-¿Cómo demonios vamos a cazar a alguien que se ha mantenido oculto todos estos años? ese sujeto, ustedes no lo conocen, no saben, no conocen su poder. Un maldito ejército no podría con él, aún no entiendo cómo el mocoso se libró -Naruto sacudió su mente regresando a la plática, vio las miradas del resto preguntándose también, mordió su mejilla. Kurama le dio un resumen de lo que se había perdido -como dije antes, mi compañero me encontró, estaba gravemente herido, su única prioridad era sacarme de ahí -giraron su mirada a Itachi, el azabache habló tranquilamente viendo que estaba en otro mundo su pareja, algo había hecho, eso era obvio, después investigaría -sólo vi una pelea bastante intensa, ríos de lava eran detenidos por un gigante de chakra color azul, lo único que me importaba era sacar a Naruto de ahí, estaba demasiado herido, no vimos más-

Oonoki lo vio con terror -es Madara, es su susanoo, esto es una mierda, asesinó a mi hermano, Rochi era poderoso, no tenemos a nadie con el poder suficiente para detenerlo -A apretó el ceño -no seas cobarde Oonoki, no puede ser para tanto -Minato giró su mirada con filo -controlaba a kyubi con sus genjutsus, destruyó junto a Hashirama Senju todo un territorio creando el valle del fin, si apareció ahora es porque tiene un objetivo, deberíamos tomar en serio esto, tal vez hasta una aldea tiene bajo su poder, un ejército y ni siquiera sabemos de su existencia ¿por qué dar señales de vida ahora? Evidentemente está buscando a los jinchurikis y eso no es buena señal, si controla a los nueve en nuestra contra ¿qué haremos? -guardaron silencio, Mifune habló -sugiero un pacto de paz firmado en lo que encontramos a Madara y buscamos la forma de destruirlo, es un peligro para el mundo shinobi-

Minato sonrió, Raasa levantó un ceja con molestia, giró su mirada al Tsuchikage -aceptaré si me devuelven el cuerpo de mi antecesor, el tercer Kazekage -el viejo lo vio con coraje -con un demonio, no lo tengo -Minato suspiró con cansancio, era hora de hablar un poco -escuché un rumor Raasa, no estoy seguro si es verdad, simplemente hace pocos meses, algunos de los pelotones que llevamos a los límites de la Roca, aseguran que Sasori de las Arenas rojas usaba un títere humano del cadáver del tercer kazekage, manipulaba la arena metálica asesinando por diversión -Raasa abrió sus ojos enormes -no estoy para juegos Minato, se supone somos aliados ¿por qué no habían dicho nada? -Minato apretó el ceño -como dije, es un rumor Raasa, por lo que entiendo desertó de tus filas y eso me hace creer que puede ser verdad, pero no tengo pruebas, tendrías que confirmar enviándolo a cazar -el pelirrojo asintió cabreado.

-Si ese rumor es verdad, ese maldito merece la muerte, hizo parecer que la Roca lo había hecho, esta maldita guerra es su culpa, pura mierda -el viejo Oonoki golpeó su mesa, guardaron silencio. Minato los vio con cuidado -Konoha está a favor de firmar el acuerdo de paz -A suspiró con fastidio, su gente estaba cansada, debían levantarse nuevamente -estoy de acuerdo, Kumo está dentro -Yagura vio al pequeño mocoso con coraje, aún creía que él tenía a su biju, sus sentidos no le fallaban, confiaba bastante en ellos -Kiri está dentro -esa mirada no hablaba de paz, Naruto lo vio con cuidado -Iwa está dentro -Minato y Naruto veían a ambos kages con duda, no había una mirada sincera en ellos -¿Cuál será el castigo para quién no cumpla el pacto de paz? -Yagura y Oonoki vieron con molestia a Minato por preguntar a Mifune, era obvio que sospechaba de ellos -deben acordar ustedes, yo sólo soy el moderador-

Raasa apretó el ceño, sonrió -una cuarta parte de nuestro territorio, así nos aseguraremos de no fallar -guardaron silencio todos. Minato sonrió arrogante -bien -Oonoki gritó -es demasiado ¿por qué tanto? -Minato con calma respondió -si no piensan violar el tratado, no veo el problema Oonoki -guardaron silencio analizando, A golpeó la mesa -entramos, no nos acobardamos por estupideces -Yagura resopló con molestia -supongo no tengo otra opción, pero a mí nadie me quita de la cabeza que tú niño -apuntó al rubio. Naruto afiló su mirada -tú tienes a mi biju y voy a demostrar que mientes, no sé cuál sea tu objetivo, pero a mí no me van a ver la cara, te estaré observando -el rubio apretó el ceño -si es más fácil para usted creerlo, a aceptar que su gente no hizo bien las cosas, bien, no tengo nada que ocultar, sólo debe recordar que el espionaje es un acto de guerra, el que me haya secuestrado también lo es, el que intentara usarme como bomba de tiempo también lo fue -guardaron silencio, veían al pequeño con cuidado, parecía idiota, pero no tenía un pelo de ello, era hábil para responder y dejar callada a la gente, sabía salirse con la suya y limpiar sus manos con velocidad.

-Usar el poder de un bijuu para fines egoístas como lo son estas guerras debería estar prohibido, Hashirama Senju buscaba dar estabilidad y parar la guerra. Lo único que logró fue darles armas para despertar su avaricia y su sed de sangre -se sintieron incómodos con sus palabras, aún así no respondían, seguían escuchando, había algo en su mirada que los mantenía a raya, por un momento se vio llena de experiencia, grisácea, intimidante -los bijus no nos pertenecen, son seres con inteligencia y autonomía, no me gustaría que llegaran, me secuestraran y trataran de manipular mi chakra, ya lo viví gracias a usted Yagura-san, es una mierda. No recuerdo haber leído en la historia shinobi que un biju atacara por voluntad, siempre es en defensa propia, los colocan como los villanos cuando simplemente buscan su libertad -guardaron silencio.

-La historia debería estar para aprender de nuestros errores, en cambio seguimos repitiendo una y otra vez la misma mierda, convirtiendo este mundo en un ciclo de guerra y ríos de sangre, gente muere, personas pierden sus hogares, familias quedan destruídas, miles de huérfanos llenan los orfanatos, el hambre abunda, el egoísmo crece, la avaricia se desarrolla, sólo nos han traído más problemas. Cada que hay guerra, hay shinobis inconformes, llenos de sed de venganza, después nos preguntamos ¿por qué desertó? ¿por qué traiciona? ¿Por qué lo hizo? cuando la guerra es la única respuesta; y ustedes que están para mantener el orden, procurar la paz, la seguridad de su gente como líderes que son, en los que el resto puso sus esperanzas, sólo buscan un pretexto, una mínima provocación para desatar ese infierno. Ningún shinobi sano quiere guerra, todos buscamos paz, pero los rencores que han creado estas guerras, nos ciegan, nos limitan, no nos dejan ver más allá, ser empáticos con el enemigo, porque así es como nos llamamos, desde que nacemos ya tenemos enemigos, unos más que otros-

-Es por eso que soy un firme creyente de que esta generación de líderes marcará la diferencia, buscará la paz, estoy seguro de que se puede alcanzar, simplemente es de que quieran intentarlo, sacarían más ventajas con una alianza, destruirían más fácilmente las redes de delincuencia y contrabando, comercio, exportación, ciencia, tecnología -levantó sus hombros restando importancia -sólo es la humilde opinión de un shinobi -Minato e Itachi sonrieron con orgullo al escucharlo. El resto observaba al pequeño con cuidado, al parecer Minato tenía su siguiente generación de kage asegurada -supongo, no queda más que firmar el acuerdo de paz y planear una estrategia contra Madara -asintieron aún observando al menor. Bee sonrió al escucharlo, era de cuidado el chico, pero vio ese futuro, esa época de paz existía, su música podía alcanzar a otras naciones, sonrió esperando grandes cosas de él.