13

El nuevo edificio a pesar de estar a kilómetros, no íbamos a ser capaces de estar allí, a excepción del supervisor, quien es Hyunsu, él se encargaría de vigilar que todo se haga al pie de la letra, y eso sería en cuestión de dos semanas, dos largas semanas en las que ya deberían de estar listos los preparativos y la compra del material a encargo del jefe este totalmente perfecto, tengo nauseas, y ni siquiera sé si son por haber tenido un mal sueño o si por comer algo que no debí comer, en fin, aquí estoy ahora, estamos todos reunidos en la oficina central de reuniones en el tercer piso.

—... si colocamos un piso que simule madera pienso que será un lugar mucho más reconfortante —comento Hoseok—, el jefe quiere que el lugar sea adecuado para los empleados, además de por supuesto causar una buena impresión a los empresarios que nos visiten a futuro —él piensa mucho a futuro, es agradable que lo haga, pero también algo extraño, jamás he pensado a futuro lo que me puede llegar a pasar, quizás lo haga de vez en cuando, pero el futuro siempre va a ser incierto para mí.

—Un piso de madera sería informal —comente—, deberíamos colocarlo de un color neutro —seguí, lleve el bolígrafo que tenía en mis manos hacia el plano del boceto de una de las oficinas—, dar una buena impresión sería mucho mejor de esta forma, recalcarías que la empresa tiene su toque de seriedad, y que esto no se trata de un lugar acogedor en donde puedes hacer lo que te plazca.

Todos miraban el plano con atención, seguramente imaginando algún color neutro que estaría en el piso, poco a poco fueron dando asentimientos, dándole a mi idea aprobación, sonreí satisfecho, al menos podían darle aprobación.

—En ese caso, pienso que un color como el gris o el blanco estarían perfectos —comento Yangmi.

—Me parece bien —dije—, son colores perfectos, pienso que el gris sería mejor.

—En un tono que no sea tan oscuro —dijo Hyunsu mientras llevaba su mano a su mentón—, ¿les parece que se trate de un tono como el azul petróleo? Es casi a llegar a ese tono, un gris que no se vea tan severo, pero tampoco menos cálido.

—Es perfecto —acepte.

La idea de las oficinas sería concentrarnos más en el diseño, las oficinas principales tendrían mesas de cristal, todas las sillas además de los sillones de espera serían en tonos vinos o rojos, esto iba dependiendo de cuál sería el tono de que estaría pintadas las oficinas, inclusive la recepción, el equipo que prácticamente Jimin me había dejado a cargo tenía buenas ideas, todavía nos faltaba un poco para completar todo, además de que tendríamos que ir a escoger los materiales de la oficina, aunque me han dicho que de eso se encarga el jefe y por supuesto el supervisor.

—Creo que con esto concluiremos por hoy —comento Chinmae mientras estiraba sus brazos hacia arriba—, estoy agotado de pensar en colores de piso —Hoseok soltó una risa ante su comentario, me limite a sonreír como los demás—, es hora del almuerzo, ¿les gustaría ir a algún lugar?

—Mientras seas tú quien invite, aceptaré —mención Yangmi—, ¿vienen todos?

La mayoría acepto, no estaba seguro si me gustaría querer ir con ellos, tenía muchas cosas que pensar, además de por supuesto leer el contrato que me había dado Jimin, ni siquiera lo había vuelto a ver, me daba escalofríos el poder tenerlo en mis manos, además de tener que ser testigo de lo que está escrito en cada una de esas hojas, no quería, no podía verlo, ahora no, pero tarde o temprano tendría que hacerlo, lo sabía.

—¿Vienes, Yoongi? —dejé mis pensamientos, Hoseok me había hablado, me distraje demasiado, los demás ya estaban afuera de la oficina, Hoseok y yo éramos los únicos adentro.

—¿A qué lugar irán? —pregunté, Hoseok sonrió ante mi pregunta, me sentí levemente avergonzado, seguramente lo habían dicho en voz alta y yo me había quedado como idiota sin saber a qué lugar iríamos.

—Iremos al restaurante familiar que se encuentra a dos cuadras de aquí —asentí, sé a cuál se refería, estaba cerca de la estación de autobús que tomaba—, ¿quieres venir o planeas ir a comer solo?

Iba a responder, juro que lo iba a hacer, pero una voz nos interrumpió en ese momento, me maldije por distraerme brevemente antes.

—Hoseok —la voz tan conocida para mí se hizo presente, Park Jimin, gire mi rostro brevemente para mirarle, estaba en la entrada de la oficina, llevaba otro peinado, su cabello estaba partido exactamente por la mitad, pero aquella seriedad estaba como siempre, idéntica—, veo que llegue tarde a la reunión —fruncí el ceño ¿él iba a estar presente? No lo podía ni creer—, las cosas se ponen algo complicadas cuando se trata de una nueva oficina.

—Tienes razón, amigo —Hoseok le dedico una sonrisa—, ya íbamos de salida.

—¿Van a comer? —Hoseok dio un asentimiento—. Me temo que tendrán que comer junto a Yoongi otro día —trague en seco al escucharlo decir eso—, se los robaré por el día de hoy, necesito hablar con él.

Yo no necesito que hablemos, demonios, quiero que Hoseok diga que prometí ir con ellos y que no era necesario quedarme, pero sé que eso no servirá de mucho, Jimin es el jefe, y seguramente Hoseok pensará que se trata de asuntos de trabajo.

—Bueno, en ese caso —esta vez Hoseok se dirigió a mí—, nos debes una comida, Yoon —asentí además de regalarle una sonrisa por su comentario—, nos vemos después.

—Sí, nos vemos...

Fue así como Hoseok se despidió de mí, escuche claramente como sus pasos iban alejándose de mí por completo, hasta que al fin llego, se despidió de Jimin y salió de la oficina, el silencio reino de inmediato en la oficina, y fue entonces cuando caí en cuenta que estaba solo con Jimin, relamí mis labios, todavía ni siquiera me atrevía a girar por completo mi cuerpo para encararlo, me sentía mucho más seguro evitándolo por este momento.

—De espaldas eres muy atractivo —gire mi rostro al escucharle hablar, y no pude apartar mi vista de él, lo observe, sus manos las coloco dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón, mientras caminaba a mi dirección, y esa sonrisa leve en su rostro que lo hacía ver mucho menos intimidante que antes, escuche sus pasos cada vez más cercanos, mire como su figura estaba cada vez más cerca de mí, en cuanto le faltaba menos de un metro para llegar a mí, gire rápidamente mi rostro para dejar de mirarlo.

Mi respiración comenzó a subir de nivel como si me estuviera a punto de dar un ataque de asma, pero no era así, si no que se trataba de mi nerviosismo, dio un último paso, y supe que estaba detrás de mí, a escasos centímetros de distancia, mi corazón comenzó a latir aceleradamente, los dedos de mis manos picaron haciéndome sentir levemente incomodo, me obligue a pegar mis manos a mis piernas para evitar sentirme más nervioso de lo que ya estaba, baje mi mirada por breves instantes, no sabía lo que él podía llegar a hacer, en este punto mi imaginación estaba totalmente apagada.

—Parece que a Hoseok le interesas —apreté mis dientes al escuchar su voz, su aliento golpeo mi nuca, estaba muy cerca de mí—, aunque —y allí fue cuando sentí sus manos, estaban sobre mis hombros, su tacto, totalmente firme, sin apretar con fuerza mis hombros, fue bajando, acariciando mi piel sobre la tela de la camisa blanca que llevaba puesta, haciendo que mi ser se paralizará por completo—, él pierde su tiempo...

—¿P-por qué lo dices? —bajo sus manos, dejo de tocar mis brazos para colocar sus manos sobre mi cintura, demonios, el cosquilleo de mi piel me hacía sentir totalmente receptivo a sus acciones.

—Lo digo porque —se acercó más a mí, su pecho tocando mi espalda, demonios, mis mejillas ardían a más no poder, y me sentí estremecer cuando sus labios tocaron el inicio de mi cuello, subiendo poco a poco, sintiendo su respiración chocar contra mi piel, joder, cerré mis ojos ante tal sensación tan suave sobre mi piel—, tú, ahora solamente serás mío, Min Yoongi... —susurro aquellas palabras cerca de mi oído, casi podía sentirlo sonreír al decir eso.

Alejo su rostro de mi cuello para después, tomarme fuerte de la cintura, y obligarme a encararlo, lo mire a los ojos, esos ojos oscuros que parecían querer devorarme con una sola mirada.

—Pedí a mi secretaria que ordenara comida —comento, parpadee un par de veces a lo que él sonrío—, comamos juntos en mi oficina.

—¿Estás seguro? —él asintió—. Pero, ¿no crees qué sería sospechoso que me vieran a mí y a ti juntos salir de esta oficina sólo para ir a la tuya?

—¿Y? —me sorprendió su respuesta—. Me importa una mierda lo que piensen mis empleados —comento—, vamos, no quiero que comas comida fría —se alejó de mí, pero no sin antes, tomar mi mano.

La calidez de su tacto, demonios, me estaba enviando una corriente totalmente única que hacía que no quisiera dejar de ver nuestras manos, pero antes de siquiera salir, lo hice detenerse.

—E-espera —él me miro confundido—, esto no está bien —me negué a ir con él—, podrían tener una sospecha, y-y no quiero problemas...

Él soltó un suspiro, soltó mi mano, pensé que él dejaría esto por la paz, y me dejaría ir, pero en cambio, saco su teléfono celular, y comenzó a marcar un número.

—Sook, por favor dile al repartidor que deberá subir solamente al tercer piso —hubo una pausa para que después volviera a hablar—, sí, al tercer piso, que pase a la oficina de la derecha, aquí lo esperaré —de nuevo otra pausa—, después veré esos contratos, por ahora —en todo ese momento no dejo de mirarme—, quiero comer un poco y pasar un buen rato —me sonrió a lo que yo desvié mi mirada.

¿Estaba complaciendo mis deseos de no ser visto por sus empleados? Joder, ¿qué carajos le pasa a esté hombre?

—Listo —dijo haciéndome mirarlo.

—¿En verdad hiciste esto por mí? —él se encogió de hombros para después soltar un suspiro.

—Sí, no veo nada de malo —sin que él lo supiera esa pequeña acción me hizo sentir muy bien, me dio más confianza para estar con él—, siéntate, no tardará mucho en venir, espero te guste lo que traen.

—Mientras sea comida me gusta todo —comente.

—Eso es más que excelente —dijo para después tomar asiento, no dude en sentarme a su lado—, por cierto, ¿ya has leído el resto del contrato?

Mis mejillas se ruborizaron al escuchar su pregunta.

—No he tenido tiempo —mi excusa era ridícula—, pero lo haré después.

Él me miro por unos momentos antes de asentir.

—Recuerda, cualquier duda que tengas, no dudes en pedirme respuesta, estaré encantado de responder a cada una de tus dudas, gatito —y allí estaba de nuevo ese apodo, este hombre solamente me quiere ver tímido, odio esto, pero a la vez, es un poco agradable.

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