39
Decir que no he pensado en las palabras que había intercambiado con mi hermana, sería una mentira, una muy grande, no he dejado de pensar en lo que menciono, sé que ella no quiere que salga herido, Mina es una persona que cambia de opinión en cuanto ve que lo que parecía un juego, se vuelve realidad ante sus ojos, no le gusta, pero ahora también era tarde, ya había firmado ese contrato.
Estoy en mi habitación, Mina se fue a la cafetería para comenzar su turno en el trabajo, y yo como tengo el día libre, decidí regresar al departamento, necesitaba despejar mi mente de todo esto, de Mina, de Jimin, del contrato... de todo, cierro mis ojos por breves momentos.
Mi situación se está volviendo demasiado complicada, las palabras de Mina, no me ayudan mucho a ver mi mundo mucho más de un color rosa, y mi pequeña obsesión por querer conocer a Jimin me hace pensar que inclusive había cometido un grande error al haber firmado ese contrato, quizás sea verdad, pero ya no importaba mucho, la duración de este mismo no sería una muy larga, y podría dar la casualidad de que inclusive lo termine antes de lo debido, tengo que encontrar buenas excusas, aunque también no me gustaría que Jimin me abandone.
¡Demonios, mi cabeza es un lio!
Ladeo mi cabeza, encontrándome con mi mesita de noche, y encima de esta, me encuentro con mi celular, y sin querer, la imagen de Taehyung pasa por mis pensamientos por breves momentos, no le he dicho nada, ni siquiera para quedar para una salida, seguramente está enfadado conmigo, o inclusive puede estar como un chico tonto hormonal adolescente esperando por un mensaje de la persona que tanto le gusta, sonríe ante mi pensamiento.
Taehyung puede que esté del modo en que me lo imagino, puede ser que hasta inclusive se la pase mirando su celular cada cinco segundos, observando si acaso hay algún mensaje mío, puede que incluso se apresure a contestar las llamadas entrantes sin fijarse mucho de quien se trata y se termine decepcionando al recibir una llamada del banco. ¿Debería llamarlo? Esa duda recorre mi mente una y otra vez como un disco rayado, quizás pueda ser una mala idea, no estoy comprometido, pero tengo un contrato, uno que me impide estar con otras personas, aunque solamente en el ámbito sexual.
No tenía problema, podía llamar a Taehyung, pero también, recordar cuando Jimin me había encontrado con Taehyung, me ponía la piel de gallina en breves instantes, ¿qué dirá ahora si me ve con él? Quizás reciba un castigo, aunque Jimin no tiene por qué enterarse de si me reúno o no con Taehyung.
Suelto un largo suspiro, estoy tardando demasiado en meditarlo, pero los dedos de mis manos pican ansiosos por tomar el teléfono celular, y sin más, no dudo en estirar mi brazo para darle alcance al celular con mi mano, en cuanto lo tomo, no dudo en encenderlo, encontrándome con la pantalla y mi fondo de la pantalla de bloqueo que es un montón de hojas secas en otoño, elevo mi otra mano para poder teclear correctamente la contraseña de mi celular y desbloqueo la pantalla.
No dudo ni un momento en ir directamente a los contactos de teléfono, miro a todos, y deslizo mi dedo índice por la pantalla para ir bajando hasta dar con el nombre de Taehyung, abro el contacto, y miro el número de teléfono, mi dedo pulgar está listo para pulsar la pantalla y así dar con el icono de 'llamada' pero la duda invade de nuevo mi ser, ¿y sí no me contesta? Tal vez pude haberlo hecho enojar, tal vez este demasiado molesto como para contestarme, ruedo los ojos, estoy totalmente loco, Taehyung no se molestaría conmigo por una banalidad, él no es así, se enojaría si yo no le volviese hablar nunca más en la vida, se enojaría si lo ignoro en la calle, se enojaría si me negará a que me brinde un abrazo, pero no si no lo llamo, él sabe que trabajo, sabe que la empresa en la que estoy es exigente, seguramente a de creer inclusive que me encuentro trabajando ahora mismo.
—Al diablo con pensarlo tanto —mascullo en voz baja y por fin me dejo llevar y dejo que mi pulgar tome la iniciativa de dar clic en el icono de llamada, pongo el teléfono en alta voz, y espero.
Un timbrazo. Dos timbrazos... y contesta.
—¿Sí? —sonrió levemente al escuchar su voz en duda.
—Tae, deberías de fijarte en los contactos, ¿no lo crees? —una pequeña pausa.
—¡Yoongi! —no puedo evitar sonreír mostrando mis dientes al escuchar el entusiasmo en su voz—. Perdón, no sabía que eras tú, últimamente no me gusta revisar los contactos, perdona.
—Nada de lo que debas disculparte, bobo —escucho como suelta una risa corta en un resoplido, casi puedo verlo relamer sus labios—, ¿qué se supone que estás haciendo ahora?
—Nada importante —me responde—, estaba a punto de salir a comprar algo de comer para mí y mi madre.
Suelto un suspiro.
—¿Qué? —pregunta al escucharme.
—Pensé que comprarías algo para mí —canturreo divertido y él suelta una suave risa por mi comentario.
—Puedo llevarte algo a tu trabajo si gustas, tengo tiempo suficiente para hacerlo.
—No, no me encontrarías allí —menciono.
—¿Qué? ¿Renunciaste?
—No, tonto —ruedo mis ojos—, tengo el día libre, así que ahora mismo estoy en mi departamento.
—¡Día libre! —suelto una risa al escuchar su exclamación—. Joder, Min Yoongi, eres el chico más afortunado de este mundo, apuesto a que muchos en Park's quisieran tener un día libre.
Eso es cierto, muchos lo querrían, pero no creo que todos quieran tener un contrato sexual con su jefe, eso es otra historia.
—Para la próxima avísame, con gusto iré y te dejaré algo de comer, o algo mejor, puedo cocinar algo para ti.
No puedo evitar que por mis pensamientos pase la imagen de Jimin, sin camisa, y cocinando, joder, Min Yoongi, concéntrate.
—¿Ya aprendiste a cocinar? —lo escucho soltar un bufido—. No lo tomes a mal, pero sabes que la anterior vez que me dijiste eso, quemaste la carne.
—Lo sé, lo sé —sonrió al escuchar como su voz va de abajo a arriba en sus tonos—, pero debes admitir que cocinar carne es difícil.
—No, no lo es —soltamos una risa.
Hace mucho que no tenía muchas conversaciones sin sentirme incomodo, Taehyung me hacía sentir como en casa.
—Tae...
—¿Sí?
Miro la pantalla, veo su nombre en ella, y relamo mis labios levemente antes de hablar.
—¿Estarás libre esta noche? —pregunto, y es aquí cuando se hace el silencio, un silencio breve, pero que para mí fue eterno.
—Sí es para ver una de esas películas extrañas extranjeras, no —suelto una risa al escuchar su respuesta, siempre me hace sentir menos tenso en breves momentos con sus respuestas—, aunque por ti, tengo todo el tiempo del mundo.
—Eso es genial, ¿te parece si nos vemos en algún lado?
—Sí, de hecho ¿recuerdas esa tienda de dulces preparados a mano que está afuera de nuestra vieja preparatoria?
Jamás la olvide, Taehyung casi siempre compraba caramelos en ese lugar, le gustaba ir a ver como preparaban los dulces, inclusive me hacía ir con él, mis recuerdos con Taehyung eran bastantes, desde preparatoria habíamos sido muy unidos, y en la universidad lo fue todavía más, no entiendo la razón por la cual jamás logré verlo como algo más que mi amigo.
—Por supuesto que la recuerdo, Tae...
—En ese caso, ¿quieres que nos veamos allí a las seis? —miro la hora en mi teléfono celular, tengo casi tres horas para prepararme mentalmente para estar con él, así que no veo ningún problema con esto.
—Sí, me parece bien —menciono antes de recibir un pequeño sonido de alegría de parte de Taehyung.
—Bueno, Yoongi, te veré allí en unas horas, ve con tus ropas más bonitas.
—¿Cómo porque iría arreglado? Sólo iré a verte.
—Bueno, quizás así puedas hacerme sentir más enamorado de ti.
—Tae...
—Perdón, pero sabes que me gustas y no me has dejado de gustar, Yoongi —una realidad que ni siquiera yo podía dejar pasar por alto.
—Te veo en unas horas, Tae.
—Bien, nos vemos.
Sin decir más corto la llamada y dejo caer mis manos sobre mi pecho, con el celular en el mismo sitio, no creo que algo pase en esta pequeña salida, sólo somos amigos, grandes amigos... y así se debe de quedar todo.
Será genial poder ir con Taehyung a ese lugar de nuevo, hace mucho que no regreso a esa dulcería, pero también no iba por el hecho de que me recordaba a él, pero ahora con él aquí, dejaré esos recuerdos de lado, y crearé unos nuevos, será divertido.
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