23. Yoongi
Apreté mis labios levemente, formando una línea, había días en que la cafetería se llenaba de clientes, pero otros en los que parecía un lugar mucho más tranquilo, hoy se trataba de uno de esos días, me encontraba en la zona detrás de la barra de bebidas, mirando hacia la entrada, las pocas personas dentro del establecimientos ya tenían sus respectivos pedidos y se la pasaban platicando o mirando sus teléfonos celulares mientras que sus bebidas se enfriaban un poco, en estos días fríos, es rara la persona que pide algún bebida que incluya hielo, pero eso no quitaba el hecho de que las hubiera.
Sé que mi concentración debía estar más centrada en cualquier persona que estuviera dispuesta a entrar a la cafetería para pedir algo, pero sinceramente, no podía dejar de pensar en lo que había pasado en el departamento de Jimin, mi impulso por querer que me dominará de nuevo había escapado como un león cuando sabe que su domador ha dejado en un descuido la jaula abierta, y por más que me decía a mí mismo que no debía dejar que me tocará, no pude evitarlo, lo deseaba, cada centímetro de mi piel quería que Park Jimin tocase las mismas zonas, que plasmase de nuevo sus dedos, que me recorriera con parsimonia y que me demostrará lo mucho que me deseaba, en fin, los impulsos siempre serán los impulsos, y por más que quieras detenerlos, a veces es imposible.
A pesar de que deje que él hiciera lo que quisiese, no pude dejar de pensar si todo lo que había concientizado era un error, tener a este hombre de vuelta en mi vida me parecía un hecho totalmente descabellado, y el destino me estaba dando a entender, que el mundo es realmente pequeño y que por lo visto, iba a encontrarme de nuevo con él tarde o temprano, claro no pensé que sería tan pronto, inclusive Jimin se veía igual de sorprendido que yo cuando nos miramos de nuevo a los ojos, fue una sensación tan extraña y llena de nostalgia que era difícil querer estar cerca de él de nuevo.
Sé que él me ha jurado que no volverá a cometer un error, pero no puedo dejar de pensar en la posibilidad de que él logré decepcionarme, quiero creerle, pero es difícil.
Pude haberme mantenido en mis pensamientos por unos minutos más, quizás por el resto del día, inclusive estaba pensando en que sería una grandiosa idea decirle a Mina que me dejará entregar los pedidos para salir a caminar y tomar algo de aire fresco, pero no pude hacerlo, no cuando escuche unas risas provenientes de la entrada de la cafetería, y mi atención no tardo en ir hacia la entrada.
—Bienve... —sí, quizás estaba algo distraído, quizás había sido una mala idea mantenerme de ese modo, porque ni siquiera supe lo que vería a continuación, eran dos personas que conocía, pero sólo una de ellas, había logrado que se me erizará la piel al verlo.
Sus miradas fueron a dar a mi persona, y las risas se detuvieron.
—¡Oh! ¿Min Yoongi? —esa radiante sonrisa fue la que me saludo en primera instancia, lo reconocí fácilmente, era él, Jeon Jungkook, ese chico al que Jimin me presento el día de aquella fiesta, de inmediato se acerco hacia el mostrador, pero el otro hombre a su lado se limitó a mirarme, trague en seco—. Vaya, no pensé que te encontraría aquí, ¿sabes?
—Un placer, verlo de nuevo... —dije e intente sonreír, pero mis ojos no podían dejar de prestar atención al otro sujeto—, tampoco pensé que vendría a un lugar así.
Jungkook se encogió de hombros.
—Pues Park insiste en que el café de este lugar es bueno —¿qué? Abrí mis ojos, sorprendido, eso explica el por qué el número de clientes subió—, y quiero comprobarlo, apenas y pude venir de nuevo por aquí.
—¿Asuntos por atender? —pregunte.
—Correcto —chasqueo los dedos y después me dedico una nueva sonrisa para luego mirar por sobre su hombro a la persona que se había quedado parada, sé que él me esta mirando, seguramente estaba tan sorprendido como yo—, Kihyun, ¿no piensas acercarte?
Yoo Kihyun, mi ex novio, no tuvimos una relación tan duradera, sólo habían sido casi tres años, y todo había sucedido en la preparatoria, era joven, inexperto en el romance, pero él me gustaba, yo le gustaba, así que, nos dejamos llevar por los sentimientos, él había sido prácticamente mi primer novio, mi primer decepción amorosa, se había robado muchas primeras veces para mí, y nuestra ruptura fue prácticamente por muchas razones, razones que no quiero recordar, fueron tiempos difíciles, y más cuando sucedió nuestra separación, porque me sentía devastado, y Taehyung estaba allí para ayudarme a sentirme mejor.
Mire hacia Kihyun, había cambiado un poco, sus cabellos eran de un color rojizo parecido al cobre, estaba perfectamente peinados, y algunos de sus mechones cobrizos cubrían su frente, su semblante era serio, su mirada carecía de alguna clase de sentimiento más allá de la alegría, además de que su altura era unos centímetros más elevada, ¿desde cuando creció? Antes estábamos de la misma altura, pero han pasado años, prácticamente habían pasado exactamente cinco o seis años desde todo lo que pasamos juntos, no estaba seguro de cuanto tiempo, pero no era mucho, pero tampoco era un corto tiempo, han pasado más de dos años, y él... se ve diferente.
—No seas tan tímido —menciono Jungkook, Kihyun rodo los ojos ante el comentario.
—No es que sea tímido, simplemente no me quería acercar de ese modo, deberías de ser más discreto con tus conocidos, ¿no lo crees? —su voz era levemente más grave que antes, trague saliva.
—Bueno —alcance a decir y agradecía que no hubiera tartamudeado en el proceso, estoy nervioso, ¿qué demonios se deba hacer cuando te encuentras de nuevo a tu ex novio? Ni idea—, ¿qué desean ordenar?
—Cierto —dijo Jungkook—, dame —su mirada fue a dar hacia el menú que se encontraba escrito a mano en las pizarras de arriba—, quiero un expreso doble, bien cargado, y dame uno de esos sándwiches de jamón, huevo y espinaca —di un asentimiento—, ¿qué pedirás?
Mi vista fue a dar hacia Kihyun, quien no miraba el menú, simplemente se dedicaba a mirarme a mí, ¿en qué demonios estará pensando? Quisiera poder saberlo, en verdad me encantaría poder saber lo que ese hombre estaba pensando en ese momento, porque no ha dejado de mirarme desde que entro al establecimiento, y no me agrada que me mire, ¿estará pensando en lo que paso entre nosotros? No, ¿por qué lo haría? Es una locura, no puede estar pensando en lo que paso, en nuestra relación, eso ya había quedado en el pasado, nuestra relación era historia vieja, nada más, ¿por qué le importaría? ¿Por qué pienso que a él le importaría? Maldita sea.
—Quiero un cappuccino sabor vinilla —abrí mis ojos en grande al escucharlo, ¿qué carajos? ¿Por qué? ¿Por qué demonios tiene que pedir eso? No—, y dame una de esas donas que están espolvoreadas con azúcar glass.
El recuerdo vino a mí en un santiamén, puede que este sea un pedido normal para algunos, pero para mí no lo era, no del todo, cuando estábamos juntos, no teníamos mucho dinero, y casi siempre algunas de nuestras citas, terminaban siendo en la cafetería de la escuela, a mí en lo particular no me molestaba, pasar tiempo con él era lo que más me gustaba, pero a Kihyun a veces le parecía un fastidio, porque algunos de sus amigos siempre lo iban a molestar por el hecho de que se encontraba conmigo, siempre hacían chistes de mal gusto, pero en los días en que sus amigos no estaban presentes en la cafetería, todo era mucho más tranquilo, tanto para él como para mí, él casi siempre variaba en lo que pedía, pero yo no, siempre era lo mismo, el sabor del cappuccino con vainilla, me encantaba, al igual que las donas, así que siempre pedía lo mismo, Kihyun a veces no me entendía, y siempre creyó que lo hacía para que él no gastase más dinero, pero era lo que a mí me gustaba, porque las dos cosas, me recordaban a él, el café era tan suave como sus besos y sus palabras, y la dona tan dulce como su persona.
—D-de inmediato —mordí mi lengua levemente, maldición.
¿Por qué me pasaba esto a mí?
No tarde en preparar los pedidos, el pedido de Jungkook era sencillo, pero el pedido de Kihyun... sentía que inclusive cometería un error al prepararlo, pero trate de tranquilizarme, era solamente un pedido, pero para mí ese pedido era importante, porque lo hacía antes, desde que Kihyun me dejo, jamás había vuelto a probar ese café, ni siquiera la bendita dona, maldición.
—¡Gracias, Yoongi! —menciono Jungkook en cuanto les entregue su pedido a ambos, les regale una sonrisa.
—No hay de que, vuelvan pronto —mencione más por cortesía, no tenía problema con que Jungkook regresará, pero Kihyun...
Mire a aquel hombre que antes fue parte de mi vida adolescente, y él por primera vez en ese lugar, me regalo una sonrisa, una tenue.
—Por supuesto, Yoongi —escuchar mi nombre provenir de su voz, solamente me traía recuerdos.
Esa sonrisa suya... no me gusta.
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