Capítulo 3

Al salir de la ducha, Itachi vigiló el pasillo mientras Naruto sacaba de la alcantarilla un gordo gusano, lo metió en su pantalón, caminaron con velocidad alcanzando al resto, pasaron junto a Anko quien asintió al entender que ya traían el medio, giró su mirada, sonrió con maldad, Kenta caminaba con charola en mano, giró su mirada viendo a otro chico que no soportaba caminar hacia la fila, con velocidad metió su pie derribando al chico quien cayó derribando al robusto niño mayor con charola en mano -¿qué demonios sucede ahí? Anko asintió al ver a la matrona llegar al lío armado. Naruto se escurrió bajo la mesa seguido de Itachi quién vigilaba que nadie viera. La matrona puso a los otros pequeños a limpiar, el azabache veía que estaba por voltearse, giró su mirada pensando con velocidad, levantó un tenedor, lo lanzó con excelente puntería a la mesa tirando una manzana cerca de la señora, la matrona jaló de la ropa a un niño cercano y lo aventó al suelo para que levantara la fruta. Naruto se sentó con velocidad en su lugar seguido del azabache, sonrieron con maldad, todos en silencio comían con calma, las miradas de los tres pequeños que habían armado el plan se dirigían a la matrona, sonrieron con diversión disimulada al verla tomar su café, la robusta señora abrió sus ojos con terror al ver el gusano en la taza -aaaaaahhh -todos abrieron los ojos bastante, querían reír pero no era opción, simplemente disfrutaron ver cómo tiraba el café sobre su cuerpo, trataba de sacar su sacó que quemaba, el gusano salió volando perdiendo la evidencia, los cocineros salieron del lugar ayudando a la bruja quien lloraba de dolor por la quemada con el café, no era una quemada grave, pero fácilmente le dolería por días, estaba hecho, venganza completada, desde ese día el orfanato mantuvo un nuevo orden, los tres pequeños estaban al frente en la cadena de mando.

....

-Muévanse, por fin se irán a esa maldita academia -la matrona los empujaba hacia afuera del orfanato, los pequeños caminaban con velocidad emocionados, al salir del lugar la robusta señora azotó la puerta a sus espaldas. Naruto sonrió con emoción -estoy seguro que nos ama -los tres rieron con diversión comenzando a correr siguiendo el mapa con las instrucciones que tenía en sus manos Itachi, no habían salido del lugar desde que llegaron al orfanato -también pienso que nos ama, es tanto su amor que la maldita prefiere vernos lejos de ella -sonrieron quedito -por fin estamos fuera ¿no están emocionados? debe ser increíble la academia -Itachi y Anko sonrieron quedito al ver la emoción en el rubio, iba tan emocionado viendo con sorpresa todo que terminó por estrellarse -ay ay ay -sobaba su cabeza. Itachi no dudó, con velocidad lo ayudó, le dio la mano para ayudarlo a levantar -¿Estás bien Naru? -el pequeño asintió, levantó su mirada viendo a un chico peliplata apretar el ceño -oye niño, fíjate, golpeaste a papá -el rubio levantó sus gemas avergonzado viendo a un señor con sonrisa amable -lo lamento -Naruto rascó su nuca, sintió como acariciaron su cabello, levantó su mirada con sorpresa ante el gesto cariñoso -no te preocupes pequeño, fue un accidente, Kakashi por favor -el pequeño peliplata volteó sus ojos -Kakashi también comenzará la academia, espero puedan llevarse bien pequeños -los tres chicos vieron al peliplata con cuidado -papá, ya debo entrar, se hace tarde -el mayor suspiró con cansancio -nos vemos luego pequeños -se dio la vuelta y se fue.

-Maldito bastardo, entremos mocosos -Kakashi abrió sus ojos bastante escuchando a la chica pelimorada llamarlo de esa forma, apretó el ceño -oye ¿qué demonios? -los tres pequeños comenzaron a caminar dejando atrás al chico que suspiró con fastidio. Naruto veía con atención al peliplata a sus espaldas, parpadeó con duda, se le hacía familiar, tenía un extraño sentimiento de quererlo cerca, paró de caminar colocándose a su lado -eres Kakashi ¿no es así? Me llamo Naruto - el Hatake y sus amigos vieron con sorpresa al rubio -no te pregunté -el pequeño levantó un puchero -pero yo te estoy diciendo -ambos se veían con el ceño apretado, entraron al salón de clases escuchando un enorme grito de un chico azabache de cabello corto -¿es enserio que estarás en este salón? No debí salir de casa demonios -Kakashi apretó el ceño viendo al Uchiha que interrumpió su plática con el rubio, se giró ignorándolo descomunalmente -te estoy hablando bastardo ¿por qué demonios siempre me ignoras? era lo mismo en el jardín de niños -Kakashi negó con fastidio, levantó su dedo y rascó su oído -eres escandaloso-

Obito estaba por lanzarse sobre él cuando los gritos de las niñas comenzaron -kakashiiiii kyaaaaa -el Hatake talló su rostro con fastidio, una de las pequeñas observó a Itachi, sus ojos se hicieron corazón -eres muy guapo ¿cómo te llamas? -los tres pequeños abrieron bastante sus ojos -kyaaaaa ¿cómo te llamas? -comenzaron a gritar todas -el azabache se puso rojo -no empiecen bastardas, demonios ¿no tienen vida? estás malditas sanguijuelas también están aquí -una gota cayó en todos con el comentario de la Mitarashi -¿Oye, qué demonios te pasa? -Anko apretó el ceño, su mirada se oscureció, nadie le hablaba de esa forma -detesto a las mocosas idiotas como ustedes, desde ahora se los digo, por su propio bien, frente a mi no las quiero ver gritando o las arrastraré por toda la maldita academia y no es una broma -las niñas tragaron pesado al ver la mirada fría en la pelimorada -y tú -le habló a su amigo Itachi -deberías pensar seriamente en cubrir tu rostro como este sujeto -apuntó a Kakashi -no puedo estar corriendo a estas bastardas cada que empiezan con sus estupideces -Itachi infló su mejilla en un berrinche -no tengo la culpa, ni siquiera les hablo -Naruto rio quedito -no es necesario Ita, simplemente causas ese efecto -Itachi sonrió quedito contagiado con la sonrisa de su amigo. El grupo de tres se sentó junto al Hatake quién los veía con duda.

Obito se sentó frente a ellos -me llamó Obito ¿quiénes son ustedes? No los vi en el jardín de niños -Naruto apretó el ceño al ver al chico, algo en él no le agradaba, a pesar de siempre ser el más entusiasta, no respondió, lo analizaba con cuidado -mi nombre es Anko, este de aquí es Itachi y el pequeño es Naru-chan, venimos del orfanato -Obito abrió sus labios en una o -eso es nuevo, no sabía que también podían ser shinobis -una gota cayó en los cuatro chicos -idiota -Obito se cabreó al escuchar a Kakashi -no te metas bastardo -Anko volteó los ojos -estoy comenzando a extrañar el orfanato -Naruto e Itachi sonrieron con diversión.

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