Capítulo 36
-Mis cuervos indican que se dirigen hacia kiri -asintió, Pakkun regresó a los pocos minutos -tanto lodo y agua nublan mis sentidos Kakashi, no puedo sentir su rastro -un chubasco se desató de la nada, lo más seguro es que era provocado para borrar el rastro y evitar que los cuervos los siguieran -maldita sea -Kakashi vio a Itachi en verdad cabreado, no lo había visto así, sus ojos brillaban en rojo a pesar de no ser obvio su Sharingan, Anko llegó cojeando -creyeron que unas malditas iguanas iban a poder con mis serpientes, hijos de puta -Guy llegó completamente lleno de lodo, pero bien -dos lagartijas no son suficientes para vencerme y eliminar mi juventud queridos amigos-
Rin llegó a su lado sacudiendo su ropa y terminando de sanar su brazo, Itachi giró sus onix rojizos, la veía con coraje -¿por qué no hiciste nada? sólo te quedaste parada viendo como se lo llevaban, te salvó la maldita vida y ni siquiera hiciste el intento de ayudarlo -Rin abrió sus ojos bastante al ver la mirada de reproche de todos -me puse nerviosa, estaba en shock, lo lamento, no sé porqué no pude moverme -comenzó a llorar, pero esta vez nadie la consoló, no estaba Obito para hacerla pasar por hipócrita -maldita y estúpida débil -abrieron bastante sus ojos al escuchar al azabache, nadie lo contradijo, era extraño escucharlo hablar tanto y más de esa forma, era la primera vez, entendían, el rubio y él eran inseparables, tenían algunas dudas al respecto sobre su relación.
-Tengo ganas de arrastrarte bastarda maldita y dicen que yo soy un monstruo -Anko negó con coraje, Kakashi talló su rostro con frustración sin defenderla. Guy los veía con cuidado, era obvio que la chica de alguna forma no había querido ayudar a Naruto y eso no era de amigos, se animó a preguntar -¿Qué haremos? -Itachi acomodó su cabello molesto, vio a Kakashi, este habló -si es lo que pensamos, esto tenía que suceder, aunque la carnada era distinta -abrieron bastante sus ojos, el azabache asintió viendo con el filo en su mirada a la castaña -ellos no saben el poder de Naruto, él obtendrá lo que busca y el verdadero objetivo de esta misión, necesitamos ser cuidadosos, avanzaremos hasta los límites del país de Kiri, si es como pensamos, ahí los encontraremos -asintieron siguiendo a ambos chicos.
….
Esa bastarda hija de puta de Rin se las iba a pagar, no movió ni un maldito dedo para ayudarlo, su cuerpo dolía una mierda, había roto la red con un kunai, estaba por escapar de la red cuando sintió una enorme descarga eléctrica sobre su cuerpo en forma de rayo que lo inmovilizó con bastante dolor, giró su mirada con dificultad, Ameyuri Ringo estaba ahí, con sus dos kibas invocó un rayo bastante cargado de poder, creyó que había muerto en manos del padre de Guy en la guerra, al parecer la bastarda seguía viva. El rubio respiraba con dolor, unas esposas de chakra bloquearon su cuerpo, en su otra vida sintió el poder de las kibas eléctricas, pero Raiga no era tan poderoso -el mocoso es poderoso, cualquier otro estaría desmayado o muerto, deben tener cuidado -asintieron, corrían con velocidad sin parar por la densa niebla, conocían perfectamente el lugar, al llegar al río, bajaron rumbo a la costa del país de las aguas.
-Kurama -Naruto seguía aturdido por el rayo -fue humillante esa derrota, ni siquiera metiste las manos -el rubio se dejó caer sobre su pata -no la esperaba demonios, no seas rencoroso ttebayo -el zorro suspiró con fastidio -¿Cuál es el plan? -Naruto se giró boca arriba pensando -en inicio debía robar a Isobu de la bastarda de Rin dejando sólo un poco de su chakra en un sello para no matarla, después eliminar el sello marioneta de su corazón, no entiendo ¿por qué demonios me secuestraron a mi? -el zorro volteó los ojos -Eres su amigo, ¿no? -el rubio asintió con duda, no consideraba a Rin así, no le agradaba, pero era de su generación y el mundo los veía a todos como amigos -bien, esperaré a que Isobu esté conmigo, el sello en mi corazón papá lo sacará, usaré la marca para atraerlo cuando regresemos a Konoha con Obito -el zorro asintió, giró su mirada a kokuo preguntando su opinión con la mirada -no me veas, el inteligente aquí eres tú, a mí sólo déjame dormir -ambos bijus dormían alrededor de un árbol, bastante tranquilos en el paraíso que el rubio creó para ellos.
Naruto abrió sus ojos al mundo exterior observando que aún corrían, colgaba del hombro de algún sujeto, estaba mareado, giró su mirada observando como Ameyuri los dirigía, abrió sus ojos al ver a un joven Yagura a unos cien metros del lugar, se acercaba con velocidad -el altar de sellado está listo señor -el de pelo verde apretó el ceño -no es la chica, no es la alumna de Minato -negaron -este chico se interpuso en su camino, pero nos servirá -Yagura asintió, Naruto sonrió con burla y discreción al ver su ignorancia, tenían al trofeo mayor y ni siquiera sabían, no era su alumno, era su hijo. Entraron a una inmensa cueva, avanzaron por los pasillos con pasos veloces, al llegar al fondo había una estatua de Isobu, levantó una ceja con sorpresa, abrió sus ojos bastante al sentir como lo tiraron en una cama de piedra -aghhh -su cabeza fue golpeada, sentía que todo le daba vueltas. El equipo de sellado llegó al lugar, nadie podía sentir la doble cadena de chakra de los bijus en su cuerpo, cortesía de Rikudou-sennin, así que eso no le preocupaba, amarraron sus pies y manos a los extremo de la cama de piedra, encendieron velas en el lugar, comenzaron cánticos que le dieron escalofríos -¿Qué mierda? -una cachetada volteó su rostro, apretó el ceño con coraje -estás en un templo, mantén tu boca cerrada y guarda respeto mocoso -el rubio tragó con coraje retenido, lamió la sangre en sus labios, debía controlar sus impulsos de golpearlos o Isobu estaría en riesgo.
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