar, podían escucharlo graznar a la distancia. Itachi talló su rostro con frustración. Minato respiró hondo tratando de calmarse -¿Algún otro lugar que Obito haya usado en esa vida como guarida? -Itachi veía con seriedad a su suegro tratando de recordar -las bases de Akatsuki que reporté -pasó la mano por su cabello con desesperación, abrió sus ojos de golpe -su dimensión de bolsillo -abrieron sus ojos bastante, giraron su mirada a Kakashi quién apretó sus puños con frustración -aún no puedo abrirla, apenas si puedo sostener el mangekyo uno o dos minutos, es demasiado chakra-
Kushina llegó corriendo a su lado, los escuchó -puedo ayudar ¿si te canalizo algo de chakra? -Minato negó -si Kakashi no la canaliza correctamente podemos dañar su red de chakra -se vieron con preocupación. Kushina tapó su rostro comenzando llorar -mi hijo Mina -el rubio abrazó a su esposa consolándola. Kakashi trataba de juntar chakra tratando de calmarse, comenzaba a sudar, estaba nervioso, él podía ayudar a sus dos amigos ¿qué demonios pasaba con Obito?, abrió su ojo con el mangekyo activo. Itachi lo veía tratando de contener su desesperación, podía ver que no era suficiente chakra a pesar que se esforzaba su amigo, un leve remolino apareció entre todos. Kushina abrió sus ojos bastante, vieron el remolino desaparecer -ahí está mi niño Mina, sentí su chakra, estaba ahí -Minato la abrazó con fuerza tratando de calmarla. Kakashi se mareó, Anko lo atrapó antes de caer -es demasiado para Kakashi, tengo una idea, Tsunade-san puede ayudar, pero necesito preparar un sello, tardará unos días en llegar y en estar el sello, estén pendientes en cuanto los llame, debemos confiar en Naruto, tal vez él pueda solucionarlo también -asintieron. La pareja desapareció con velocidad. Itachi cargó a Kakashi -vayamos a que descanse, usó mucho chakra, se forzó, si queremos que nos ayude debe reponerse- Anko asintió -Obito mierda, lo golpearé hasta cansarme -Itachi oscureció su mirada, si le tocó un solo pelo a su rubio le haría caer el maldito infierno encima al hijo de puta, debía confiar en su rubio, además, su pequeña pareja sabía manipular y convencer a la gente con astucia.
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