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“Los viajes concluyen . . . Cuando los amantes se encuentran.”

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Jaken aguardaba el momento exacto en que la luz de la luna a través de los cristales, diera de lleno sobre las flores en botón dentro de aquel invernadero al fondo de la propiedad. En cuanto terminara el eclipse todo aquello florecería, primero, tiñendose de rojo carmesí y si había suerte, serían negras en poco tiempo . . . y el acólito, también estaba floreciendo. Era el momento de saber si su amo había cumplido con el ritual al pie de la letra, aunque los gemidos de la chica le confirmaron que pronto, todo concluiría por el bien de su amo y la descendencia de sus ancestros.

Kagome derramaba lágrimas de dolor y felicidad. Jamás pensó que aquello fuera tan . . . sublime. A pesar del dolor. Ella descubrió aquella noche . . . Qué lo amaba. Y gustosa termino por entregarse a él, no supo exactamente en qué momento ocurrió pero, sospechaba que se enamoró la primera vez que le obsequio un libro . . . Y la primera rosa. Sesshomaru se mecia con lentitud dentro y fuera de su cuerpo, besaba sus mejillas mojadas y luego su boca . . .era tan hermosa. Sus gemidos y sus pequeñas manos aferrándose a él, con desesperación evitando con su agarre  que se apartara, aún y cuando supo que fue doloroso para ella . . . Su preciosa luna lo había invitado a conocer por primera vez su cuerpo bajo aquel cielo estrellado, esa no era realmente su intención al llevarla ahí . . . pensaba, sólo tomar lo que necesitaba y luego . . . continuar con ella el tiempo necesario pero . . . Ella . . . Su pequeña, dijo que lo amaba bajo aquella luna roja. No se resistió. Él también cayó rendido a sus pies en cuanto la provo ¿Era ésto acaso lo que Jacken había dicho que sus padres sintieron la primera vez que se conocieron? La tomó con cuidado entre sus brazos en tanto se perdía en el aroma de su cuerpo y su cálido interior apretado. La profanaba, lo sabía, por eso lo hacía de manera lenta . . . suave pero firme. Entraba y salía de su hinchado y rojizo interior, su miembro duro y grueso le había hecho bastante daño, los jugos de su exitación mezclados con la sangre que se deslizaban por sus nalgas, manchaban las sábanas con su pureza, esperaba que fuera suficiente para que Jacken pudiera utilizarlo. Realmente no quería llegar hasta el final, ella era una frágil humana y deseaba tenerla todo el tiempo que pudiera. El problema era el tiempo . . . Ya no tenía mucho, a menos que tomara más de ella . . . sí . . . quizás durante el acto funcionaría mejor. . .Si ella resistía. Sesshomaru no la dejaría, al menos por el tiempo en que Jacken perfeccionara el ritual sin necesidad de morir en el intento. Abrió los ojos teñidos de rojo sangre y sus colmillos crecieron, la sintió temblar y apretarlo con las paredes de su útero que se contraían en una danza tan antigua cómo la vida misma . . . era el momento. Kagome grito con fuerza y su cuerpo se cimbró en los estertores del éxtasis al cual ascendía casi inconsciente ante la fuerza de las emociones que la inundaban ahogándola en la felicidad que jamás había conocido . .. no al menos cómo en ésta noche. Sesshomaru se aferró con más fuerza y en su última embestida se dejó ir, vaciando su esencia blanquecina que inundó el vientre virgen. Los colmillos se incrustaron en el blanco cuello bebiendo el nectar de la vida, el ciclo se cumplía al mismo tiempo que se derramaba por completo muy dentro de ella durante el punto álgido del eclipse. Kagome no sentía nada más que los temblores y el beso en su cuello, poco antes de desmayarse logro balbucear.

~ . . .Te amo.

Sesshomaru se detuvo, regresando de su estado de excitación ante el sabor de su sangre mezclada con su esencia, si no se detenía ella moriría. Rugió con fuerza y logro separarse de su cuello, la abrazo con mucho cuidado sin salir de ella pues su cuerpo aún no terminaba de vaciarse. Su miembro aun firme dejó de eyectar semen y sólo entonces se separó saliendo con cuidado de su interior. Una mancha de sangre mezclada con semen se extendía bajó su cuerpo, la tomó entre sus brazos cubriéndole con una sábana justo a tiempo, antes que Jacken entrara con rapidez y recolectará todo aquello. Era perfecto, las flores estaban en su punto, listas para recibir la esencia mezclada del amo y la hembra elegida. No perdió tiempo, sólo observó a su amo sentarse en el divan con el cuerpo de la humana frente al ventanal dónde los rayos de la luna roja los bañaba, haciendo que su piel brillara cómo hacía mucho tiempo no lo hacía. Funcionaba! El amo viviría. Luego, lo ayudaría a llevar el cuerpo de la chica al invernadero en el lugar sagrado, para recostar a ambos entre las rosas y así . . . terminar el ritual. Sus amos estarían felices por que su hijo seguiría con vida, y quizás . . . Ellos mismos pudieran regresar después de siglos en el eterno sueño. Sesshomaru lo miro con severidad al descubrirlo mirando a la chica entre sus brazos, Jacken inclino la cabeza y se disculpó saliendo de ahí para depositar los residuos en las flores, esa noche sabrían si todo lo que hicieron en verdad funcionaría como debía ser.

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Jacken observaba las flores, tenían el color oscuro más hermoso que había visto en muchos siglos. Además de que de entre sus pétalos había rocío del color de la sangre manando de ellas, todo estaba saliendo tal como lo esperaba, un día más y todo estaría listo para su amo. Contrario a lo que esperaba, la humana pareció resistir la iniciación y el ritual, sólo esperaban los resultados de su unión los cuáles serían visibles dentro de unas semanas. Después de la confirmación, todo se desarrollaría rápidamente. Sí el color de las flores no variaba, su amo estaría por fin curado y viviría, y el producto daría vida nueva a las rosas trayendo de regreso a los padres del amo. Sesshomaru tenía tres días dormido en aquel santuario cubierto por las rosas rojas que poco a poco cambiaban al color más oscuro y brillante. Ahora sólo se requería esperar, él debía traerlos de regreso aquí.

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Habían pasado seis meses, kagome no volvió a su casa más que para comunicarles la decisión de casarse. Luego, solo visitaba a su familia de ves en cuando alegando que estaba muy ocupada con la escuela, llamaba todos los días a su familia y hablaba con ellos, no hubo objeción, una vez se reunió con sus amigas y solo fué para explicar su decisión, ambas aceptaron lo que les dijo aún y cuando jamás lo entendieron del todo.

Jacken esperaba. Faltaba poco para que la descendencia del amo llegara al mundo, todo estaba saliendo como era esperado, las rosas pronto tendrían un nuevo hijuelo y se vería la estirpe del primogénito. Su amo dormía por las noches con su mujer, pero en el día se la pasaba en la cámara especial con las rosas de su nacimiento, algo no estaba bien, y Jacken estaba preocupado, necesitaba otro elemento y . . . No era fácil de obtener. . . Su amo se negaría si se lo decía, él en verdad estaba enamorado de la humana, jamás le pediría algo tan cruel. Jacken estaba desesperado pues se acababa el tiempo. Si no pensaba en algo pronto, la descendencia del amo moriría al igual que él.

~ Estás feliz?

Sesshomaru se encontraba con ella entre sus brazos, lamiendo su cuello del cuál se alimentaba sólo en ocasiones. Acarició su vientre y la besó en los labios. Era tan joven. . . Pronto su responsabilidad sería mucho más grande, y más ahora que sabían . . . que eran dos.

~ Te amo. Por supuesto que soy feliz, además, tú me has dado tanto . . .  Ésto, es un regalo. Tú eres mi regalo! me lo diste todo y no me arrepiento de nada.

Kagome sonreía feliz acariciando su vientre el cuál se movía en su interior con la vida de los herederos de su gran amor. Jacken buscaba la manera de mantener viva la descendencia del amo, la humana era fuerte pero necesitaba nutrirse y ahora, probaría con las antiguas rosas de sus amos, le haría un brebaje. La sangre de la gran Irasue le ayudaría con los descendientes, era algo sorprendente el que fueran dos.

~ Señor . . .

~  Qué pasa. Habla!

~ Ella . . . Ella, está debilitándose. . .los cachorros drenan su vida . . . Necesita fuerza.

~ Mhm . . . Y?

~ Voy . . . A probar algo pero. . . Necesito un poco de su fuerza.

~ Dime cuando tengas todo listo, iré cuando ella esté dormida. Y Jacken . . .

~ ¿Señor?

~ No me falles.

Sesshomaru ese día se sentía bastante bien, kagome estaba a unos meses de dar a luz y con los brebajes de Jacken estaba mucho más fuerte, de manera que él podía alimentarse de ella más seguido, pronto ya no lo necesitarían. En cuanto nacieran los bebés el último ingrediente sería añadido a la tierra milenaria de las rosas y todo estaría hecho, Jacken tenía todo listo para el ritual. Pronto la progenie y los padres del amo estarían de regreso para reencontrarse y ser felices, juntos . . . El amo viviría, y sería lo más esperado durante siglos. Una nueva era se avecinaba para el mundo.

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Años después*

De lo alto de la colina dónde se encontraba el castillo de sus ancestros desde hacía milenios, dos figuras de pie en los riscos observaban las luces a lo lejos de las ciudades. Budapest era un lugar donde podrían iniciar de nuevo, cómo siempre lo desearon.

~ ¿Es acaso un nuevo amanecer mi señor? Terminó nuestro sueño eterno?

Él, Beso su boca roja además de sus blancas y delicadas manos.

~ Estamos dónde deberíamos. . . Es, un nuevo comienzo. Hace milenios terminaron con nuestras vidas pero nuestra estirpe sobrevivió a las eras, estaba escrito. Pero, tenemos que adaptarnos y gracias a Jacken, nuestro fiel alquimista, podremos vivir en ésta nueva era sin problema. Nadie nos perseguirá, no tendré que cazar para alimentarte amor mío . . . Quizás sólo de ves en cuando, las cenizas vuelan y alimentarán nuestro jardín.

A sus pies, acres completos de flores listas para ser cosechadas, en cuanto la luna roja apareciera, las flores de los ancestros de Inu no darían vida eterna a los cachorros venideros de la nueva estirpe. Era un nuevo comienzo para poblar de nuevo la tierra que les fue arrebatada.

~ Mi señor, es glorioso estar de nuevo entre tus brazos pero. . . ¿No crees que nuestro hijo, se enfade?

~ ¿Por qué? Estamos en nuestro mejor momento, además, tu eres aún joven y me darás cachorros fuertes. Espero que sean tan fuertes como nuestro primogénito.

La risa socarrona de Inu no hizo sonrojar a la bella Irasue. Pronto visitarian a sus nietos quienes estaban por cumplir su primer año. Le daría la noticia a Sesshomaru y a su nuera, la humana resultó ser de buena estirpe y ahora con su sangre, era como su hija adoptiva. Era grandioso ver cómo sus cachorros crecían fuertes y muy parecidos a su abuelo y a su padre, serían grandes líderes y cazadores natos. Ya no existían los clanes, estaban extintos, sólo unos cuantos sobrevivieron gracias a su fiel Jacken y Totosay, además de Onigumo y Naraku que fueron traídos por órdenes de su señor junto a sus fieles doncellas, kikio, Midoriko y katza. Pronto traería a los demás servidores sobrevivientes de su señor. Debían proteger a la nueva estirpe. Su primogénito Sesshomaru, era un hombre exitoso al lado de su esposa y, ellos serían pronto, los señores de los imperios eslavos.

~ ¿Te sientes bien amor mío? El cachorro debe tener hambre.

Irasue le ofreció su boca deliciosa y asíntio tomando su mano fuerte para ponerla sobre la barriga algo notoria.

~ Están hambrientos, cómo yo lo estoy de tus besos y tu cuerpo.

Inu no sonrió sintiendo el poder y los movimientos de los pequeños.

~ Oh! Mi señora, te complacere toda la noche y más . . . Tengo noticias para tí, no solo es uno, si no dos los cachorros que llevas en tu vientre. Soy muy viril aún amorcito, así podremos procrear una docena por lo menos.

Irasue lo miro con enojo y lo golpeó mandándole hacía los acantilados. Inu no con una gran carcajada se detuvo en el fondo sacudiendo la tierra y las piedras que cayeron sobre él. Rápidamente escaló hasta donde su amada lo aguardaba sentada en la terraza del castillo.

~ ¡No te enfades conmigo! es sólo que ahora quiero disfrutarte por tantos siglos sin tus besos. Perdóname amor mío, y déjame compensarte.

Así como llego, desapareció. Para después de una hora regresar con un rico manjar para que ella pudiera alimentarse a su antojo. Un par de jóvenes y vigorosos excursionistas, ella estaría más que satisfecha y sería mucho más complaciente esa noche, él la deseaba como nunca pues una sola vez fue suya antes que los intentaran exterminar. Gracias a eso su primogénito vino al mundo y ellos pudieron regresar, de otro modo jamás hubieran podido volver.

El clan de los Valerius había regresado para doblegar al nuevo mundo a sus pies. . . El mundo, conocería un nuevo amanecer.

Fin?. . .

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