capitulo 1
Fuego...sangre y gritos de agonia eso es lo que lograba ver y escuchar,aquel niño de orejas puntiagudas y piel morena
Aquel pueblo estaba siendo masacrado su gente apenas podia luchar contra la amenaza humana que se les venia encima,pero...¿por que paso todo esto?, esa insesante pregunta rondaba en la cabeza de aquellos elfos oscuros, que durante años habian vivido en armonia en los bosques de Valerian, de por si eran derecho legítimos de todos los elfos oscutos pues estos cuidaban y protegian estos lugares y sus gigantes e indomables arboles y la bella fauna que acompañaba a estos.
¡¡Corre Frey!!
Aquellas palabras sacaron de sus pensamientos a aquel niño mientras este observaba como su padre era rodeado y apuñalado por las espadas de aquellos caballeros de armadura plateada y cristales rojos en el pecho, su madre lo sostenia en brazos y corria hacia el inmenso bosque, los ladridos de los perros se escuchaban cada vez más cercanos, sin mas opción la madre de Frey decidio lanzarlo hacía el suelo, para despues hacer extraño moviniento de manos el cual provoco que los árboles de aquel bosque obedecieran parte de sus ordenes, al terminar aquel hechizo las ramas de los arboles cercanos se abalanzaron apuñalando los cuerpos de los perros salvajes atravesando sus osicos, cuencas de los ojos y torax, la sonrisa de la madre fue un pequeño momento de satisfacción, pues esta al instante cayo al suelo arrodillada y comenzo a toser sangre, pues aquellos conjuros oscuros tenían el precio de consumir la energía vital de uno mismo, Frey desesperado decidió verla y al ver su rostro debil este quedo impactado, veia venas en su cara junto a sus labios temblantes y su respiración agitada, mientras la sangre rebalsaba de su boca -¡¡Mamá!!- gritaba aquel chico mientras sostenia la mano debil de su madre, la cual sólo decía débilmente el nombre de su hijo -Fr...Frey- tras decir el nombre de su hijo la mujer comenzo a entrecerrar los ojos, antes de su momento final aquella madre solo le dijo unas ultimas palabras a su unico hijo -Frey huye..por favor hijo mio sobrevive y no olvides que te quiero...- mientras su ojos se cerraban Frey negaba en su cabeza aquella horrorosa y surrealista escena -¡¡No mamá no!!, ¡¡Ayuda por favor alguien ayudeme!! -el niño gritaba desesperado con la esperanza de que alguien viniera- ¡¡Por favor ayudenme!!, -aquel chico no pudo gritar mas pues sintio como alguien lo levantaba rapidamente y lo alejaba de aquel lugar cargandolo en su pecho- ¡¡No por favor mi Madre!!-
-tu madre ya esta muerta niño-
¡¡ No por favor no!! rogaba aquel elfo mientras sus lagrimas rebalsaban de sus ojos, -¡¡oh mierda!!- musitaba rabiosamente aquel tipo mientras veia a unos perros salvajes cerca de el, corriendo con todas sus fuerzas aquel hombre llego con el devastado niño hacia un rio donde se detuvo repentinamente, al mirar el rio a aquel extraño hombre solo se le ocurrio una ultima idea -lo siento chico estas solo desde aquí- ¡¡Pero mi madre, por favor ayu...!! el elfo no pudo terminar de hablar ya que aquel encapuchado le dio un golpe potente en el estomago, el cual lo dejo medio inconciente y con el cuerpo retorciendose, -adios niño- dandole un empujon con la pierna derecha lo tiro hacia aquel rio, mientras la corriente le arrastraba y sus ojos apenas podia ver la superfice Frey noto como aquel encapuchado se quedó tranquilo pues los humanos de aquel lugar detuvieron a la perros de casa y aquel extraño les charlaba sin amenaza y sin miedo a aquellos humanos mientras recibia un saco con monedas en las manos, con odio en su corazon el joven elfo trato de ver mas de aquel encapuchado pero solo pudo ver una cicatriz en su mejilla izquierda antes de que la corriente se lo llevara y lo hundiera, con todos sus esfuerzos y poca fuerza restante el joven elfo oscuro trato de que la corriente no lo ahogara pero sus esfuerzos fueron envano ya que la fuerza de la corriente lo llevo demasiaso rapido haciendo que este impactara su cabeza contra una de las rocas de aquel rio, como si de un golpe de una mazo se tratara Frey percibio solo un segundo el impacto e instantaneamente cayo inconciente.
Dentro de la mente inconciente del muchacho se podia ver como sus recuerdos lo atormentaban pues Frey podia ver a su pueblo quemado, a su madre siendo masticada por los perros, mientras solo lloraba arrodillado e impotente de poder hacer algo para cambiar aquellos hechos, desconsolado, iracundo y con los ojos lagrimeados miraba con un odio profundo hacia aquel encapuchado de la cicatriz que se encontraba en su sueño, inesperamente el llanto de un bebe se empezaba a escuchar en aquel sueño, Frey trato de ignorarlo pero el llanto se hacia cada vez mas fuerte y poco a poco el llanto ocupaba el lugar en la mente del muchacho, hasta que este desperto y se dio cuenta que el llanto era real y que el estaba varado en un lugar extraño en alguna costa del rio, Frey con la poca fuerza que tenia se puso de pie y empezo a seguir aquel llanto que se encontraba dentro del bosque caminaba lento debido al dolor pero tras un rato de seguir el ruido noto como este provenia de el vacio de un gran tronco al acercarse a este pudo notar como una elfa oscura herida cargaba al bebe en su pecho mientras apuntaba su mano con un hechizo a la cara de Frey, el hechizo se veía ya armado y listo para ser lanzado a su rostro -Dime quien eres o te juro que te volare la cara en mil pedazos- decia aquella mujer herida mientras el bebe en sus brazos seguia llorando -yo soy Frey,vengo del pueblo de Arimanto que acaba de ser quemado y masacrado- respondio el muchacho con el aliento agitado y asustado, - bien,yo soy..- aquella elfa no pudo hablar debido a que empezo a vomitar sangre debido a que tenia una herida profunda en el estomago la cual la estaba debilitando a gran paso -dejame ayudarte- decia Frey mientras se acercaba a la herida de la elfa tras un rato de inspecciónar el elfo oscuro saco un pedazo de su polera medio rasgada y comenzó a hacer presión y cubrir la herida para que ya no sangrara tan rápidamente -debes mantenerla presionada... eh
-Brunilda me llamo Brunilda y esta hermosa llorona es mi hija Beatriz, puedes cargala un momento? por favor- estirando los brazos Brunilda le entrego su hija al joven elfo,mientras esta hacia presión en su herida, con la niña en brazos el joven elfo decidio mecerla un poco, mientras la movía suavemente entre sus brazos poco a poco la niña se tranquilizo hasta quedarse dormida, los ojos de Brunilda se notaban agotados su mirada estaba perdida y sus ojos apenas podian mantenerse abiertos, -Frey....- musitaba aquella elfa debil con una pequeña sonrisa -Frey yo detesto estos momentos, destesto sentir amor,odio,dolor u otro sentimiento de mierda, pero al ver a mi hija en tus brazos no puedo evitar recordar cuando su padre aun estaba con vida -con una pequeña risa debilitada- aun recuerdo cuando eramos jovenes, nuestros progenitores no deseaban nuestra unión cuando se enteraron que Lenish se juntaba con una elfa oscura enloquecieron como cabras montañosas, pero te digo algo eso le importaba un rabano pues el no me veia como una elfa de una raza maldita el veia a una niña brillante y amistosa...el vio mi verdadero ser, cuando nacio Beatriz nunca pude creerlo -¿que cosa? -pregunto dudoso Frey- "creer que existia el amor y la felicidad en un corto momento" -pero ahora lo creo...yo lo veo ahora en este momento puedo contar con que alguien escucha mi ultimo momento de felicidad- Brunilda comenzo a cerrar sus ojos a lo cual el joven elfo se acerco desesperado a ella para verla -¡¡no puedes morir ella te necesita!!- gritaba desesperado Frey -yo....no puedo Frey- decia aquella mujer mientras mostraba su herida y apenas levantaba la mirada para ver a su hija, -Frey por favor por el amor de una madre hacia su hija, llevala al puerto Gallardo y encuentra a un tipo llamado Folters el te sera de ayuda- la elfa apoyo su mano temblante en la mejilla del muchacho, -se que has perdido demasiado, tus ojos expresan ese dolor y angustia pero tranquilo niño yo se que puedes hacerlo, lo veo en ti, una luz de perseverancia, un nuevo mañana aguarda para ti y para mi hija, confío en ti por que no hay ninguna otra persona que tenga lo que tu tienes- entre lágrimas Frey solo le respondió, -¿y que es eso que tengo?-, -esperanza- respondió aquella elfa mientras sus ojos se cerraban y su cuerpo se apoyaba completamente en el tronco, la madre de la niña había muerto, un silencio invadió aquel espacio Frey no podía procesarlo, no se le hacia nada lógico el como comenzó todo, no podía pensar, no podía pararse y menos hablar, había quedado atónito ante los sucesos, pero pronto sería despertado de aquel shock, al ver como a lo lejos grandes barcos llegaban cargados de miles de soldados y máquinas que nunca el elfo había observado, sin duda alguna este era un ataque de un ejército muy conocido, liderado por un hombre que se hacia apodar "la bestia roja", el tirano Velnor, había atacado las tierras elficas de Valerian y todo parecía indicar de que no se hiba a detener, Frey estaba devastado y sin esperanza, agacho la cabeza y callo arrodillado, pues el ya aceptaba su fin neciamente, hasta que aquel suave toque de unas manos pequeñas acarició una de sus manos, esos ojos azules lo observaba fijamente, fue entonces que el muchacho recordó lo que debía hacer, pues una persona había depositado su máxima confianza en el, sin duda alguna no podía fallarle, teniendo a la niña entre sus brazos el elfo oscuro se dirigio hacia el tronco para ver por una última vez a aquella mujer y recordar a lo que estaba determinado, al ver que Brunilda tenía un collar Frey se lo arranco no por avaricia, si no para entregarle eso a la pequeña Beatriz como un recuerdo de quien fue su amorosa madre, mirando hacia la oscuridad del bosque elfico el muchacho se determinó y se adentro a este, pues su travesía hacia la ciudad de Puerto Gallardo junto a aquella niña había comenzado.
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