13. Yoongi

Los nervios estaban carcomiéndome por dentro, todo el día no había hecho más que mirar afuera de la cafetería para saber si acaso él se encontraba allí esperándome, sabía perfectamente que no estaba bien hacer algo como aquello, puesto que ni siquiera era la hora acordada en la que nos veríamos, pero todo en mí me pedía que asomase mi nariz de vez en cuando para saber si acaso él se encontraba cerca, pero por supuesto no lo estaba, mi hermana había escogido un conjunto de ropa que para ella era uno de los mejores que podía utilizar, aunque ciertamente todavía me sentía levemente incomodo por lo que estaba usando, la playera que ella encontró era totalmente negra, el cuello era un poco más amplio en forma de una V, dejando ver parte de mis clavículas, me había hecho utilizar un collar que ella me había regalado en la navidad pasada, una cadena de eslabones delgados sin algún motivo aparente de color platinado, la playera se ajustaba a mi cuerpo, marcando levemente mis hombros y el resto de mi cuerpo, aunque estaba ligeramente holgada debido a mi delgadez, Mina me dijo que debía de comer un poco más, pero la ignoré, me hizo vestir unos pantalones de mezclilla gastados con las rodillas rotas y parte de los muslos también.

A mi parecer, me veía ridículo, parecía un chico de veintiún años con esa ropa, pero esperaba verme bien para Jimin, esta vez decidí peinar un poco mi cabello, no lo alborote, tenía el mismo peinado de siempre, solamente que esta vez deje mi cabello más lacio, no quería verme mal, estaba vestido informalmente y esperaba que mi ropa fuera la adecuada para que él estuviera de acuerdo con mi vestimenta y que no me obligase a usar otra cosa.

Pero, ¿en qué estás pensando, Min Yoongi? No es como si él fuera a pedirme que me ponga otra ropa, no tiene derecho de hacerlo, aprete mis labios levemente, quizás todavía mantenía en mis pensamientos todas aquellas ordenes suyas que me daba y me hacía obedecer sin rechistar. Sacudí mi cabeza levemente, debía dejar de pensar en todo aquello, pero era inevitable.

Decir que no extraño todo aquello, sería como mentir. Extrañaba todo lo que hacía él para complacerme y hacerme complacerlo, de alguna forma, quería que el Park Jimin que conocí desde un principio regresará por mí para reclamarme como suyo para siempre, es un deseo profundo, uno que quisiera borrar por completo, pero a la vez quisiera conservarlo de por vida, soy un caso perdido.

Solté un resoplido antes de mirar el reloj en mi muñeca, faltaban menos de diez minutos para que él llegará.

—Yoongi —la voz de mi madre me saco de mis pensamientos, mire hacia la barra de servicio, allí estaba ella con un trapo húmedo en sus manos limpiando parte de la barra mientras me miraba—, ¿quieres quedarte a cenar con tu padre y conmigo? Mina me dijo que tiene planes para salir.

Si con salir se refiere a tener largos maratones de series románticas de anime, entonces eso es salir, Mina casi nunca quiere estar cenando con la familia, a veces lo hace, pero cuando encuentra una serie de anime que le gusta, no quiere perderse de ningún capitulo hasta terminarla, mamá la regañaba cuando éramos adolescentes por eso, pero ella no aprende, y mucho menos ahora que somos adultos.

—Lo siento, mamá —dije—, tengo planes.

—¿Umm? Tú también —mi madre soltó un suspiro—, ¿qué está pasando? Será que ustedes dos ya no quieren pasar tiempo con sus viejos padres, ¿es eso? —el tono de mi madre parecía levemente desalentador, pero sabía que estaba haciéndolo como juego, sonreí levemente, apenado por su comentario.

—N-no es eso, mamá —dije por fin y ella soltó un suspiro—, sabes que nos gusta pasar tiempo con ustedes.

—Lo sé, cariño —me regalo una sonrisa—, pero de todas formas he visto que tú y tu hermana se han distanciado un poco de nosotros —soltó un largo suspiro—, quizás sea lo correcto, ustedes ya son mayores y esas cosas, y necesitan volar del nido y eso, pero no deberían olvidarse de nosotros.

—Mamá —canturrie—, sabes que jamás nos olvidaríamos de ustedes —me acerque algunos pasos—, es sólo que —estuve a punto de hablar cuando la puerta de la cafetería se abrió, tanto mi madre como yo miramos hacia la entrada, y allí estaba él, Park Jimin, su cabello estaba peinado diferente, dividido exactamente por la mitad, dejándolo caer de lado a lado, levemente despeinado por el poco viento que había afuera, tenía puesta una camisa de color blanco y una bufanda negra enredada en el cuello, era larga, casi le llegaba hasta el inicio de sus piernas, vestía un pantalón de mezclilla de color negro y unos zapatos de cuero negro perfectamente lustrados—, en verdad tengo planes... —por fin solté mientras lo miraba.

—Perdona la tardanza —¿tardanza? Parpadee un par de veces y mire el reloj, ¿está bromeando? Son exactamente las ocho en punto, ¡no me joda! Camino un par de pasos más—. Había algo de tránsito, pero no fue impedimento —Jimin dejo de mirarme a mí para pasar a ver a mi madre, quien no dejaba de observarlo con detenimiento—, buenas noches —no tardo en hacer una reverencia, y mi madre le siguió.

—B-buenas noches... —mi madre no lo conocía, estaba seguro de ello, quizás mi padre si lo hacía, después de todo, le encanta todo lo que tenga que ver con automóviles, la posibilidad de que supiera sobre los nuevos dueños de las empresas era bastante, en cambio mi madre estaba más interesada en saber quiénes fueron los ingeniosos que descubrieron el café.

—Park Jimin —se presentó de inmediato, regalándole una sonrisa a mi madre—, es un placer.

Mi madre me miro de inmediato y yo sinceramente no supe que decirle, pero tenía que hacerlo.

—Un placer —menciono mi madre y volvió a mirarme—, ¿buscas a...?

—A Yoongi —respondió de inmediato y mi madre elevo las cejas al escuchar eso—, usted es su madre, sino me equivoco.

—En efecto lo soy —mi madre no evito sonreír, maldición, trague saliva—, ¿eres novio de mi hijo?

—¡Mamá! —sentí el calor en mi rostro, demonios, lo que me temía estaba sucediendo, Jimin en cambio soltó una suave risa al escucharme—. No deberías hacer esa clase de preguntas —masculle entre dientes.

Mamá no es entrometida... a veces lo es un poco, es casi como tener a Mina a mi lado, a ella le encantaba verme avergonzado a pesar de que le decía que eso no era nada bueno, pero lo disfrutaba, al igual que mi padre, me sentía en una familia equivocada, aunque a veces me comporte igual que ellos, quizás no estoy en la equivocada, pero parezco el objeto de las burlas más seguido de lo que creo, en fin, los adoro a todos por igual, son una grandiosa familia.

—¿Por qué no, cariño? —pregunto mi madre, su sonrisa era genuina y llena de satisfacción, creo es la primera vez que la veo feliz al ver que salgo con alguien—. No debe darte vergüenza tener novio.

—No es mi novio —mencione en voz baja.

—¿No lo es? —ella soltó un resoplido, decepcionada por mi respuesta—. En verdad es una lástima, porque este chico —señalo a Jimin con su mano extendida—, es sumamente atractivo, cortes y definitivamente te ves muy bien con él.

—Mamá —masculle por lo bajo y Jimin simplemente se dedicaba a sonreír levemente—, ¿podrías ahorrarte esas palabras?

—No me pidas que me quede en silencio, jovencito —rodé los ojos, ¿por qué me tiene que pasar esto a mí? Ella me miro con el ceño fruncido y luego miro a Jimin, maldición, mi madre le sonreía como si fuera lo más maravilloso del mundo—, deberías aprender algunos modales de este joven tan apuesto, desearía que así fuera, ni siquiera nos interrumpe y sigue esperando por ti, Min Yoongi, no sé porque no lo tienes para ti, no deberías perder el tiempo y dejarlo ir.

—Ya mamá —dije entre dientes.

—Descuide, señora Min —la voz de Jimin me hizo mirarlo—, no pienso alejarme de su hijo en un buen rato, además —me miro de soslayo, haciendo que sintiera un leve escalofrío, sus ojos brillaban en aquel pequeño toque de lujuria que reconocía a la perfección—, puedo enseñarle un par de modales de vez en cuando.

¿Por qué siento que esos modales serán a base de castigos con un maldito látigo? Ya podía sentir el dolor en mi zona trasera y no era nada agradable, trague saliva para destensar mi cuerpo, aunque no ayudo mucho, sentía mi rostro sumamente caliente, aparte mi mirada de él, demonios, ¿cómo podía este hombre hacerme sentir tan mal y tan bien en tan poco tiempo?

Mi madre se tomó el rostro con ambas manos mientras nos sonreía.

—Eso sería de mucha ayuda, joven Jimin —la alegría en su voz era inconfundible.

—No lo alientes —mencione en voz baja y mire a Jimin quien no había dejado de tener esa estúpida sonrisa en su rostro, demonios—, iré por mi abrigo.

—No lo hagas esperar tanto, Min Yoongi —dijo mi madre y yo rodé los ojos.

Al parecer toda mi familia está de acuerdo con todo lo que hace o dice Park Jimin, ¿qué será de mí en el futuro? Ahora si me estoy arrepintiendo de haber aceptado salir con él en una cita, pensé que me esperaría afuera, pero claro, no fue así, aunque pensándolo bien, él se hubiera congelado por el frio del invierno, tome mi abrigo que se encontraba colocado sobre una pequeña silla que estaba detrás de la barra, y solté un suspiro, mire en dirección a Jimin quien miraba a mi madre mientras que ella seguía diciéndole lo mal portado que soy algunas veces y que seguramente aprendería mucho con él, patrañas.

—Listo —dije mientras caminaba y me acercaba a mi madre, la tomé por los hombros y solté un suspiro—, mamá, no tienes por qué decirle a un extraño todo eso.

—No es ningún extraño, cariño, es tu novio —cruzo sus brazos sobre su pecho, soltó un suspiro—, y me agrada que hayas decidido darte otra oportunidad con alguien después de Kihyun —ella me miro—, aunque pensé que ibas a estar con Tae, él es muy agradable, ¡hasta tu padre piensa que lo es! Y sabes que tu padre jamás aprueba una pareja para alguno de los dos.

Sí, mi madre habla demás, no pude evitar mirar a Jimin, pensé que inclusive apretaría la mandíbula con la sola mención de esos dos, pero no fue así, el rostro de Jimin era sereno, y además solamente se estaba fijando en mí, pero no había rastro alguno de fastidio o enojo en él, y eso tranquilizaba mi ser, podía respirar mucho mejor de ahora en adelante.

—Por última vez, mamá, no es mi...

—Lo soy —me interrumpió Jimin haciendo que tanto mi madre como yo lo mirásemos—, vamos, encanto, no tienes por qué mentirle a tu madre sobre lo nuestro.

Carajo.

¿Qué se supone que haces, Park Jimin? Sentí de nuevo la sangre golpear mis mejillas, el calor en mi rostro se fue acumulando poco a poco mientras que él me dedicaba una sonrisa, el muy bastardo lo estaba disfrutando bastante.

—¡Lo sabía! —dijo mi madre encantada por las palabras de mi supuesto novio—. Es una alegría poder tenerte como el novio de mi hijo.

—Para mí es un placer ser parte de la vida de Yoonnie.

¿Él acaba de...?

—Pero me temo que se nos está haciendo un poco tarde para la cita —comento Jimin, sinceramente no sentía que me encontraba con los pies sobre la tierra, no después del... apodo—, ¿no es así, Yoonnie?

De nuevo aquel nuevo apodo, mi corazón dio un vuelco, demonios, ¿por qué se sentía tan bien que me mirase a los ojos mientras decía eso?

—S-sí... —mordí la punta de mi lengua, los nervios me estaban matando, sentía que esa iba a ser la única palabra que iba a poder soltar después de esto.

—No interrumpiré más —comento mi madre mientras sonreía—, disfruten de su noche, Yoongi —mi madre se giró sobre sus talones para encararme—, no olvides la protección, no quiero llevarme un susto como con tu hermana.

—¡M-amá!

—Descuide, señora Min, no lo haremos.

Juro que en estos momentos quisiera ahorcar a Jimin por esto, esté momento pasará a mi lista de las vergüenzas de Min Yoongi, demonios, sólo espero que la cita me haga olvidar esto.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top