31

—¡Por fin! —exclamo Yangmi, mostraba una sonrisa resplandeciente que dejaba en claro lo feliz y entusiasmada que se encontraba en ese momento—. Tenemos que ir a beber después de esto.

Hoseok rodo los ojos al escucharla decir aquello, Chinmae negó lentamente con la cabeza, mientras que Hyunsu se dedicaba a sonreír, parecía estar de acuerdo con la decisión tan precipitada que había tomado Yangmi, mientras que yo, me dedicaba a terminar de acomodar los papeles con las propuestas dentro de una carpeta, habíamos terminado.

La semana no fue larga, y de hecho nuestro trabajo fue inclusive mucho más rápido de lo que creí, tomamos la decisión entre todos, votábamos para ver cuales diseños y propuestas eran las mejores y que por supuesto ayudarían a nuestro jefe, el señor Park, a que se sintiera lo suficientemente satisfecho con lo que decidimos, y definitivamente lo estará, lo estoy asegurando demasiado pronto, pero sé que esto podrá ser de su gusto.

No he visto a Jimin durante casi cuatro días, pero, no es para preocuparse, todo ese tiempo me la pase pensando en muchas cosas, y lo peor de todo es que estaba más concentrado en el contrato para ser su sumiso que por mis cosas del trabajo, debía sentirme avergonzado por ello, pero no podía, le estaba tomando más importancia a una cosa que a otra, me sentía como un adolescente que se dedicaba más a prestar atención a sus juegos de video que a estudiar para el examen final.

—Yangmi, Yangmi —la voz de Hoseok me hizo prestar de nuevo mi atención a lo que sucedía alrededor—, siempre pensando en beber alcohol, a este paso tendrás que ir a esos grupos de ayuda.

—Eso debería decírtelo a ti, Hoseok —estos dos no han parado de hablar—, bebes más que todos en este lugar —menciono divertida haciendo que Hoseok sonriera.

—No puedes asegurar eso, Yangmi —dijo Hyunsu interrumpiendo la burbuja que entre esos dos se había creado—, no todos hemos visto ni siquiera si Yoongi puede emborracharse.

—Cierto —lo apoyo Chinmae—, dinos, Yoongi ¿esta vez te dignarás a acompañarnos después del trabajo a tomar unos tragos, o te irás dejándonos como ya es costumbre tuya?

Suelto una risa nerviosa, sí, he tenido esa mala costumbre, pero tampoco es como si fuese un gran aficionado a ir a tomar alcohol, no es lo mío, aunque ahora parecía ameritarlo en serio, después de tanto trabajo, habíamos logrado obtener lo que quisimos, sólo faltaba la aprobación de Jimin y esto se daría casi por terminado, ya que sería yo y Hoseok quienes se encargarían más de la supervisión en el momento en que comiencen a ponerle el estilo escogido por Jimin a las oficinas.

—Quizás lo haga —mencione, lleve mi mano detrás de mi cabeza, rascando mi nuca levemente—, no lo tomen a mal, por favor.

—Descuida, Yoongi, seguramente tienes asuntos más importantes que debes atender —dijo Yangmi—, pero de vez en cuando considéranos un asunto importante, ¿sí? —me dedica un guiño y yo doy un asentimiento.

—Lo haré —dije como respuesta—, iré a entregar esto al señor Park —mencione mientras les mostraba la carpeta que contenía el trabajo terminado—, ¿ustedes ya se irán a comer o...?

—No, después iremos —dijo Hoseok como respuesta—, por ahora iré por un café para descansar un poco.

—Yo necesito una aspirina —menciono Hyunsu—, no ha parado de dolerme la cabeza desde hace cinco minutos.

—¿Contaste el tiempo acaso? —pregunto Chinmae, pero recibió un ligero golpe en el hombro de parte de Hyunsu.

Me dispuse a salir de la oficina, por lo que veía ellos tardarían más en salir, son personas grandiosas, quizás acepte salir con ellos, apenas será la hora del almuerzo, así que seguramente ellos saldrán antes del trabajo al igual que yo, quizás pueda pasar el tiempo en la cafetería y ayudar a mis padres, o también podría irme con ellos a beber un par de cervezas, aunque preferiría más ir a ayudar a mis padres, quizás inclusive Mina este allí.

Cuando giro la esquina para ir al elevador es cuando choco con alguien, cierro mis ojos con fuerza, y siento como la persona con la que he chocado me rodea con su brazo por la cintura para evitar que caiga, a mis fosas nasales llega aquella fragancia tan fresca que ya conozco de antemano, trago en seco, es Jimin.

—L-lo lamento —levanto la vista encontrándome con sus ojos oscuros y esa seriedad tan fría que hace que todo mi ser se sienta atraído por completo—, señor Park...

—Descuida, Yoongi —horario de trabajo, te estoy odiando en este momento, y amando al mismo tiempo—, iba a verlos ahora mismo, ¿por qué la prisa?

—Bueno —mis manos aprietan la carpeta y es ahí cuando caigo en cuenta a lo que iba a ir a la oficina de Jimin—, hemos terminado con elegir las mejores propuestas, y —me separo de él para poder extender la carpeta hacia su dirección—, estaba a punto de ir a su oficina para entregarle esto.

De inmediato me quita la carpeta y no tarda en comenzar a abrirla y revisarla allí, estamos en el pasillo, algunos pasan rápidamente como si quisieran evitar que Jimin les llame la atención, es divertido ver cómo le tienen miedo en la oficina, creo que te le tendrían mucho más miedo si supieran sus más grandes gustos oscuros, inclusive sería uno de ellos, escapando para encerrarse en un sitio y sentir que están a salvo de sus garras, sonrió para mis adentros y vuelvo mi vista a Jimin que se ve muy interesado en lo que está mirando.

Su semblante, concentrado, manteniendo la vista en las imágenes, en los colores, en lo escrito que está en las hojas, todo su ser está totalmente concentrado en lo que le entregué, pareciera que está leyendo un libro que le ha atrapado por completo, pasa las paginas poco a poco, lee con cuidado, presta atención a cada detalle que esta descrito allí mismo, y cuando pasa a la última de las páginas y cierra la carpeta es cuando me ve.

—Excelente trabajo —estoy saltando de la emoción por dentro, mi ego esta por los cielos, y estoy seguro de que cuando les mencione esta respuesta a los demás, se sentirán de la misma forma que yo—, aprobaré las propuestas que me han dado, son eficientes y harán que las oficinas nuevas sean inclusive envidiadas por las demás empresas —se acerca a mí, eliminando la distancia entre nosotros, sólo espero que no haya nadie más viendo esto, contengo la respiración cuando se acerca a mi rostro, pero no es un beso el que recibo, si no que esquiva mi rostro para hablarme al oído, su respiración es calmada—, puedes decirle a los demás que se retiren, pero... —me hace cosquillas sentir su aliento sobre mi piel—, quiero que tú te quedes conmigo, ¿lo entiendes, gatito?

Siento una corriente eléctrica pasar por mi espalda cuando escucho el apodo, mis mejillas se sienten calientes, demonios, me siento pequeño, ¿cómo es posible que este hombre me haya bajado de mi nube en tan poco tiempo? Me sentía imponente, y ahora él me hizo sentir pequeño con tan sólo esa cercanía, y esas palabras.

—Sí, s-señor Park —puedo ver a simple vista lo complacido que se siente al escucharme decir aquello, no tarda en darme un asentimiento—, ¿debo ir ahora?

—Entre más pronto lo hagas, mejor —esa fue su contestación, no tardo en volver a caminar, llevándose consigo la carpeta.

De inmediato no tardé en regresar a la oficina en donde se encontraban los demás, afortunadamente ellos seguían allí, y pude decirles lo que había dicho Jimin, además de también mencionarles que podíamos disponer de nuestro tiempo, no tardaron en celebrar, me dijeron que si quería acompañarlos, pero me negué, tenía pretexto, y era que me iba a quedar a hablar algunos asuntos con Jimin, lo cual lo comprendieron.

Al menos no me habían preguntado la clase de asuntos, ni siquiera lo sabía yo con certeza, cuando la oficina estuvo vacía de nuevo, yo me quedé allí un rato, sólo quería un momento pequeño de paz mental, no he visto a Jimin en unos días, lo evite, pero no se ve molesto, seguramente creyó que estaba pensando mejor lo del contrato y de hecho es lo que estuve haciendo, lo pensé bastante, quiero firmarlo, pero... también quiero que me convenza de hacerlo, estoy sobre un arma de doble filo.

Escucho mi celular sonar, y es cuando los pensamientos se esfuman, llevo mi mano al bolsillo derecho de mi pantalón y saco mi móvil, Taehyung...

—¿Taehyung? —contesto y él chasquea la lengua divertido.

—¿Esperabas al rey de España? —me pregunta y yo ruedo los ojos.

—No, pero tampoco es como si esperase tu llamada —él soltó una suave risa del otro lado de la línea—, ¿y bien? ¿Por qué llamaste?

—Como no has cumplido la promesa de llamarme cuando estés disponible, quise saber si podíamos vernos, tal vez hoy, mañana, el viernes... —sonreí, siempre tan insistente, amo que sea así.

—Perdona por no llamarte, lo olvide.

—Y eso que no soy tan fácil de olvidar —rodé los ojos y solté un bufido.

—No te creas el centro de mi universo —dije divertido.

—Soy el centro de tu universo, Min Yoongi —lo escuche suspirar, había algo de ruido a su alrededor—, ¿entonces...?

—Te diría que estoy disponible, pero te estaría mintiendo —le conteste—, ¿en dónde te encuentras?

—Estoy en el centro comercial que está cerca de la cafetería de tus padres —dijo Taehyung—, estoy viendo ropa, por cierto, he visto un suéter azul cielo que se vería muy lindo en ti.

—¿Lo compraste?

—Síp... —Taehyung, Taehyung, ¿por qué lo haces? Sigue siendo tan dulce como siempre.

—Eso me obliga a tener un regalo para ti, Tae —él de inmediato me contesta una negativa.

—Sabes que te aprecio mucho, Yoongi, además ya sé que puedes darme como regalo.

—¿En verdad? ¿Y qué es?

—Decirme que si quieres que seamos una pareja —mi sonrisa poco a poco se desvanece, no quiero romperle el corazón, no de nuevo, lo quiero, pero no es el mismo sentimiento que él siente por mí.

—Tae...

—Ya sé, ya sé —dijo, escuche su risa tenue—, no estás listo para darme una respuesta ahora, sé que te estoy presionando demasiado, pero entiéndeme, estoy soltero, tú también, y me gustas...

Sonrió mientras niego con la cabeza, si él supiera que estoy a punto de comprometerme a estar en una relación de placer con mi jefe, seguramente cambiaría de opinión.

—Este fin de semana —dije.

—¿Qué?

—Hay que vernos este fin de semana, estaré desocupado, ¿bien?

—Me parece perfecto, señor de negocios —suelto una risa—, ¿te parece si nos vemos en la cafetería de tus padres?

—Sí, es buena idea.

—Hasta entonces, Yoon, te quiero.

—Y yo a ti, Tae —dije en respuesta—, nos vemos —y colgué.

Suelto un largo suspiro.

Tarde o temprano tendré que decirle a Taehyung que... que Jimin y yo... llevo mis manos a mi rostro, restregándolas para hacerme sentir mejor, pero esto definitivamente no me está ayudando mucho ahora mismo, pero debo de decirle a Taehyung, no quiero que se ilusione, y yo tampoco quiero ilusionarme, ni siquiera con Jimin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top