Capítulo 34

Itachi veía el techo de su habitación, había pasado el nombramiento del cuarto hace dos semanas, ninguno había dicho o hecho más que aquel día en la boda donde tomaron sus manos, tal vez desde ese día se sentían tímidos el uno con el otro sin saber qué decir o hacer al respecto, así que habían evitado hablar del tema continuando con su vida, pero era un hecho que la tensión había crecido. Itachi analizaba lo que sucedía y sentía, su corazón latía con fuerza cada que estaba con el rubio, cómo en ese momento, giró de lado hacia la cama de Naruto observando sus azules ver del mismo modo el techo de la habitación, respiró hondo, quería estar a su lado y eso no podía, ni quería negarlo, habían prometido estar siempre juntos, aún lo recordaba, tomó valor, su corazón latía con fuerza, abrió su manta, se levantó en silencio llamando la atención del Uzumaki quién lo veía con duda, más al observarlo avanzar hacia su cama. Itachi levantó su manta y se introdujo en su cama, el rubio sonrió quedito al sentirlo cerca, se movió un poco dándole completo acceso a su cama, el azabache sonrió, levantó su mano y la colocó suavemente en la cintura de su amigo, jalando su pequeño cuerpo junto al suyo en una posición de cuchara, el sonrojo en ambos era evidente, pero los dos querían esto, sentirse cerca uno del otro. Naruto podía sentir la respiración del mayor sobre su nuca y una suave caricia en su abdomen, cerró sus ojos disfrutando esa muestra íntima entre ambos.

Itachi susurró en su cuello suavemente con vergüenza -extraño tenerte cerca -el rubio sonrió quedito, estiró su cuello deseando sentir más su respiración en él -yo también te extrañaba -el azabache vio su largo cuello y esa deseable posición en él, lamió sus labios, se acercó nuevamente y absorbió su aroma, sus labios pudieron notar la suavidad de esa hermosa piel bronceada, con timidez besó el lugar observando que el Uzumaki disfrutaba su toque, nuevamente lo hizo lentamente comenzando a subir por su cuello. La mirada del rubio se dilato, su respiración se hizo un poco rápida, Itachi observaba sus hermosas reacciones, esa piel erizada por su toque, su mano comenzó a recorrer el abdomen del menor subiendo por él -mhnn -respiró hondo disfrutando ese delicioso ruido, besó suavemente su mentón observando la mirada perdida del rubio, sus labios tocaron la orilla de los del pequeño, pudo observar como Naruto abrió suavemente sus boca esperando más, él también quería más, observó sus azules y labios que lo atraían como abeja a la miel. Sin contenerse más cerró la distancia en un suave beso observando la reacción del rubio, ambos se veía de la misma forma, sonrieron quedito cerrando sus ojos, comenzando un suave y lento beso, sus labios temblorosos se movían en sincronía, cada segundo era más cómodo que el anterior.

El Uzumaki se dio la vuelta por completo, las manos del mayor se apretaron en su cintura jalando de él, colocándolo sobre su cuerpo, su curiosa lengua se introdujo en sus pequeños labios rojizos probando con necesidad la boca del menor, sus manos comenzaron a subir y bajar lentamente por su espalda remarcado su suave cintura con fuerza. Naruto simplemente se dejó llevar dejando de lado sus confusiones, sabía perfectamente sobre la enorme atracción que Itachi generaba en él, pero los recuerdos de haber tenido esposa y un amor imposible con su amiga Sakura, lo hacían confundirse y sentirse ansioso, aunque, su corazón nunca había latido de la manera en qué en ese momento hacía, podía sentir que quería su corazón escapar de su pecho; quería tocar, sentir, disfrutar a ese hermoso hombre, quería que lo tocara, que lo deseara, se sentía tímido, eso nunca le había sucedido, podía recordar haberle dicho a Sakura que la quería y a Hinata que la amaba en su momento, pero ahora podía darse cuenta, que ni por asomo era la misma sensación, ni los mismos sentimientos, ni el mismo deseo; con Itachi era distinto, tenía una enorme necesidad de ser visto, tocado, deseado, besado por él, de llamar su atención y ganar sus sonrisas, absorber su aroma y sentir su calor, sonrió al darse cuenta.

-Entonces -Naruto se dejaba besar, pero quería escuchar -¿entonces? -Itachi sonrió divertido dándose una idea de lo que su rubio quería, el menor sonrió divertido, sintió las grandes manos del azabache colarse bajo su playera -¿te gusto? -el rubio rio quedito ante la pregunta -yo quería hacer esa pregunta ttebayo -el azabache lo rodó bajo su cuerpo, observó sus grandes ojos azules verlo con cariño, se sonrojó bastante ante su mirada, escondió su rostro en el cuello del Uzumaki y absorbió su aroma con descaro -me gustas demasiado, me encantas -Naruto levantó el rostro níveo con sus manos, sacándolo de su cuello, observó sus mejillas sonrojadas, por reflejo tomó un color igual en las suyas -tú también me gustas demasiado -rozó suavemente sus labios en los del mayor que no dudaron en corresponder y someter los suyos en un beso demandante y lleno de cariño, sus lenguas jugaban a conocerse y disfrutarse con necesidad. Cuando el aire comenzó a faltar, se separaron en suaves besos y sonrisas cómplices -sé mi pareja, te prometo que seremos felices juntos -Naruto lo vio con un brillo especial lleno de emoción, asintió -sí quiero, quiero ser tu pareja -ambos sonrieron con emoción y cariño, continuando con su sesión de besos y caricias.

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