12. Yoongi

Abrí mis ojos en cuanto los primeros rayos de luz se filtraron por la ventana de mi habitación, quizás la tranquilidad en mi cuerpo iba a estar presente por unos momentos, aunque todo se fue a la mierda en cuanto recordé lo que había pasado horas atrás, abrí mis ojos en grande y entre patadas para apartar las cobijas que me cubrían del frio, logré acomodarme en mi cama, sentándome un poco para poder tomar mi celular en mis manos, en cuanto lo hice, no dude en revisarlo, justo en las llamadas.

En cuanto entre al registro, no pude evitar soltar una maldición, no había sido un sueño, justo cuando decidí desbloquear a Park Jimin de mis contactos, él me llamo, allí estaba la llamada, la conversación que tuvimos, demonios, llevé mi mano libre a mi frente, restregándola levemente, pensé que todo había sido mi maldita imaginación jugándome una broma, pero no fue así, esto es espantoso.

Y no era porque Jimin me estaba invitando a una cita, de hecho, estaba sumamente encantado con eso, quería saber a dónde me llevaría esta vez, todo lo que él planea es de mi agrado, amo todo lo que hace, pero en serio que soy un idiota por haber aceptado tan pronto salir con él, se suponía que debía de mantenerme un poco distante ante él, pero...

El corazón me gana a veces, y esta era una de esas veces, pero definitivamente había sido un terrible error de parte mía, Min Yoongi, ¿en qué carajos estabas pensando en cuanto aceptaste tener una cita con ese maldito y maravilloso hombre? ¡Agh!

Lancé mi celular sobre la cama para después disponerme a levantarme, hoy no estaba de humor como para arreglarla, no podía, y es más no tenía ni siquiera el tiempo suficiente como para poder darme ese lujo, y es que demonios, ¡acaso de aceptar una cita con ese hombre! ¡Quiero gritar! No debí hacerlo, no, no y no, no es que no me guste Park Jimin, me encanta ese hombre, lo amo con todo mi corazón, pero es que tenía un terrible problema... ¿qué carajos voy a ponerme?

Siempre que voy al trabajo, simplemente me pongo lo primero que sale del bendito armario, no me interesa mucho mi apariencia en ese momento —aunque Mina me regaña a veces por eso—, pero ahora si era un momento importante, saliendo tendría una cita con Park Jimin, joder, ¡Park Jimin! El hombre que seguramente estará vestido con un traje oscuro y elegante, el hombre que inclusive me hacía vestir algunas prendas que él consideraba se veían lindas en mí, ¡demonios!

No dude en apresurar mis pasos para ir de inmediato hacia mi armario, abriéndolo sin mucho cuidado y comenzando a buscar entre las prendas de vestir que tenía, demasiados pantalones de mezclilla, claros, negros y azul marino, joder, mis playeras y camisas casi siempre eran de los mismos colores, blancas, negras, azules, algunas eran de cuadros pero terminaban siendo combinaciones de negro con blanco, azul con blanco o negro con azul, pronto me estaba percatando que no tenía algo que dijera que me viera lindo para él.

—¡Agh! Esto es una mierda —solté en voz alta mientras azotaba mi pie izquierdo sobre el suelo, mire mi pijama, creo esa era la única que desentonaba con toda mi ropa.

—Yoongi —la puerta de mi habitación fue abierta de forma brusca, y allí estaba Mina, sus cabellos estaban sumamente despeinados, ella estaba en pijama también, acomodo sus lentes sobre el puente de la nariz antes de mirarme, su rostro estaba levemente hinchado, alguien había dormido demasiado—, es muy temprano para maldecir, ¿no crees?

Cruce mis brazos sobre el pecho.

—Si estuvieras en mis zapatos, harías lo mismo Min Mina —ella sonrió levemente antes de ingresar a mi habitación, no tardo en mirar hacia mi armario, el cual ya no tenía tantas prendas de ropa, de hecho, la mayor parte ahora se encontraba sobre mi cama, totalmente desordenada.

—¿Qué se supone que haces? —pregunto mi hermana, rodé los ojos ante su pregunta.

—Creo que está claro que estoy buscando que ponerme —ella parpadeo un par de veces—. ¿Qué?

—Es que usualmente te da igual la ropa —se encogió de hombros, miro hacia mi cama antes de volver a mirarme—, ¿por qué ahora el repentino interés?

Los hermanos están para ayudarse, ¿no?

En mi caso, Mina siempre ha sido un gran apoyo, uno que definitivamente no cambiaría por nada en el mundo, ella siempre estaba entrometiéndose en mis situaciones ya sean de vida o muerte, pero todo para bien, siempre con su apoyo y su humor que a veces lograba cabrearme por completo, pero la quiero tal y como es a pesar de eso. Así que, si necesitaba ayuda, debía acudir a ella de inmediato, Mina podrá ser una chica desordenada para algunos asuntos, pero cuando se trata de vestirse, es una reina del orden y de la moda, así que necesitaba de su ayuda con urgencia.

—Ayer —comencé a hablar—, bueno, más bien hoy por la madrugada me llamo Jimin.

Sus ojos se abrieron en grande cuando le dije aquello.

—¿No se suponía que lo tenías bloqueado, Min Yoongi? —llevo sus manos a su cintura, mientras que elevaba una ceja.

—No me regañes —respondí—, además te comenté que lo volvería a desbloquear y...

—Pero pensé que lo harías después, no en el mismo día que lo dijiste —rodé los ojos—, a todo esto, ¿qué fue lo que te dijo?

—Me invito a salir...

—¿D-de verdad? —estaba tan sorprendida como yo—. ¿C-cuándo?

—Hoy, después del trabajo —respire hondo, ella entreabrió sus labios—. ¡Sorpresa! —canturrie—. Ahora, no quiero ir con él con mi delantal y... con ropa que no se vea bien.

—Me temo que eso será imposible —menciono Mina, haciendo que yo frunciera el ceño—, tu armario es un desastre, señor azul, negro, blanco.

—No me ayudas, Mina —masculle entre dientes y ella soltó una suave risa.

—Pero no es algo malo —se encogió de hombros—, ahora, ¿qué se supone que harán?

—No tengo la mejor idea.

Definitivamente hubiera sido muy inteligente de mi parte preguntarle a donde carajos me llevaría, aunque seguramente él no diría nada y me saldría con sus lindas palabras diciéndome que es una sorpresa y que no piensa arruinarla. No sabía si me llevaría a cenar a un restaurante elegante y sumamente costoso —eso era algo típico de él—, no sabía si solamente me llevaría a dar un paseo por la ciudad, caminando o en su automóvil, no sabía si acaso iríamos al cine, aunque pensar en estar sentado con él en un sitio oscuro solamente hacía que mi rostro sintiera la calidez de la vergüenza invadirlo por completo, quizás me lleve a su departamento... no, no lo hará, eso sería como meterme a la jaula del león sin tener sabiendo que me comerá.

—Bueno —la voz de mi hermana me saco de mis pensamientos—, si no sabes a donde te llevará es más seguro que te llevé a su departamento.

—¿Q-qué? —mi rostro no tardo en adquirir un tono rojizo, lo supe porque ella apretó sus labios para contener la risa—. No juegues con eso, Mina.

—Ya, tranquilo, ni que él te fuera a hacer algo que no te guste —estire mi mano derecha para darle un pequeño golpe sobre el hombro—. ¡Hey!

—No digas tonterías —mencione, relamí mis labios y mire hacia mi armario, necesitaba un buen conjunto de ropa—, ¿qué debería ponerme?

—Creo que más bien a él le gustarías mejor sin ropa.

—¡Mina! —ella soltó a reír después de que dije su nombre, ella siempre se divierte de mi situación—. No es gracioso.

—Ya lo sé, ya lo sé —dijo sin dejar de reír, su tono jocoso solamente me hacía querer propinarle un nuevo golpe—, pero es que no puede negar que tengo razón.

Rodé los ojos con fastidio.

—¿Por qué no mejor vas a un sex shop y consigues algo? —y de nuevo sentí mi rostro arder en demasía, mi hermana es la peor de todas, la mire y ella me dedico una tímida sonrisa—. ¿Qué?

—Vuelve a decir sex shop, y le diré a mamá que fuiste tú la que escondía esos mangas hentai en mi habitación —ella entreabrió sus labios y no pude evitar sonreír al ver el tenue sonrojo en sus mejillas.

—¡No te atreverías!

—¡Claro que lo haré!

—Está bien, está bien —dijo mientras estiraba un par de veces sus brazos hacia el frente como si quisiera empujar algo, soltó un suspiro—, tregua —di un asentimiento—, dejando las bromas de lado, creo que sé que puedes ponerte para lucir bien para tu amo.

—No es mi amo —solté un resoplido—, déjate de bromas y ayúdame.

—¡Con gusto, hermanito!

Las bromas de parte de Mina quizás no terminarían por el momento, pero mientras me brinde de su ayuda, puedo soportarlas, es divertido estar con ella, aunque a veces logré sacarme de mis cabales con sus comentarios, pero no es como si yo no le hiciera algunos también, recuerdo cuando ella tuvo su primer novio, no pare de decirle muchas cosas, inclusive había hecho creer a mamá que ella ya había intimado con su novio la noche que se había quedado a ver películas en nuestra casa, ese día Mina me odio bastante, pero había sido divertido gastarle aquella broma, aunque claro ahora parecía que Mina se estaba cobrando cada una de mis hazañas pasadas en estos momentos, solamente por eso la dejaba decirme lo que quisiera, porque yo tampoco había sido un buen hermano en el pasado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top