-Es tan increíble, se los juro, lo vi entrar a la aldea con el sannin de los sapos -Naruto levantó su mirada al escuchar sobre el último, su corazón latió con fuerza -¿Quién es el sannin de los sapos? suena genial -Itachi explicó con calma -existen tres sannin, son los alumnos del tercer Hokage, Orochimaru, controla la invocación de las serpientes, es un reconocido investigador, Tsunade Senju, la sannin invocadora de las babosas, la mejor médico ninja del mundo y por último, pero no menos importante, el sannin del monte myoboku, Jiraiya el sabio sapo -los ojos de Naruto se abrieron enormes -¿Tiene por invocación a los sapos? eso debe ser genial -Anko apretó el ceño -ewww están gelatinosos, tienen verrugas y hacen este ruido raro -Itachi rio quedito -Anko, Naru dibuja sapos desde que tenemos uso de razón por todos lados, era obvio que le atraían -la chica levantó un puchero, sonrió presumida de inmediato -pediré solicitud para ser la aprendiz de Orochimaru-sama, es tan hermoso y poderoso -la chica sonrió en un sueño. Naruto la escuchó con atención  -¿eso se puede hacer Ita? ¿Yo también podría? debe ser completamente genial ese sujeto Jiraiya ¿hay más información sobre él? -el azabache asintió, se levantó de la mesa, estaban en la biblioteca del orfanato, caminó hasta el estante de grandes shinobis, no tenían mucho en el lugar, pero había lo básico, tomó el libro y regresó a su lugar, abrió la página y la colocó frente a su amigo. Naruto leía con velocidad, sus ojos se abrían con emoción, se movió de arriba a abajo, sus piecitos pataleaban con velocidad, sus gemas brillaban -es como yo Ita, se esfuerza a diario para ser fuerte, no es un genio, ni tiene clan de prestigio, aquí dice que salió adelante por su esfuerzo y gracias a su invocación, era subestimado como yo -sus compañeros lo veían con cariño -al parecer encontraste un objetivo Naru-chan -el rubio negó -lo he decidido, si Jiraiya-sama puede, yo también, seré el más fuerte de todos, mi sueño es ser el shinobi más fuerte de todos -sonrieron con emoción -entonces, enviemos la solicitud, sé que somos huérfanos, pero todos esos idiotas de la academia no tienen sueños o aspiraciones de salir adelante como nosotros, tal vez tengamos oportunidad -asintieron ambos -¿tú Ita? -el azabache negó -sé que en poco tiempo me ascenderán, igual a Kakashi, hay rumores entre los profesores -el rubio sonrió divertido -arrogante -rieron, continuaron con sus estudios.

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Kakashi e Itachi veían al Hokage frente a ellos con seriedad, el anciano los observaba cuidadosamente -los hemos estado observando, sé que tienen ocho años, pero su inteligencia y habilidad está por encima del resto -el humo salía de sus labios, habían pasado dos años de academia, Anko y Naruto habían enviado su solicitud en distintas ocasiones, siendo insistentes, no querían rendirse -los integraré al servicio gennin, no tendrán equipo aún, no dejarán la academia, seguirán asistiendo si no hay misión, se graduarán con el resto, irán a pequeñas misiones a partir de mañana intercalados con equipos más avanzados -asintieron con orgullo. El anciano levantó dos bandas y se las entregó, Hiruzen giró su mirada con cuidado -recibí tu solicitud para ser aprendiz de mi alumno, hablé con él, ve potencial en ti, por las tardes preséntate en esta dirección, es su laboratorio -Anko sonrió con emoción tomando el papel con la dirección, el Hokage vio al pequeño rubio quién veía al frente cuadrado, angustiado -mi alumno Jiraiya ya tiene un aprendiz pequeño, no aceptará a uno nuevo -Naruto suspiró con tristeza, bajó su mirada, asintió con dolor, le emocionaba la idea de ser aprendiz del sannin de los sapos, amaba su invocación, sentía una enorme admiración por el sujeto, apretó el ceño, no se rendiría, sería fuerte, no quería quedar atrás de sus amigos, él también sería poderoso, sonrió con determinación -¿puedo seguir insistiendo por un sensei particular? -sus amigos sonrieron al ver su determinación y sus ganas de no rendirse. El Hokage lo observó con cuidado, sus ojos le recordaban a los de Jiraiya, llenos de determinación, observó a los pequeños, el genio en todos los campos, la chica inteligente con habilidad y ganas de superarse, y por último, el chico que trabaja el doble para alcanzar sus objetivos con una determinación de acero; ya tenía previsto dos equipos de avanzada, Kakashi Hatake, Obito Uchiha, Rin Nohara, tres pequeños con legado, su sensei, Minato Namikaze y estos otros tres huérfanos, estaba bastante sorprendido por sus habilidades, no lo esperaba, Itachi, Anko Mitarashi y Naruto, tenía al sensei perfecto para ellos, sonrió -me agradas, me recuerdas bastante a mi alumno Jiraiya-

Naruto abrió sus gemas enormes sintiéndose halagado -está mal que lo diga, pero ustedes pequeños, ya tienen asegurado su equipo gennin en dos años, los tiempos son difíciles y la edad de graduación bajará a diez años por el momento, los he estado observando, tengo planes para su futuro -sonrieron con emoción. El anciano vio al rubio -estos dos pequeños genios avanzarán a pasos agigantados en la práctica -refiriéndose a Kakashi e Itachi -Anko se desarrollará con mi alumno Orochimaru de igual forma, así que no quiero que pierdas esa voluntad y determinación pequeño, es difícil encontrar algo así en estos días, necesitarás ayuda al no tener respaldo de un clan, por la tarde ve al campo de entrenamiento uno, conseguiré a un jounin para que desarrolle tus habilidades, pienso que tengo a la persona adecuada para ti, no es mi alumno, pero su poder es impresionante también -Naruto sonrió enorme, se lanzó sobre el anciano pataleando, los pequeños abrieron sus ojos bastante, su amigo era muy impulsivo -gracias gracias gracias, no lo defraudaré, me esforzaré el doble -Hiruzen rio con diversión, acarició su cabeza -sé que son una excelente promesa shinobi, espero demasiado de ustedes -asintieron, el pequeño se cuadro con vergüenza por su acto desmedido, salió como robot del lugar haciendo reír a sus amigos.