Capítulo 51

Naruto cerraba sus ojos recordando el rostro del pequeño Utakata, se veía aterrorizado al sentir al biju salir de su cuerpo, se sentía una vez más mierda. La mirada de Rochi también lo perseguía de vez en cuando, Isobu tuvo que ayudarlo a borrar un poco de la mente de Utakata y manipular sus recuerdos culpando a Madara, dejó una leve esencia de Saiken en un sello oculto en su cuerpo, con Gaara fue fácil, es un bebé, se coló en su habitación y robó un porcentaje como el de Bee de Shukaku, con Chomei fue algo similar, el rubio observaba las nubes como hacía en su otra vida con Shikamaru, le hacían falta sus regaños, suspiró con frustración recordando a su amigo, sacudió su mente.

Itachi aún no llegaba de su misión y Anko estaba encerrada en IT haciendo interrogatorios. Kakashi estaba en misión en anbu, se giró en el pasto quedando boca abajo, estiró sus manos suavemente, el tiempo corría con velocidad, su mamá acababa de aliviarse, sonrió quedito con emoción, eso lo tenía feliz por otro lado, su hermana era una princesa hermosa y pelirroja, Narumi-chan, era seria y tranquila a diferencia suya, lo hacía recordar a Hima, tal vez debería ir con ellas, asintió decidido, se levantó, sacudió su ropa, comenzó a sentir que su cuerpo se paralizaba, se puso en guardia, esa sensación la había sentido antes -¿quién demonios está ahí? -su chakra había sido bloqueado, nuevamente esa maldita droga ¿de dónde demonios la sacaban estos hijos de puta se preguntaba? comenzó a respirar con dificultad, aún no sentía dónde había recibido el ataque, el habla se fue, no tenía más fuerza, le habían dado una dosis mayor esta vez, se dejó caer de rodillas, no veía a nadie a su alrededor. Una respiración profunda en su nuca le erizó la piel, se puso nervioso, temeroso, más al sentir como olfatearon su cuello, giró su mirada tratando de ver a su enemigo, vio un cabello azabache ligeramente largo y erizado, sus ojos se abrieron bastante -¿me extrañaste, Naru-chan? -Naruto lo vio con sorpresa y algo de temor, más al sentir que jalaron del él dentro de la dimensión de bolsillo de su raptor. Todo se volvió oscuro en el lugar, había bloques verdes, vio con duda que había una cama con esposas. Obito lo acostó con delicadeza sobre esta, colocó las esposas en sus manos cubriéndolas con algo de tela para no lastimarlo, los azules lo seguían con miedo sin poder hablar, moverse o generar chakra. El mayor no traía esa máscara naranja de esa otra vida. Obito levantó su mirada viendo el rostro de rubio, su mirada llena de miedo, su corazón dolió.

Se sentó a su lado, levantó su mano suavemente tocando el rostro del rubio, acariciando con cariño -te extrañé -Naruto ablandó su mirada al ver dócil al Uchiha, al no sentir una mala intención de su parte, la mano del azabache recorrió suavemente su mejilla en una linda caricia -pero tu no me extrañaste a mí -el Uzumaki lo vio con duda, eso no era verdad -sabes pequeño, me gustas mucho- Naruto abrió sus gemas bastante, más al verlo acercarse a él, su rostro estaba demasiado cerca, quería alejarse, pero era imposible. Obito tomó sus mejillas con ambas manos, con su pulgar las acarició suavemente, lo deseaba para él, había visto cómo veía a Itachi, su corazón ardía en celos, observó sus carnosos labios, lamió los suyos deseando probarlos, rozó sus labios en lo pequeños rojos. Naruto quería negarse, sus ojos se veían cabreados llenos de frustración al sentir los labios del mayor tomar los suyos, no era su Itachi, sintió su lengua colarse en su boca, jugar suavemente con ella en movimientos lentos, una de las manos del azabache bajó por su cuello, su pecho, su abdomen acariciando suavemente mientras lo hacía, su mano se coló un poco sintiendo su suave piel.

Naruto quería quitarlo, lágrimas caían de sus gemas en frustración ¿qué demonios pasaba? esto no debía suceder, su cuerpo sólo podía tocarlo y besarlo su Itachi, lloraba de frustración y molestia. Obito besó suavemente en piquitos el lugar disfrutando al menor -ahora eres mío, Itachi no se interpondrá más, tu y yo huiremos de Konoha, de Madara, de todos, sólo debo planearlo bien, ahora estás conmigo y nadie lo sabe -Obito vio sus lágrimas, apretó el ceño con dolor, las limpió -sé que me querrás tanto como yo te quiero, me esforzaré -el Uchiha inyectó en el rubio el antídoto, duraría unos días en recuperarse con las esposas de chakra puestas, sin la ayuda de los bijus, sabía que lo rechazaría, pero se esforzaría por enamorarlo -por el momento, este es nuestro nuevo hogar, el rubio cerró sus ojos con dolor, no podía contactar a los bijus con la droga en su ser, debía ser inteligente si quería volver a ver a su familia, a su Itachi y convencer a Obito de que era un idiota, sabía que podía lograrlo, ya lo había hecho cuando estaba cerrado, sólo ocupaba convencerlo, lo vio cabreado, sentía sus manos acaricar su piel y sus labios besar los suyos con descaro, sólo podía pensar en que le estaba fallando a su Itachi, no quería perderlo por una estupidez.

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