Third night│ 3 ✧ # 🪩
Una vez más, el día comenzaba desde muy temprano para los trabajadores del hotel. Como cada mañana Beomgyu llegaba con mucho entusiasmo a su zona favorita, aunque esta vez encontró tanto a Soobin como a Kai conversando con Sieun alegremente.
– ¡Buenos días! – los tres chicos voltearon y al notar que era Beomgyu, sonrieron. Realmente para ellos su presencia era sanadora, era como una brisa refrescante en un día caluroso.
– Gyu~ Buenos días, ayer casi no te vi, ¿no fuiste a la playa?
El mencionado negó con la cabeza – No, me pidieron repartir volantes para el teatro ayer.
– Hablando de eso, un chico ayer en la función me preguntó por ti – dijo con una expresión llena de picardía a lo que Kai le dio un codazo.
– ¿Eh? – bostezó y luego le dio un pequeño golpe a Kai, Soobin suspiró y Kai sólo se rió un poco.
– Sí, me preguntó que si estabas en la función y le tuve que decir que no – Sieun puso sus manos en su cintura – Era muy guapo, yo digo que harían linda pareja.
– Uyy~ ya quisiera ver a Beomgyu saliendo con alguien.
– No digan estupideces, ni siquiera sé de quién habla.
– Hm... pues tenía el pelo rubio aunque le faltaba retocarse las raíces – se encogió de hombros y regresó a limpiar el lugar, dejando a Beomgyu solo con sus dos amigos.
– ¿Rubio... con raíces desgastadas? – pensó por unos segundos hasta que pareció recordar– Ah, ese chico...
– Mira, se acordó, pide un deseo Bin – cerró sus ojos y cruzó los dedos, haciendo que el mayor rodara los ojos.
– Si se acuerda es porque algo malo pasó, ¿qué fue esta vez?
– Nada grave, simplemente se me acercó mojado y me salpicó un poco – se encogió de hombros y los chicos se preocuparon.
– ¿Se dio cuenta?
– Uh... algo así, sólo fueron unas gotitas, nada del otro mundo, aunque no entiendo porqué hubo reacción – después de hablar, bostezó otra vez.
– ¿No es obvio? Tu cuerpo está cansado, no duermes y te la pasas trabajando todo el día, deberías tomar un descanso, estoy seguro que la gerente te lo daría sin poner peros – el tono de Soobin era serio, pero sin dejar de ser suave. Realmente le preocupaba, era su mejor amigo después de todo.
– Odio tener que decirlo, pero es cierto. ¡Está bien tomar descansos! Ya haces suficiente por el hotel, no creo que unos cuantos días libres hagan mal.
A pesar de la preocupación de sus amigos y las muy obvias señales de cansancio en él mismo, no estaba dispuesto a darles la razón.
– Tonterías. Simplemente son cosas naturales que pasan, no necesito un descanso y no pienso discutir eso – dicho esto, tomó unas cuantas cosas y se retiró del kids club, dejando a sus amigos algo desconcertados. Si no quería descansar por las buenas entonces debían encontrar una buena excusa para obligarlo.
– ¡No quiero ir a la playa!
– No te portes como un bebé, Yeonjun, eres mayor que la mitad de nosotros.
Chaewon y Yeonjun discutían mientras caminaban desde el buffet hasta la playa más cercana a la zona de sus habitaciones. Al parecer los mayores del grupo habían decidido que sería una buena idea ir todos juntos a la playa, el único problema era que, según Yeonjun, en la playa no había gente del staff y no podrían ayudarlos en caso de que tuvieran problemas.
Aunque obviamente todos sabían que era porque quería ver a una persona en especial.
Decidieron ignorar sus quejas y eventualmente llegaron a unos camastros vacíos justo frente a la playa en donde dejaron sus cosas y se prepararon para nadar.
– Lástima que aquí no puedo sacar mi inflable.
– No es que no puedas, simplemente no creo que quieras acabar en otro continente si te lleva la corriente con todo y flotador – tanto Changbin como Taehyun decidieron no perder más el tiempo y corrieron al mar, seguidos por Sakura, quien como siempre quería verificar que no terminaran matándose.
– Ya quita esa cara de pato atropellado.
– Por favor, me da un asco verte puchereando – Chaewon fingió vomitar y Wooyoung se rió.
– Ya déjenme en paz, yo sólo quería ver al amor de mi vida – se echó dramáticamente en el camastro.
Ambos chicos rodaron los ojos, pero la primera harta fue Chae – En fin, ahí los dejo, prefiero nadar que ver a este idiota llorar.
Wooyoung suspiró y se acostó en una camilla junto a Yeonjun.
– ¿No irás a nadar?
– Quiero dormir un rato antes de volver a causarme un golpe de calor – dicho esto cerró los ojos.
Yeonjun no sabía que hacer, tenía la enorme necesidad de ver al chico guapo otra vez, pero no podía simplemente dejar a sus amigos.
Después de unos minutos aceptó su derrota y se quitó la camisa, acto seguido de eso puso una toalla en su espalda para no quemarse mientras buscaba el protector solar.
No pasó mucho tiempo hasta que escuchó una voz conocida a sus espaldas que iluminó por completo su día.
– ¡Buenos días chicos! Es un día muy bonito, vengo a invitarles a-
Antes de que pudiera continuar, Yeonjun se dio la vuelta para darle la cara y Beomgyu se quedó completamente... perdido, por llamarlo de alguna forma.
Dio gracias a Dios por llevar lentes de sol puestos, porque su mirada definitivamente no viajaba sólo por el rostro del chico—quien en realidad sí era mucho más atractivo de lo que le gustaría admitir— sino que delineó toda su figura bien formada; no lo llamaría envidia, claro que no, tenía bien claro que se le hacía total y completamente sexy. Tragó en seco y se repitió a si mismo que debía actuar profesionalmente.
– Perdón, ¿qué decías? – Beomgyu volvió a abrir la boca, pero antes de poder volver a hablar fue interrumpido – es que me perdí en tu belleza.
– ¿Eh? – Beomgyu frunció el ceño, pero igual decidió seguir – Ah sí, venía a invitarlos a la fiesta de hoy. Probablemente en recepción les habrán dicho que todos los viernes tenemos fiestas... esa fiesta es hoy a las 8 de la noche en la terraza.
Le entregó al chico el folleto sintiéndose algo cohibido con la mirada que le dirigía, aunque rápidamente notó cómo esta se posaba en sus brazos, esta vez traía mangas largas para evitar la situación del día anterior. Yeonjun no quiso indagar en ello, tampoco quería incomodarlo.
– ¿Estarás tú ahí? – la pregunta nuevamente desconcertó a Beomgyu, ¿de verdad le estaba coqueteando así como así?
– Por desgracia no, mi horario de trabajo acaba a las 7.
– Que pena, me hubiera gustado mucho verte ahí.
Wooyoung se tragó una carcajada ante la situación que estaba pasando frente a él, pero decidió sólo hacerse el dormido.
– Jeje... claro, bueno, tengan un lindo día – no dijo nada más y simplemente se fue a paso rápido de ahí, ignorando lo fuerte que sentía a su corazón latir.
Ya que se había ido, Yeonjun suspiró y Wooyoung finalmente soltó una carcajada.
– Eres increíble, Yeonjun.
– Y tú eres un maldito, Wooyoung.
El mayor sólo rió escandalosamente cuando Yeonjun le empezó a lanzar arena.
Al menos pude verlo otra vez pensó Yeonjun.
– ¡Y me empezó a coquetear! ¿Puedes creerlo? Qué descarado...
– Yo te dije que le interesabas, no sé por qué te sorprendes tanto.
– Pues porque nadie le coquetea al staff del hotel.
– No seas exagerado – la chica rodó los ojos, pero cambió su expresión a una pícara– ¿Y sí te parece guapo?
– ¡Sieun!
Ya eran casi las 7, Beomgyu estaba nuevamente en el kids club ayudando a Sieun a guardar las cosas que había utilizado con los niños durante el día cuando de repente Kai entró al lugar luciendo algo sospechoso.
– ¿Y tú qué traes?
– Hm... pues, digamos que hice unos ajustes – entonces ambos chicos notaron que el cabello de Kai parecía un tanto húmedo.
– Kai...
– Fui a hablar con la señora Choi y me intercambiaron tu horario nocturno por hoy... así que vas a tener que apoyar en la fiesta.
– Uh, Oh...
– ¡Kai! ¿Por qué hiciste eso? Y a esta hora... ¿sabes que imprudente de tu parte fue hacer eso?
– ¡Tranquilo, Gyu! Usé la entrada en recepción.
– Aún así... a estar horas es cuando más lleno está.
– Cálmate, Soobin me acompañó, no soy un niño.
Beomgyu suspiró cansado y se llevó una mano a la sien.
– Agh... ¿Qué necesidad había de hacer todo eso?
– Seguramente para que pases tiempo con don raíces despintadas – la chica rió.
– ¿Kai...?
– ¡No es por eso! Bueno... no totalmente, en realidad también debo cuidar de Hiyyih y no puedo arriesgarme a sacarla, ¿bien?
Beomgyu suspiró de nuevo – Está bien. Pero es la última vez que haces esto, ¿promesa?
Le tendió el dedo meñique y Kai lo envolvió con el suyo.
– Promesa.
– ¡Siii! Gyu se quedará en una fiesta~ – Sieun empezó a canturrear y a bailar emocionada.
– Será una larga noche...
❛🏝️ミ¡!
│ ✧ # 🍹
Finalmente era de noche, esta vez sólo Yeonjun, Chaewon y Sakura estaban fuera, Taehyun no era muy afán a las fiestas y los otros chicos simplemente prefirieron hacer una reserva en un restaurant de sushi.
– Pues hay menos gente de lo que pensé.
– Obviamente, muchos vienen con sus familias y esto es sólo pars mayores de edad.
– Tiene sentido.
Los tres chicos buscaron unos sillones vacíos y se sentaron.
– Iré por unas bebidas, ya vuelvo – Chaewon se levantó de su lugar y se acercó al bar, en donde sorprendentemente no había mucha fila. Al llegar al frente, cuando iba a ordenar se sorprendió mucho al ver a una chica peli-roja preparando las bebidas.
– Buenas noches, linda, ¿qué le puedo dar a una chica tan preciosa como tú? – la chica le guiño un ojo, causando que sus mejillas se ruborizaran.
– Pues- la verdad no estoy muy segura, ¿qué nos recomiendas a mi y a mis dos amigos? – se apoyó en la barra y le sonrió coqueta.
Ambas chicas conversaron un rato hasta que las bebidas estuvieron lista, pero claro, Chae no se fue sin antes intercambiar números con la bartender.
– Tardaste un rato, ¿con quién andabas coqueteando?
– Con la bartender.
– Ah, lo decía de broma. Eres una coqueta, Chae – la mencionada rodó los ojos y se sentó junto a su amiga luego de entregarles las bebidas.
– Gracias Chae – Yeonjun dio un sorbo de su bebida mientras movía un poco los pies al ritmo de la música – iré a bailar un rato, no se pierdan.
– En todo caso el que se va a perder eres tú.
– Chistosita – dejó su vaso ya vacío en la mesa y se levantó, dirigiéndose a donde había un grupo de gente bailando alegremente.
Pasó un largo rato sólo disfrutando del ambiente, realmente le gustaba mucho bailar en las fiestas, aunque tampoco quiso bailar con nadie, o al menos eso creyó hasta que su vista se posó en un extremo un poco alejado de la gente y la bulla. Ni siquiera lo pensó, su cuerpo se movió por sí solo hasta llegar a un lado de quien ocupaba su mente últimamente.
– Pensé que tu jornada acababa temprano.
El peli-rojo se sobresaltó en su lugar y lo volteó a ver, suspirando con alivio al notar quien era. A pesar de la música fuerte, parecía que podían entablar una conversación sin tener que subir mucho la voz.
– Hoy hubo un cambio de planes – de cruzó de brazos y se apoyó contra la pared que estaba tras de él, Yeonjun imitó su acción y Beomgyu miró hacia otra parte, pareciendo desinteresado.
– Ya veo... ¿Y por qué tan solitario?
– Sólo hago mi trabajo y cuido que nadie haga algo indebido – se encogió de hombros.
– Claro – rió un poco – pero no creo que eso sea impedimento para divertirte.
– ¿Disculpa?
Sin decir nada más, Yeonjun tomó su mano y empezó a bailar un poco. Beomgyu quiso protestar, pero tenerlo tan cerca de repente hizo que su estómago cosquilleara. Su mente decía que lo empujara, pero su cuerpo se negaba a separarse de él. Bailaron un rato, nunca cruzando ningún límite de confianza, simplemente una calidez cómoda en la cual surgía una conexión casi necesaria. La cercanía no era mucha, pero sí peligrosa para un pobre corazón flechado.
Decideron dejarse llevar y bailó más tiempo con él, cosa que sorprendió incluso a Yeonjun, quien esperaba un poco más de resistencia por su parte. Sus pasos eran suaves y sincronizados. Ambos sentían la calidez de la mano del otro. El momento se sentía tan natural, tan correcto, como destinado a ser.
Pero no todo es para siempre, y Beomgyu lo sabía.
– Lo siento, no debería estar haciendo esto – de repente se soltó muy apenado, ese no era su papel. Debía recordárselo, su trabajo era lo importante.
– Pero...
– De verdad, perdón – dicho esto, se echó a correr.
Yeonjun se quedó confundido y algo triste, su mano helada anhelando la calidez del peli-rojo de nuevo. Pero había algo que le carcomía por dentro, ¿por qué corría hacia la playa?
Tal vez no era correcto, pero ya eran muchas cosas de él que le generaban curiosidad, así que lo siguió a paso apresurado, pero no lo suficiente para ser oído. Para su sorpresa, el chico sí se dirigía a la playa. ¿Por qué?
Por su parte, Beomgyu llegó corriendo a un pequeño muelle a ras del agua que se encontraba en una zona de acceso para staff solamente, pero eso Yeonjun no lo sabía.
Confiado en que no habría nadie, llevó sus pies ahora descalzos al agua, sintiendo una familiar calidez. La suave brisa marina acarició su rostro, y bajo las luces nocturnas una pequeña corriente de luz recorrió sus piernas, que ante el contacto con el mar se fusionaron. De repente su piel se transformó en escamas iridiscentes, aunque el color rojo brillante destacaba en ella. Pronto se alargaron, formando una elegante y bella cola de ¿Sirena? No, tritón.
Beomgyu cerró los ojos y respiró profundo, sus fosas nasales llenándose de la brisa marina, sintiendo una libertad como ninguna otra. Decidió retirar su camiseta para no mojarla, pero justo cuando giró su torso para dejarla en la pequeña construcción de madera, se dio cuenta de unos ojos completamente sorprendidos.
Definitivamente estaba en problemas.
– ¿Qué...?
Antes de que pudiera hablar, Beomgyu se tiró directo al agua, nadando tan rápido y profundo como pudo.
Yeonjun estaba mucho más que confundido, estaba impresionado. Ahora muchas cosas le hacían sentido pero... Muchas otras dejaron de tenerlo. No sólo había roto una regla del hotel, sino que también había descubierto sin querer uno de los secretos más grandes existentes.
Decidió caminar de vuelta a la terraza, su mente luchando por procesar lo que acababa de presenciar. Sin embargo, su asombro se veía altamente influenciado ahora mismo por una creciente determinación: proteger el secreto de Beomgyu a toda costa.
Al fin se dioo, wuu 🥳
Ya quería llegar a esto así que lo subo ya, la verdad es que se me alargó el cap pero equisss.
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