Pov's Naruto

Hoy era un día un poco ajetreado. Tsunade-obachan me había solicitado ir hoy a su oficina, además de que tenía ir a entrenar con Sakura-chan, Sai y Kakashi-sensei y por no mencionar que Iruka-sensei de pidió ir hacer una demostración de como se debe usar el chakra a los niños que comienza este curso... ¡Qué fastidio!

Suerte que Hinata se ofreció a cuidar a mis niños, aunque tenga ocho meses y puedan separarse un poco de mi, me da pena no pasar el tiempo con ellos. Pero el dinero no cae del cielo.

Después de ponerme mi traje jounin y vestir a Kenji con un body enterizo rojo, a Akane con otro body enterizo azul cielo y a Nozomi también con un body enterizo amarillo. Nos pusimos en marcha hacia la Torre del Hokage, así obachan ve a los niños y la mansión Hyuga me queda de camino hacia la zona de entrenamiento.

La gente me saludaba alegremente y con respeto, y alguna que otra madre me pedían que si podían cargar a los niños, la aldea le ha cogido cariño a mis niños. Prefiero que sea así en vez de como me trataban a mi, pero a veces se pasan de cariñosos jejeje.
Después de un corto camino, llegue a la Torre. Shizune me atendió como de costumbre y me dijo que podía entrar. Se me hace complicado cargar a estas tres diabluras, pero no hay nada como un clon de sombra en caso de apuros, invoque a un clon y cargo a Kenji y a Nozomi y yo llevaba a Akane.

Cuando entré, la abuela Tsunade estaba revisando unos papeles ¿qué raro?

- Que raro que estés haciendo papeleo obachan-me senté en la silla más cercana y puse a mis hijos en mi regazo.

- ¡Qué te he dicho de llamar cuándo entres y qué no me llames abuela mocoso!-me gritó, asustando a los niños.

- ¿Vez los que causas cuándo gritas?- dije algo molesto, no me gusta verlos llorar. Ella se levantó enseguida y cogió a Nozomi, que era el que más lloraba. A veces, Tsunade parece toda una madre.

- La costumbre- dijo, ya los niños más calmados.

-¿Para qué me has llamado?

-Dejas de formar parte del grupo de los shinobis- dijo como si nada, jugando con los niños, solo era eso pensaba que sería algo... ¡Qué!

-¡¿Qué!?- grité, volviendo asustar a los niños.

- ¡No grites así!- me regaño- Y ha sido decisión mía.

- ¿Por qué obachan?- pregunte más tranquilo, pero todavía no encuentro razón para no permitirme seguir siendo shinobi.

- ¿Y todavía lo preguntas? Eres padre de tres preciosos niños y no pienso exponerte a peligros. Podrás seguir entrenando e incluso ir a misiones de máxima importancia, podrás seguir ostentando el cargo de Hokage y trabajaras con Shizune- terminó de explicar.

- ¿Y el consejo?

- Yo me encargo de esos vejestorios, ahora vete y disfruta de tus pequeños- me ordenó, la verdad, quiero a Tsunade como una madre, siempre preocupándose por mi.

- Gracias Obachan- me levanté y la abracé fuertemente.

- Ya mi niño ¿entonces para qué estoy aquí?- me correspondió el abrazo.

- ¡Papi!- se escuchó unas voces agudas por toda la habitación, Tsunade y yo nos miramos sorprendidos y miramos a mis hijos ¿es posible?- ¡Papi!- repitió Nozomi, levantando sus manitas en señal que lo coja. No pude resistir y cogí rápidamente a mi hijo, con lágrimas en los ojos.

- Si mi amor, soy papi- a los dos segundos, ya Akane y Kenji me llamaron y yo los cogí a todos, Tsunade me miraba con mucha ternura. No podría ser más feliz, a no ser que el estuviera aquí.

Hoy era un día nublado en la academia Ninja (N/A: esto es un recuerdo :3). Un rubio se encontraba columpiándose en su columpio, mirando a la nada y con una mirada triste. No quería volver a su casa donde la nadie lo espera y tampoco quiere cruzarse con ninguna persona para no volver a sufrir ninguna paliza y ver esas miradas de odio.

Lo que no se daba cuenta era que cierta persona lo miraba desde hace un rato. Dicha persona se disponía a hablar con el pero el rubio se percató de su presencia y salió corriendo.

El lo siguió, adentrándose en el bosque. Después de un rato corriendo, por fin lo alcanzó.

- ¡Dejame, no he hecho nada!- gritaba suplicando- ¡Por favor, no me hagas nada!- dijo llorando.

- No te haré nada- dijo, soltando un poco el agarré que tenía con el rubio.

- ¿De verdad?- preguntó, haciendo un puchero muy adorable, haciendo que el corazón del castaño latiera más rápido.

- De verdad- dijo, sonriendole al trigueño, sacándole un pequeño sonrojo.

- Etto... ¿Cómo te llamas?- preguntó algo tímido.

- Me llamo Neji Hyuga ¿y tú?

- Me llamo Naruto Uzumaki. Encantado- dijo con su típica sonrisa.

Desde ese día, ambos se reunían en el mismo sitio donde se conocieron. Haciendo que sus vidas se llenara con un poco de luz y formando un amistad que, sin ellos saberlo, significará algo más de lo que de verdad ellos ven ahora.

Nota: Hola! :D Espero que les gusten el capítulo y ya ven como sera el formato de la historia :3 Comenten please :'v tiene cero comentario, con solo uno me basta :v después de esta suplica XD Disfruntenlo.... Bye~<3